7
(Coño, no escribí nada en toda una semana).
Ahora sí, un capítulo para chuparla a Soda Stereo.
◇=Leah=◇
—Oye, oye, oye, oye, oye...
—¡Puta madre Ruby!, ¿Cuándo me dejarás dormir?
—Ese era el plan... hace tres horas. Te ibas a quedar negra. Mira, arriba está el sol.
—Me sorprende lo mucho que dormí incluso con el sol apuntándonos a la cara.
—¿Picotearme era muy necesario?
—Un brinco y ya estaba de pie.
—No.
—¿Entonces?
—Bromita.
Dejamos la "casa" tal y como estaba y seguí junto a Ruby por la carretera fea esa. Espero esta vez no falte tanto como ayer, estoy ansiosa por contarle mi plan.
◇=◇
No me jodas. Fueron diez minutos. Así es la vida... supongo.
—¿Esta ciudad es igual de miserable que la anterior verdad?
—Tomamos asiento en una banca que encontramos ahí. Muy bonita para ser verdad.
—Es mejor que la anterior, y según investigué, hay más gente y tiene mayor poder económico.
—¿Aquí nuestras canciones van a dar más ganancias?
—Es el momento.
—Sobre eso...
—¿Hay un problema?
—Me vio extrañada.
—Tienes que verlo para entender.
Agradezco que el ciber más cercano estaba a tres calles. Procedí a mostrarle una canción.
—Leah... sabes que te aprecio como amiga... ¿Pero qué cosa me acabas de mostrar?
—Con la ayuda de google traducí una canción.
—La poderosísima Persiana Americana.
—O mejor dicho, la canción de un acosador sexual. Por favor Leah, ve esto... "Tu ropa se caerá lentamente. Soy un espía un espectador"*
—¡No es tan grave!. Además es un error de traducción.
—Haciendo énfasis en grave.
—Simplemente no me gusta.
*Agarré la canción y la metí al traductor, lo que me salió lo invertí y por eso es diferente a la canción original *
Hubo un silencio algo incómodo.
—No apoyo la idea.
—Fue lo único que dijo para posteriormente dejar de usar la compu y con eso el ciber. Sin mucha opción la acompañé
◇=Ruby=◇
—¡¿Por qué no? Es una excelente idea!
—Me intentaba convencer saliendo.
—No me gustó la canción, se me hizo fea.
—Respondí con la más sincera verdad. Me da mucha lástima, me había mostrado muy entusiasmada esa canción. Cuando la escuché no terminó de encajar en mi cabeza, era demasiado extraña, y ni qué decir de la letra.
Pensé que Leah se rendiría de intentar y que iría a pensar en otra cosa. No sé cómo interpretar lo siguiente.
—Feas son las canciones de Aquors.
—Murmuró despectivamente girando su cabeza al lado contrario al mío.
—¡¿Qué dijiste de Aquors?!
—Me indigné. Esa es una falta de respeto a el trabajo de mis amigas que no toleraré. Al terminar de hablar su cara únicamente expresaba un gran "lo arruiné".
—...Nada.
—Evadió mi pregunta.
—Mis amigas merecen más respeto, ¿Qué dijiste de nuestras canciones?
—¡Que son horrendas, feísimas!
—Giró de vuelta para insultar a Aquors.
—...¿Eso crees?
—Normal que reaccione así.
—¡Claro que creo eso. Son las canciones más genéricas, aburridas y mediocres de la historia del Love Live!*
—Casi gritó sin reparo alguno.
* (Leah como siempre siendo el personaje más basado de Sunshine!). Es que de verdad, de todo lo que he escuchado mediante osu! de Aquors y variantes todas las canciones son lo mismo. Que asco de canciones.
—... Vaya...
—Dije como un impulso.
—Jamás lo vi venir.
—¿Qué valor tenían todos esos halagos?
—No merecen haber ganado el Love Live!
—Exhaló hondo y tomó con fuerza mi muñeca y caminó sin rumbo aparente. Varias personas nos estaban viendo.
Leah no dejaba de respirar fuerte y apretaba con más fuerza que antes.
—Leah, me duele.
—Ninguna respuesta.
Ahora el detalle es que caminaba con más prisa.
—En serio me estás lastimando.
—No mentía.
—¡Leah!
—Déjame en paz por favor.
—La voz con la que me habló no era la misma de hace varios minutos. Parecía una súplica.
Otros minutos extras y vi un baldío —muy poco— seguro para estar. Aún agarrada por Leah me arrastró con ella al baldío. Ahí fue donde me soltó y tomó la última de nuestras peras para comer en silencio mientras se recargaba en el piso del lugar.
Tal y como supuse, tengo muy roja la muñeca que Leah me agarró. Cuando la toco duele, así que voy a tener cuidado. De una bolsa tomé una fruta cual nombre desconozco y acompañé en silencio a Leah.
—Sabes...
—Leah habló de la nada.
—Gasté nuestras reservas en el ciber.
—...
—No entiendo a qué quiere llegar.
—Creo que es una de las razones de mi enojo.
—Oh...
—¿Qué demonios digo? Es demasiado aleatorio.
—Tenía mucha ilusión de mostrarte mi idea de los covers. Entiendo que no te guste la idea... pero no era razón para despreciar el trabajo de Aquors.
—Bufó mirando al cielo.
—¿Tú opinas eso?
—¿Eso qué?
—Me vio confundida.
—Eso de Aquors, que nuestras canciones son...
—Para que mentir... esa es la verdad y nada más.
—No dejó que terminara.
—No me gustan sus canciones, se me hacen horrendas, tan horrendas como ver un cadáver en trozos metido en cinco bolsas.
—Muy gráfica.
—Mucho asco.
—En lo que estaba... Sí, aborrezco sus canciones.
—Si eso tenías que decir...
—¡No no no!, no termino aún.
—Negó con la cabeza y las manos.
—Lo que quiero decir es que estuvo mal lo que hice en el ciber, y me quiero disculpar.
—Que cambio más radical de tema... la verdad.
—Ejem...
—Esto es incómodo.
—¿O sea que no disfrutaste cuando creamos nuestra canción? ¿Todo eso qué fue para ti?
—No confundas las cosas Ruby. Disfruté y mucho crear esa canción, incluso si llegaron todas tus amigas a arruinar todo, lo pasé bien, creo hasta me ayudaste con temas más personales...
—En serio no te entiendo Leah, estás diciendo cosas porque sí sin ninguna conexión.
—Le dije mi opinión.
—Perdón. Pero quiero intentarlo con esas canciones. Dame esa oportunidad. Si no te gusta lo podemos dejar y hacer el esfuerzo con nuestras canciones.
—Casi casi me rogaba juntando las manos.
—¡Una vez solamente, si no sale bien adiós! Lo prometo.
—Dijo haciendo mucho énfasis en uno.
Normal no es que Leah se ponga así, ni siquiera la otra vez. Me sienta mal verla suplicando después de las guarradas que dijo, pero soy una buena persona. Suspiré y dije:
—Está bien, haré lo que digas.
—¡Muchas gracias Ruby, no sabes lo agradecida que estoy contigo!
—Se levantó y corrió para... ¿Abrazarme? Esto es extraño.
—Muy bonito y todo... ¿Pero recuerdas que te gastaste todo nuestro dinero mostrándome eda canción chistosa?
—Uh... ya recordé jeje... El maldito ciber está más caro aquí.
—Separó nuestro abrazo.
—¿Hay que buscar dónde sacar dinero no?
—Y dónde dormir gratis y sin miedo a que nos saquen las tripas.
◇=◇
Un día de "trabajo" más tarde recuperamos un poco de efectivo, el suficiente como para una media hora de ciber. Ya todo es muy caro...
—Para que veas que lo pensé mejor, te pondré una canción con un ritmo similar a las que cantas.
—Me pasó los audífonos y empezó un vídeo de YouTube que era una imagen y ya.
Tres minutos y la canción llego a su fin.
—¿Y qué tal?
—A Leah se le veía ansiosa por mi respuesta.
—No está mal, me gusta el ritmo. Aunque al final sólo repite las mismas cuatro palabras.
Leah dejó ver una leve sonrisa antes de volver a hablar.
—Es parte de la esencia de la Soda.
—¿La Soda?
—Así se llama el grupo... ¿Vamos a cantar eso?
—Me supongo que sí. ¿Pero cómo voy a cantar esa canción que acabo de escuchar por primera vez en mi vida?
—... Con el poder de la amistad, si no, no hay fanfic.
—¿Qué?
◇=◇
—¡Thank you everyone, see you later!
—No me jodas, Leah tenía razón, robarle canciones a Argentinos sí funciona.
Una canción de tres minutos bastó para formar una considerable muchedumbre. Y ya que los africanos parecen ser muy humildes nos dieron bastante dinero —sin bocinas ni nada, somos unas prodigios—.
Hicimos lo habitual de retirarnos rápido y al primer espacio vacío nos metemos.
—¿Cuánto fue?
—Deja cuento...
Un minuto contando más tarde.
—Diez mil y pico.
—¡Te dije que iba a funcionar!
—Victoreó.
—Hay que ahorrar en la medida de lo posible para comprar una bocina inalámbrica y meterle canciones con una USB o algo.
—¿Para cuándo ropa? Parecemos indigentes y ya me quiero cambiar.
—Somos indigentes Ruby.
—Sí cierto.
—
Eso será lo segundo que compremos una vez asegurada la bocina y nuestra fuente de ingresos.
—Me quiero bañar...
—Dije desanimada, voy a tener una semana sin bañarme en poco tiempo.
—Eso podemos arreglarlo...
—Dijo como si nada.
—¿Qué?
—¿Quieres bañarte? Di la verdad.
—Obvio, desde el primer día.
—Me acomodé mejor en mi hueco.
Leah de manera imprevista se puso de pie y fue a extenderme la mano.
—No está precisamente cerca, ocupo tu colaboración.
—Rió.
—Ok...
Después caminamos hacia dentro de las calles y me dejé guiar por Leah. A saber dónde planea llevarme.
◇=◇
—¿Qué hacemos frente al río?
—Bañarnos.
—Respondió.
—Por algo compré éste jabón barato que me encontré en el mercado.
La vergüenza invadió mi ser, quedé pegada al piso.
—Escogí la parte más lejana del río por algo, vamos Ruby no seas simple.
—Como si nada comenzó a bañarse lejos de donde hablamos —por supuesto—.
Terminó de bañarse y seguía en el mismo lugar.
—Llorona. Ahí dejé todo.
—Me entregó en la mano el jabón.
—...¿No dañamos el río así?
—Es lo único que puedo decir.
—El Río Congo es enorme, un poco de jabón por ahí no matará a nadie fuera de uno que otro pez... ¡Pero nos bañamos!
—Festejó.
—Vale...
—Me escondí un poco y fui tan veloz que no tardé nada en bañarme.
—Vez, ¿Qué te costaba?
—Llegando vio de reojo si estaba bien.
—Me muero de frío.
—Cierto... lo olvidé. No hay toallas, así que muévete un poco antes de vestirte de nuevo.
Pasado su respectivo tiempo pude ponerme la ropa otra vez y acostarme en el piso cerca de Leah —está sentada—.
—Oye.
—Dijo Leah en voz baja.
—¿Sí?
—Respondí dudosa.
—¿Te gusta lo que ves?
—¿Te refieres al paisaje?
—Eso.
—Sí... ¿A qué viene?
—Encontré el momento perfecto para contarte un poco de mi vida.
◇=◇
Cómo me cuesta escribir, me distraigo muy fácil.
Aquí está, la 7ma parte. No se preocupen, a esta vaina le quedan máximo 3 capítulos y la breve conclusión.
Gracias 3 pibes que mantienen a flote mi carrera artística.
Adiós y hasta la próxima :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top