Retomando mi aventura.

Ya habían pasado unas semanas desde el accidente de Ruby. 

Después de tantos días en Villa Raíz sin hacer nada, únicamente pensando en lo que sucedió, le di las gracias a mi madre y le dije que debía volver a retomar mi propósito de ir hacia la liga y conseguir el título de campeona. Al principio no me apetecía nada volver a hablar de aventuras ni nada por el estilo, pero poco a poco me fui motivando, no voy a renunciar a mi sueño de ganar al Alto Mando y al Campeón, no voy a haber tirado tanto esfuerzo por conseguir las ocho medallas para rendirme ahora. Voy a hacer que mis padres se sientan orgullosos .

Cogí mi bolsa, mis pokéballs, me até mi pañuelo a la cabeza y me despedí de mi madre. Saqué a Toro de su pokeball, estaba feliz de ver que volvía a estar decidida de conseguir vencer a todo lo que me propusiera.
-Si Toro, ya estamos de vuelta, ¡¡Vamos a hacerlo!!
"Pero ¿Dónde se supone que tengo que ir?", no tenía idea de donde se situaba la liga, aunque en vez de hacer lo más lógico que sería preguntar alguien cogí la bicicleta y salí disparada del pueblo. El camino se veía largo y costoso, mi idea era ir desde Villa Raíz hasta Arrecípolis y allí preguntar a Plubio.
Pedaleé y pedaleé sin ni siquiera pararme a comer hasta que el cansancio me obligó a parar en Ciudad Malvalona, menos mal que tenía conocidos en esa ciudad y eran gente amable, me dieron cobijo en su casa de Malvalona Hill's. Pasé la noche en esa casa, cenamos mis pokémon y yo y luego de cenar nos fuimos a dormir. Apenas pude pegar ojo, estaba realmente nerviosa, constantemente venían a mi cabeza preguntas como: "¿y si después de tanto camino no consigo vencer la liga y vuelvo a casa con las manos vacías?".
Conseguí calmarme y dormir un poco.
A la mañana siguiente desayuné a toda prisa, me despedí y me fui. Estaba llena de energía, más que de costumbre, me monté de nuevo a mi bici y empecé a pedalear como si me fuese la vida en ello, la gente me iba sonriendo según pasaba, hasta unos niños me gritaron para animarme a ir más rápido y eso hice, la brisa del viento matutino iba chocando de manera suave en mi cara, nunca antes había disfrutado tanto de un "paseo" en bicicleta. Poco a poco me iba acercando más a mi destino, por el camino encontraba gente con la que había peleado antes para pedirme la revancha, eso me vino bien porque además de distraerme entrenaba a mis pokémon. Fuimos ganado más fuerza y confianza en nosotros mismos y cuando me quise dar cuenta estaba en Ciudad Calagua. Entré al centro pokémon para comprar las últimas cosas para estar preparados en la liga.
Me fui a la orilla de la playa y pensé "¡Pilo!". No me acordé de que mi Tropius sabía vuelo y podría haber volado directamente a Arrecípolis, pero mirándolo por el lado bueno, por lo menos entrené al equipo.
Saqué a Pilo y fuimos volando a Arrecípolis. Entré al gimnasio de Plubio, al verme se asustó un poco, seguramente pensó que venía pedirle explicaciones por lo que pasó el día de la pelea entre Kyogre y Groudon.
-Sapphire, yo...
-Tranquilo Plubio, no vengo por eso, aunque ya lo hablaremos en otra ocasión. Venía a preguntarte por la liga pokémon, ¿Dónde tengo que ir?.
Sacó el mapa y me señaló una isla.
-Aquí, a Ciudad Colosalía, tendrás que nadar bastante para llegar allí, aparte de que tendrás que cruzar la Calle Victoria, es muy difícil de conseguir encontrar la salida.
-Gracias Plubio.
-Oye Sapphire, una cosa, ¿Qué fue de Ruby?
-Recibió un golpe muy fuerte en la cabeza y...tiene amnesia....
-¿Cómo? entonces, ¿ya no recuerda nada?
-Exacto, no recuerda absolutamente nada...
-¿Y se sabe si la recuperará en algún momento?
-Pues no se sabe, pero ojalá.
-Que desgracia...
Me fui del gimnasio de Plubio algo triste por recordar la amnesia de Ruby pero otro problema vino a mi y me hizo olvidar a Ruby "¿Cómo se supone que nado hasta Ciudad Colosalia?". Me quedé sentada en la orilla por bastante tiempo, pensando como podría nadar hasta Ciudad Colosalia hasta que me di cuenta de que no había manera a no ser que fuese a nado por mi misma, era una locura pero la impaciencia por llegar no me dejó pensarlo y me lancé al agua. Cuando ya estaba a milímetros de entrar en el agua noté algo duro en el agua y ese mismo algo me lanzó de nuevo a la tierra, miré al fondo pensando que sería algún tipo de muelle extraño que estaba en el agua hasta que el agua se empezó a agitar muy fuerte y salió de ella un pokémon que me resultaba familiar.
-¡Walo!
Walo vino a por mi, al parecer venía a llevarme hasta Ciudad Colosalia y luego volver al mar.
-Oh Wailord, muchas gracias.
Nos fuimos de Arrecípolis y fuimos poco a poco nadando hacia el sureste guiándonos por el mapa. Encontré muchísimos entrenadores que querían retarme, mi equipo no paraba de hacerse cada vez más fuerte. Finalmente llegamos a Ciudad Colosalia, Walo subió la enorme cascada que hay antes de llegar a la ciudad y al subirla nos volvimos a despedir y se marchó. Pensé que ya había llegado a la liga pero recordé lo que Plubio me dijo "¿La Calle Victoria?" .
Si, acababa de llegar a esa enorme "cueva" en la que había un montón de caminos, puentes, agujeros y como no...ENTRENADORES. Caminé y peleé sin parar, anduve por todos los caminos y entré a todas las grutas que había, la Calle Victoria era enorme. Cada vez estaba más cansada, yo y mis pokémon necesitábamos cada vez más un descanso, "espero estar cerca" pensaba todo el rato. Pasé horas dando vueltas y combatiendo hasta que por fin encontré la salida. Corrí sin saber por qué. Nada mas salir entré al centro pokémon y mientras curaban a mi equipo yo me senté un rato a descansar. Ya estaba allí, tanto tiempo anhelando estar a las puertas del alto mando y ya estaba allí. Recogí mis pokémon y entré decidida. Mientras se abrían las puertas vi de lejos la silueta del primer líder del alto mando y pensé "¿saldré de aquí siendo CAMPEONA?".

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