03
Temo está temblando de los nervios, Aristóteles no parece para nada asustado.
Pobrecito.
Divisan la casa del más pequeño y antes de llegar Temo se detiene, Aris lo observa con el ceño fruncido en confusión.
-¿Qué pasa cariño?
-Y-yo… creo que esto no es una buena idea, mi papá puede ser… muy celoso.
-Hey -Aris toma el mentón de su novio entre sus dedos y conecta sus miradas -Nada va a pasar cielo, no te preocupes ¿si?.
Temo muerde su labio inferior y asiente despacio, el castaño le sonríe y le da un pequeño beso en los labios.
-¡Cuauhtémoc López! -el nombrado da un salto y cierra los ojos al reconocer esa voz -¡Suelta a ese vagabundo ahora mismo!
Oh pobre Aris.
El menor suelta a su novio y se aproxima a su papá, las mejillas del hombre están rojas.
-P-papancho él es mi novio -Temo guarda silencio y examina la reacción de su papá.
-Los quiero en la casa ya.
Ari, en toda su estupidez, piensa que acercarse a saludar es buena idea.
-Buenas noches, señor. Soy Aristóteles Córcega -extiende su mano esperando que su suegro la estreche… cosa que no pasa.
Pancho examina la mano unos segundos y después mira a Ari, el mayor está vestido con una camisa blanca, pantalones negros y vans. Casual.
-A la casa, los dos -después de decir eso da media vuelta y se adentra en el jardín para llegar a la casa.
-Te odia -dice Temo.
Ari gruñe -Gracias por el aliento.
-Te dije que era mala idea -el menor entrelaza su mano con la de Ari y empiezan a caminar.
-Cariño -Aristóteles suelta la mano de Temo y se pone detrás de él abrazándolo, ambos caminan así- Yo hice esto porque no quiero escondernos, quiero que tus padres sepan y nos vean bien. Quiero que estés cómodo, Tahi…
-¡Que entren ya, Temo! -Pancho grita- ¡Están a diez pasos!
El menor ve como Susana sale y se lleva a su padre dentro.
Cuando ellos entran a la casa, ven a Pancho López de pie con los brazos cruzados.
-Quiero hablar con éste -dice- Sigueme.
Temo aprieta la mano de Aristóteles y este solo le guiña un ojo y sonríe para calmarlo.
Pancho lo lleva a la cocina y se sienta a un lado de los cuchillos. Los labios de Ari forman una línea mientras se sienta frente a él… lejos de los cuchillos.
-¿Qué intenciones tiene con mi hijo, señor? -Ari quiere reclamar por el señor pero se abstiene.
-Las mejores -Responde con una sonrisa.
-¿Y por qué lo dice así?
-¿A-asi? -él ahora está un poquito nervioso.
-Con ese tono de lujuria, no se haga pendejo.
-Y-yo no pensé q-que iba a sonar así… y-yo lo siento.
-Mi hijo tiene que llegar virgen al matrimonio.
Y bien, Aristóteles en serio no puede evitar ahogarse con su propia saliva. Pancho le observa con el ceño fruncido mientras él se muere.
-C-claro que sí -contesta segundos después con la respiración agitada.
-¿Estudias, trabajas o eres un gorrón?
-Estudio y trabajo, señor.
Él se siente orgulloso de decirlo, es una persona muy responsable.
-¿Qué estudias?
-Música.
-Ay eres uno de esos hippies que siempre están drogados -el hombre lleva su mano a su frente y niega- ¿Y en que trabajas?
Aristóteles se muerde la lengua para no refutar lo que dijo el hombre, cuenta hasta cinco en su mente y después habla.
-Mis padres tienen una panadería y soy mesero ahí.
-Entonces no es trabajo real.
-Claro que si, señor.
-No, no lo es. Tus padres igual te darían dinero aunque no laves platos.
-Yo no lavo platos.
-¿Con qué piensas mantener a mi bebé?
-A mí -Aristóteles tiene que recalcar el mí porque es un idiota y le gusta el odio- bebé le doy todo, y cuando termine mi carrera tendré más y le daré todo lo que me pida.
Pancho aprieta sus dientes y sus puños, es que el señor que su hijo se consiguió es un atrevido.
-¿Quieren hijos?
-Claro.
-O sea que se van a casar -afirma.
Y Temo, que ha estado escuchando todo, interviene.
-Papancho, Susana ya quiere cenar.
Él sabe que Aristóteles no cree que el matrimonio sea tan importante, su papá piensa que es algo sagrado y fundamental.
-Tu y yo no hemos terminando.
Pancho se levanta aventando un palillo que había estado entre sus dientes para darse un aspecto rudo. Se va dándole un beso a Temo en la cabeza y apuntando a Aristóteles con su dedo índice.
Y como Ari es un idiota, solo le sonríe y besa a su hijo.
Ari debes pensar antes de actuar.
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