Especial 6k

Invierno en Sanguinem. Un par de ojos celestes miraban las ventanas del castillo, estaba nevando y extrañaba a su "madre".

Mika había viajado para "resolver asuntos pendientes" con los Hiragi, pero el menor sabía que era para otra cosa. Estaba molesto, porque él había prometido quedarse jugando con él en la nieve, pero esta vez solo se disculpó y mencionó que le iba a traer un lindo regalo.

A pesar de sus cortos siete años Michirou, el primogénito del matrimonio Ichinose-Tepes no era ningún tonto, heredó gran parte de la inteligencia de Mikaela, así que podía sacar conclusiones rápidas.

Sin embargo seguía siendo un niño. Y ahora no usaba su inteligencia más que para salirse con la suya cuando estaba con su padre; Yuuichiro. Aunque no le gustaba jugar con él, según Michirou, "Papá Yuu no sabe jugar" ya que a Yuu era un niño que jugaba a las atrapadas y corría como loco por todo su castillo. Sin embargo él no, su hijo era como Mika, jugaba tranquilo en su pieza, solo en estaciones como primavera e invierno salía a los jardines a caminar o jugar en la nieve.

Era muy similar a Mika. Igual de tranquilo que él, sin embargo él no se la pasaba todo el día leyendo en la biblioteca como el rubio solía hacerlo a su juventud y niñez.

-- Papá no muevas así al señor Akuramaru --Gruñó, mirándo como Yuuichiro agitaba un peluche de un murciélago-- le dará jaqueca --.

-- Tú dejas que Mika lo mueva así --se quejó--.

-- Papá Mika lo mece en sus brazos para que duerma, tú sólo estas agitandolo para que le de un mareo --hizo un puchero mirándolo, el azabache le acarició la cabeza y le. Entregó al peluche-- Disculpate con Akuramaru --.

-- ¿Ehh? Pero es solo un...

"Pídele disculpas al peluche" escuchó la voz de Mika en su mente. Suspiró y abrazó al peluche del menor.

-- Lo lamento Akuramaru-sama --hizo una reverencia y vio al menor sonreír, unos pequeños colmillos se asomaron en sus labios--.

-- Dice que te perdona, pero que no lo vuelvas a hacer --sonrió a su padre y le entregó un pequeño peluche de una tortuga-- Juega con él --.

-- Oye, esto es de Mika --reclamó, viendo el peluche de la tortuga--.

-- ¿Ehh? ¿Cómo sabes que es de papá? --le miró sorprendido y miró a la tortuga-- Papá dijo que lo cuide mientras él va de viaje, me dijo que te lo puedo prestar para que juguemos juntos --murmuró--.

-- Este se lo regalé yo... Cuando le pedí a Mika ser mi novio --murmuró mirándolo, recibiendo un "Eww" por parte de su niño-- Mika estaba muy contento, él nunca pudo ver a las tortugas, ellas siempre crían en las costas de Nagoya, y el reino Saotome de los demonios. Así que cuando me enteré que le gustaban, espere para confesarme a él justo después de llevarlo a verlas --rió un poco. Pegó el peluche a sus fosas nasales, aún tenía el aroma a mar--.

Afortunado el comerciante que se pasó cerca de la playa y le vendió una tortuga de peluche al príncipe de su nación, para cortejar a su futuro esposo. Vaya que a Mika le gustó el detalle, llevó abrazado el peluche mientras besaba las mejillas del azabache.

-- Entonces a papá Mika le regalaste la tortuga --el menor miró el peluche y el menor miró a su padre-- es por eso que van a esa isla en Nagoya por su aniversario de bodas --murmuró, más para si mismo para el azabache, pero este asintió sonriente--.

-- Es algo especial de nosotros, a Mika le gusta mucho el mar y ése tipo de cosas --rió dando un suspiro, ahora era cuando extrañaba a su rubio, si los tres estaban jugando, podía abrazar y besar al rubio todas las veces que no podía cuando ambos estaban muy ocupados manteniendo un imperio. Sin embargo, admiraba cómo Mika siempre tenía un tiempo para estar con su niño--.

Cuando el azabache regresaba de reuniones, escuchaba al rubio leyéndole libros al azabache, a veces jugando con él. En esos casos Michi odiaba que Yuu entre en su habitación, le quitaba tiempo de diversión con su padre, pero vamos, Yuu también extrañaba a su amado rubio, y en el poco tiempo que tenían, se ponían a abrazarse, darse de comer en la boquita o simplemente dormir.

A veces era Mika quien interrumpía la diversión de Michi y Yuu. Esta vez no era la tranquilidad de una lectura, si no ambos jugando a los buenos y los malos. Yuu siempre siendo el malo que Michi debía derrotar, apuñalandolo con una espada de cartón.

O Yuu era la nave de Michi, y sus cuernos los controles de esa nave, ambos acababan cansados y riendo. Recibiendo siempre un beso por parte del rubio por el que ambos azabaches peleaban.

-- Oye Michi, ¿Qué te parece armarle una sorpresa a Mika para cuando vuelva? --le sonrió y le miró animado--.

-- ¿Hm? ¿Una sorpresa? --le regreso una mirada, esta vez curiosa--.

-- Sí, hacerle ese pastel de sangre que tanto le gusta, y también esas galletitas y bocaditos de humanos que comía en tu embarazo --sonrió nostálgico, recordando lo mucho que subió de peso su enamorado--.

Recuerda que Krul ayudó bastante en su período de embarazo. Ambos asistían a reuniones con ministros y otros gobernantes, mientras Mika se sentaba en una oficina, personas importantes le visitaban para proponer alianzas, pedir permisos de construcción, o pedir ayuda a su sector de Sanguinem.

Mika tenía en total ocho guardias, dos a los costados y otros dos delante y detrás de él.

Como compensación por no estar todo el día con su amado, Yuu le traía dulces a Mika, y bueno, este los amaba, siempre le pedía que le traiga más al regresar.

Vaya que no fue buena Idea comenzar con la fabricación de su heredero poco después de casarse, pero ambos lo ansiaban, querían un bebé, y a pesar de todo lo que costó, cuando nació fue la mayor felicidad de su vida.

-- Papá, te quedaste dormido de nuevo --El menor paso su mano frente a los ojos verdes de su progenitor-- Dije que está bien, vamos a los jardines a hacerle un día de campo --.

Yuu asintió. Últimamente estaba regresando mucho al pasado ya que Mika no estaba presente, vaya que lo extrañaba, posiblemente pueda invocar un portal y hablarle esta vez.

-- Mika me envió una carta ayer. Dijo que ya estaba en el barco de regreso a casa, pero ya sabes que él pide que bajen la velocidad cuando es invierno --sonrió y tomó de la mano a su niño, quien caminaba tranquilo, mirando los alrededores--.

-- Sí... Con tal de que no se estén besando toda la reunión --hizo un puchero mirando a su padre, quien se sonrojo un poco, aún sin borrar su sonrisa--.

-- Es Mika quien me besa, deberías decirle a él que deje de hacerlo. Además nosotros somos esposos y los esposos se besan --argumentó, guiando a su pequeño a la cocina--.

-- Akane-san y Yoichi-San también son esposos y ellos no se la pasan tan melosos como ustedes --el menor frunció un poco el ceño--.

-- Ohh ya veo, ya veo --Yuu se detuvo y se agachó para quedar a la altura de su niño-- Michi está celoso de que Mika y yo seamos cariñosos. Tranquilo pequeño, no te robare a Mika, de hecho él pasa más tiempo contigo que conmigo --Se quejó un poco--.

-- Sí pero... --habló, intentando buscar alguna excusa-- papá Mika siempre duerme contigo, y te da de comer en la boca a veces --.

-- ¡Hey! Tú deberías estar dormido cuando nosotros nos mimamos. Hacemos esas cosas muy tarde --regaló y el menor bajo la cabeza-- Michi, no te robare a Mika. Pará él siempre vas a ser su adoración, su amado niño --.

-- P-pero... Mamá ya no me da besos antes de irme a dormir --Chilló, poniéndose a lloriquear, bueno, Michi no llamaba "mamá" a Mikaela desde hacía mucho tiempo--.

-- Pequeño, apuesto a que dejó de hacerlo porque pensó que estabas grande y que ya no querías más besos de buenas noches --murmuró, acariciando el cabello de su hijo, secandole las lágrimas poco después--.

-- Pero... A ti siempre te está besando y abrazando...

-- Mika es mi esposo Michi, siempre ha sido muy cariñoso conmigo --comentó y le sonrió al pequeño-- ¿Sabes? Él siempre está hablando de ti, te adora más que a nada en el mundo, y también extraña darte besitos y ser cariñoso. ¿Qué te parece si vuelves a llamarle como antes cuando regrese? --propuso, recordando todas las noches en las que tuvo que callar a besos a Mika para que deje de hablar de lo tierno que era su hijo. Claro que lo era, y lo adoraba, pero él también se sentía celoso de que el amor de su esposo iba a su adorado niño--.

-- ¿Tú crees que le guste? --murmuró un poco inquieto--.

-- Claro que sí, estará muy contento. Ahora vamos por ese pastel de sangre--.

-- Papá, mami Mika notará que el pastel está asqueroso de sólo verlo. Yo tengo siete y tú no cocinas bien --habló, mirando a su padre con duda--.

-- Hm... Bien, pediremos a los cocineros hacer el pastel y los bocaditos, nosotros vamos a decorarlo--.

Y así, ambos azabaches se unieron para conmemorar a su rubio. Yuu trajo las cosas pesadas y Michi acomodaba los platitos y sillas en el jardín. Cortaron algunas flores y las pusieron en un ramo, ya que a este le gustaba olfatearlas.

Ya estaban acomodando las últimas cosas hasta que un estandaloso abrir y cerrar de puertas llamó su atención. Bueno, a pocos metros de la entrada al jardín estaba la puerta del castillo. Ambos vieron desfilar al rubio por el vestíbulo, escaleras arriba, caminaba con elegancia, la espalda recta y se reía imponente con esa corona de oro, zafiros, esmeraldas, y diamantes.

-- ¡Tú! --ladró, mirando a un sirviente cuando lo vio pasar. Este se inclinó repetidas veces-- ¿Dónde están mi esposo y mi hijo? --Se veía más frío que siempre, un poco hostil, así que era posible que esté de mal humor--.

-- ¡E-en los jardines alteza! --Rápidamente dijo, nervioso-- Están jugando en los jardines --.

-- Gracias --habló y regresó su camino, rumbo al jardín--.

Yuu notó que las botas hasta los muslos del rubio lo hacían lucir mejor que nunca...

-- ¿Yuu-chan? ¿Michi? --habló, entrando al enorme jardín, buscando a sus amados pelinegros-- Mooh, no jueguen al escondite, saben que no me gusta --suspiró adentrándose más, mirando con curiosidad una mesa pequeña y 3 sillas. Pensó que quizá interrumpía una visita--.

Sin embargo vio a ambos salir de detrás de un muro de arbustos, sonrientes de volver a verlo, Michirou no se contuvo y saltó a los brazos de su progenitor, abrazandolo fuertemente.

-- Mamá, te extrañé mucho. Papá y yo te extrañamos, no vuelvas a irte así, nos sentimos muy solos --murmuró, acurrucado en el cuello del rubio, quien lo miraba con curiosidad y feliz de que le llamó de esa forma--.

-- Aww... Mi Michi. También te extrañé pequeño, pero tranquilo, ya estoy aquí --sonrió y besó su frente, frotando sus cabezas-- No volveré a irme.

-- Te extrañé Mika --un susurró se escuchó, el azabache abrazó a su rubio, levantando un poco su rostro para darle un beso en los labios, uno que ambos ansiaban--.

-- Mi Yuu-chan --Chilló el rubio, abrazando a su niño y acurrucadose en el pecho de su amado. Con pesar se separó de su beso y miró a la mesa-- ¿Estaban comiendo sin mí? --hizo un puchero y bajó a su niño--.

-- Es para ti --Yuu se alejó y llamó a uno de los sirvientes que pasaban por ahí-- Te preparamos una sorpresa para cuando regreses --sonrió y abrazó al azabache menor, quien también sonreía--.

-- Papá y yo no sabemos cocinar, así que sólo pudimos ordenar una mesita y flores. Son para ti mamá --el de ojos celestes tomó el ramillete de rosas rojas que señaló su niño. Las ofateó y sonrió--.

Los amaba, y había extrañado a sus dos amados.

[...]

Ya era de noche, todos habían disfrutado del día de campo en su jardín y regresaron a sus habitaciones en el palacio para cenar y dormir.

Ambos padres, miraban sonrientes a su niño, quien ahora dormía plácidamente sobre su cómoda cama. Yuu tomó uno de los peluches, el de tortuga y se lo enseñó al rubio.

-- ¿Lo recuerdas? --le sonrió y lo miró. Sin borrar esa sonrisa suave de sus labios--.

El rubio asintió, acercándose a su esposo y abrazandolo, tomando entre sus manos el peluche.

-- Estaba muy feliz cuando me lo regalaste, nunca pensé que llegases a ser tan romántico... O que yo te gustase, intenté seducirte de mil maneras --admitió soltando una risa leve--.

-- Perdón por perder tanto tiempo... Nunca supe del todo el concepto del amor, qué era estar enamorado de alguien o como se sentía --rió, dando un beso en la cabeza del rubio--.

-- Yuu-chan --llamó, un poco angustiado a su esposo, tomando su mano y saliendo de la habitación del menor, caminando hasta la suya--.

-- ¿Qué pasa Mika? ¿Tan rápido se acercó tu celo? --murmuró mirando la expresión del vampiro, quien sólo suspiró, haciendo un esfuerzo por no responder mal al azabache--.

-- Shinya Hiragi me citó en Nagoya --Soltó, haciendo que el contrario le mire extrañado-- Desde que Shinoa escapó del reino, no tienen un sucesor verdadero... Entonces la siguiente persona en la línea de sucesión es Shinya...

-- Pero Shinya se casó con mi padre, y hasta tienen un niño --interrumpió Yuu, mirando extrañado al rubio--.

-- Me propuso que ese niño y Michirou se casen, así ambos tienen asegurado territorio --Explicó cabizbajo, dando un suspiro--.

-- ¡Mi hijo no se va a casar con mi hermanastro! --Chilló Yuuichiro, haciendo suspirar a Mikaela. Quien se tiró a la cama--.

-- Yuu-chan, nadie se va a casar con nadie --habló tranquilo-- Es lo que buscábamos, acabariamos perdiendo si Michi se casa con algún príncipe o princesa. Shiren Ichinose es el mejor candidato para Michi, se conocerán bien, Shiren tendrá hasta que Michi cumpla dieciséis para ganarse su corazón --.

-- Tú... Hablas como si...

-- Así es Yuu --suspiró y miró a su esposo, quien tenía una mirada algo preocupada-- Tu hermanastro está enamorado de nuestro niño --el azabache guardó silencio y apretó las sábanas de la cama-- Tiene diez años para hacer que Michi sienta lo mismo que él --.

-- Pero Michi no tiene un destinado aún --.

-- Michi es un híbrido Yuu-chan. Detesta la sangre y no ha tenido ningún rasgo demoníaco, acuerdate que cuando lo hicimos tú eras un demonio completo, Michi debió nacer siendo vampiro o demonio. Solo los vampiros tienen parejas monogamas, es hechar una moneda al aire --.

-- Bueno... Dices que entonces si ese chico logra enamorar a Michi... --.

-- Daré mi autorización para ese matrimonio solo si Michirou llega a sentir amor por él. Si no lo hace entonces deberán hacer que Shiren consiga a cualquier princesucha--.

-- Mika. Él es mi hermanastro --.

-- Yuu-chan yo te habría pedido un bebé así fueses mi hermano o no --declaró mirándolo, el azabache suspiró y le acarició el cabello al rubio, quien ronroneo ante la caricia--.

-- Entiendo a que te refieres... Y sé que Michi es igual de obstinado que yo. Así que de igual manera si se enamora de él...

-- Es capaz de renunciar a la corona solo por poder casarse con la persona que quiera. Será pequeño aún pero sé perfectamente de qué es capaz --.

Ambos se miraron y Yuu se acostó en la cama, igual que el rubio, este se acurrucó en su pecho y le dio un beso en la barbilla.

-- Nee, hablando de amor --sonrió, acariciando el pecho del azabache, con una sonrisa ladina-- ¿Qué tal si nos ponemos un poco cariñosos?

Yuu sonrió y se acomodó encima del rubio, dándole besos pequeños en todo el rostro.

-- Siempre estas queriendo que te toque. ¿Donde quedó mi lindo e inocente Mika? --bromeó mirándolo y dándole un beso en los labios, uno lento y sensual--.

-- Mooh, siempre he sido así. Solo que obviamente no sería propio del Príncipe Mikaela montarse en las piernas del Príncipe Yuuichiro y comenzar a besarlo así sin más. Se supone que estaba conquistandote --rió al separarse de su beso-- debía ser el lindo Mika para que mi amado Yuu no se espante --.

-- Cada faceta tuya me gusta Mika. Cuando eres tierno, cuando eres frío, cuando nos proteges... Y también cuando eres un pervertido fetichista --rió tomando las manos del menor--.

-- ¡Vamos, fue solo una vez! --de excusó-- Eres mi esposo, podemos cumplir todos nuestros fetiches juntos Yuu-chan --.

-- ¿Qué excusa sacaste cuando vieron que faltaba un uniforme de sirvienta? --atacó, aguantando la risa, mirando coqueto a su rubio--.

-- ¿Qué excusa sacaste cuando te encontraron mareado y con marcas de colmillos en todo el cuello? --rió, mirando al azabache--.

Mika usualmente se vestía de maid, haciéndole todo un juego de roles a Yuu, quien solamente cumplía su rol de "amo" (aunque el verdadero amo era Mikaela, quien le gritaba entre gemidos y chillidos como debía moverse para que se sienta bien).

Y Yuu... Desarrolló un gusto por mordidas, le gustaba que el rubio le quite su sangre, se sentía muy bien, inclusive se igualaba con las manadas que ocasionalmente le daba.

Obviamente no le gustaban mucho, temía a que a Mika se le zafe un torny quiera beber sangre de allí. Muchas veces frotaba sus colmillos en su miembro, haciéndolos tan grandes y filosos como para cuando estuviese por morder a alguien.

-- Tonto --El azabache se tiro encima del rubio, y este lo abrazó. Ya que era vampiro, podía soportar el peso de Yuu en su cuerpo--.

-- Así me amas Yuu-chan --rió, besando sus labios con suavidad--.

Ambos compartieron una noche llena de mimos y abrazos. Algunas caricias subidas de tono, pero sin llegar a mayores.

Realmente ninguno tenía muchas ganas, casi siempre que Mika tiraba alguna indirecta, un piropo o algo sexual, hacia reír a Yuu. Realmente nunca disfrutaron mucho de su intimidad, siempre tenían un par de guardias fuera de su habitación, y ellos se ganaban con el espectáculo de Mikaela.

Quién parecía ser el vampiro más frío y serio de todos. Pero los que lo conocían sabían que en cuanto Yuu venía, esa fachada se iba y el Mika amoroso y protector venía, y ahora era con su niño. Solamente con Michi y Yuu Mikaela era un vampiro adorable y cariñoso.

Aunque claro, si los guardias del castillo abrían la boca para hablar de los fetiches del Rey, este mismo se encargaría de cortar sus cabezas. Por eso iban de aniversario a una isla de Nagoya, iban a la playa y luego se quedaban en la bonita casa de playa de ahí, a divertirse y quitarse un poco el estrés de ser Reyes.

Ambos amaban a su familia y a su reino, igual que amaban a su pequeño niño. Pero después de todo Mika y Yuu seguian siendo sólo un par de jóvenes enamorados.

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Holip.

Perdón por la tardanza, en mi defensa, explique que me tardaría en mi perfil.

Este capítulo está peor que los otros, lo sé y lo siento. Me tomo más trabajo de escribir, y todos me están tomando mucho trabajo.

Asies ya llego el bloqueo.

No creo tardar mucho, solo que no quiero recurrir a muchos saltos temporales porque marean mucho. Así que Esperen con paciencia las actualizaciones.

Este capítulo no tiene dedicación en especial. Va dedicado a todas las personas que han leído y están leyendo Royals.

Gracias por las 6k de vistas, en serio lo agradezco bastante. No me esperaba que tuviese tanto recibimiento.

No tienen tanto lemon, pero tienen menciones sobre gustos de Mika y Yuu en la camita uu

Próximamente se verá en pantalla.

Ya tengo pensado como será la primera vez de los dos, así como su primer beso y como han visto ahora, la vez que Yuu le pide ser novios a Mika.

¿Creen que Mika sea quien pida matrimonio a Yuu? OwO

Gracias por leer.

× Mei-chan ×

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