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Eres un pervertido.
Esa tarde, Jonghyun apenas puso un pie dentro de su habitación estalló a carcajadas.
—¿Qué es tan gracioso?— Kibum salía del cuarto al momento que se frotaba los rubios cabellos con una toalla.
—La cara de Minho— se limpió con el dorso de la mano una pequeña lágrima que había salido a causa de la risa, —Taemin es mi ídolo.
—¿Qué ha hecho?— frunció el ceño.
—Saqueó la habitación de Minho.
—¿Hizo qué?— parpadeó sorprendido, nunca pensó que el pelirrojo llegara a hurtar algo.
—Bueno, no literalmente— explicó ya más calmado, —no sé cómo logró que todas las pertenencias de Minho, incluida su cama, terminaran en la azotea de este edificio. Pensé que estarías enterado del plan maestro de Taemin—, aquellos dos eran muy amigos y Jonghyun lo creyó algo lógico, sin embargo, al parecer estaba en un error.
—No; nunca me platica sobre sus infantiles venganzas. ¿Minho te dice sobre las suyas?
El futbolista negó con la cabeza; después Key, tras aventar la toalla sobre la silla que estaba frente a su escritorio, salió para corroborarlo.
Ante la mirada curiosa de todos los que pasaban por ese lugar, aquellos dos muchachos realizaron "su mudanza".
Minho no pudo estar más avergonzado al momento de retirar el improvisado mástil; quería esperar hasta que no hubiera gente por los alrededores, pero parecía que la suerte no estaba de su lado; incluso juró ver a algunos conocidos, como Kibum y Jinki, entre la multitud y oír múltiples risitas cuando arrancó aquella ropa interior del palo de jockey.
—¿Y a mí por qué me hizo esto si ni siquiera lo conozco?— se quejó Nichkhun mientras empujaba con un pie la puerta para poder entrar con el primer mueble a la habitación.
—Tal vez averiguó que tuviste que ver con lo del incendio de su tarea— explicó Minho mientras sujetaba el otro extremo del escritorio para meterlo al cuarto.
—No me imagino cómo lo supo, ¿tú le dijiste?— buscaba un culpable.
—Obviamente no— el moreno rodó los ojos; estaba cansado físicamente y las preguntas de su compañero no le ayudaban en lo absoluto a mantener la calma con respecto a la travesura de Taemin; —pero ya me las pagará ese enano.
Si de por sí el entrenamiento los había dejado agotados con esto terminaron muertos; y una vez que finalizaron con todo se echaron a su cama a tomar una merecida siesta, sin cenar y sin ponerse la pijama.
Horas más tarde, a causa del sonido del teclado del computador, Kai despertó. El escritorio estaba justo a su lado por lo que fue inevitable no escucharlo.
—¿Qué haces en la pc?— preguntó perezosamente removiéndose entre las sábanas.
—Compartiendo las fotos del cara de rana.
—¿Eh?— por un momento no comprendió, pero una vez que recordó lo del día anterior ya no quiso indagar más y mejor preguntó otra cosa; —¿qué hora es?
—Las cuatro cincuenta de la mañana.
—¡Ahrg!— Kai se quejó ruidosamente, —aún falta más de dos horas para que sirvan el desayuno; ve a dormir.
—No no, quiero que todos vean esto cuando se despierten— explicó antes de darle "click" al botón "enviar".
—¿No crees que estás exagerando?
—El que se lleva se aguanta; esa es la regla, ¿no?— el pelirrojo se dispuso a apagar la pc.
—Exactamente; por eso me preocupa lo que pueda ocurrir, Minho no se quedará de brazos cruzados.
—Ay, ya. Se lo merecía por ser tan imbécil.
—¿Y qué? Ya déjalo; si no le sigues el juego se olvidará de ello y vivirás en paz.
—Eso nunca— declaró el pelirrojo y comenzó a "escalar" para llegar a la cama de arriba y dormir un poco más antes de ir al comedor; —estaré esperando su jugada y se lo devolveré—. Pero el otro ya no pudo escuchar lo último puesto que se había dormido de nuevo.
Las palabras de Kai ya habían sido escuchadas por Taemin cientos de veces, si no era su compañero de dormitorio era Jinki o Kibum quien se lo decía a diario; pero él no daría su brazo a torcer, jamás.
...
Aún después de haber dormido profundamente, y roncado tal cual oso, se sentía cansado. Una mudanza entre dos personas había sido demasiado pesada, además del agotador entrenamiento.
Se lavó, peinó y vistió como todas las mañanas; y ahora que lo pensaba mejor puede que no mucha gente lo hubiera visto, tal vez sólo había sido su imaginación. Esa mañana Nichkhun no tenía clases sino hasta el mediodía así que prefirió quedarse a dormir unas horas más, por lo que Minho, con la mejor sonrisa, salió del dormitorio directo al comedor.
Pero sus ánimos comenzaron a apagarse cuando notó que todo estudiante, tanto mayor como menor le miraban demasiado, algunos susurraban algo y luego ahogaban una risita.
—¡Yaa! ¿Qué demonios me miran?— vociferó.
—Te pagó con la misma moneda—, Jonghyun apareció frente a él y le ofreció su móvil de última generación.
—Esto debe ser una maldita broma— exclamó tras analizar la imagen que tenía ante sus ojos.
—Lo es, y te dije que se vengaría— sonrió, —admito que se ganó mi admiración; jamás se me habría ocurrido algo como esto.
Minho no podía creer lo nítida que era esa fotografía, donde claramente se veía él extendiendo la mano para tomar la ropa interior con estampado ridículo.
—Alegaré fotomontaje— pensó rápido.
Jonghyun negó con la cabeza, —también hay un video, solo dura treinta segundos, pero es suficiente para notar que eres tú. ¡Oye, vas a romperlo!—, exclamó lo último algo asustado y le arrebató su celular a Minho, ya que este había comenzado a estrujarlo.
—Tengo que decirle unas cuantas verdades a ese cretino— declaró, —hoy su clase de baile termina a las cinco de la tarde, ¿verdad?
—No lo sé— el más bajo frunció el ceño, ¿cómo sabría eso?, las actividades del pelirrojo no eran algo que le importara.
—¿Qué no Kibum toma esa misma clase?
—Sí, creo. Pero no me sé su horario de memoria; no soy un maldito acosador obsesionado con la venganza como tú, Minho.
—Si si si, lo que digas— ondeó la mano, un poco más relajado, restándole importancia al insulto, ya tenía en mente lo que le diría a Taemin.
...
Pronto finalizaría la clase de danza y el profesor Yunho decía algo sobre el próximo concurso donde participarían, pero la mente de Taemin estaba en otra cosa, o mejor dicho, en otra persona.
Yunho los felicitó a todos por su gran desempeño, en especial a tres destacados integrantes del grupo: Eunhyuk, Kibum y Taemin, luego dio por terminada la sesión.
—Parece que estás enamorado— exclamó Key mientras se cambiaba las zapatillas, estaba sentado en el suelo al lado del pelirrojo y podía observar de soslayo sus movimientos.
—No seas ridículo— se defendió, y es que no paraba de ver la foto épica de Minho captada justo cuando este tomaba la prenda interior del palo de jockey.
—Sonríes como estúpido a cada segundo y no dejas de mirar tu móvil; ¿qué más pruebas quieres?
Infló las mejillas e hizo un mohín, —sabes que no es cierto—, refutó, —nadie sería tan tonto como para enamorarse del cara de rana.
—Hablando justamente de él— Kibum hizo un movimiento con la cabeza señalando la salida; Minho acababa de llegar y se recargó en el marco de la puerta, clavó su mirada en Taemin e hizo una señal con el dedo índice al mismo tiempo que movía los labios diciendo: "ven aquí".
—Te espero afuera—, anunció el rubio y tomó sus cosas. Al pasar junto al moreno lo saludó como si nada hubiera sucedido, porque en realidad nada había ocurrido entre ellos, la pelea era entre Minho y Taemin.
El pelirrojo se tomó su tiempo, y con calma cambió sus zapatillas, bebió agua y guardó sus cosas; no tenía por qué darse prisa, no era como si debiera estar disponible para Minho, ¿cierto?
—¿Qué quieres?— exclamó Taemin cuando llegó frente al futbolista; tuvo que hablar algo fuerte ya que había música; la mayoría se había retirado pero aún quedaba Eunhyuk con Luhan y cinco chicos más practicando algunos pasos.
—Admito que fuiste creativo—, Minho sonrió de lado, mostrando confianza y tratando de dejar en claro que el incidente no le había afectado.
—Así es, Choi; soy genial—, se jactó y miró las uñas de su diestra, un claro gesto copiado de Key.
—Lo que no imaginé fue que llegaras tan lejos— en ese justo momento la música se detuvo, —no creí que fueras capaz de obsesionarte con mi ropa interior.
Las últimas palabras claramente fueron escuchadas por Eunhyuk y los otros chicos, ya que inmediatamente prestaron atención y miraron hacia la puerta, que era donde Taemin y Minho se encontraban charlando.
Ante la incómoda situación, Taemin intentó aclararlas cosas, —No, no es como...
El futbolista lo interrumpió inclinándose un poco, se acercó al rostro del pelirrojo y dijo sonriente, —¡pero qué pícaro eres, Lee!
El rostro del más bajo se tiñó de carmesí, y cuando notó que tanto las palabras como la actitud de Minho podrían mal interpretarse, dio un paso hacia atrás e intentó aclarar las cosas, —Choi, estás loc...
—Eres un total pervertido—, chasqueó la lengua tres veces y negó con la cabeza, —pero no te preocupes, no te acusaré de robo, al fin y al cabo ya quería comprarme ropa interior nueva.
—¿Qué?— abrió la boca sorprendió, ¿qué estaba dando a entender Minho; que Taemin se había quedado con algunas prendas?
—Esto aún no termina, Lee.
—Yy-yo... yo no... — cuando por fin pudo articular algo más fue demasiado tarde, Minho se había ido y Luhan parecía susurrarle algo a los otros. Miró a Eunhyuk y este desvió la mirada, pero era obvio que había estado atento a toda la charla; —no es cierto, lo que esa jirafa diga no es cierto—, declaró y dando un portazo se fue de allí.
Cuando salió del edificio lo primero que hizo fue patear el contenedor de basura más cercano.
—¿Y ahora qué te hizo?—, indagó Key cuando vio el actuar de su amigo, aún sabiendo que cierto nombre saldría de sus labios.
—Choi Minho, ese... ese idiota... dijo que robé su ropa interior y me llamó pervertido.
Kibum levantó las cejas; —vaya, eso fue osado de su parte.
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Notas del autor: ¿Qué estará pensando Choi comovenganza? Y por cierto, este capítulo fue sorpresa, no hay días específicos deactualización de esta historia. Por su comprensión, muchísimas gracias.
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