Dos medallas y una carta.
Me dispuse a ir a por mi segunda medalla de gimnasio, me sentía con fuerzas y preparada para ganar la apuesta. "Cuando gane mi segunda medalla le diré a Crystal", nada más pensar en ello sentí que alguien me llamaba.
-¡Señorita Sapphire!
¿Señorita? ¿Quién me llamaría así?
-¿Quién es?
-¿Es usted Sapphire?. Tengo una carta para usted, es de Jotho.
Esa era Crystal, seguro.
-Muchas gracias.
Cogí la carta y la guardé en mi bolsa, quería leerla pero estaba tan impaciente por mi medalla que ni la miré.
Corrí a la siguiente ciudad pero me encontré con entrenadores que querían desafiarme. Aproveché y continué entrenando hasta que Toro (Combusken) me miró para pedirme descansar, le miré durante unos minutos y me paré a verle y empecé a preguntarle.
-Toro, ¿crees que ganaremos la apuesta?
-¡¡Combus!!
Con solo mirarle supe su respuesta. Miró mi bolsa y la abrió mirando fijamente la carta de Crystal.
-¿Crees que la debo abrir?
-¡¡Combusken!!
-Si, tienes razón, pero prefiero abrirla después de ganar al líder y así poder leerla más tranquila.
-Combusken...
Fui por fin a la siguiente ciudad y le dije a Toro:
-Espero ir mejor en el segundo gimnasio mejor que en el primero, si Petra fue dura imagínate el siguiente...¡Pero no podemos perder Toro! ¡Ganaremos, se que podrás vencer!
Me miró con complicidad y me guiñó un ojo, de repente sin saber porqué me acordé de Ruby y me salió una tímida sonrisa en la cara.
-Toro, ¡¡vamos a por esa medalla!!
-¡Combuskeen!
Nos llenamos de valor y allí que fuimos.
El señor Arenque fue muy simpático por llevarnos a Pueblo Azuliza en barco en agradecimiento por haber encontrado a Peeko.
Al llegar a Azuliza no perdí el tiempo, entré al gimnasio y combatí contra todos los entrenadores hasta llegar al líder.
-Soy Marcial, el líder de este gimnasio.
-¡Quiero combatir!
-Vaya, se ve que le hechas valor al venir aquí a desafiarme, se ve que no me conoces ni a mi, ni a mi fuerza. Pero si quieres una batalla rápida la vas a tener.
-No me deberías subestimar, soy muy buena en las batallas.
-Así que me vas a dar un combate para el recuerdo, ¿No es así?
-Por supuesto.
-Pues entonces...¡Vamos a allá!
Le miré convencida de que ganaría, quería mi segunda medalla y no me podía permitir perder, saque a Comusken de su pokéball.
-¡¡Adelante Toro, confío en ti!!
Vi en Combusken una fuerza increíble, le veía con ganas y valor de conseguir la victoria. Marcial sacó a su pokémon, un Machop, parecía fuerte, pero no hizo temblar a Toro.
-¡¡Ascuas!!
Machop fue bien, le conseguimos derrotar, aunque tenía un buen aguante y con ascuas le hacía poco daño, eso hizo que Combusken se cansara un poco.
-Vaya, has vencido a mi Machop, pero no ganarás a mi siguiente pokémon. ¡¡Adelante Makukita, demuestra quién es el más fuerte!!
Makukita parecía mucho más poderoso.
-¿No cambias a tu pokémon?
-No, es mi único compañero de momento.
-Entonces Makukita te va a aplastar.
-Te equivocas..
Combusken se giró, asintió con la cabeza y le sentí más confiado, entonces me acordé de una cosa: "¡Picotazo! no me acorde que acababa de aprender picotazo. No acordarme me puso en esa horrible situación, con ascuas no podría llegar a ganar sin que Comusken acabara mal.
-¡Usa picotazo!
Makukita quedo muy debilitado y entonces le fui a dar el último golpe.
-¡Vuelve a usar picotazo!
No me gustaba repetirme en los movimientos, se me hacía repetitivo y muy poco original pero si no estaría a punto de perder.
-De nuevo, ¡Picotazo!
Comusken se abalanzó sobre Makukita, estaba a punto de saborear la victoria...
-Jaja....
-¡¡NO!! ¡¡No puede ser!!
-Ahora Makukita, ¡¡Puño incremento!!
No me lo podía creer, Makukita evitó el ataque...Toro quedó en el suelo, inmóvil...estaba desesperada ¡No podía perder de esa manera!.
-¡Combusken levanta por favor!
-10,9,8,7...
-Por favor confío en ti...
-6,5,4,3...
-Te lo suplico, amigo, por favor...
Toro se levantó de un gran salto y le asestó una patada ígnea que dejo totalmente debilitado.
-Increíble...
-¡¡Si!! Sabía que ganaríamos.
Abracé a Toro y le agradecí lo que hizo por mí.
-Vaya, me dejas sin palabras.
-Te prometí una batalla para el recuerdo.
-Eres bastante fuerte, me enorgullece darte esta medalla, la Medalla Puño.
-Gracias.
-No, gracias a ti por este increíble combate. Llegarás muy lejos, te lo aseguro.
No sabía que decirle, por lo que me despedí y me marché para recuperar a Combusken.
-Lo hemos hecho genial, ¿Verdad Toro?
Le veía contento por nuestra segunda medalla, "¿Qué será de Ruby ahora mismo?" me pregunté.
Combusken señalo en dirección a mi bolsa.
-¡Claro, la carta de Crys!
La abrí y me dispuse a leerla.
[Hola Sapphire.
Soy Crys, no te preocupes por la tardanza de las cartas, puedo esperar, yo ya tengo tres medallas, Gold hace unos días que no le veo pero supongo que tendrá las mismas. Espero que no haya visto la belleza de Blanca..(la tercera líder de gimnasio).
Me alegro mucho de que tengas nuevos amigos, seguro que te gusta un chico y no me lo quieres contar...A lo que iba, Sapphire, si te pasa algo dímelo y yo ya veré lo que hago.
Un beso, Crys ☆]
Me senté en un banco y le di a Toro unas bayas que acababa de recolectar, y mientras el correteaba por el pueblo, y me puse a pensar en mis cosas... "¿Ganaré la apuesta?, ¿Conseguiré el amor de Ruby? o... ¿En su viaje habrá conocido a otra chica?, esas preguntas hicieron que no pudiera pegar ojo... quería verle y poder hablar con él, solo podía ser feliz del todo si veía sus ojos..."Definitivamente Sapphire, estás enamorada..." me dije. Me fui cerca de unos árboles y me tumbe bajo la copa de uno de ellos. Saqué a Toro para darle las buenas noches.
-¿Quieres dormir conmigo o en tu pokéball?
Se tumbó a mi lado y cerró los ojos.
-Gracias Toro...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top