15 | Final

     Dentro de la gran casa Kim, el castaño se mantenía sentado en su ventana, mientras intentaba marcar el número de Jimin, el cual no estaba siendo atendido por su amigo. Con frustración tiró su celular a un lado y continuó mirando hacia afuera. Estaba siendo extraño, puesto que todo el lugar empezaba a llenarse de hombres vestidos de negro, pero que en su espalda daban a entender que cumplían el deber de mantener segura la zona.

En ese momento, se escuchó la puerta ser tocaba y éste permitió que la abrieran.

—Taehyung, Hoseok está abajo y quiere hablar contigo.

El castaño dirigió su mirada hacia su madre, frunció su ceño y miró la hora en el reloj de su habitación. Se pasaba de la media noche. ¿Aún así lo recibían?
El castaño rió por la ironía, se colocó de pie y decidió bajar y atender la visita del mayor.

Cuando lo hizo, notó al hombre sentado en el sofá, mientras hablaba con Namjoon y negaba con su cabeza.

—¿Alguna emergencia, Hyung? —Preguntó.

Los dos mayores lo miraron, pero su padre decidió simplemente subir y dejarlos solos.

—¿Puedes tomar asiento? —Habló Hoseok.

—¿Tan serio es? —Rió.

—Para mí, sí lo es —aseguró, miró las manos del castaño y optó por tomarlas para mantenerlas junto a las suyas—. Yo… creo que ya estás consciente de lo que siento hacia ti.

—Hyung…

—Debido a todos estos años, me gustaría pedirte, por favor, que tú- —detuvo sus palabras, puesto que muchos gritos empezaron a escucharse fuera de la casa. Con inmediatez se colocó de pie y preocupado, decidió abrir las cortinas. Al hacerlo, se dio cuenta que muchas personas empezaban a reunirse alrededor de la pequeña tarima y de las vallas que la rodeaban—. Pero qué…

—Ah, joder, aún recuerdo la primera vez que pasé por aquí —mencionaba una voz siendo amplificada por el micrófono.

Taehyung abrió en sobremanera sus ojos y sus manos empezaron a temblar al momento de identificarlo. Hoseok con inmediatez lo miró y supo, nuevamente, que había quedado por debajo de esa persona.

—Tuve un accidente en motocicleta y un pequeño niño acudió a mí para ayudarme. Era alguien tan... ugh —Rió al decirlo y el montonal de personas también lo hicieron.

Justo en ese momento, Namjoon bajó con rapidez y miró en dirección a las dos personas. Después, salió hasta el pórtico de su casa y frunció su ceño al verlo.

—Se preguntarán: "¿Qué hace este loco aquí y tan tarde? ¡Llamaré a la policía! ¡Es un escándalo!". O eso es algo que mi temible suegro diría —aseguró—. No se preocupen, tenemos el permiso del lugar y las autoridades están al tanto de ésto. Por primera vez en mucho tiempo no resultan ser una amenaza para mí.

Abajo, entre la pequeña tarima y las vallas, se encontraban Yoongi, Jimin y Jin, quienes estaban divirtiéndose por las anécdotas y palabras de Jungkook.

—¿En dónde está Taehyung? —Preguntó Jimin entre un gran puchero.

—Seguramente encerrado dentro de la casa del gran ogro –respondió Yoongi, mientras lo abrazaba por su cadera.

—Pero, bueno… no vinimos precisamente a contar pequeñas historias. Vengo a… dedicarle una canción a una persona que ha sido el exponente más grande de mi frustración. Mi querido suegro Kim Namjoon; me mandaste al carajo tantas veces, que ya olvidé lo que era pedir las cosas sin la necesidad de arrebatarlas.

En ese momento, la melodía empezó a escucharse y Taehyung detrás de su ventana se tapó la boca debido a su sorpresa. Era la hora y aún no procesaba lo que estaba mirando.

“Sábado por la mañana, salté de la cama y me puse mi mejor traje.
Me monté en mi coche y conduje como un cohete, todo el camino hasta ti”.

Namjoon se mantenía envuelto en una rabia que no sabía disimular, sintió cómo una persona estaba pasando por su lado y la tomó por la muñeca para detenerla.

—Pa-papá, por favor —pedía Taehyung, casi que rogando.

“Toqué a tu puerta con el corazón en un puño, para hacerte una pregunta,
porque sé que eres un hombre chapado a la antigua”.

Jungkook lo miró directamente a él, mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa llena de petulancia.

“¿Puedo tener a tu hijo para el resto de mi vida? Di que sí, di que sí, porque necesito saberlo”.

Namjoon de igual forma lo miraba, acentuando más el agarre que mantenía en su hijo, el cual intentaba tirar de él pero nada estaba logrando.

Las personas, a diferencia de él, disfrutaban del evento y gritaban al unísono el nombre de la banda.

—Señor, lo está lastimando —mencionaba Hoseok, quien había salido de igual forma.

“Dices que nunca tendré tu bendición,
hasta el día que me muera. Mala suerte amigo mío, pero la respuesta es "no"”.

Al mencionar la estrofa, Jungkook hizo un puchero repleto de burla y decidió bajar su mirada hasta donde se encontraba Taehyung.

“¿Por qué tienes que ser tan grosero?”

“¿No sabes que yo también soy humano?”

Al observarlo por un rato, sonrió en grande y continuó cantando, dejando en claro su emoción y toda la frustración que sintió años atrás.

“De todas formas, voy a casarme con él,
me casaré con ese chico, de cualquier forma, me casaré con él, me casaré con ese chico, sí, no importa lo que tú digas,
me casaré con ese chico, y seremos una familia”.

—¡Hoseok Hyung! —Alegó Taehyung y le pidió que por favor, lo ayudara a zafarse del agarre de su padre.

Éste lo miró por unos segundos, relamió sus labios y mordió su belfo inferior. ¿Iba a admitir que perdió?, ¿después de todo lo que intentó, lo dejaría ir?

—¡Hyung! —Al escuchar nuevamente a Taehyung, no pudo hacer más que presionar el agarre de Namjoon y liberar la muñeca de Taehyung.

Lo estaba dejando de ir.

“¿Por qué tienes que ser tan grosero?”

Sí. Justo al lado de la persona que verdaderamente siempre amó.

“Odio hacer esto, no me dejas elección,
no puedo vivir sin él, quiéreme u ódiame. Seremos muchachos en pie sobre ese altar, o nos fugaremos
a otra galaxia, ya sabes, ya sabes que él está enamorada de mí, irá a cualquier sitio al que yo vaya”.

Después de ello, Taehyung sostenía su mirada en la persona de la tarima, la cual cantaba y sonreía para el público. Su corazón quería salirse por las palpitaciones abruptas y la rara sensación que estaba teniendo por la situación. Quería acercarse a él, golpearlo miles de veces y darle un abrazo al final.  

“¿Puedo tener a tu hijo para el resto de mi vida? Di que sí, di que sí, porque necesito saberlo. Dices que nunca tendré tu bendición, hasta el día que me muera. Mala suerte amigo mío,
porque la respuesta sigue siendo "no"”.

—¡Agh, quítense! —Alegaba una persona, mientras empujaba a la cantidad que rodeaba la tarima—. ¡Taehyung! —Gritó con emoción Jimin y se le acercó.

—Jung-Jungkook, él-él… él está arriba y… Dios mío, qué es ésto —musitó y palmeó sus mejillas con sus manos.

—Mira, él es Hugy —presentó a un hombre de gran estatura a su lado—. Te guiará a un auto.

Taehyung lo miró e hizo varias reverencias por los nervios que estaba conteniendo.

—¡Ya, cálmate! —Rió Jimin y lo detuvo.

“¿Por qué tienes que ser tan grosero?
¿No sabes que yo también soy humano?
¿Por qué tienes que ser tan grosero?
De todas formas, voy a casarme con él,
me casaré con ese chico,
de cualquier forma, me casaré con él,
me casaré con ese chico,
sí, no importa lo que tú digas,
me casaré con ese chico,
y seremos una familia”.

“¿Por qué tienes que ser tan grosero?”

Jungkook lo observó y notó, cómo después de un rato el castaño igual posó su mirada sobre él mientras caminaba. Le guiñó uno de sus ojos y de inmediato pudo darse cuenta del sonrojo en sus mejillas.

“¿Puedo tener a tu hijo para el resto de mi vida? Di que sí, di que sí, porque necesito saberlo. Dices que nunca tendré tu bendición, hasta el día que me muera. Mala suerte amigo mío,
pero "no", significa "no"”.

—Creo que hasta aquí llegamos, señor —mencionó Hoseok, a la misma vez que observaba cómo Taehyung se alejaba.

Namjoon en todo el rato sólo se quedó en silencio, ya que su orgullo había sido lastimado por completo. Jeon Jungkook, al final de cuentas y después de mucho tiempo, estaba logrando su cometido.

“¿Por qué tienes que ser tan grosero?
¿No sabes que yo también soy humano?
¿Por qué tienes que ser tan grosero?
De todas formas, voy a casarme con él,
me casaré con ese chico,
de cualquier forma, me casaré con él,
me casaré con esa chico,
sí, no importa lo que tú digas,
me casaré con ese chico,
y seremos una familia”.

Se quedaría con su hijo, aún sabiendo que él no estaba de acuerdo.

“¿Por qué tienes que ser tan grosero?”

[…]


    Después de un rato, el castaño se mantenía nervioso, jugaba con sus manos e intentaba respirar correctamente, pero al sentir cómo una de las puertas se abría, bajó su cabeza y cerró sus ojos sin pensarlo.

Se sentía extraño, como si realmente fuese una broma, como si muy en el fondo de su cuerpo, hubiese perdido las esperanzas de estar junto a él.

El sillón a su lado se hundió levemente debido a que la otra persona ingresó y cerró después de hacerlo.

—Ya sabes a dónde, Hyung —pidió el azabache.

—No me ordenes, mocoso —advirtió Yoongi, mientras empezó a movilizar el auto—. ¿En dónde están los demás?

—Jin Hyung se los llevó al hotel. De por sí, cometimos una gran infracción, no quiere más errores. Seguramente el CEO lo llamará en cuento la noticia se corra.

—Ya está corriendo —informo Jimin, quien se encontraba en el asiento del copiloto y miraba su celular—. ¿Ya vieron las tendencias en Twitter?

—¿A… dónde vamos? —Preguntó el castaño, aún sumido en los nervios.

—Taehyung —le habló directamente Jungkook y la reacción del nombrado fue encogerse aún más en el asiento—. Mírame —pidió.

—No —musitó, mientras seguía jugando con sus manos.

—Vaya, será una discusión que se guardó por tres años, Jeon —comentó entre risas Yoongi, mientras miraba al frente—. Tiene la artillería lista.

El azabache resopló, se resignó a mantenerse en silencio y guardar una distancia prudente con Taehyung. Él se veía retraído e incómodo, como si necesitase procesar toda la situación antes de atreverse a mirarlo directamente a sus ojos.

Lo entendía perfectamente.

Al cabo de unos minutos, Yoongi ingresó al estacionamiento subterráneo del hotel que se había apartado con antelación. Uno que no estaba previsto para el grupo y que sabía, sería seguro para el menor. Luego, tomó la llave y la lanzó hacia atrás para que Jungkook la atrapara.

—El gran favor va desde el evento del parque, hasta aquí —avisó.

—Muchas gracias, Hyung —dijo el menor, mientras la miraba y salía del vehículo. Posterior a eso, pasó a mirar a la persona que se encontraba a su lado y con el mayor cuidado del mundo, preguntó—: ¿Vas a salir?

El castaño respiró profundo, miró a Jimin y éste le mostró una sonrisita para pasarle algo de tranquilidad, si es que eso lograba ser posible. Al final, decidió bajar y observar cómo el auto se movilizaba hacia afuera.

—Vamos… Yoongi Hyung me dijo que ya no tenemos que toparnos directamente con nadie —mencionó, mientras se acercaba a una de las entradas para tomar un ascensor—. ¿No me vas a decir nada?

—Eres… un idiota.

—Diablos, no pensé que eso podría traerme algo de tranquilidad —informó entre risas.

Jungkook siguió con su parloteo, tomaron el ascensor y después de un rato, se encontraban frente a la puerta que contenía el mismo número de la llave; la abrió, entró junto al castaño y empezó a despojarse de su abrigo.

—Mierda, Taehyung, dime alg- —iba a continuar hablando, pero notó cómo el ceño del castaño se fruncía y cómo sus ojos se cristalizaban por la cantidad excesiva de lágrimas que empezaban a resbalar por sus mejillas.

Esa imagen, esa maldita imagen lo hizo sentir de la mierda.

—¿Cre-crees… que… todo ya-ya se solucionó? —Preguntó entre palabras rotas y empezó a limpiar sus húmedos ojos con sus mangas—. Por años, por… años todos me decían que ya no ibas a volver, que-que me habías olvidado —decía, muy sumido en el tema e intentando parar sus lágrimas—, que me concentrara en la persona que estaba frente a mí.

—Taehyung… —Se acercó rápidamente a él, lo tomó por sus mejillas y lo hizo mirarlo directamente a sus ojos. —¿Quién está frente a ti ahora?, ¿quién se metió en un lío con su empresa por hacer algo tan loco como ésto? Mierda, ahora mismo debería estar haciendo una maleta para irme. Pero no, estoy aquí.

—Y después te vas —recalcó, tomó las manos del contrario y las quitó de sus mejillas para alejarse y mirar al gran ventanal que había en la habitación.

—Ven conmigo —pidió—. Mi vida ahora está en Seúl, eso está claro, pero créeme, no está completa-

—¿Sin mí? —Decidió volver a mirarlo, mostrando sus ojos irritados.

—¿Qué más esperas que te diga? —Soltó un suspiro. —Estoy aquí… contigo, esperando continuar mi vida al lado de la tuya. Me dijiste que cuando volviera, todo eso podría cumplirse; tener… nuestra familia… Taehyung —le llamó y empezó a acercarse con mayor seguridad—. Si te preocupa el tema de la empresa y todo lo que se va a desenvolver a partir de ahora, estoy consciente. Bebé —habló, lo volvió a tomar por sus mejillas y las acarició con el mayor cuidado posible—, yo… te elegiría por sobre cualquier cosa.

Taehyung mantuvo su mirada por unos segundos, volvió a fruncir su ceño y nuevamente sus lágrimas estaban apareciendo, pero esta vez pasó algo diferente:

—¡Te odio, tonto! —Alegó y empezó a golpear el pecho del ahora más alto, en medio de un berrinche que soltaba todas las emociones contenidas—. ¡E-eres un odiota que me hizo sufrir mucho! ¡Te-te voy a… —Respiró profundo, se alejó un poco y talló su rostro. —Diablos…

—¿Eso es un: te amo y voy a quedarme contigo? —Preguntó.

El menor se cruzó de brazos, se quedó nuevamente en silencio y con sus mejillas repentinamente sonrojadas, asintió con su cabeza.

—Mierda —se acercó rápidamente, lo tomó por sus mejillas y plantó un beso en sus labios que, seguramente, había deseado desde el momento en que volvió a verlo. Taehyung se sonrojó aún más, notó la necesidad en el actuar del contrario y se apresuró a corresponder a la gran muestra de afecto presentada. Sus labios temblaban por el suave contacto de los del alfa, y es que su corazón tampoco estaba colaborando.

Después de unos segundos y por culpa de la falta de oxígeno, las dos personas se separaron y unieron sus frentes, como una clara exposición de que querían quedarse así por mucho tiempo. Uno al lado del otro, con sus respiraciones unidas y con el dulce aroma de Taehyung desprendiéndose y mezclándose con el de Jungkook. 

—Te amo —musitó Jungkook, aún en la misma posición—. Te amo tanto…

—¿Más que a la vida que tienes ahora? —Preguntó, sintiendo muy cerca la respiración del azabache.

—Taehyung —habló mostrando una pequeña sonrisa y apretó las mejillas del castaño—, te lo he dicho: más que toda una galaxia y sus mundos alternos. Y siento que sigue siendo muy poco.

—¿Quieres que te diga algo sorprendente? —Habló el castaño, mirándolo directamente a los ojos.

—¿Algo como qué?

—Yo te amo mucho más —aseguró—. Hasta el punto de esperar tres jodidos años y rechazar tantos cortejos como la cantidad de rechazos que mi padre te plantó —se burló y rodeó el cuello del alfa con sus brazos—. ¿Ya… te imaginas las magnitud de mis sentimientos?

—Como no tienes idea. —Sonrió

—Ahora, ¿puedes besarme y probarlo?

—Estás en una situación no muy favorecedora para ti, ¿lo sabes?

Taehyung se alejó entre risas, mostró una mirada bastante pícara y empezó a abrir su camisa. —¿No muy favorecedora para mí?, ¿qué dices?

—Ah… joder… —Negó Jungkook e intentó mirar hacia otro lado.

—¿Qué? —Intentó mostrarse inocente, pero su camisa empezaba a deslizarse por sus hombros.

—No… me voy a responsabilizar por mis acciones. Tres años de abstinencia no se cobran de uno solo, ¿comprendes? —Aclaró y lo abrazó por su cintura.

—¿Yo… he dicho lo contrario? —Continuó hablando el castaño, mientras aventuraba sus manos por debajo de la remera del azabache.

Jungkook soltó un suspiro para intentar calmarse y miró hacia otro lado.

—Taehyung…

—De forma subjetiva, amor, te estoy pidiendo que no te contengas y que me beses —dijo de manera directa, y fue suficiente para sentir los labios contrarios sobre los suyos. Además de eso, unas manos juguetonas que no tardaron en explorar zonas que seguían estando cubiertas por la ropa.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

—¿Y-Y después que pasó? —Preguntó muy emocionada una niña de grandes ojos, mientras miraba a la persona frente a él.

—La abeja visitó a la flor y el polen se encargó de crear a otras florecitas —respondió BamBam.

—Mook, ¿qué le estás diciendo a Hara? —Habló Jeon, mientras salía de la cocina y tras él, un niño más pequeño que comía galletas.

—¡Pá, el tío Mook me estaba contando una gran historia! ¡Ah, yo también quiero que el amor de mi vida sea un rebelde y me robe para quedarme junto a él!

Jungkook se quedó en shock, iba a decir algo, pero otra persona salió tras él y le tocó el hombro varias veces.

—Sería… interesante ver tu reacción, querido yerno —se burló Namjoon, cargó a su pequeño nieto y se fue al patio a continuar con la fiesta de cumpleaños de la niña.

El azabache simplemente no supo qué decir.

—¿Sucede algo, amor? —Se acercó el castaño.

—Ha-Hara, ella…

—¿Hm? —Enarcó una de sus cejas Taehyung.

—Joder —fue lo ultimo dicho por Jungkook, después de pasar su mano por su cabello e ir tras su pequeña hija.

Taehyung no comprendió lo sucedido, se encogió de hombros y optó por acercarse también al patio. Allí, se encontraba su familia más unida que nunca, sus amigos más cercanos y claro, la típica discusión entre su padre y su esposo; las cuales siempre se basaban en el hecho de que Jungkook se salió con la suya y la burla de Namjoon al recordarle que tiene a una pequeña omega bajo su custodia.

Muy gracioso, aunque también preocupante ya considerando su posición.

—¡Pá, quiero una historia de amor como la tuya! —Alegó la pequeña Hara y todos rieron, exceptuando a Jungkook, que se encontraba más preocupado que nunca.

Quizá y en algún punto de su vida, tendrá que ser aquél suegro grosero que todos van a odiar.

Y es que en el transcurso de todo lo sucedido, Jeon Jungkook aprendió cosas muy importantes:

1. Mucho se logra con determinación y constancia.

2. El trabajo sólo es para las personas que abandonaron sus verdaderos sueños.

3. La vida se basa en pruebas y errores. Si nunca te lanzas, ¿cómo vas a saber si funcionará? 

Aunque, claramente, esas son pautas que sólo sirven para las personas que saben ir en contra de la corriente.

RUDE

Fin

///

Me disculpo de antemano
si no fue lo que esperaban.
De nueva cuenta,

fue una trama leve.

Todos los créditos de
la canción son
para MAGIC.

Gracias por leer toda la
extensión de la historia.
¡Estoy muy feliz!

Vane y Dely, espero
que haya sido
de su agrado. ♡

-Gaby

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top