El avión había aterrizado y todos los reporteros se encontraban a la espera que una de las familias más importantes de toda Corea bajaran para fotografiarlos. Las vacaciones que habían sido planeada por la más joven de la familia Yong era totalmente secreto, aun así todos pudieron encontrar la información necesaria para llevarse un poco de información inédita.

El señor Yong JungJin el dueño de una de las empresas más grandes de inversiones estaba cansado que siempre siguieran sus pasos y se encontraba refunfuñando al bajar del transporte. Sin embargo, algunos por mucho de encontrar un escandalo familiar, lo primero que estaban a la espera era por saber si se planeaba algún compromiso de su hija Yong Moon con uno de los misteriosos empresarios socios de su empresa, Jeon JungKook.

Ninguno dijo nada, todos fueron directo al hotel que se hospedarían, ese lugar había sido adquirido por la familia Yong al ser uno de los caprichos de la esposa, DeJi. Pero para todo el ajetreó que se podía estar dando a su alrededor, Moon se encontraba completamente feliz que pudo reunir a todos para tomar un merecido descanso. Sabía lo mal que era el trabajo en exceso que ejercía su padre junto con el ahora novio, así que esperaba que los días que tendrían fuera de la empresa fueran suficientes para tomar un reseteo laboral.

Moon al llegar a su habitación comenzó a revisar completamente todas las decoraciones que le habían dejado, como una niña pequeña emocionada que hacía su primer viaje familiar, JungKook al ver esto solo rodo los ojos y pidió que los trabajadores ingresaran las maletas que habían llevado.

Sin dudarlo, se acostó en la extensa cama desarreglando la bonita decoración que Moon estaba apreciando. No sabría cuanto tiempo estarían ahí, pero esperaría que su novia cambiara su actitud en el transcurso del tiempo. Se había comportado tan infantil las últimas semanas que no sabría decir si estaba emparejado con una mujer de veintinueve años o con una niña de cinco. Esto último lo hacia sentirse enfermo, como si fuera un pervertido y no quería eso para una relación.

— ¿A dónde vas? — su voz salió un poco cansada, al ver a Moon yendo al baño con muchas cosas.

— Quiero conocer la terraza, dicen que la renovaron — contesto sin mucha emoción, pasando desapercibida por su receptor, sin más se encerró en la pequeña habitación contigua.

Por su parte, JungKook comenzó a navegar por su teléfono, ignorando todo lo que tenía a su alrededor. Media hora después pudo ver como la puerta del baño era abierta y de ahí salía Moon colocándose protector solar mientras iba a buscar algo a su maleta, ella al verlo le sonrió con tanta emoción y le lanzo un beso al aire que fue correspondido y devuelto por él.

— Descansa cariño, espero no hayas traído tu computador para trabajar cuando no este — se acercó, mientras guardaba cosas en su bolsa. JungKook sonrió por el regaño y negó — Nos vemos antes de cenar, harán un tipo concierto de bienvenida.

Lo besó y se marchó sin esperar respuesta. El hotel hacia una presentación con temática todos los fines de semana y casualidad quedaron en el día que harían uno, no quería ir, pero sabía que sino descansaba estar muy tarde le costaría estar despierto soportando lo energética que era su novia. Era malo para tomar vacaciones, su cuerpo le cobraba factura.

Tomó su ropa e ingreso al baño para ducharse, dormiría todo el tiempo que no tuviera a Moon a su alrededor. La paz era su aliada y lo disfrutaría sin dudarlo, tener días seguidos al lado de la familia Yong no sería nada sencillo y mucho menos a su novia que se encontraba cada vez más cercana a él, más abierta al contacto.

Su cuerpo lo traicionaba, gemía con desesperación al verla hincada frente a él. Ver como la mujer tomaba su miembro con tanto gusto y dispuesta a todo lo que él quisiera, lo hacía perder la cabeza. Sentía que no podría más, si seguía a ese ritmo acabaría muy rápido, se miraría como un adolescente precoz y no se sentía con ganas de quedar de esa manera frente a su mujer. Sin embargo, escuchar su propio gemido en voz alta le hizo saber que todo era un sueño que pronto despertaría, pero aun así sentía las ansias de poder terminar.

Abrió los ojos, encontrándose a la que estaba provocando una de sus fantasías. Moon se encontraba sobre él haciendo exactamente lo mismo que la mujer de sus sueños, se notaba concentrada en lo que hacia, sin saber que él ya se encontraba despierto. Su novia cada vez se hacia experta en lo sexual y no desaprovecharía todas las oportunidades que le ofrecía, tomó el cabello que se extendía por un lado de su cabeza para acomodarlo. Con esa simple acción le hizo entender que ya había despertado y Moon al verlo le dio una punzada en su cuerpo, sintiendo que había logrado su cometido al verlo con ese brillo provocador en su mirada.

— Buenos días dormilón — la voz sensual más la mano que continuaba estimulando, lo volvía loco.

— ¿Qué hora? — carraspeo al ver que se encontraba un poco ronco, necesitaba agua de manera urgente.

— Son las seis — dejó de lado todo lo que estaba haciendo para quitarse el vestido veraniego que tenía puesto — ¿Sabes? No creo que nos esperen con tanta emoción en la cena, podríamos llegar un poco tarde.

— ¿Crees? — sonó provocativo para tomarla de la cintura y acercarla.

Moon no tenía nada debajo de ese vestido y eso lo provoco, no sabía si era excitación o celos al saber que alguien más podía ver que no tenía nada debajo de ese vestido amarillo pastel. Ella se acomodo en sus muslos haciendo un vaivén sin introducir su miembro, pequeños suspiros salían por parte de ambos, él por su parte, comenzaba a recorrer con una mano el cuerpo de Moon y la mano libre se centraba en estimularla, para prepararla.

Ya la respiración se volvía un poco errática y sin esperar más, Moon tomó el miembro de él para alinearlo hasta introducírselo. Ambos soltaron sonoros gemidos y no se tuvo que esperar para la habitación se llenará de gemidos, suspiros y el sonido de los cuerpos al chochar. Pero al estar por llegar al clímax, el sonido de un teléfono se interponía en la concentración que tenían entre ellos.

Las primeras dos veces fue ignorada, sonaba y dejaba un intervalo donde solo se podían escuchar los gemido de la pareja, para luego volver a sonar. En el tercer tono, JungKook se molestó provocando que bufará y que Moon se percatará de que lo estaban interrumpiendo, sin embargo, nadie hizo nada. Ya en el cuarto tono, Moon se levantó con enojo y empujó a JungKook a la cama como si fuera un saco. Miró que en la llamada era su madre y se asusto.

— Hola ma. ¿Qué tal? ¿ya fuiste a ver la terraza? — quería sonar natural, pero no sabía como actuar, era la primera vez que le pasaba esto y no podía controlar su respiración descontrolada.

JungKook al escuchar esto, sabía que todo iba a acabar. Bufó para demostrar su enojo, Moon con un "lo siento" en forma de murmuro se disculpo con él y se comenzó a colocar el vestido. Él no le presto atención, solo se encerró en el baño para poder tomar una ducha, con esa llamada se sabía que deberían de estar presentes en esa tonta cena que llevaría horas.

Las lluvia artificial caía por su espalda y relajaba sus músculos. Lo tenso se podía apreciar desde se encontraba Moon que había ingresado al baño, para poder compensar lo que no pudieron en la cama. Sin embargo, todo se fue por un ducha tranquila, donde compartían risas y besos tiernos. JungKook sabía que no podía enojarse con Moon por lo sucedido y quería demostrar que todo estaba bien.

La historia no se será extensa (cuenta con 5 capítulos + epílogo) y los acontecimientos serán muy rápidos. ¿Qué creen que pasará?