01
Jungkook se mantenía en un viejo sofá de su cochera, jugaba con una guitarra y cantaba de manera informal mientras dejaba a sus pensamientos adueñarse de él. La noche se presentó con un cielo bastante estrellado y precioso. Era un momento ideal para invitar a Taehyung a hacer cualquier cosa juntos, pero al parecer, su querido suegro tenía otros planes.
Taehyung le había comentado que él y su familia tenían una cena junto a otras personas. Realmente no sabía la razón de esa ocasión, pero asumía que era algo del trabajo del Sr. Kim.
Quería verlo. Necesitaba verlo.
El azabache dejó salir un suspiro, colocó su guitarra a un lado y miró en dirección hacia una motocicleta que se acercaba a su cochera.
—¿Otra vez discutiste con tu novia? —Preguntó el azabache con burlas.
La motocicleta se detuvo dentro del lugar, la persona en ella sacó su casco y miró con fastidio al contrario.
—No, no he discutido con nadie —respondió y negó con su cabeza—. ¿Y ese milagro que Taehyung no está por aquí? —Preguntó Yugyeom y bajó de la mencionada.
—Desde que 'rompimos' nuestra relación sus visitas se han disminuido y ni de broma me acerco por allá. ¿Ya viste los ojos de ese tipo cada que me ve?
—Que te valga, hermano —dijo Yugyeom—. O más bien, eso te pasa por fijarte en un omega sangre azul —bromeó.
—A mí me vale mierda lo que piense ese tipo —aseguró—, pero a Taehyung no. Él piensa que en algún momento Kim Namjoon me aceptará.
—Es tan inocente que dan ganas de cuidarlo —habló entre risas el beta.
—Como sea, sólo soy paciente —dijo, dejando ver una mueca repleta de incomodidad.
—Cambiando de tema —continuó Yugyeom y se sentó en el viejo sofá—, ¿recuerdas el famoso bar Rocket? —Preguntó.
—Sí, ¿por qué?
Yugyeom sonrió en grande, sacó un folleto y se lo extendió al mayor.
—Harán audiciones para contratar una nueva banda —informó y de inmediato la mirada del azabache se iluminó—. Deberíamos empezar a lucrarnos con esto. No sé tú, pero siento que tenemos potencial y debemos explotarlo. Lo sé, soy un genio.
Jungkook rió, tomó de forma brusca las mejillas del más alto, plantó un beso lleno de diversión en su frente para después colocarse de pie y mirar con mayor cuidado la información en ese papel.
Quizá era la oportunidad que estaba esperando. Desde edad temprana había salido de la casa de sus padres al no tener el apoyo necesario y debido a eso, mantiene dos trabajos de medio tiempo. Tarde por la noche se reúne con Yugyeom y Bam, quienes hacen parte de su humilde, pero, talentosa banda.
No le ha tocado fácil. Y precisamente por eso, no se da por vencido.
—¿Ya hablaste con BamBam? —Preguntó, mostrándose muy emocionado.
—Por la tarde —dijo—. ¿Qué te parece?
—Por supuesto que asistiremos.
—Es un hecho. Nos vemos el jueves, entonces —recordó Yugyeom, se acercó a su motocicleta y tomó su casco—. Hay que practicar mucho. ¡No quiero errores! —Alegó, se subió en ella y se colocó su casco.
Jungkook sonrió en grande, miró nuevamente el folleto y, de alguna u otra forma, sintió la necesidad de hablar inmediatamente con su omega para sentir el apoyo por su parte.
Y es que realmente, Jungkook ya no se proyectaba sin ese castaño a su lado.
[…]
Estaba siendo una noche aburrida para Taehyung, jugaba con uno de sus cubiertos y tanteaba parte de su comida con ello. Su padre había invitado a uno de sus buenos amigos junto a su familia. Como la suya, su nucleo estaba conformado por tres personas; de forma específica, su hijo era un chico que… según había percibido el menor, un alfa.
Uno que no le quitaba la mirada de encima y lo estaba incomodando.
—Bueno, Taehyungie está estudiando diseño gráfico. Mi niño es muy talentoso. Tiene un mural en su habitación muy bonito. Lo hizo hace dos años y poco a poco le va agregando más detalles.
—¿Es así? —Preguntó de forma directa el alfa menor y miró al omega.
Taehyung lo miró por unos segundos y contestó de manera simple al asentir con su cabeza.
—¿Podrías mostrármelo? —Preguntó Hoseok.
—Oh… Ummm, estamos cenando y-
—Está bien, Taehyung —entró a la conversación Namjoon y miró a su hijo con una sonrisa llena de comprensión—. Es un muy buen mural. Merece ser admirado.
El castaño soltó un suspiro repleto de resignación, se colocó de pie de la forma en que el alfa menor lo hizo y decidió pedirle que lo siguiese mientras subía.
Sí, ya eran muy claras las intenciones que su padre tenía para esa noche. Y si pensaba que eso iba a influir de algún modo, se estaba equivocando.
Al llegar a su habitación, soltó un suspiro para relajarse y abrió la puerta para dejar pasar al alfa. Primera vez en su vida que permitía que un alfa que no fuese Jungkook entrase a su lugar privado. Se sentía muy nervioso.
—¿Es éste? —Preguntó al ver una pared repleta de todo tipo de cosas dibujadas, sombreadas y con leves tonos entre purpuras y verdes—. Vaya, genera tranquilidad —comentó el chico, mientras observaba cada detalle plasmado.
—Sí, bueno… Pensé mucho en los colores —respondió y se sentó en el borde de su cama.
—¿Los dibujos son aleatorios? —Preguntó el chico, mientras observaba con detenimiento.
—En realidad no —contestó—. En su mayoría son símbolos sobre ciertas cosas y situaciones que me marcaron.
—Qué profundo —bromeó y dejó salir una leve risa. En ello, miró al centro del mural y notó dos letras juntas que estaban escritas de forma cursiva; conformaban un “JK” que por simple falta de información, ignoró.
—¿Te gustó? —Habló nuevamente el castaño, mientras jugaba con sus manos y sentía la necesidad de hacerlo salir de su habitación. Quería relajarse, mas no hallaba la forma.
—Tu mamá tenía razón, es bastante bonito y supongo… te representa, ¿no? —Habló y miró de forma más seria al menor, empezando a notar la tensión en su cuerpo.
Taehyung asintió, se acercó a su escritorio y tomó una remera negra que yacía en el espaldar de la silla; era considerablemente holgada y, se notaba, no pertenecía a él. Todo porque el alfa logró percibir un aroma que no era para nada dulce, a comparación de todo el lugar.
Era algo más fresco. Quizá rústico. De un alfa.
Otro alfa.
Taehyung tragó fuerte y de manera inconsciente atrajo la prenda hasta su pecho. Le incomoda la situación, le incomoda que una persona extraña entrase a su lugar. Su pequeño lugar lleno de intimidad. Lo hacía sentir receloso.
—Deberíamos… salir, ¿te parece? —Preguntó con mucha inseguridad, aferrando la remera entre sus brazos y respirando de manera profunda.
Hoseok percibió su extraño comportamiento, sonrió levemente y sin dar ánimos de seguir incomodando, prefirió asentir y salir antes del castaño.
Taehyung soltó un suspiro lleno de alivio, se volvió a sentar en su cama y acercó la remera de forma leve a su nariz, percibiendo el tenue aroma que aún seguía en la prenda negra. Nunca, nunca más dejaría a otro alfa que no fuese Jungkook entrar a su aposento.
[…]
La tarde estaba siendo un poco calurosa y la espera un tanto larga. Las personas que salían de aquél salón se veían un tanto desanimadas y eso estaba preocupando al grupo.
—Okay, ya estoy nervioso —comentó BamBam, mientras jugaba con las baquetas de su batería.
—Lo peor que podría pasar es que nos digan que no —dijo Yugyeom entre risas y dio palmaditas en la espalda del beta, intentando darle ánimos con la acción.
—Y es algo que no pasará —habló muy seguro Jungkook, respiró de forma profunda y se colocó de pie—. Es nuestro turno.
En ese momento no estaba pensando en nada más que hacer sentir bien a su grupo, demostrando que confiaba de su talento y de lo que cada uno tenía. Iban a dar todo y si no resultaba, no iban a desfallecer por una puerta cerrada.
///
Intentaré subir
dos capítulos por día.
Pasen excelente
noche. ♡
-Gaby
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top