No, no puede ser...
Cada vez veía peor, sentía una gran presión, una parte de mi intentaba subir a la superficie pero la otra me obligaba a salvar a Ruby. Mis brazos y piernas comenzaron a moverse más rápido, estiré un poco mi brazo y conseguí agarrar el tobillo de Ruby. "Por fin", pensé por un momento que moririamos ahogados los dos. Nadé hacia arriba y salí con el del agua, yo solamente estaba algo fatigada pero Ruby seguía inconsciente, me encontraba desesperada, no sabía que hacer, solo se me ocurría hacer la respiración "boca a boca". Cuando estaba con mis labios casi pegados a los suyos comenzó a toser y despertó.
-Ruby, que alegría. Estás bien...
-Si Sapphire, gracias. Pero ahora no podemos pararnos a hablar, debemos detener a Groudon y Kyogre.
-Tienes razón, y ahora que recuerdo, en mi bolsa tengo los orbes que me dieron unos ancianitos en el monte pírico y según me dijeron tenían una relación con estos dos pokémon.
-Entonces sácalos, no hay tiempo que perder.
Busqué en mi bolso los orbes y al sacarlos comenzaron a brillar con una luz cegadora. Nos quedamos observandolos y se empezó a escuchar un ruido fortísimo y un viento terrible. Miré hacia arriba y un dragón verde se dirigía en dirección a nosotros a una velocidad vertiginosa.
-No puede ser cierto, ¡Es Rayquaza! El que, según la leyenda, descendería de la atmósfera para detener la pelea entre Groudon y Kyogre.(dijo Ruby sorprendido)
No tenía palabras ante esa situación...Rayquaza estaba bajando muy rápido, lo más probable era que no se percatase de nosotros y cayese encima nuestro.
-Ruby, no crees que Rayquaza está cayendo muy rapido...
No me escuchó, estaba embobado mirando como los orbes comenzaban a vibrar, hasta que explotaron.
-¿A-acaban de explotar?
No me hizo mucho caso, de repente me paré a pensar "Sapphire, y si te declaras a Ruby ahora, aunque no venga a cuento. Si no lo haces ahora te arrepentiras". Me hice caso a mi misma y me lancé a decirselo.
-Eh...esto...Ruby, ¿te puedo decir algo?
-Si claro, dime.
-Puede que ahora no sea el momento pero es que necesito decírtelo. Desde que te vi por primera vez empecé a sentir algo especial, pueda que sea pronto para decirlo pero es que siento que te conozco de toda la vida...Ruby, tu me gustas.
-Yo...
No sabía si ese silencio era bueno o malo, aunque parecía que a Ruby le daba igual, estaba mirando fijamente al suelo como si estuviera pensando en algo.
-Ey, Ruby...¿te encuentras bien?
-Em, si tranquila. Oye Sapphire,yo tambien tengo que confesarte algo.
-Dime.
En ese momento imaginé que me diría que estaba enamorado de Carola o algo así, me puse muy nerviosa al pensar eso, no lo quería ni imaginar. Ruby me miró a los ojos con inquietud.
-¿Qué es lo que pasa? (le pregunté)
Se quitó poco a poco su gorro, apartó el flequillo de su frentre y me señaló una enorme cicatriz.
-¿Me recuerdas?
Al ver su cicatriz recordé al niño que me salvó del ataque de Salamance en Jotho, ¿ese niño era Ruby?
-Sapphire, tu también me gustas, además fuí yo quien te defendió de aquel Salamance, quería habertelo dicho antes pero no encontré la ocasión.
-Eres tu....
-Si.
Quería abrazarle muy fuertemente, ese momento iba a ser el más feliz de mi vida si no hubiera sido porque cuando estaba acercandome a él una ola gigante cayó y se lo llevó...
-¡No! ¡Ruby!
Esta vez no podía ir hacia ya que no sabía donde se lo había llevado la ola. Maldije mi suerte y me lancé al agua de nuevo para intentar buscarle. Pasé más de media hora nadando como una loca, gritando. Vi un pequeño barquito y me acerqué a él.
-Oh, que alegría, profesor Abedul, ha recogido a Ruby...
-Si, me imaginaba que estaríais los dos por aquí y quise venir a ayudar, pero mientras veníamos por aquí nos encontramos a Ruby tirado en una orilla. Sapphire, nos vamos a llevar a Ruby al hospital más cercano para evitar una desgracia, pero deja que te pida un favor, no vengas con nosotros, quedate aquí y detén esta masacre. Y no te preocupes por él, en tal caso de que le pase algo te informaremos lo más rápido posible.
-Esta bien.
Después de que el profesor me dijera eso fuí decida hacia Groudon y Kyogre, "Por Ruby". Llegué allí, y recogí los pedazos de orbe que se habían roto. Lo junté de nuevo y volvieron a brillar, el imponente Rayquaza se giró hacia mi, empecé a temblar del miedo, se fue acercando poco a poco a mi hasta que prácticamente estaba bajo su mandíbula sintiendo su respiración, tumbó su larguísimo cuerpo en el suelo, eso me dió a entender que quería que subiese encima suya. Eso hice, Rayquaza hechó a volar y dió un tremendo grito dejando a Groudon y Kyogre inmoviles y centrando su atención en mi, en ese momento volví a sacar los orbes y estos volvieron a brillar más intensamente, la luz cada vez iba aumentando más su intendidad y esto hacia que los dos pokemon se fueran calmando y durmiendo. Groudon y Kyogre terminaron regresando a las profundidades y Rayquaza me bajó de su lomo, le entregué los orbes y se marcho volando perdiendose entre las nubes, yo fuí a donde estaba el profesor Abedul y Ruby "espero que esté bien".
Cuando llegué del hospital Abedul estaba intranquilo.
-Profesor, ¿como está Ruby?
-Es mejor que lo veas tu Sapphire...
El gesto de preocupación del profesor y lo que me dijo me preocupé y entré corriendo a la habitación de Ruby. Estaba despierto leyendo un libro.
-Ruby, ¿estás bien?, he venido a verte.
-¿Quién eres?
-Co-Cómo que quién soy...soy Sapphire.
-¿Sapphire? No me acuerdo de ti.
Ese "No me acuerdo de ti" me destrozó, salí de la habitación porque pensé que era una broma suya.
-Que es lo que le pasa a Ruby, no me ha reconocido. ¿está bromeando cierto?
-Verás, Sapphire, el impacto de la ola le ha causado muchos daños, sufre de amnesia...
-No, no puede ser...así que es cierto que ya no me recuerda...
-Pues si, no recuerda nada ni a nadie.
Eso quería decir que ya no recordaba que me conoció en Jotho, que eramos buenísimos amigos, y sobre todo, que no recordaba que nos gustabamos...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top