●Padre●
La habitación se mantenía fresca aún cuando el sol brillaba caliente sobre la ciudad de Ohio, la temperatura se elevó al punto en que la mayoría de los habitantes se encontraban en sus respectivas piscinas. Otros disfrutaban de alimentos refrescantes dentro de sus hogares, utilizando el aire acondicionado para poder superar el caluroso día sin problemas.
La lluvia de los días anteriores había desaparecido, llevándose todo el frío de las noches nubladas. El día en que el sol volvió a hacer su gran aparición, estaba lloviendo a torrentadas con un fuerte viento que sacudía todos los árboles. Por esa razón, justo después de la tormenta, salió un bello arcoiris.
Esa tarde, el arco de colores se podía ver completo desde la ventana de la habitación de James. Se había quedado mirándolo hasta que se desvaneció en las penumbras de la noche, había quedado fascinado. Sin embargo, ahora estaba muy ocupado acariciando los cabellos de su novio para notar que (como el otro día) otro arcoiris se asomaba en el cielo luego de una leve llovizna.
Estaba recostado sobre unas mantas en el suelo de su cuarto, con algunas almohadas a su alrededor, y con Connor casi sobre él. Sus piernas estaban entrelazadas y acariciaba los mechones castaños de su chico, mientras este le contaba lo que había sucedido con su padre. James lo miraba fijo y con una sonrisa de labios cerrados en su rostro, le encanta la voz de Connor y cómo él sólo podía envolverlo de aquella manera.
Connor lo fascinaba mucho más que los arcoiris.
—Estoy cansado que pases por esto sólo, de ahora en adelante seré más que tu apoyo —El menor hablaba algo atropellado, parecía emocionado o tal vez asustado— Quiero ayudarte, necesitas mi ayuda para que él pueda decirte que si.
Un suspiro se escapó de sus labios, ya era como la quinta vez que el escocés le pedía ayudarlo. No era que no valorara su ayuda, era obvio que la necesitaría, pero no quería romper la familia de Connor y si lo involucraba, lo estaba obligando a tomar un bando. Él sabía que Connor siempre estuvo de su lado, pero si el menor se lo decía a Simon en la cara sería como tirar más leña a la hoguera.
—Lo sé bebé pero debes entender que si tu le dices algo a tu padre, él se molestará peor conmigo por alejarte de él —Tomó la mano de Ball y le dio un leve apretón, este asintió sin mirarlo— Oh bebé, no te enojes por favor —James se sentó en su lugar, obligando al castaño a hacerlo, quiso abrazarlo pero este se apartó— Solo no quiero que discutan en tu familia, no te enojes conmigo cariño.
El menor se sentó a su lado, ambos apoyando sus espaldas en el cama mirándose entre si, pero sin tocarse. Esa escena le hizo recordar la vez que hablaron en el parque, los consejos de Scott y como había llorado frente a su amor. Aún se sentía algo avergonzado por ese detalle, pero gracias a eso ahora tenía al chico sentado a su lado, enojado, pero estaba a su lado y eso le era suficiente.
—No puedes lidear con todo tu sólo, nadie es tan fuerte James —La voz áspera de su novio lo trajo de vuelta del flashback. Sonaba molesto, mucho más que otras veces en que habían discutido. No quería nombrar la conversación como una discusión, pero por la forma en que estaban girando las cosas todo apuntaba a que lo era o sería pronto— Tienes que dejar de protegerme tanto, sé que piensas que soy un niño porque soy menor pero ¡Dios! Tengo la edad suficiente para poder tomar decisiones por mi mismo.
Tomó sus cabellos dorados en sus manos exasperado, le sucedía lo mismo cada vez que peleaba con Connor. El chico era tan terco que le costaba horas o días hacerlo cambiar de opinión, no importaba lo que hiciera o dijera él siempre intentaba ganar.
—Eso lo entiendo, pero no me pidas que te ponga contra tu familia Connor. Es tu familia, no puedes irte contra ellos por ninguna causa —Apretó sus labios antes de decir lo que estuvo pensando desde el momento que comenzaron a hablar sobre el tema— Ni siquiera por mi.
No se atrevió a mirarlo, no con lo que acaba de decirle. Sentía los orbes azules del castaño clavados en él, se sentían como cuchillas que perforaban todo su cuerpo de manera intensa y sin cuidado alguno. La pesadez con la que lo observaba lo comenzaba a abrumar y no sabía si había cometido un error al haberle dicho eso.
—¿Me estas pidiendo que deje de luchar por ti? ¿Quieres que dejemos todo aquí? ¿Eso es lo que quieres? —James escuchó bien como la voz de su novio se había rotó al final, pero seguía sonando tan exigente como al principio— Pensé que ya habíamos hablado sobre esto —Casi no pudo escuchar lo último que susurro debido al nivel bajo de su voz.
Unas manos le apretaban el corazón con fuerza, haciéndolo debilitarse frente a las palabras del castaño que, si no fuera por mostrar su punto de lo fuerte que podía ser, ya estaría llorando. Le dolía el alma por lo que le estaba haciendo a su novio, pero no podía dejar que Connor arruinara su relación con su padre por su culpa.
—No, te estoy pidiendo que no luches contra tu padre por mi —Con delicadeza apoyó su mano sobre la del castaño, intentó sonreírle pero le salió más como una mueca— No deseches tu relación con tu padre Connor, es algo hermoso que no debes perder.
Tal vez se equivocaba al respecto, pero James haría lo que fuera porque su amado no termine enfrentándose a su padre. Suficiente con que salía con él en contra de las ideas de la cabeza d su familia, Simon quería mucho a su hijo y eso lo llevaba a ser tan sobreprotector. Solía exigirle demasiado para poder darle permiso en algunas cosas, cómo para ir a fiestas; pero nada de lo que hizo Connor, obtener las mejores notas y cumplir todos los deberes del hogar, fue lo necesario para que este le deje el pase libre a su novio.
El señor Ball había sido directo desde la vez en que le dijeron que ellos salían, apartó a James de la familia para poder hablar a solas con él. Cuando ya estuvieron sólos, simplemente soltó todo lo que pensaba comenzando con un "Te quiero cómo si fueras mi hijo" y terminando con un "Aún así, no confió en ti del todo cómo para entregarte la vida de Connor tan fácil" .
Sabía los riesgos que correría al seguir con Ball, él lo sabía pero decidió arriesgarse. Aceptó el reto sólo por Connor.
—James —Lo llamó con la voz apagada, pero aún sentía esa determinación en él. No iba a rendirse— ¿Esto...esto es todo por tu padre? ¿Es por qué tu nunca tuviste una relación con él? Mira, creeme que cómo el mío está tratando al amor de vida hubiera preferido que ni se acordara de mi.
No podría decir con exactitud que lo hizo sentirse de aquella manera, tan abrumado, si el hecho que Connor lo llamó el amor de su vida o que este mismo le recordó que su padre lo había abandonado. En realidad, el castaño no se lo había recordado, él había dicho la verdad en voz alta, aquella que él no podía decir sin que el pecho le ardiera.
—No quiero que pases por lo que yo pasé, no lo mereces —suspiró cerrando sus ojos, ese vacío dentro de él le había pesado todos estos años y se negaba a ser la causa de que su chico sintiera lo mismo.
Su padre se había ido luego del nacimiento de su hermana menor, James tenía tan sólo tres años. Tomó su valija, cargó toda su ropa y colección de monedas en ella, y se marchó dejándole a Cristine cincuenta miserables dólares para criar a sus dos hijos sola. No sólo se había llevado el auto de la familia, sino también esa imagen paterna que James y su hermana anhelaban.
Shopie no había conocido a su padre, así que a ella no le afectaba tanto cómo a él el hecho de que los haya abandonado. Aún qué James era un niño cuando se fue, tenían fotos y recuerdos que lo hacían sentirse un idiota al extrañar a alguien que decidió irse sin despedirse.
—¿Y tú si lo mereces? —preguntó el chico a su lado molesto, las manos le temblaban de la rabia y él sólo quería abrazarlo para que liberara toda esa molestia de su interior— No lo mereces James, no mereces nada de lo que te está sucediendo. Ni tu, ni tu familia merecen sufrir las consecuencias del estúpido de tu... —Y antes de que terminara la oración, lo cortó con una simple palabra.
—Volvió —Lo susurró con la intensión de no ser tan brusco con la noticia, aún así el castaño se calló y lo miró atónito— En los días que no nos vimos, llamó a mi casa y habló unas horas con mi madre —La mano de Connor tomó la suya, eso le produjo una leve sonrisa, transmitiéndole apoyo— Él quiere verme, mi padre volvió a la ciudad y quiere hablar conmigo en persona.
James no iba a negar que la aparición de su progenitor no le afectó, habían pasado catorce años desde la última vez que lo había visto o había oído su voz. Su rostro y su forma de hablar le resultaban borrosos en su memoria, tiene vagos recuerdos de su padre. Le sorprendió de sobre manera que haya decidido volver, a como habían resultado las cosas ya había asumido que no vería de nuevo a ese hombre que un día fue su padre.
Sin embargo, él había llamado, rogándole a Cristine que lo dejé ver a su dos hijos. Su madre no pudo negarse, él estaba en todo su derecho a visitarlos cuando quiera con el consentimiento de ellos. Shopie había aceptado de inmediato, el brillo en sus ojos cuando su madre le dio la noticia fue algo que él nunca había visto en ella. Pero James, él seguía pensando en si debería verlo o no, su curiosidad por saber cómo estaba lo mataba pero no quería otro peso a sus hombros si su padre resultaba ser un idiota de primera.
—Dios James, yo...yo no lo sabía —El chico junto a él hablaba lento, haciendo varias pausas en donde brindaba leves caricias al dorso de su mano con su pulgar— ¿Estas bien? ¿vas a ir a verlo? ¿cómo está tu madre? ¿y Shopie? —Las preguntas habían ido una detrás de otra, aturdiéndolo.
Quiso reír al darse cuenta que todo el enfado de Connor se había ido, él lo miraba preocupado mientras apretaba su mano. Humedecía sus labios cada un minuto, acción que realizaba cuando estaba nervioso, al igual que morderlo.
—Tranquilo Connor, todo está bien. A mi mamá no le afectó tanto como pensé, Shopie está muy contenta con su aparición —suspiró, parecía que las mujeres de su familia estaban sobrellevando mucho mejor que él la noticia— Aún no lo decido, creo que una parte de mi sigue teniéndole cariño pero no quiero que arruiné las pocas cosas que logré por mi mismo —Recostó su cabeza sobre el hombro del castaño, levantando la mirada para verle a la cara al hablarle— No quiero que pierdas esa fidelidad con tu padre, hazlo por mi Connor, no te pongas en contra de él.
Podría jurar que las manos de su novio eran lo más suave del mundo, la delicadeza con la que le acariciaba el rostro lo mandaba al paraíso. Sus labios estaban tan cerca, a centímetros de distancia, que sentía su respiración. Posó su mano derecha con cuidado en la cintura del menor antes de acortar la distancia entre ambos, juntando sus bocas.
A veces pensaba que los besos de Connor era su medicina, una única medicina para cualquier enfermedad. El dulce sabor de su boca y la forma en que sus dedos se hundían en su cabello lo llevaban al delirio. Tiró de él, sentándolo en sus piernas sin dejar de besarlo.
Se separaron por falta de aire, seguían estando uno tan cerca del otro sin dejar de mirarse directo a los ojos. James comenzó a dejar muchos besos castos en los labios de su chico, haciendo que este sonría en medio de su labor.
—Ya cariño —moduló con dificultad el más bajo, su voz se oía tan angelical debido a la discreta risa que se le escapaba— Tengo una idea para el cumpleaños de Devon, pero primero debo llamar a Brad y a Scott.
Sin darle tiempo a reaccionar, Connor dejó un beso en su mejilla y se levantó acercándose a la ventana mientras marcaba un número en su celular. Lo imitó, al estar a su lado iba a preguntar cuál era el plan y por qué era necesario llamar al rizado y al moreno pero el timbre sonando lo alarmó.
Ellos solos estaban en la casa, Cristine estaba en el trabajo y su hermana menor había ido a pasar la tarde de una amiga. Resopló al caer en cuenta que debería ir él a abrir la puerta, se calzó y bajó las escaleras tarareando una canción que cruzaba su cabeza en ese momento.
El timbre no dejaba de sonar y eso lo irritaba mucho, ¿acaso la persona que esté detrás no podía esperar un segundo más? Molestó abrió la puerta dispuesto a maldecir a quien haya interrumpido su tarde con Ball, pero al ver a Simon parado ahí sólo atinó a sonreír asustado.
—Sr. Ball ¿qué lo trae por aquí? —Con sigilo cerró la puerta de manera que sólo su cuerpo se veía, si Connor llegaba a asomarse para saber quien golpeaba, ambos estarían en un gran aprieto.
El padre de su novio lo miró de pies a cabeza, pasando sus ojos azules de sus tenis hasta sus mechones rubios. Negó despacio antes de cambiar su postura a una más intimidadora, el rubio tuvo que apretar los labios por lo incómoda que resultaba la situación.
—Connor no está en casa, estoy cien por ciento seguro que está contigo. Dile que lo esperaré en el auto —El hombre dio media vuelta dispuesto a irse, pero James recordó todo lo que había hablado con el castaño y se armó de valor antes de llamar la atención del adulto.
—Disculpe señor, pero enserio no entiendo cuál es el punto de hacer todo esto —Miró sus manos un segundo, pensando cuales serían las palabras adecuadas para no meter la pata— Usted sabe que su hijo me ama y que yo también lo amo, ¿qué más necesita?
—Yo creo en las acciones, no en las palabras —Su tono pasivo le aseguró que no había cometido un error al haber hecho esa pregunta, se sintió un poco mejor respecto al leve avance que podrían hacer— Sólo necesito eso.
—He hecho todo lo que tengo a mi alcance para que me diga que si, he hecho todo lo posible por Connor —No podría decir si fue la manera en cómo le miro o cómo sus brazos se habían cruzado luciendo más musculoso, pero alguna de esas cosas le causo un escalofrío de terror.
—Tú mismo lo has dicho, Connor es demasiado para una persona que no haría hasta lo imposible por él.
Tal vez no debió haber abierto la boca. Toda la felicidad que lo inundaba se fue al caño con una corta frase.
•••
Hola! Esta notita va a ser para avisarles que de ahora en adelante publicaré capítulos sólo los fines de semana. Ya comencé las clases y no tengo tanto tiempo libre 😿
Espero que disfruten el cap, dedicado a pasivesimpson amo todo lo que escribes 💛
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