12
Taehyung se mantenía en silencio, miraba el mural de su habitación y añadía más detalles cada que se inspiraba o necesitaba relajarse. Y es que sí necesitaba hacerlo, ya que había escuchado que en menos de un mes Base Three iba a presentarse en su ciudad natal y sí, mierda, los nervios del castaño amenazaron con inestabilizarlo; se preguntaba si Jungkook iba a contactarlo después de mucho tiempo y le diría todo lo que estuvo deseando por esos años.
—¡Taehyung! —Gritó de repente otra persona y eso asustó al castaño.
El nombrado con inmediatez dirigió su mirada hacia la ventana y notó cómo un, ahora pelinaranja, ingresaba por ella.
—¿Ya te enteraste? —Preguntó con emoción el omega más bajo—. ¿Te llegaron?
—¿Cómo? —Habló confundido el castaño—. ¿Qué debía llegarme?
—¿Invitaciones… exclusivas de Base… Three?
El castaño se quedó en silencio, frunció su ceño y negó con su cabeza.
—Oh, Dios, Taehyung, seguramente te llegarán y-
—Está bien. —Sonrió con incomodidad al momento de interrumpirle, miró su pincel y lo dejó a un lado. —No… hay problema.
—TaeTae, yo realmente no quise hacerte sentir mal. Él seguro… tendrá algo diferente para ti.
—No-no importa —reafirmó.
Y es que sí, le dolía a horrores aquello que Jimin había dicho. ¿Ya no lo consideraba? ¿Lo había olvidado?
—Ta-Tae, no llores, yo… —Se acercó rápidamente y lo abrazó muy fuerte.
—Lo… siento —musitaba, mientras limpiaba sus ojos al tiempo e intentaba detener lágrimas, pero le estaba costando mucho.
Jimin optó por tomarlo de sus mejillas y empezar a limpiar lo húmedas que estaban quedando. Taehyung había aguantado mucho y seguramente, lo último dicho por el pelinaranja había sido la copa que colmó su vaso.
Estaba frustrado, muy triste y desesperado. Su omega se sentía rechazado y eso lo mantenía muy inestable.
Ya se encontraba muy harto.
[…]
Jungkook salía de un auto, sus lentes de sol evitaban que la luz le fastidiase y su cabello considerablemente largo se movía con el leve viento que soplaba.
Sus días eran ocupados, la mayor parte del tiempo se encontraba conviviendo con los integrantes de su grupo y en reuniones directas con el CEO de Records Entertainment por temas de futuros proyectos.
No se sentía mal, en realidad le gustaba. Mas había dejado a un lado temas que consideraba también importantes. Entre ellos, una persona que todos los días aparecía en su mente a pesar del tiempo.
Él propuso la idea de una fecha especial para Busán, precisamente porque quería volver, recordar, sentir sus días pasados y recuperar lo que sabía, había perdido por descuido total. Su alfa se sentía totalmente indigno debido a sus acciones.
Entró a una de las instalaciones de la empresa seguido de sus compañeros y del palabrerío de Seokjin, su mánager.
—Según el itinerario, llegaremos tres días antes del concierto —informó Seokjin.
—¿Por qué no antes? —Preguntó con curiosidad BamBam.
—Ya está decidido —respondió y oprimió el botón para llamar el ascensor—. Chicos… —Los miró. —Por favor, lo que les digo siempre: tengan precaución. Incluso en Busán deben tenerla.
—Así será, Hyung —aseguró el menor de los tres.
Jungkook prefirió mantenerse en silencio y cruzar sus brazos sin mostrar interés en lo dicho por su mayor. No era que tuviese ideas locas o que fuese una figura pública muy irresponsable, lo que pasaba era que su corazón estaba siendo consciente de que pronto, muy pronto, iba a volver. Y aunque el cerebro de Jungkook fuese más razonable, su cuerpo se estaba volviendo total opresor de sus acciones. Porque muy en el fondo sabía que no iba a volver para dar un simple concierto. Muy en el fondo, él, iría a ver a esa persona y reclamar, de una vez por todas, todo lo que era él. De una vez por todas y de forma permanente.
Por sobre cualquier persona.
—¿Jungkook? —Habló BamBam y lo miró con atención—. ¿Qué te sucede?
—¿Cómo?
—Digo… —Relamió sus labios. —Te ves enojado.
—Estoy bien —aseguró y dejó ver una sonrisa llena de calma.
Más de ser enojo o algo parecido, se encontrada lleno de determinación. Él realmente no sabía si eso terminaría siendo algo bueno o malo.
[…]
—¿Una cita con Taehyung? —Preguntó Namjoon, mientras miraba a Hoseok y se encontraba sentado en uno de los sofás de su sala de estar.
—Le pediré de forma más directa… que me permita cortejarlo.
—¿Y es que ya no lo habías hecho?
—Perdón, señor, pero lo siento un tanto intranquilo. ¿Sucede algo? —Habló con preocupación el alfa menor.
Namjoon se quedó en silencio por unos segundos, soltó un suspiro muy leve y relamió sus labios.
—Base three estará aquí dentro de un mes —informó.
—¿Cómo sabe usted eso? —Cuestionó y enarcó una de sus cejas.
—Hace unas semanas atrás revisé el correo y entre mis documentos encontré una carta más una entrada para el concierto que se dará —volvió a hablar el mayor y miró de forma más seria a Hoseok—. Él viene y no directamente a ese simple concierto, si sabes a lo que me estoy refiriendo.
Hoseok se mantuvo en silencio, bajó su cabeza y dio lugar a mirar a sus dos manos juntas. Ya empezaba a sentirse muy cerca de Taehyung, muy cerca de sus emociones y era conocedor de cada una de sus facetas; Taehyung el lindo, el adorable, el triste, el emocionado, el sonriente… Todas aquellas que lo reconocían como una persona promedio. ¿Por qué ahora?, ¿por qué ahora después de tanto es que tendría que aparecer?
No era justo. En definitiva no lo era.
—Señor, ¿podría… preguntar algo? —Dijo Hoseok, sintiéndose cada vez más intranquilo.
—¿Qué sucede?
—Siendo Jeon Jungkook una persona ya reconocida, exitosa y… económicamente estable, ¿por qué esta vez no podría reconocerlo? ¿Quizá es su simple orgullo el que no le permite aceptar que se equivocó?
El mayor relamió sus labios, sonrió levemente y se tomó el tiempo necesario para finalmente decir—: Creo que podría ser eso, pero… si lo notas, debido a ese éxito mi hijo no ha estado bien. Tú más que nadie eres consciente de eso. En algún momento de mi vida tendré que aceptar y decir "lo siento", pero no creo que este sea el caso. De igual forma, este tema te afecta también a ti de manera directa.
—Taehyung… —Musitó Hoseok para él y respiró profundo.
Namjoon se colocó de pie, se acercó a una estantería y en medio de uno de sus libros, tomó lo que había mencionado del correo.
—Yo… no planeo involucrarme de lleno. Creo que al final todo depende de ti —mencionó Namjoon y le entregó aquella carta y la entrada que, desde un inicio, debía llegar a las manos de Taehyung—. Soy consciente de que lo quieres. Haz lo que quieras con eso; quémalo, bótalo. Como sea.
—Usted me ha depositado mucha confianza —aseguró Hoseok, se colocó de pie e inclinó su cuerpo en sentido de respeto—. Voy a conquistarlo, señor.
El mayor no hizo más que aceptar la muestra de respeto y mantenerse en silencio.
Y es que Namjoon no estaba seguro de que Hoseok fuese capaz de lograr algo así. Menos en vísperas del regreso de aquél pelinegro.
///
Ya faltan pocos capítulos
para que acabe. ♡
Nos leemos en
un momento.
-Gaby
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