Capítulo 12: Confesiones...

Aquel día las cosas parecían lucir un poco diferente si uno lo observaba desde un punto de vista muy general, pero si nos tomáramos el tiempo de notar lo que el joven rubio nos estaba demostrando, podíamos concluir que las cosas dentro de él estaban peor que nunca.

Jimin había decidido no asistir al local, de todas formas, la ganancia no había sido mayúscula, según le informaron.

Su cuerpo se encontraba tumbado sobre el colchón de su habitación y sus manos descansaban sobre su abdomen. Realmente estaba replanteándose la situación en la que estaba y sabía que no podía estar así mucho tiempo más.

¿En dónde cabía la idea de que te puedas confundir con tu cuñado? ¿En qué lugar le creerían que realmente él no lo conocía?

A decir verdad, podría justificarse con ello al comienzo, pero no ahora, él ya sabía quién era Jungkook, el lugar que ocupaba en su vida y también sabía que estaba sintiendo algunas cosas que no estaban del todo gratas.

Él siempre se dijo a sí mismo que si al crecer llegara a sentir algo por alguien más, lo diría sin titubear. Ahora mismo empezaba a pensar que la vida adulta era un poco más compleja.

O tal vez él la estaba haciendo ver así.

Pero para poder ponerse en orden debería comenzar por el principio, ¿qué sentía por Jungkook?

¿Acaso le gustaba la sensación de libertad que sentía? ¿Le hacía sentir bien su comprensión y compañía? ¿O tan solo quería sentir su tacto en su cintura una vez más?

¿Será realmente eso o tan solo era la influencia de las palabras de sus padres durante su infancia?

Tomó uno de los almohadones y lo estampó contra su cara, ahogando un quejido disconforme. Si no sabía ni él mismo la respuesta a esas preguntas, entonces por qué las tenía, por qué sentía que debía algo.

—¿Qué siento realmente? Necesitas aclararte, Jimin —susurró para sí mismo sin moverse de su lugar durante unos segundos.

En su cabeza no solo afloraba la duda sentimental, sino que también tenía hambre, quizás esa era la razón de no hallar alguna excusa coherente.

Por ese motivo se puso de pie, notando que el clima estaba frío, a pesar de estar en pleno verano. Se adentró a la cocina con la idea de buscar alguna fruta que se convertiría en algunas galletitas de paso.

No había nada.

Bueno, si había, pero no era nada que llamase su atención.

Podría utilizar eso como un pretexto para llamar a su amigo Beomgyu e ir a tomar algo. La mueca en su rostro indicó que no garantizaba mucho el hecho de salir con alguna resolución, pero que tal vez podría serle de mucha ayuda.

Por ese mismo motivo terminó agendando una cita a las 16:40 en una cafetería a dos cuadras de su casa.

Jungkook estaba ordenando su habitación junto a dos de sus amigos, Felix y Yeonjun, quienes habían llevado unas ricas medialunas para merendar aquella tarde.

Los apuntes universitarios del morocho eran un caos, demasiadas fotocopias por agrupar y guardar, y muchas otras para tirar.

—¿Realmente se enojó por eso? —preguntó Yeonjun con su boca llena.

—¿Por qué mentiría? —replicó el morocho con un tono sereno.

Felix le hizo una mueca a su amigo antes de darle un golpe con un papel listo para ser enviado a la basura.

—Creo que lo que Yeonjun quiere decir es que no habría por qué reaccionar de esa forma, ni siquiera estabas enterado.

Solamente recibió en respuesta un encogimiento de hombros bastante desinteresado.

—Ya somos todos grandes me parece y no hay necesidad de herir o decir cosas sin sentido conociendo el contexto. —dijo —. Además, también podía haberme hablado al respecto así podíamos aclararlo en vez de aislarse acumulando su ira.

—Siempre ha tenido esas actitudes de todas formas.

El castaño observaba a ambos amigos mientras seguía comiendo otra medialuna.

—Jamás le presté la suficiente atención, al parecer.

—Pero en el supuesto caso de que Jimin no haya ido a nuestra mesa por vos sino por él, el desenlace es el mismo —El rubio realmente estaba confundido.

—Sí pero solamente quiere culparme de lo que sea que su propia mente inventó.

Jungkook bebió un poco de su té y comenzó a guardar las fotocopias en una bolsa transparente.

─Igual puedo confirmar que Hyunjin estuvo en su casa, yo fui con él, teníamos que devolver una remera que le quedaba enorme ─dijo Yeonjun.

─Supongo que estaba tan irritado que no nos creyó. ─respondió Félix en un intento de ser lo más objetivo posible

A veces entender a los amigos era un tema muy complejo, todos allí comprendían que Yoongi era un chico muy cerrado, no tanto como Jungkook, pero muy similar y podía ser que tenga la necesidad de tomarse su tiempo y espacio pero el morocho, a diferencia de sus amigos, se encontraba un poco resentido al respecto.

Tal vez mañana su opinión sea diferente así como también cambie el humor de su amigo pero en ese momento prefería no darle tantas vueltas al asunto y simplemente dejarlo ser. Para él el tema estaba cerrado pero a veces olvidaba que los dos jóvenes allí presentes eran bastante chismosos y que iba a tener que soportarlos toda la tarde.

El olor a café con medialunas inundó las fosas nasales de Jimin apenas se sentó en la mesa más cercana a la ventana. Su pequeña mochila de cuero negro seguía recargada sobre sus piernas, las cuales no dejaban de moverse debido a los nervios de la situación. Hacía ya un rato que le había comenzado a contar un poco de la historia a su amigo pero éste estaba demasiado concentrado en su tarea.

Beomgyu se encontraba poniéndole azúcar a su café, le había costado un poco romper el sobre con su mano, era algo poco usual pero sí, por eso mismo estaba sonriente mientras terminaba de revolver un poco tratando de que la crema no se caiga de su taza.

─ ¿Entonces lo que me estás diciendo es que el día de tu despedida de soltero te alocaste con un chico que no conoces pero que resultó ser tu cuñado?

Su voz sonaba tranquila y eso tranquilizó un poco al rubio, al menos había dejado de apretar con fuerza las correas de su bolso.

─Sí, sé que suena como una excusa completamente barata pero me siento mal, todavía no lo hablé con Chris y siento que todo se me está juntando con el fin de abrumarme cada vez más.

Los ojos del pelirrojo se posaron sobre su amigo, emanaban calidez y comprensión. Luego de unos segundos aquel contacto se perdió porque se distrajo con una medialuna.

─ Pero hablemos con franqueza entre nosotros, Jimin, ¿ese chico te gusta?

─ ¿Chris o Jungkook?

Beomgyu dudó unos segundos antes de responder.

─Hablaba de Jungkook pero ahora me intriga saber de ambos.

¿Era bueno quedarse en silencio en un momento así? Jimin observó su anillo un rato antes de alzar la mirada y encontrarse con su amigo, quien lo observaba con ambas cejas alzadas.

¿Cuál era realmente la respuesta?

─No lo sé.

─Mimi, porque te quiero sé que no te creo ─dijo luego de masticar─, sabes muy bien lo que sientes, pero no quieres hacerte cargo por sentir culpa.

Claramente le había dado en el clavo, pero Jimin se sintió cohibido y con el pecho pesado. Apoyó sus codos sobre la mesa y recargó su cabeza entre sus manos.

─Del uno al diez, ¿qué tan malo es sentir algo por alguien con el que no te vas a casar?

─ ¿Realmente quieres mi respuesta? ─Hizo un ruido con su taza de café al momento de sorber.

─No sé, qué hacer.

─En realidad podemos encontrar linda a una persona mientras salimos con alguien más, somos humanos y cometemos errores ─dijo ─, pero creo que lo que deberías hacer en este momento es hablar con Chris.

Los ojos de Jimin se abrieron de forma estrepitosa y volvió a su posición inicial. No sabía por qué motivo le había generado esa reacción, de todas formas, sabía que tendría que hablar con Christopher lo quisiera o no, pero le había reconfortado, al menos un poco, creer que estaba exagerando.

─Pero ¿por qué hablaría de algo de lo que no estoy seguro?

El joven de cabellos rojos lo pateó de forma ligera por debajo de la mesa.

─ ¡Jimin! ¡La seguridad te sobra, además en tu despedida de soltero estuviste a dos pasos de follar con él! ¿Qué otra cosa necesitas? ¿Acaso quieres otro contacto similar para caer en la realidad?

─Debo parecer un estúpido.

─Sí. —Rió un poco

─ ¿Y qué hay con lo que me dijeron mis papás? ¿Si es Chris y estoy cometiendo un error?

─Ya están con el proceso del compromiso, creo que si vas a hablar en algún momento debería ser ahora, pero esa es mi opinión, podes consultarle a Minho si te deja más tranquilo.

─ ¿Y si Minho me odia?

─Sabes muy bien que él jamás podría odiarte, Mimi. Ambos son amigos desde que son pequeños, por más amistad que él tenga con Chris, sabrá entenderte.

Tenía claro que aquello generaría una crisis, no solo en el barrio y en su genética, sino también una crisis interna. Él no podía simplemente ir y terminar algo así como así cuando en su familia le habían estado construyendo sus ilusiones al respecto de su pareja deseada.

Sus manos estaban aplastándose una con la otra continuamente, sus piernas no dejaron de moverse y sus ojos emanaban miedo, eso era lo que Jimin le estaba demostrando a su amigo, quien no dudó dos segundos en levantarse y darle un abrazo reparador. 

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