Rubí en caza

Omg, hello!! aquí Lisset escribiendo de sus animales gays porque acaba de ver Sonic Prime temporada 2 y aaaa ❤❤❤ así que por eso traigo este oneshot un tanto largo.

Espero les guste!!

(・・・)

Sonic está indeciso, por un lado quería sentir pensar en Knuckles como su amigo, como siempre lo había sido; sin embargo, al mismo tiempo quería saber qué cara pondría Knuckles si lo invitaba a salir.

¿Se enojaría? ¿Se reiría? ¿Se incomodaría? ¿Aceptaría?

Como saberlo, Knuckles tiene muchas facetas; y Sonic quiere conocerlas todas.

Una noche, Sonic acompañado de su mejor amigo Tails, exploran unos montes, pues recientemente el zorro detectó una energía fuera de lo común. Tails está pendiente de su rastreador mientras Sonic tiene la cabeza en las nubes.

—Pues de momento no detecto nada—Comenta Tails sin dejar de mirar su reloj hiper-inteligente—Quizás era algo temporal, o quizás se desplazó.

—Ah...okey, si tu lo dices.

Tails observa a su amigo distraído; normalmente Sonic es el más emocionado en descubrir a un posible enemigo.

—¿Todo bien?

—No sé...—Sonic estira los brazos—¿Cómo invitas a salir a una persona testaruda, enojona e ingenua?

Tails no tuvo ni que pensar en la supuesta persona misteriosa.

—¿Knuckles, en serio?—Responde Tails con una sonrisa burlona; Sonic se rasca la nuca de manera nerviosa—¿Quieres salir con él?

—Quizás...—Sonic muestra una sonrisa atontada, en verdad está flechado por el rojizo—Si, si quiero.

—Pues entonces házlo—Responde Tails mientras observa el rastreador—Con Knuckles hay que ser directo, sólo díselo directamente y protege tu cara de un posible puñetazo.

Sonic medita en la respuesta de su amigo; sintiendo que quizás no deba pensarlo todo. Con Knuckles las cosas siempre han sido más simples de lo que en realidad son. Esto puede ser una de esas cosas.

—No hay nada aquí—Sentencia Tails—Regresemos.

—Espera, ¿qué es eso?—Pregunta Sonic mientras apunta a una cueva, se percibe ciertos cristales de color morado; brillando en la oscuridad—Hay que investigar un poco.

Sonic no espera a que Tails responda; ambos caminan directo, y al echar un vistazo observa que la cueva no es tan profunda, pero tiene muchos elementos extraños, los colores de los cristales cambian de color entre morado, amarillo y azul.

—Curioso—Comenta Tails—¿Qué serán esas extrañas piedras?

Sonic intenta tomar uno de los cristales, pero están bien sujetas a las paredes de la cueva. Tails las registra para una futura investigación.

—Trataré de investigar esto lo mejor que pueda—Comenta Tails.

—Y yo trataré de invitar a salir a un equidna gruñón—Sonic estira los brazos acompañado de una sonrisa engreída, habitual en él. Ha recobrado la confianza.

Sonic se va a toda velocidad, pensando qué palabras le diría a Knuckles.

¿A dónde le gustaría ir? Sonic quiere llevarlo a un sitio lindo, bajo la luz de la luna, hacerlo reír, charlar, ilusionarse.

Quererlo.

Quererlo más de lo que ya lo hace.

Sonic regresa en Green Hill Zone, dónde Knuckles está haciendo pesas con unas enormes rocas. Su rostro refleja molestia; pero Knuckles siempre esa cara.

—¡Hola!—Saluda el erizo azul con una alegre sonrisa—¿Qué haces?

—Entreno.

—¿Y qué más?

—Te hablo.

—Genial—Sonic se aclara la garganta mientras Knuckles deja la enorme roca—Oye...¿tienes algo que hacer?

—Tan sólo entrenar—Knuckles estira los brazos, ni siquiera mira a Sonic a los ojos—¿Por qué?

—Pues me preguntaba...—Según Sonic, ya tenía todo el discurso preparado mentalmente, pero ahora no encuentra las palabras y habla sin pensar—Amm...pues, mira, ¿conoces Casino Night Zone? Es bastante divertido, tiene montañas rusas, tragamonedas y un montón de juegos.

—¿Ajá?—Knuckles gira su cabeza para mirar al azulino. Sonic no se considera una persona tímida en ningún aspecto, hace lo que piensa sin peros; sin embargo, tener la mirada seria de Knuckles sobre él lo hace...dudar.

—Hace tiempo que no voy para allá...—Sonic se pone una mano sobre la nuca, intentando camuflar sus nervios, nunca había tenido que invitar a alguien a salir, siempre él era el invitado—¿Te gustaría ir a conocerlo? Será divertido, podríamos competir por ver quién anota más puntos o gritar un montón en las montañas rusas.

Knuckles lo medita unos cuantos segundos, desesperando más al erizo.

—Creo que me vendría bien pasar un rato sin preocuparme de Eggman o cualquiera en general—Knuckles levanta los hombros y muestra una sonrisa relajada; aliviando el corazón del acelerado erizo—¿Quién más vendrá?

Sonic siente las palabras atoradas en su garganta en cuanto escuchó aquello; en su cabeza se creó un escenario ficticio, una en la que tomaba a Knuckles de los hombros y le diría con una radiante burlona "Nadie, es una cita romántica, cabeza hueca".

Pero hacer eso provocaría que Knuckles huya, y eso no está permitido.

—Pues únicamente seríamos nosotros dos—Sonic lo dice con tanta simpleza que hace que Knuckles lo mire raro, esperando que añada algo más.

—Casi nunca vas a ningún lado sin Tails.

—Tails merece un descanso de mí de vez en cuando—Sonic da un paso hacía Knuckles de manera inconsciente—Es una buena oportunidad para que nos conozcamos mejor.

—¿Conocer qué? Sabes cualquier cosa de mí—Knuckles en verdad no lo está poniendo sencillo; Sonic se pregunta porque no chuchas simplemente acepta y ya.

—Pues porque sí hombre, un poco de tiempo de caridad entre nosotros no hace daño—Responde Sonic un poco fastidiado—(Y si pasa otra cosa entre nosotros, mejor).

Knuckles vuelve a reflexionar unos cuantos segundos, y Sonic ya ha comenzado a mover su pie de manera ansiosa, esperando una bendita respuesta definitiva.

—Okey, está bien—Dice Knuckles, provocando que Sonic tenga ganas de abrazarlo, sin embargo, se contiene—¿A qué hora te gustaría ir?

—(Cuando tú quieras guapetón)—Sonic intenta reservar sus respuestas imaginarias para después—¿Qué te parece hoy? Cuando anochezca, tengo que ir a Emerald Hill a ayudar a Amy con una cosa, y después paso por ti y nos (casamos) vamos, ¿qué tal?

—Está bien, tengo que descansar un poco por el entrenamiento—Menos mal que Knuckles es demasiado ingenuo como para notar la felicidad radiante de Sonic—Entonces...nada más nosotros dos...

—¿Hay algún problema?—Sonic tampoco quería incomodar tanto al equidna; no quería exponer su amistad a un terreno peligroso—Oye, no tienes que aceptar sólo porque yo te lo pedí...

Knuckles suelta una pequeña risa, anonadando a Sonic.

—Tampoco te des tantos créditos—Dice Knuckles entre risas—Si no quisiera ir, simplemente habría dicho que no.

Sonic por fin respira tranquilo. Knuckles sigue siendo él mismo, y es justo lo que Sonic quiere: que tengan una cita en la que ambos sigan siendo ellos mismos como siempre.

—Entonces nos vemos esta noche—Expresa Sonic mientras le guiña un ojo, y Knuckles sólo rueda los ojos.

—Si si, nos vemos al rato.

Sonic se va corriendo dejando una estela azul como es habitual. Podía sentir como su corazón seguía bombardeando ansiosamente, pero no de nervios, sino de entusiasmo. Pasaría un rato genial con Knuckles, ¿qué tanto podía pasar?

(・・・)

—¿Un qué?—Pregunta Amy Rose mientras se cepilla las púas rosadas.

—Un consejo—Responde Sonic, sentado en el sofá en casa de Amy.

—¿Y desde cuándo me pides consejos?—Pregunta Amy entre risitas mientras guarda su cepillo en un cajón—Mejor todavía, ¿desde cuando me pides consejos para una cita?

—Desde hace cinco minutos—Sonic se levanta y camina en giros por toda la sala, mientras Amy se sienta en el sofá—¿Qué tengo que hacer? No quiero arruinar nada.

—Sólo déjate llevar—Amy toma una pequeña taza de té que había dejado previamente en una mesita frente al sofá—Si invitaste a esa persona es porque te gusta ¿no? Pues entonces diviértete.

—Dicho así suena fácil—Sonic no deja de caminar.

—Porque lo es, sé tú mismo.

—¿Y si mi yo mismo hace o dice algo que hace que la otra persona se sienta incómoda, o confundida o lo malinterprete de la peor manera?

—Eh...¿se puede saber a quién carambolas invitaste?—Pregunta Amy confundida antes de darle un sorbo a su té.

Sonic se detiene, y mira a Amy con una sonrisa nerviosa.

—...A Knuckles...

Amy escupe su té, y rápidamente se cubre los labios con la mano.

—¡Eso lo cambia todo!—Amy se levanta del sofá y se para frente a Sonic con una mirada enojada—Cambio de planes, no seas tú mismo, tu yo mismo lo irrita, es como que apenas te ve y ya se pone de malas ¿cachai?

—¿Qué significa "cachai"?

—Significa que debes entender—Amy hace énfasis en sus palabras—Debes ir suave, de poco a poco, ya sé que eres precoz, pero aquí si debes tomarlo con calma.

—¿Hacía falta usar esa palabra?—Sonic cruza los brazos—Descuida, no lo arruinaré, conozco a Knuckles, sólo quiero que no la pasemos bien, y que nada cambie.

Amy le sonríe suavemente, mirando a Sonic a los ojos.

—Si lo invitaste a salir es porque quieres que algo cambie.

Sonic se sorprende al escuchar eso; no quería ilusionarse, pero es la primera vez que siente algo de ese estilo, ¿está mal que quiera abrazar la ilusión adolescente maravillado por su crush?

—Te pediré consejos más seguidos—Responde Sonic con una sonrisa.

Amy suelta una risa antes de chocar los puños con Sonic, siendo una manera simbólica de darle ánimos.

(・・・)

La noche estaba cayendo, y con ella, la impaciencia de Sonic.

Se dió una ducha, peinó sus púas de la mejor manera, incluso se echó un poco de colonia con olor a magnolias; quería causar una buena impresión, y se preguntó si acaso Knuckles notaría esos pequeños detalles; posiblemente no dado que el equidna no es de muchas luces, pero Sonic aún así lo hizo.

Llegó a gran velocidad a Sky Sanctuary, dónde Knuckles ya lo estaba esperando pacientemente. La esmeralda maestra no se encontraba dónde normalmente Knuckles la custodia, dado que la escondió para asegurarse de que esté a salvo mientras él está afuera.

—Hello!—Saluda Sonic cuando llega, deteniéndose frente al rojizo—¿Listo?

—Si—Knuckles sonríe de manera ligera cuando ve al erizo—¿Eh? ¿No hueles a algo raro, como flores?

—Pues...—Sonic sonríe de manera presumida—Depende, ¿te gusta?

—Es...como ligero, o suave, no sé cómo describirlo, pero huele bien.

Ambos comienzan a caminar, Sonic siempre usa su velocidad a la mínima provocación, pero caminar con Knuckles bajo el atardecer no pasa muy a menudo.

—Que bueno—Sonic desvía la mirada, con un leve sonrojo en las mejillas—Son magnolias, Amy tenía un perfume de eso.

—¿Te pusiste perfume?—Knuckles lo mira raro, queriéndose burlar; y Sonic lo golpea amistosamente con el codo.

—¡Un poco!—Responde Sonic entre risas—¿Qué tiene de malo?

—Nada, pero es raro, no es como que sea una ocasión especial.

Sonic suelta un suspiro cansado, es difícil ver esto como una cita cuando una de las dos personas no lo sabe.

—Oye Knux...—Dice Sonic en voz baja. Knuckles lo mira, y Sonic debe tener cuidado de no perderse en su mirada—Esto podría no sólo ser una salida de amigos, ¿sabes? Digo, algunas veces es mejor abrir el panorama.

Knuckles lo mira con incredulidad, haciendo que Sonic se cuestione si en verdad es ingenuo o finge serlo. Sonic siente las palabras acumuladas en su pecho; como si las hubiera atrapado en un frasco y ahora rebotan buscando la libertad.

—¿Qué otro panorama puede haber?—Pregunta Knuckles en un tono curioso, ladeando su cabeza hacía un lado. Sonic se detiene y el equidna también, mirándose cara a cara.

Sonic se vió obligado a desviar la mirada, y se recuerda así mismo que ahora no es momento de ser sincero. No se considera un erizo sutil, cuando piensa en algo lo expresa al minuto; pero ahora tiene que ir con calma. Llegar al corazón de Knuckles es un camino hecho de hielo delgado.

—Knux...—Dice Sonic con una sonrisa tierna, volviendo a mirar a su amigo. Knuckles se ve tan confuso que Sonic quiere pellizcar sus mejillas por la ternura que le causa—Yo...estoy feliz de que pasemos este tiempo juntos.

Knuckles no responde, frunce el ceño y analiza el rostro de Sonic, queriendo buscar una respuesta a su conducta extraña; pero Sonic tan sólo le sonríe como siempre. Su clásica sonrisa sacada de un comercial.

—Yo también, y...—Ahora es Knuckles quién desvía la mirada, cruzando sus brazos y un poco avergonzado—Me gusta tu perfume, ¡en fin, a-andando!

Knuckles retoma la caminata, dejando a Sonic atrás. El equidna no es una persona de cumplidos, ni recibirlos ni decirlos.

—(Oh my god)—Piensa Sonic entusiasmado y con el ego subido—¡Hey, espérame!

Sonic corre a pasos ligeros para alcanzar a Knuckles. Siente la felicidad en su pecho, y las ganas de tomar la mano del equidna son tentadoras, pero logra controlarse.

Mientras los jóvenes se dirigen a Casino Night Zone; Tails se encuentra analizando la gema en su laboratorio. A veces cambia de color, pero ahora mismo se encuentra en gris.

—(No parece tener ningún poder o algo parecido)—Piensa Tails mientras analiza los datos en su computadora—(Quiero saber porque cambia de color).

Entonces, Amy entra sonriente.

—¡Tails, hola!—Exclama Amy con una sonrisa mientras lo saluda con la mano—Dado que Sonic y Knuckles no están, pensé que quizás podríamos hacer algo tú y yo.

La gema vuelve a cambiar de forma, esta vez adquiriendo un color amarillo. Tails mira a Amy, creando una teoría en su cabeza.

—(Discúlpame Amy, pero es por el bien de la ciencia)—Piensa Tails mientras gira su silla para ver a la eriza rosa—Amy, ¿no tienes otra cosa que hacer?

Los ojos de Amy se abren de sorpresa, y rápidamente sus puños se tensan.

—¿Cómo te atreves?—Lo dice de manera molesta—Ni que fueras el único en el mundo.

Entonces la gema adquiere un color rojo escarlata. Tails necesita hacer una última prueba para confirmar su teoría.

—E-Estaba bromeando—Tails responde de manera nerviosa—Era una broma, perdón, no soy bueno con eso.

—¿Broma? Pues qué broma tan mala...—Amy baja la mirada entristecida.

La gema se torna de color azul pastel. Tails se levanta con una gran sonrisa.

—¡Gracias Amy!—Tails lo exclama de manera emocionada—He descubierto el porque estas gemas cambian de color, reaccionan a las emociones de las personas que tiene cerca, hasta ahora se había mantenido gris dado mi confusión, después amarilla cuando llegaste porque estabas de buen humor.

—¿Y decidiste herir mis sentimientos por la ciencia?—Amy levanta los hombros, restándole importancia—Okey, puedo vivir con eso.

La gema cambia a un amarillo y verde se estremezcan. Tails lo interpreta como la combinación entre la alegría y tranquilidad que hay entre ambos.

—Lo bueno es que no representan ningún peligro—Añade Tails, apagando su computadora—Llamaré a Sonic para decirle mi descubrimiento.

—Nuestro descubrimiento—Corrige Amy de manera presumida—Además, no creo que sea buena idea llorando, está en su cita con Knuckles.

—¿Entonces si es una cita, cita?—Enfatiza el zorro—¿Osea, cita como amigos o cita como...no amigos?

—Creo que como no amigos.

Tails guarda el comunicador, y se mantiene pensativo unos cuantos segundos.

—¿Crees que si ocurra algo entre ellos?—Pregunta Tails de manera curiosa; Amy se lleva una mano a la barbilla y se sienta en una silla junto a su amigo.

—No tengo ni idea, honestamente, de todas las combinaciones posibles no creí que Sonic se fijara en él...—Amy recarga su cabeza en su mano—Espero que terminen juntos.

—Apuesto que Sonic se declara primero.

—Nah, apuesto que Knuckles se enamorará y se le confesará a Sonic.

—¿Quieres apostar?—Pregunta Tails con una sonrisa divertida, alza su mano para sellar el trato. Amy lo medita unos segundos, pero una risita le da un apretón de manos al zorro.

—Bien, que empiece el juego.

La gema se torna en un color rojo morado intenso, siendo una prueba de la complicidad entre ambos amigos.

(・・・)

El erizo azul y el equidna rojo llegan a Casino Night Zone, dónde la fiesta apenas había comenzado. Luces neón, ruletas rusas, casinos, música y juegos mecánicos son el pan de cada noche.

Knuckles mira el sitio un poco boquiabierto, entonces Sonic le sonríe de manera divertida y le entrega un codazo amistoso.

—Y bien, ¿qué opinas?—Pregunta Sonic, mirando al equidna con intriga.

—Muy distinto a Green Hill o Sky Sanctuary...—Knuckles escucha los sonidos de las tragamonedas—Es muy...¿vibrante? Creo.

Sonic suelta una risa, y le pasa un brazo al hombro de Knuckles.

—Te vas a divertir, lo prometo, ¿qué quieres hacer?

—Ni idea—Knuckles sonríe con connivencia—Lo dejo en tus manos, sorpréndeme.

La sonrisa de Sonic se agranda, y sin pensarlo mucho, toma la muñeca de Knuckles y lo jala suavemente hacía un enorme carrusel decorado con luces de neón y música electrónica. Knuckles tan sólo se deja guiar, un poco abrumado de los sonidos y ruidos que hay por todas partes; menos mal que Sonic está ahí para hacerse cargo de todo.

—¿Qué tal un carrusel?—Pregunta Sonic sin dejar de soltar al equidna—Algo suave para entrar en ambiente.

—Bien...—Knuckles muestra una sonrisa desafiante—Pero después quiero ir a las máquinas, quiero saber quien de los dos gana más puntos.

—¡Claro!

Ambos se suben al carrusel, Sonic encima de una motocicleta y Knuckles un dragón, los dos decorados de manera extravagante. Sonic alza los brazos, entusiasmados, mientras que Knuckles sonríe con ligereza.

—Pareces un niño pequeño—Expresa Knuckles

—Eso es porque aún no se mueve—Responde Sonic alegremente.

Entonces el carrusel comienza a andar con una rapidez moderada. Knuckles abraza el cuello de su dragón dado que había olvidado la sensación. Mientras que Sonic se ríe por la reacción del rojizo.

—¿Qué tal? ¡Nada mal, eh!—Exclama Sonic con burla, viendo como Knuckles es el que parece un niño ahora.

—¡Creí q-que estás cosas eran para niños!—Dice Knuckles nerviosamente, pero se nota que lo disfruta.

—¡Pues entonces prepárate para una noche muy movida!—Grita Sonic mientras el carrusel avanza a una velocidad más acelerada.

Knuckles observa a Sonic, su sonrisa de idiota, gritando como si estuviera en una montaña rusa. Knuckles se permite alzar los brazos y dejándose llevar por la emoción, no oculta su emoción.

—¡Woah!—Exclama Knuckles mirando al frente, mientras que ahora es Sonic quien voltea a verlo.

Sonic no sabe si es por la emoción o el vértigo, pero jura que Knuckles luce resplandeciente, su sonrisa, sus ojos, su voz, sus brazos...Sonic siente ese flechazo directo en su pecho. Lo ha sentido muchas veces; sabe que se ha vuelto a enamorar de su amigo.

Después de varias vueltas, el carrusel se detiene. Ambos sienten un ligero mareo, y se bajan con una gran sonrisa.

—Siguiente parada, las tragamonedas—Expresa Sonic—¿Estás bien? Te veo un poco encorvado.

—Si, mi cerebro necesita procesar un poco—Knuckles agita un poco su cabeza para despejarse—Creo que mi cerebro es tan hueca que me mareo fácil.

—Finalmente algo con lo que estamos de acuerdo.

—Cállate—Responde Knuckles con una sonrisa mientras empuja amistosamente al erizo—Sólo yo puedo burlarme de mí mismo.

—No deberías burlarte tanto de ti mismo, eres muy genial para eso—Comenta Sonic mientras desvía la mirada. Knuckles lo observa creyendo que era otro comentario sarcástico, pero Sonic lo decía en serio.

—Tú nunca...me tratas así—Dice Knuckles de manera pensativa—Al contrario, eres el primero en burlarte de mí.

—Eso se acabó—Sonic le sonríe de manera linda—Ahora te diré a diario lo increíble que eres.

—No es necesario que lo hagas—Knuckles desvía la mirada, ligeramente sonrojado y con una sonrisa pequeña—Porque sino, tendría que devolver los cumplidos para estar a mano.

—Por mí no hay problema—Expresa Sonic, se siente feliz por haberle provocado un sonrojo al equidna.

—Como sea, ya quiero ver las tragamonedas—Añade Knuckles de manera nerviosa cambiando de tema abruptamente—Ni siquiera sé cómo se juega, pero estoy seguro de que te ganaré.

Sonic ríe un poco, y con confianza, vuelve a tomar la muñeca de Knuckles para guiarlo hacía el casino. Knuckles no se interpone, y eso hace que Sonic quiera tomarle esta vez la mano; pero decide no hacerlo.

Llegando al casino, directo a las máquinas tragamonedas, Sonic y Knuckles pasan un agradable momento juntos. Sobre todo porque ninguno de los dos se tomó la molestia de aprenderse las reglas, sólo apretaban botones y tiraban de una palanca.

—¿Eso significa que gané?—Pregunta Knuckles mientras ve unos símbolos en la pantalla de la máquina.

—Ni idea—Comenta Sonic mientras le echa unas monedas a la máquina y vuelve a tirar de la palanca—De lo único de lo que estoy seguro es que estamos desperdiciando nuestro dinero.

Los números en la máquina dan vueltas sin parar, entonces se detienen en un 777, y las luces de la máquina comienzan a girar. Las demás personas ven a Sonic y Knuckles con asombro, tanto que una empleada del casino se acerca alegremente.

—¡Muchas felicidades, han ganado el premio mayor de esta noche!—Exclama la trabajadora, una coneja antropomórfica color blanco—¡Una cena romántica en el mejor restaurante de la ciudad, todo incluido!

—(¿Qué clase de premio es ese?)—Se pregunta Knuckles—(Estoy seguro que Sonic no querrá...)

—¡Genial, lo acepto!—Exclama Sonic mientras le guiña el ojo a la coneja—¿Puede guiarnos hacía el restaurante?

—Claro, adelante—Dice la coneja con una sonrisa servicial.

—Vamos Knuckles, hace rato escuché tu estómago rugir—Asegura Sonic mientras observa el equidna—Y yo también me estoy muriendo de hambre.

—Pero es una cita romántica—Enfatiza Knuckles—¿No te molesta?

—No, ¿a ti sí?—La expresión de Sonic cambia a una más seria.

—Pues...—Knuckles se analiza así mismo, y se da cuenta que su estómago es más fuerte que sus emociones—No, no realmente.

Y es la verdad, a fin de cuentas sólo estaría cenando con Sonic en el mejor restaurante de la ciudad, siendo una cena romántica a modo de premio en el casino. Pero si ambos no lo ven romántico, entonces no tiene por qué serlo.

Lo que Knuckles no sabe, es que Sonic está brincando en su mente por la emoción; ¿acaso el destino le está diciendo que sí debería declararse a Knuckles después de todo?

La coneja de color blanco los lleva a la azotea del casino, dónde un lujoso restaurante se abre paso ante ellos. La coneja le comenta a un pájaro camarero que ellos son los ganadores del premio mayor de esta noche. El pájaro asiente y los conduce a la mejor mesa del lugar, al aire libre, con velas y con la mejor vista del lugar, dónde una rueda de la fortuna se aprecia en la lejanía, al igual que las luces de la ciudad. Todo el escenario parece en sí una fiesta andante.

Sonic y Knuckles toman asiento, y el pájaro les ofrece el menú. Sonic parece emocionado por todos los platillos mientras que Knuckles trata de descifrar algunas palabras.

—¿Una parrillada debe ser necesariamente carne?—Pregunta Knuckles.

—También puede ser de pescado, o hasta verduras—Sonic cierra el menú—Yo pediré sushi, hace tiempo que no los como.

—Pues creo que pediré carne—Knuckles baja el menú—Algo rústico.

Tras ordenar sus comidas y limonadas minerales. Sonic entrelaza sus dedos y mira a su compañero con ternura.

—Esto es lindo—Expresa el azulino—Parece que la suerte nos quería dar esta bonita cena.

—Quizás—Responde Knuckles admirando la vista de la ciudad—Toda la ciudad está cubierta de luces y música.

—Es una ciudad muy fiestera—Sonic observa la rueda de la fortuna, tan alta que se destaca.

—Sonic, ¿por qué querías que estuviéramos aquí únicamente nosotros dos?—Knuckles posa su vista en los ojos verdes de Sonic—Me estoy divirtiendo mucho y lo agradezco pero tengo curiosidad, es que nunca me habías prestado tanta atención.

El mesero les entrega sus platillos y bebidas. Sonic rápidamente toma su copa de limonada mineral y sonríe con gracia antes de darle un sorbo, mientras que Knuckles toma un tenedor.

—¿Qué tiene de malo?—Dice Sonic mientras gira suavemente su copa—Hemos pasado por muchas cosas juntos y quería que conocieras la ciudad, pude haber venido aquí con Tails o Amy, pero simplemente te invité a ti, no tiene mucha ciencia.

—¿Con Amy o Tails hubieras aceptado esta cena?

Sonic baja la copa, y muestra una suave sonrisa ante la terquedad de Knuckles.

—Fue sólo una coincidencia que me haya ganado esto, tampoco te creas mucho Knux.

En cuanto Sonic dijo eso se arrepintió; quería hacer sentir único a Knuckles, no lo contrario; ¿tanto le costaba decir "quería que tuviéramos una noche especial"?

Ambos comenzaron a cenar en silencio, detalle inusual en ellos dado que Sonic le encanta hablar, y a Knuckles le gusta decir su opinión. Sonic no quería que la cita de no amigos se arruinara; aún tenían tantas cosas por hacer y tantas palabras que decir.

—¿Quieres?—Pregunta Sonic mientras alza un sushi entre los palillos.

Knuckles lo observa, pero entonces alza los hombros, y simplemente abre la boca, dejando sorprendido a Sonic.

—(¿Acaso quiere...?)—Sonic sonríe de manera traviesa, la sola idea en sí le parece maravillosa.

Sonic le entrega el sushi directo en la boca de Knuckles. El rojizo lo prueba y hasta sonríe de lo delicioso que está.

—Nada mal—Comenta Knuckles antes de darle un sorbo a su limonada—¿Eh, a qué viene esa cara?

Sonic se le había quedado mirando con los ojos abiertos y con la imaginación volando por todas partes.

—Nada, sólo nunca habías hecho algo así, o por lo menos no así conmigo.

Knuckles vuelve a levantar los hombros, con una media sonrisa. Sonic no sabe si se está burlando.

—Sólo lo hice, no tiene mucha ciencia, no te creas mucho Sonic—Responde Knuckles sin perder el gesto.

Sonic no puede evitar reír. No tiene nada de qué preocuparse; la cita de no amigos está a salvo.

Después de la cena, Sonic ya tiene en mente el siguiente punto de parada: la rueda de la fortuna.

—Espero que no mareé tanto como el carrusel—Comenta Knuckles cuando escuchó el plan del erizo.

—No te preocupes, ambos necesitamos algo tranquilo después del banquete que nos acabamos de dar—Responde Sonic mientras vuelve a tomar la muñeca de Knuckles.

Knuckles quería preguntarle a Sonic si también le toma la muñeca al resto de sus amigos; pero prefirió callar y dejar que Sonic lo guiara dónde quisiera.

—(Se siente raro estar así con él)—Piensa Knuckles mientras ambos salen del casino—(No está actuando como normalmente lo hace, no soy muy listo pero hasta yo sé ver eso).

Entonces Knuckles aparta con suavidad su muñeca de la mano de Sonic. El erizo lo mira curioso, preguntando a sí mismo si estaba incomodando a Knuckles.

—Es más fácil si me llevas así—Comenta Knuckles antes de tomar directamente la mano de Sonic.

Sonic sintió en ese preciso momento otro flechazo; ni siquiera recuerda la primera vez que sintió esa atracción hacia Knuckles, pero le gustaba sentirlo. No importaba si era otro varón, si era bruto, desconfiado o no adepto a la lógica; es Knuckles. Su amigo. Su compañero en esta cita.

—Como desees—Responde Sonic mientras le guiña el ojo.

Caminar bajo el cielo nocturno, rodeado de luces neón bajo un suelo brillante creaba un ambiente peculiar. Sonic está indeciso, no sabe si hablar o querer estar en silencio.

Sentir su mano entrelazada con la de Knuckles provoca mil flechazos en Sonic, cada una más letal que la anterior. Sonic sabe que está caminando por hielo delgado, pero al mismo tiempo, el equidna parecía guiarlo a su propio corazón. No parece tan a la defensiva, ¿debería hacer algún movimiento?

—Knuckles...—Dice Sonic sin soltar la mano del rojizo.

—¿Mmh, ahora qué?—Pregunta Knuckles con una ligera sonrisa, incitando más los impulsos del erizo.

—Yo...

—¡Mira!—Exclama Knuckles mientras ve a la lejanía—No hay casi nada de fila para la rueda de la fortuna, es la señal de que debemos subir ahora.

Antes de que Sonic pueda responder, Knuckles lo arrastra hacía la dichosa rueda de la fortuna, dónde sólo un par de personas esperan su turno. Knuckles suelta la mano de Sonic; y para el erizo, le hace pensar que el momento ha pasado.

—¿Te imaginas si Eggman nos ataca ahora?—Pregunta Knuckles mientras se cruza de brazos.

—Ja, ni se le ocurra—Dice Sonic entre risas.

Después de varias bromas, llega su turno. Ambos entran a una de las cabinas y suavemente comienzan a levitar. Sonic tiene las mejillas un poco sonrojadas, porque le parece un escenario en vivo romántico. Mira por la ventanilla y observa Casino Night Zone desde una perspectiva diferente al del restaurante.

—Todo se siente tan lejano—Expresa Sonic con una sonrisa, sin mirar al equidna.

—Y tan pequeño—Añade Knuckles.

—¿Sabes Knux?—Sonic parece estar pensando en voz alta—Esto se siente tan bien que no sé porque no lo habíamos hecho antes.

—Pues creo que nunca se nos ocurrió—Knuckles tampoco aparta la mirada de la ventana.

—¿Te gustaría repetirlo un día de estos?—Sonic ya no atendía al razonamiento; se deja llevar por las emociones.

—Amm...—Si Sonic hubiera volteado, habría notado el rostro ligeramente avergonzado de Knuckles—Si, si tu quieres...

Sonic cierra los ojos un momento y siente un ligero vértigo. Escucha los latidos de su corazón y pensamientos. No le teme a nada; mucho menos a Knuckles.

Sonic abre los ojos, se gira a ver a Knuckles y toma su mano. Knuckles lo mira con los ojos abiertos, como si quisiera decir algo pero al mismo tiempo no.

—Knuckles, yo puedo salir a dónde sea con quien sea—Dice Sonic con una sonrisa radiante y un brillo en los ojos—Pero jamás será como salir contigo.

—¿Qué...?—Knuckles se sonroja un montón y aprieta los labios de sorpresa—¿Y por qué no? Somos amigos, igual que eres amigo de Tails, Blaze, Shadow, ¡quien sea!

La cabina se detiene en su punto más alto. No sólo la rueda de la fortuna se ha detenido, sino también el mundo entero. Ambos varones se miran, con las manos juntas y con el corazón latiendo a dos mil por horas.

—No Knux—Dice Sonic en un tono suave, admirando lo sonrojado y nervioso que se encuentra Knuckles—Tu mismo lo has notado, el trato que he tenido contigo es especial.

—Pero...—Knuckles sigue fingiendo ingenuidad—¿Por qué?

El azulino suelta un suspiro cansado, pero sin deshacer su sonrisa. Aprieta con un poco más de fuerza la mano de Knuckles, en un intento de transmitir sus intenciones.

—Knuckles—Pocas veces Sonic habla en un tono de voz tan serio—Lo diré directo...

—(Oh...)—Es lo único en lo que piensa el equidna, con la boca ligeramente abierta, perdido en los ojos verdes de Sonic.

—Tu—Sonic acerca más su rostro al de Knuckles—Me-gus-tas.

La rueda de la fortuna empezó a descender, a diferencia de los nervios de Knuckles que sólo van en aumento. No sabe si quiere apartar la mano de Sonic para golpearlo o saltar por la ventana.

—Claro que no—Responde Knuckles apartando su mano con suavidad, dejando extrañado a Sonic—No te gusto.

—¿Eh?—La sonrisa de Sonic se disminuye un poco—¿Y por qué estás tan seguro de que no?

—Es obvio—Knuckles mira por la ventana con una sonrisa nerviosa—Eres tú, y yo soy yo, sólo hay que mirarnos.

Sonic no lo entiende, y no está seguro de querer entenderlo.

—Me gustas Knux, aceleras mi corazón de una manera diferente al de una carrera o aventura, puedo estar en esta misma situación con quien sea, pero cuando se trata de tí, no quiero otra cosa más que sostener tu mano y expresarme.

Knuckles seguía sin mirar al erizo; no decía nada, y Sonic no iba a echarse para atrás por nada en el mundo. Si pudiera volver atrás en el tiempo, volvería a declararse. Volvería con Knuckles siempre.

Su cabina llega al suelo. Bajaron en silencio, y Sonic comenzó a añorar pasear tomado de la mano con Knuckles. Knuckles camina mientras que Sonic lo sigue. Ninguno parece tener ganas de decir nada. Sonic suelta un suspiro cansado, mientras que Knuckles sigue marchando sin rumbo fijo por la iluminada ciudad.

—(¿En serio no se daba cuenta?)—Se pregunta Sonic ligeramente molesto—(¿O sólo fingía no darse cuenta? ¿Y por qué está enojado en primer lugar? ¡Tengo derecho a expresarme!)

Ambos llegan a las orillas de Casino Night Zone, dónde las personas, la música, las atracciones y las tragamonedas se pierden en la lejanía. Knuckles sigue caminando y Sonic decidió que ya era suficiente.

—Okey okey, ¿a dónde vas?—Exclama Sonic con el ceño fruncido—Nunca habías venido aquí, y no sabes regresar Sky Sanctuary, si estás molesto bien, pero tampoco seas tan terco.

Knuckles se gira a mirar al azulino; y sólo así Sonic se da cuenta que el equidna sigue sonrojado.

—¡No estoy molesto, estoy muy confundido!—Exclama Knuckles apretando sus puños—Nadie se me ha declarado jamás, ¿y por qué de todas las personas tenías que ser tú? ¡Eres Sonic! Tienes a todo el mundo detrás de ti, entonces...¿por qué yo?

La voz de Knuckles se suaviza, incluso tiembla un poco. Sonic no sabe que expresar; su amigo era una tormenta de emociones y dudas. Knuckles hablaba en serio: no entendía.

—Déjame llevarte a casa y ahí charlaremos en paz—Comenta Sonic en una voz suave, temiendo que Knuckles salga corriendo y se oculte en algún rincón oscuro.

—Me gustaría charlar ahora...—Knuckles ya no se atrevía ni a mirar a Sonic a la cara.

—Entonces busquemos un sitio más privado—Sonic esboza una sonrisa tierna—Sólo déjame guiarte, como hemos hecho toda la noche, ¿si?

Knuckles lo piensa un momento, pero termina aceptando asintiendo la cabeza. Sonic ahora navega, quería volver a tomarle la mano al rojizo, pero entendió que quizás no era lo más apto. Sonic comienza a caminar, ahora con Knuckles siguiéndolo.

Sonic tenía en mente el sitio perfecto. Y tras caminar un poco llegaron a la cueva que junto con Tails habían descubierto. Las gemas brillaban en un tono azul marino, pero cuando Sonic y Knuckles pusieron un pie dentro, las gemas entremezclaron sus colores en azul marino y un verde pálido.

El azul representa la tranquilidad de Sonic. El verde los nervios de Knuckles.

—¿Qué es este lugar?—Preguntan el equidna.

—Apenas hoy Tails y yo supimos de su existencia—Responde Sonic—Según Tails, manifiestan cierta energía pero nada peligroso, son inofensivas, es curioso como cambian de color ¿no crees?

—Quizás tienen algún efecto.

—Confío en Tails, él ya las ha investigado, y si no me ha dicho nada es porque no hay nada de qué preocuparse.

Knuckles no puede evitar sonreír un poco por la gracia, a veces no entiende la lógica del erizo, pero es mejor dejarse llevar por ella que cuestionarla.

Caminan un poco, y dado que la cueva no es muy larga, rápidamente alcanzan las profundidades; si es que se le puede catalogar como tal, porque es tan ridículamente corta que ambos pueden ver la salida.

—Pues bien...—Sonic se mentaliza, esto es algo que temía: tener que defender sus sentimientos.

—Pues bien...—Repite Knuckles en un murmuro; su cabeza sigue llena de dudas pero deja que sea Sonic quien hable primero.

Sonic se para frente a Knuckles, y las gemas comienzan a tener varios colores: verde, azul, gris, y un poco de rojo, una prueba de todas las emociones atascadas ahora mismo.

—Knux, no sé qué más quieres de mí—Sonic mantiene su sonrisa gentil—Me gustas, y nada de lo que digas negará ese hecho.

Knuckles finalmente lo mira a los ojos, tiene esa expresión molesta de siempre. La misma que pone cuando Sonic le juega una broma o cuando Rouge intenta llevarse la Esmeralda Maestra.

—Quiero saber porque—Responde el rojizo en un tono firme y cruzado de brazos.

—¿Eh, en serio preguntas porque a alguien le puede gustar otro alguien?—La sonrisa de Sonic denota diversión, como si le estuvieran contando un chiste—Pues verás, existe una hormona llamada oxitocina que se activa...

—¡Si sé de eso!—Exclama Knuckles enojado, provocando que Sonic se ría un poco—Lo que quiero sabes es...¿por qué yo?

—¿Y por qué no?

—No respondas una pregunta con otra pregunta.

—Okey...—Sonic medita su respuesta, pero opta por lo más sencillo: la sinceridad—Precisamente porque eres tú, eres Knuckles, guardián, guerrero, héroe, compañero, amigo y ahora interés, ¿debo justificar mis sentimientos?

Las gemas alrededor de Knuckles se tornan gris y un rosa pálido; una mezcla de su confusión y halago. Del lado de Sonic, las gemas se colorean amarillo, siendo una felicidad sin el menor rastro de dudas.

—Esta salida...—Knuckles traga saliva antes de corregirse—Esta cita...te noté extraño, tan atento y amable, siempre eres así pero... querer tomar mi mano, cenar conmigo, subirnos a una rueda de la fortuna, son cosas que se sintieron...

—¿Intimas?

—Si, íntimas—Knuckles baja la mirada, y las gemas a su alrededor se tornan verde pálido, demostrando su nerviosismo al completo—Sé que no soy una persona que capta las indirectas...y las directas también, pero si vi que sonreías y reías de una manera diferente, por eso supe que esta era una ocasión especial.

—¿Y estuviste bien con eso?

Knuckles asiente y levanta la mirada para encontrarse con la de Sonic.

—Cuando me invitaste salir a Casino Night Zone, pensé "Sonic querrá tener una carrera o una aventura por ahí, será lo mismo de siempre"—Confiesa el equidna—Pero entonces fuimos al carrusel, jugamos en el casino, aceptaste esa cena...todo se volvió confuso, y después en la rueda de la fortuna todo se volvió claro.

Sonic no quería hacer otra cosa sino escuchar, no importa si hay un rechazo guardado al final; pero sintió como si Knuckles le fuera totalmente sincero, bajando su temperamento dejando sus nervios a flor de piel. Esto también se siente íntimo.

—No me importa en sí que te hayas declarado—Añade Knuckles con las mejillas teñidas—Es sólo que me cuesta creerlo, eres increíble Sonic, la persona más increíble que haya conocido, y me siento estúpido porque no hago otra cosa que dudar en vez de aceptarlos, pero...pero es que en serio me cuesta trabajo.

Sonic da un paso hacía Knuckles. Otra vez siente que camina sobre hielo delgado, pero Knuckles se ve tan cerca y a la vez tan lejos. Sonic sonríe con gentileza; si quiere que Knuckles lo entienda, entonces él debe entender primero a Knuckles.

—Me gustas porque eres sincero—Responde Sonic en voz baja, y las gemas de su lado se colorean en un rosa intenso—Nunca tienes segundas intenciones, nunca dudas, nunca temes, eres apasionado en lo que haces, ya sea cuidar la Esmeralda Maestra o cortar un jitomate, lo haces con todo tu esfuerzo, y a pesar de que eres desconfiado, o no hayas tenido mucha interacción con el resto del mundo...estás dispuesto a dar un oportunidad, ha conocer, y eso Knux, me parece lo más genial que he visto nunca.

Las gemas alrededor de Knuckles cambian a un rosa pálido. Knuckles parpadea confundido, pero finalmente se da cuenta que no tiene escapatoria. Los sentimientos de Sonic son verdaderos. Y no hay nada de malo en ello.

—Sonic...—Knuckles siente su corazón latir con fuerza—No sé qué decir...

—Prueba diciendo un "gracias"—Sonic muestra una sonrisa genuina, enseñando el blanco de sus dientes.

—Eh...—Knuckles muestra una pequeña sonrisa—Gracias, a veces me desespera tus bromas, pero eres genial, en serio.

Esas palabras fueron flechazos para Sonic.

Sonic ya estaba preparado para salir y seguir con su amistad como si nada, hasta que Knuckles lanza una última flecha.

—¿Volveremos a tener una cita?

Sonic se detiene y mira a Knuckles con asombro. Knuckles levanta los hombros con una pequeña sonrisa.

—¿Me estás pidiendo una cita?—Sonic sonríe con orgullo, nunca creyó que este día llegaría.

—Si, no, no sé—Knuckles gira su cabeza con el ceño fruncido y sonrojado—Digo, si me gustaría.

—¡Por supuesto!—Sonic toma el rostro de Knuckles entre sus manos—Tengo un montón de sitios que quisiera visitar contigo, y un montón de cosas que podemos hacer como bailar, cocinar, algún deporte extremo, pero claro, tú también decides.

Knuckles mira a Sonic con ternura. Sonic se ve tan emocionado que incluso suelta una ligera risa.

—Entonces tendremos que salir muchas veces—Comenta Knuckles. Sonic toma su mano, sumamente ansioso.

—¡Genial!—Sonic suaviza su rostro—Pero ¿saldremos como amigos o...?

Knuckles ve que las cosas no son tan complejas como se ven a simple vista. El sentimiento que se formó hacía Sonic a lo largo de la cita adquiere un nombre.

—Creo que...—Knuckles intenta camuflar el temblor en su voz—Será emocionante saber a dónde nos llevará esto.

Sonic siente un millón de flechazos justo en su pecho. Con una gran emoción acumulada, toma a Knuckles de los hombros, quería decirle algo pero su mente estaba en blanco. En lugar de eso, dejó que su cuerpo lo llevara por donde quisiera. Sonic se inclina hacía Knuckles.

—¡Oye, espera...!—Exclama el equidna con una sonrisa nerviosa y con las gemas a su alrededor en rosa puro.

Sonic besa a Knuckles directo en los labios. Encima fue un beso eterno de un minuto; (que Knuckles sintió como treinta, y Sonic como diez segundos).

Knuckles levanta las manos pero no empuja a Sonic; de hecho comenzó a sentir el cuerpo debilitado, y dejó que el erizo se apartara cuando quiera. Una vez se finaliza el beso, Knuckles no sabe si golpearlo o reírse.

—Amm—Sonic levanta las manos con una media sonrisa—Perdón, eso estuvo fuera de lugar.

—Lo estuvo idiota—Knuckles tiene una sonrisa burlona—Siempre haces estas cosas, actuas sin pensar.

—¡Prometo controlarme mejor!

—Ajá...—Pero la sonrisa de Knuckles no se disuelve—Como sea, salgamos de aquí, es tarde.

Knuckles toma la mano de Sonic y ambos caminan rumbo a la salida, dejando todas las gemas de un rosa brillante, siendo testigos del nuevo terreno que Sonic y Knuckles están dispuestos a explorar.

Tails ha ganado la apuesta. Amy tenía razón en que Knuckles también caería en el sentimiento. Sonic tiene una sonrisa triunfadora; y Knuckles se siente aliviado por conocer estas nuevas sensaciones.

Ya sea el casino, un restaurante, la rueda de la fortuna o una caverna perdida, Sonic y Knuckles se sienten entusiasmados por todo lo que está por descubrir. Por haberlo cazado, y ahora mantenerlo.

Fin

Estoy re orgullosa de este fanfic <3 me gustó mucho escribirlo, espero que también les haya gustado. Lo más probable es que cuando salga la temporada 3 de Sonic Prime vuelva a escribir de ellos u otro ship ❤

Gracias por leer!! Vota y comenta si quieres más historias así (。- ω -) 💙❤️

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