• Capítulo 18 •
—Adelante, muéstrame lo que tienes —aceptó el chico de mirada carmesí, estaba bastante confiado, pero en lo profundo de su ser un pequeño nerviosismo empezó a molestarlo.
—¡Todoroki san! ¡Usted diga el aparato en el que nos debemos enfrentar!
Shōto aún con una mirada de desaprobación hacia Neito sólo rueda los ojos y observa a Katsuki para ver si de verdad estaba de acuerdo con eso, a lo que el menor lo miró decidido como si le dijera "Voy a aplastarlo no importa en qué aparato".
—Barras paralelas —dijo el bicolor sorprendiendo a todos los presentes a excepción de los participantes. El mánager había elegido el aparato en el que mejor se destacaba Monoma.
—Vamos senpai, ¿Lo dices en serio? —empezó a reír el rubio— No quisiera humillarlo tan pronto.
—Haré que te tragues tus asquerosas palabras —sonrió el rubio ceniza empezando a estirarse.
—Supongo que el entrenador y los estudiantes de tercero serán los miembros del jurado —agregó Shinsō.
—Será una interesante competencia —sonrió Mirio golpeando con suavidad el hombro de Tamaki que solo desvió la mirada desinteresado.
—Entonces Monoma muestra tu rutina mientras que el joven Bakugō calienta —ordenó Aizawa cruzándose de brazos, tenía que admitir que le daba cierta curiosidad ver de lo que era capaz ese rubio ceniza.
—No hay problema —dijo Neito colocándose únicamente las cintas en las muñecas para luego dirigirse a las barras.
Midoriya un poco confundido se acerca al bicolor para empezar a cuestionar el porqué de su elección a lo que el mayor solo responde:
—Elegí ese aparato para no dejarle las cosas tan fáciles a Bakugō —el pecoso lo observa sorprendido, Todoroki no se veía para nada preocupado, es más, parecía que ya sabía quién saldría vencedor de la competencia.
—¿Cómo es que estás tan confiado?
—Supongo que sé un poco sobre tu amigo de infancia —Izuku se queda callado, Monoma estaba por empezar su rutina y ambos no querían perderse ni un segundo de lo que pasaría.
Comenzó bastante bien con una entrada en la punta, "felgue" a parada de manos, una "sumida" y un mortal al frente con escuadra al apoyo a manos.
Sus brazos estaban extendidos lo cual era buena señal porque mantenía los puntos, lo único en lo que fallaba un poco era en su línea, si no se mantenía equilibrado mientras estaba parado de manos en las barras eso podría perjudicar un poco su puntaje.
"Peters", parecía que terminaría con la calificación perfecta a pesar de que al momento de hacer la salida hizo un doble de escuadra de dificultad media, la clavada no fue perfecta y dio un paso largo hacia atrás lo que le restaba puntos.
El rubio no le dio importancia y simplemente alzó los brazos en señal de haber terminado con su demostración. Había hecho todo bien, pero esa última parte siempre le salía mal.
Como Todoroki había dicho, nadie de primero podía clavar bien las salidas. Los espectadores aplaudieron, sobre todo los sus compañeros de año porque daban por hecho que aquella rutina del rubio había sido perfecta y que el puntaje que obtendría serían más que suficientes para ganarle al gimnasta desconocido.
Cuando la atención pasó a Bakugō este ya se encontraba colocándose los guantes, muñequeras y cintas. Unos cuantos con solo verlo ponerse el equipo de protección ya se daban cuenta de lo perfeccionista que era, su mirada era completamente diferente al que vieron al ingresar.
—¿Qué pasa? ¿Por qué tanto equipo? ¿Te da miedo dañar tus manos, princesa? —habló Monoma burlándose de Katsuki de manera muy desagradable, pero el rubio ceniza no le prestó atención hasta que terminó de prepararse.
—No me da miedo dañar mis manos, pero prefiero asegurar mi victoria —dijo convirtiendo sus palmas en puños y caminar hasta la tiza, necesitaba estar seguro de sí mismo y de las barras para poder realizar su rutina.
Hizo unos cuantos ajustes antes de empezar, las barras paralelas tienen una altura de dos metros y una separación entre cuarenta y cuatro centímetros, tenía que estar seguro de que todo estaba como le gustaba para no cometer los mismos errores que la primera vez que le presentó su rutina al mánager el día que lo conoció.
Todos los integrantes del club miraban con atención cada cosa que hacía, los más experimentados sintieron una vibra enorme de superioridad, una sola mirada de Bakugō les daba escalofríos y ni siquiera eran ellos los que competían contra él.
Ahora era turno de Katsuki, empezó con un "diamidolf" con medio giro más, su mirada de concentración era intensa a pesar de no estar viendo algo en específico, Monoma se le queda observando con desagrado, a simple vista notaba que no estaba nervioso, de hecho, se le veía demasiado confiado. "Makutch" un elemento que tiene tres cuartos de "diamidolf" y tres cuartos de "giri", "felgue" con medio giro, parece que la suerte estaba de su lado, la rutina que había escrito era bastante fácil de manejar y con elementos difíciles, para finalizar hace dos mortales hacia el frente con medio giro y como era de esperarse un clavado perfecto.
Todos se quedaron sorprendidos por aquella actuación, literalmente fue más que perfecta, tenía los brazos y las piernas bien extendidas, su línea y control impecable, no parecía haber fallas en su demostración y el final fue exacta. Alzó los brazos finalizando con su rutina para luego dedicarle una mirada de reojo al rubio, tanta era la diferencia entre ellos que Monoma se quedó callado.
—Así es como se hace, malditos extras —escupió mostrando su pulgar abajo.
Obviamente se dirigía a todos los estudiantes de primer año que no pudieron evitar tener la boca abierta. La manera en la que hizo su rutina era del mismo nivel que los estudiantes de tercero e incluso podría decirse que más.
Pero esto no era algo normal en Bakugō, él tuvo que planificar varias veces aquella rutina para sentirse cómodo y no tener la posibilidad de caer o lastimarse, podría decirse que unas cuantas semanas de práctica fue lo que le costó.
—Supongo que no hay necesidad de decir los puntajes —habló Mirio con una sonrisa tranquila.
—Ahora entiendo porqué es que lo quieren en el club —comentó Tamaki en voz baja siendo Tōgata el único que lo escuchó
Aizawa se acercó al rubio ceniza y bastante serio lo observo de pies a cabeza.
—¿Cuánto tiempo llevas en la gimnasia?... —Katsuki elevó la vista al techo intentando recordar cuando fue.
—Desde los seis —confesó sin darle mucha importancia.
—¿Entrenaste todos esos diez años seguidos?
—Mm... no, lo había dejado en la secundaria por temas personales ¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio?... —reclamó cruzándose de brazos.
Todoroki se acercó hasta ellos para impedir que ocurrieran cosas algo problemáticas y sostuvo el hombro del rubio ceniza para tal vez calmarlo un poco, el entrenador Aizawa podía ser un tanto intimidante en ocasiones...
—¿Por qué no ingresaste al club? —cuestionó el azabache.
—Digamos que me gusta tener libertad y decisión propia.
—¡Ok! —interrumpió el bicolor— Bakugō tus manos siguen con tiza, te acompaño al baño para que te las laves antes de que te toques la cara, anda, rápido —ordenó tironeándolo del brazo.
—¡Déjame mitad, mitad! —gritó mientras era sacado del gimnasio.
Los demás solo se los quedaron mirando, aquellos dos eran una combinación rara, algo como el yin y el yang.
—Y... Aizawa sensei ¿qué opina de Bakugō kun? —cuestionó Mirio internamente diciendo: "Les dije que tenía potencial".
—Creo que ya sabes lo que estoy pensando, es un prodigio. Podría decirse que nació para hacer esto, no tenerlo en el club sería desperdiciar sus habilidades.
—Justo lo que pensé.
—Pero que ingrese o no, esa será su decisión, no podemos ser insistentes —dijo finalizando su conversación para luego avanzar unos cuantos pasos y ordenarles a los demás seguir entrenando.
Monoma muy fastidiado por esa humillación simplemente se fue a la zona del suelo tapizado para practicar sus mortales, Sen después de unos minutos se le acercó para calmarlo como el buen amigo que es.
Mientras tanto en el baño de hombres Katsuki se empezaba a quitar su equipo con toda la paciencia del mundo. Seguía algo fastidiado porque Todoroki se haya metido en su conversación, pero tal vez era lo mejor para todos.
—¿Era necesario querer comenzar una discusión con el entrenador? —preguntó el heterocromático cruzándose de brazos en el marco de la puerta.
—El comenzó... —suspiró rodando los ojos.
—¿Podrías ser un poco menos... impulsivo con tus palabras o acciones?
—¿Por qué? ¿Te molesta? Si es así puedes irte muy a la-
—¡No! No me molesta, me gusta que seas así, pero no todos se lo toman con tranquilidad ¿Comprendes? —dijo colocándose al lado de Katsuki.
—Tch —chasqueó la lengua y deja su equipo en las manos del bicolor obligándolo a sostener sus cosas—, comprendo.
El rubio ceniza procede a lavarse las manos, el lugar se había quedado en silencio, no había nadie más en el lugar y estaban alejados de todos los clubes por lo que la situación volvía a ser incómoda y tensa.
Continuará...
NarikoHN
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