●Cumpleaños●
El calor inundaba toda la ciudad, como habitualmente lo hacía. Aun siendo de noche, las brisas frescas del verano no lograban bajar las altas temperaturas.
La ventanilla estaba baja del lado del acompañante, moviendo los mechones rubios del joven. Él sonreía lleno de alegría, mirando por la ventana como un niño pequeño al cuál lo van a llevar al cine a ver su película favorita.
James no podía estar más contento con la actitud de su amigo. Si él hubiera estado de mal humor, todos los planes que habían hecho se habrían ido a la basura. Conocía a Devon y sabe que si el chico esta odioso, no hay nadie que pueda sacarlo de su cama.
Y todos sabemos que no puede haber un fiesta de cumpleaños sin un cumpleañero.
—Diablos, ya soy un año más viejo —comentó el mayor sin eliminar la gran sonrisa de su rostro. El aire fresco le daba de lleno en la cara, aún así nunca borró su gesto feliz. Tal actitud hizo a James pensar que el rubio a su lado ya sabía todo sobre la fiesta sorpresa, pero lo descartó —¿Qué película iremos a ver?
Dobló en sentido contrario al centro comercial, llamando la atención de Devon, quien ahora si había aflojado sus mejillas.
—Olvidé mis llaves en la casa de Bradley, las buscaremos y nos vamos ¿si? —Las palabras salieron atropelladas de su boca, casi como un discurso que estuvo planeando durante días (cosa que fue). Su compañero asintió no muy convencido, por lo que agregó —Bien, Connor está ahí y quiero verlo.
Supo que había acertado a la excusa cuando el extraño gesto de Devon cambió a uno pícaro. James no entendía porque el rubio estaba tan obstinado con molestarlos siempre con su relación, los apodos melosos que les ponía eran un ejemplo.
—Así que, los lindos conejitos no pueden pasar ni un día sin verse eh eh. —Dev lo codeó, haciendo que este pierda el control del auto unos segundos. El menor le dirigió una mala mirada por lo sucedido, para él era muy importante estar cien por ciento atento a la hora de conducir. —Condora me contó que viven juntos, ¿ya empezaron a aprovechar el tiempo? ¿o a ahorrar agua?
Intentó no reír por los muy malos chistes de su amigo, quien no paraba de mirarlo con doble intención a lo dicho. Rodó los ojos y le propinó un leve empujón para dejarle en claro que se detuviera.
Le divertía pasar tiempo con Dev, el chico había sido amigo suyo desde la infancia y tenían tantas cosas en común. Además de en lo físico, compartía varios pasatiempos y gustos con él. Como el hecho de que a ambos le gustaban los animales, sobretodo los felinos.
—¡Oh, vamos! Yo sé que tu eres el activo —mencionó con diversión, mas James sólo sonrió sin acotar nada al respecto —¡Lo sabía! ¡Tú eres el activo! —El grito de su amigo lo volvió a asustar, pero está vez el auto no se movió. Intento ignorar la mirada pervertida de su amigo mientras estacionaba el vehículo en la puerta de la casa del rizado.
Los chicos habían hecho un gran trabajo al decirles a todos que dejaran los autos lejos de la entrada, así Devon no sospecharía nada. Desde donde estaban se podía apreciar las luces prendidas dentro de la casa y un silencio cómodo que fue la señal de James para entrar en acción.
—Acompáñame, tal vez tardemos un rato —Le dijo al rubio a la vez que abría su puerta para salir, Devon lo miró sin quitar su expresión de doble sentido. Rió antes de empujarlo para que este descendiera de una vez por todas. Ambos caminaron hacia la entrada del hogar callados, James no pudo evitar sonreír apenas tocó el timbre. Unos pasos se oyeron desde adentro, por lo que el menor se apresuró en decir —Mayormente soy el activo, pero a veces él lo es.
Devon no pudo contestar cuando Bradley abrió la puerta, sonriéndoles a ambos y haciéndolos pasar.
—¡Chicos! ¿no iban a ir al cine?
—Quería ver a Connor antes, además mis llaves están aquí —Le siguió la corriente al castaño, ambos se sonrieron entre sí dejando a Devon algo confundido. Su compañero habría sospechado si no fuera porque estaba demasiado asombrado por lo que le había confesado James antes de ingresar al hogar.
—Oh, cierto. Ambos están en la sala, vamos. —En cuanto Brad abrió la puerta de dividía la entrada del resto de la casa, James empujó a Devon dentro. Las luces se prendieron de golpe, iluminando el hogar repleto de luces, guirnaldas y confeti. Un montón de personas salieron de su escondite, había un gran cartel el cual decía “Felices 18 años Devon” que cubría el fondo de la sala. Los presentes tenían gorros festivos y algunos vasos llenos de alcohol.
—¡Feliz Cumpleaños! —Devon se carcajeó en cuanto todos dejaron de gritar y se acercaron a saludarlo, el rubio se veía feliz. Su sonrisa cruzaba todo su rostro, como una gran máscara.
Los primeros minutos, fue llenado de regalos vistosos (entre ellos una caja de condones) y saludos pegajosos. Todo su curso de medicina y sus viejos compañeros de secundaria estaban ahí, también sus amigos y muchas personas a las que conocía de la ciudad. Luego, la madre de Brad apareció con un gran pastel rojo desbordante de chocolate con las palabras "Feliz Cumpleaños Dev" en él.
Todos cantaron a coro la clásica canción de cumpleaños y aplaudieron en cuanto el cumpleañero apagó las velas. Comieron torta un tiempo, pero en cuanto la madre de Brad tomó las sobras y lanzó un saludo general antes de irse, toda la casa explotó. La música comenzó a sonar en un volumen elevado y las personas comenzaron a mover los muebles dejando la sala como pista de baile. Pronto, el olor a alcohol y transpiración se hizo presente.
Y James disfrutaba todo junto al rubio festivo.
—¡Diablos hombre! Está es la mejor fiesta sorpresa de mi vida —Su compañero no dejaba de agradecerle sin dejar de sonreír. Tenía un pequeño gorro triangular decorando su cabellera rubia y un silbato rosado colgando de su cuello, sin mencionar el vaso de vodka en su mano derecha.
James rió —Ya te he dicho que no lo hice sólo, los chicos también ayudaron —Se estiró en su lugar, tratando de encontrar a sus amigos en aquel alboroto de personas jóvenes danzando. Sin embargo, no podía encontrar a ninguno de los chicos que buscaba.
Dirigió su vista al chico frente a él, este también parecía estar buscando a alguien, ya que no sacaba sus ojos de la multitud.
—¿Dónde están los chicos? Debo agradecerles por esta gran noche —James iba a contestarle que no tenía ni la menor idea de cuál era el paradero de los nombrados, pero la sonrisa en Devon le hizo creer que él si sabía —¡Scotty! ¡Tris!
Ambos estaban detrás suyo, la cabellera rubia avanzó unos pasos hasta situarse a su lado como el moreno. Dev los abrazó tan fuerte, tomándolos de los hombros y apretandolos hacia él.
McVey estaba feliz por su amigo, le encantaba que pudieran festejar su cumpleaños juntos luego de pasar todo un año sin verlo. Si no fuera por las videollamadas, el grupo no tendría forma de comunicarse con el, ahora, semi adulto. Desde pequeños eran muy unidos, se conocieron en el kinder y nunca se separaron.
Ahora que todos estaban por terminar la secundaria, James temía que el fabuloso grupo que habían formado, se deshaciera. Los únicos que se mantendrían en la ciudad serían Tristan, Scott y, si no se decide pronto por algo, Brad. Pero él y Connor ya tenían pensado a donde ir, ambos habían hecho un test vocacional y sus respuestas los guiaron a la misma universidad.
Así que cuando terminara el verano, Devon se iría de la ciudad de nuevo, Scott comenzaría a trabajar y ellos cursarían su último ciclo juntos.
No quería pensar en el hecho de no volver a verlos, porque eso claramente no sucedería. Sus familias vivían en la misma ciudad, el mismo barrio, compartían una historia. No podrían abandonar todo eso. Aunque siempre esta la duda allí, de si su amistad es tan grande como para durar muchos años.
Si alguna vez se separaran y James querría volver a verlos, sabría muy bien a donde ir. Volvería aquí, a Ohio, a su verdadero hogar; porque aunque sigan caminos diferentes, siempre tendrán esto. A este montón de gente reunidas en sus cumpleaños, a esos vecinos que marcaron un antes y un después y a todos esos recuerdos que perdurarán.
Siempre tendrán a su ciudad para volver.
—¿James? ¿Estás bien? —Volvió en sí cuando escuchó la voz preocupada de Scott llamándolo. Sus amigos lo miraban confundidos, fue entonces que notó la humedad bajo sus ojos. ¿Había estado llorando mientras pensaba? Parece que este último mes estaba muy sensible. —¿Te sientes bien?
—Si, sólo estoy algo abrumado —Paso ambas manos por sus ojos, quitando el resto del agua salada. No dejó que sus compañeros preguntaran más y se fue diciendo —Iré al baño, ya vuelvo.
Se movió entre los cuerpos sudorosos, alejándose todo lo posible del grupo que lo observaban desde su lugar. Subió las escaleras de la casa del rizado, chocandose con personas en el camino pero ninguno era Connor.
Para su suerte, el baño estaba vacío y pudo encerrarse en él antes que otro. Se apoyó con ambas palmas en el lavamanos y fijó sus ojos en su figura. Todo estaba en orden, aún estaba peinado y no tenía marcas de ojeras, pero las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas lo agobiaban.
Se tomó unos segundos para dejar que estas caigan, no sabía la razón por la cual lo hacia pero bien sabía que era inútil intentar frenarlas. Cuando sintió que ya no había nada, abrió el grifo y mojó su rostro varias veces. Tratando de borrar el rastro de agua o la leve irritación en los ojos.
Se acomodó la ropa y se sonrió a si mismo dándose apoyo, debía afrontar lo que sea que lo estuviera atormentando.
La casa había cambiado tanto en los minutos que se fue, todo olía a alcohol y las personas parecían duplicarse cada vez que miraba a los lados. No podía ver hacia donde iba ni donde estaban los chicos, pero guiándose por sus viejas memorias llegó a la cocina.
La mesada estaba repleta de botellas y vasos, cubetas y aperitivos. Había menos gente, por lo que decidió quedarse a tomar unos tragos ahí hasta que alguno de los chicos apareciera. Agarró el primer vaso que encontró y lo tomó de un solo trago. Su garganta ardió y evitó toser, pero el líquido casi sale de sus labios cuando vio la escena que ocurría en la entrada de la sala.
Todos habían formado una ronda y en el medio, Scott y Devon se besaban mientras todos aplaudían y gritaban. No sabía que le sorprendía más, el hecho de que se estén besando o la manera en que lo hacían. Desde su lugar podía ver como Devon sostenía la cabeza de Scott con una mano y la otra la dejaba caer en el hombro del mayor. Aún así, no pasaron desapercibidas las manos grandes del castaño sobre el trasero del cumpleañero.
Buscó alguna razón por la cuál sus dos amigos, que por lo que él sabía no eran gays, estarían en tal situación íntima. Mas olvidó el tema cuando vio una botella en el medio y como otra pareja se besaba. Rió por lo infantiles que eran sus compañeros, ese juego no lo habían vuelto a jugar desde sexto grado.
—Hey —Levantó la vista de sus zapatos para encontrarlos con los de la morena, se sorprendió de verla ahí. En realidad, le sorprendió verla de vuelta en la ciudad debido a que ella estudiaba en la misma universidad que Devon pero desde que se fue nunca volvió. —Pasó mucho tiempo ¿no?
—Sí, pensé que ya no volverías Gina —La saludó con un abrazo, la chica nunca le había agradado mucho aún así no podía negarle un tonto abrazo —Y ¿cómo van las cosas en tu universidad?
Se acomodó a su lado y, sin dejar de sonreír, pronunció lo que no debería nunca haber dicho.
—Muy bien, una lástima que no haya chicos como tú —Su brazo rozaba el del rubio y no sabía como disimular lo incómodo que me sentía. Sí, le había gustado a Gina y hasta compartieron unos besos por un juego tonto, pero nunca llegó a nada más. Se equivocó al pensar que su actitud había cambiado para con él. —Me enteré que tú y Kirstie terminaron, ¿es cierto?
Asintió, era mayor por lo cuál, cuando ella se fue James aún salía con Kirstie. Y por lo que veía, quien le haya pasado el chisme se lo dio incompleto, no le mencionaron su nueva situación sentimental.
—Hace bastante, fue en el año en que te fuiste —comentó con un intento de sonrisa que terminó como una mueca. Gina amplió su sonrisa, por lo que la incomodidad en McVey aumentó de sobre manera.
Cuando Gina posó su delicada mano en el hombro del chico, otra chica llegó. El aire se volvió tenso y las miradas iban y venían entre los tres presentes. James se sentía ahogado en medio de tanta densidad, el ambiente decaía con cada segundo que pasaba.
—Hola Gina, al fin volviste —La rubia le sonrió tranquila a la morena, quien no le devolvió el saludo. —Supongo que no querías perder tiempo.
El comentario de Kirstie hizo que la invitada apretara sus labios intentando no insultarla en todos los idiomas conocidos. Sin embargo, sonrió de lado y lamió sus labios antes de atacar.
—Y yo supongo que tú no deberías defender lo que ya no es tuyo —mencionó la morena haciendo énfasis en las últimas palabras a la vez que apretaba su mano sobre el hombro del rubio.
—Te equívocas, estoy defendiendo lo que es de otro —La voz de la joven dejó a Gina incomprendida, su expresión había cambiado drásticamente. Con lentitud sacó su mano y giró sus orbes grisáceos hacia el chico, no podía creerlo. —Oh ¿no lo sabías?
James creyó ver como una sonrisa se curvó en los labios de la morena, se confundió al ver una respuesta positiva pero al ver como sus ojos miraron a Kirstie. Supo que eso no iba a terminar bien.
—En realidad, ya lo sabía —Ambos rubios miraron a la chica asombrados, pero antes de que alguno diga algo ella siguió —Las chicas mencionaron que McVey ahora sale con un chico, con Connor —Tomó su cartera y pasó entre ambos, frenándose en la puerta de la habitación y girándose a ver a la rubia. —Ahora sé que los rumores son ciertos, no fuiste lo suficiente mujer haciendo que un chico tan hermoso como James se vaya al otro bando.
Y se fue, dejándolos ahí. El silencio reinaba, aún cuando la música ensordecía a todos los presentes. James sentía que todo lo que había escuchado era un sueño, un mal sueño. Tampoco entendía muy bien algunas cosas mencionadas por Gina, por lo que decidió preguntarle a su ex novia.
—Kirstie, ¿a qué rumores se refería?
Pero se arrepintió de haberlo preguntado cuando vio la expresión lastimosa de la joven.
•••
Este capítulo era taaaaan largo que lo dividí en 3 partes.
Sé que la mayoría vive haciéndose la cabeza imaginándose a Devon y Scott porque hay muy pocos chicos como yo los describí. Bueno, me acabo de dar cuenta que cuando publique “baloncesto” los dejé con el viejo aspecto. Acabo de editar ese capítulo y poner la que es la verdadera descripción de ellos. Además, les dejo a quien yo me imaginaba al principio *aunque siempre los cambiaba por otros y no me decidía* estos son los definitivossssssss
Scott (Tyler Posey)
Devon (Lucas Till)
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