Por fin.

Por fin en Nagoya una celebración. Además de coincidir con la fundación del Reino, era el cumpleaños del heredero. Por fin haría la ceremonia del demonio, donde dejaría de ser un híbrido para ser un demonio completo.

Todos en el pueblo estaban felices por un año más de vida de su heredero, celebraban bailando, en ferias y bebiendo. Yuu hacia muchos años hizo un terrible berrinche durante la mitad de un año para que su padre decrete feriado el día de su cumpleaños.

Lo hizo ya que estaba harto de Yuu tirando al menos 2 jarrones al día, desordenado los libros de la biblioteca, escondiendo ingredientes de las comidas, y rompiendo las ruedas de las carrozas de Guren.

Yuu saltó hasta el techo cuando se enteró de que le habían cumplido el caprichito, abrazo a su padre y salió corriendo a contárselo a los animales del establo.

Desde ese día, el cumpleaños del heredero era celebrado con aún más ganas. Además de que Yuu se había ganado a su pueblo, muchas veces escabullendose del castillo con comida y dandola a orfanatos, asilos, organizaciones de madres, o personas necesitadas. Pero su favorito eran los niños, seguía teniendo el alma de un infante, por lo tanto se divertía jugando con ellos a los piratas. Con las niñas jugaba a que todas eran sus princesas (claro que se le hacía gracioso que ellas se pusieran nerviosas por tener cerca a un príncipe de verdad).

Con las madres jóvenes charlaba y jugaba con los bebés, de nuevo todas quedaban encantadas con el príncipe que tenían, un chico dulce y amable, su corazón le pertenecía a su pueblo.

Lastimosamente esta vez no podía salir a bailar y beber en su onomástico, Guren había organizado una bonita fiesta para la realeza, y aunque el pueblo igualmente iba a disfrutar, él estaba triste. Mientras le arreglaban el chaleco y la cinta, miraba por la ventana, el pueblo se encontraba feliz, todos bailaban y los niños corrían con cometas y dulces en las manos.

-- Ya está listo, alteza --sonrió una sirvienta, acabando de acomodar la ropa del chico-- Solo falta... --se alejó, y tomó en sus manos la bonita corona de oro con rubíes que era suya--.

El azabache asintió y dejó que me pongan la corona, se despidió de su sirvienta, al menos podría hablar un rato con Mika o Shinya.

-- Siempre te has visto atractivo vestido elegante --escucho una vocesita, se volteo y miro a una sirvienta de cabello castaño, acompañada del rubio--.

-- Es incómodo usar estos pantalones, sé que mi madre los mandó a remendar antes de venir --Gruñó, acomodando bien su corona y su cinto--.

-- Mika de ve mejor con las botas largas y esos pantalones ajustados --ella siguió, haciendo sonrojar al rubio--.

-- S-sólo cállate --.

-- ¡Eh, te sonrojaste! --rió la vampiro--.

Yuu frunció el ceño. La sirvienta personal de Mika lo irritaba tanto... Mika se veía feliz con ella. Hasta se sonrojó.

-- Príncipe Yuuichiro --hizo una reverencia y luego una a Mika, saliendo por donde vino--

-- Oh... Yuu-chan, te ves muy bien --Mika comentó viéndolo de arriba a abajo, con un ligero sonrojo en las mejillas-- Hoy vamos a divertirnos juntos Yuu-chan --habló, tocando el hombro de Yuu, él solo bufó-- Vamos Yuu-chan, es tu cumpleaños, no debes estar de mal humor --.

-- El único que se divierte eres tú... Con esa Akane --habló mirando por donde se fue la chica. Sintió un pequeño beso en su mejilla y se sonrojó--.

-- No te pongas celoso. Siempre estare para ti Yuu-chan --le sonrió, con las mejillas rosadas igual-- Vamos, nos deben estar esperando para el almuerzo en conmemoración tuya --sonrió y se retiro, caminando por el largo pasillo rumbo al comedor-- Van a servir curry y pasteles --habló, fue lo suficiente para hacer que Yuu caminase rápido para alcanzarlo--.

Yuu miraba su castillo, estaba decorado con flores, y muchos invitados estaban disfrutando del rico curry en el comedor del palacio. Después seguro sería un baile y le seguiría su ceremonia. Saludó a muchos príncipes y princesas, pero realmente no quería hablar con nadie. Estaba demasiado aburrido.

Se sentó al lado de su padre, Mika y Krul se sentaron cerca, Mika a su lado y Krul más cerca de Guren. Mika bebía de un vaso un poco de agua, Yuu se preguntó por qué él no comía del curry, pero el rubio sólo volteó y le regalo una suave sonrisa, haciendole olvidar ese asunto un momento.

Se fijó en Sorey y Mikleo, el príncipe de los serafines sostenía una conversación tranquila con Mitsuba, pero Sorey estaba sentado aún más lejos, casi al final de la mesa, hablando junto a la princesa de Hyland.

Yuu recordó ver a ambos besarse... Si eran pareja ¿No se supone que deberían sentarse juntos? Bueno... Mika y él eran amigos y estaban tomados de la mano y sentados juntos. Irónico. Suspiró cuando le quitaron su comida para servirle un plato de pastel.

-- Odio el pastel de vainilla, pero es que más les gusta a los invitados --susurró a Mika, dando una mirada triste--.

-- ¿Qué te parece si en la noche escapamos de nuestras camas a hacer una travesura? --el rubio hizo una sonrisita pícara, acariciando los nudillos de Yuu, atrajo su atención, por lo que siguió murmurando-- Escaparemos al pueblo, solo unos momentos, pero una vez la ceremonia haya acabado. Te llevaré a la pastelería que escojas y te pediré el pastel que quieras --.

-- Sí, pero la gente del pueblo...

-- Iremos disfrazados, o podremos correr realmente rápido ya que tú serás un demonio y yo un vampiro --le sonríe y guiña un ojo--.

Yuu lo pensó unos momentos, bueno, si ambos se disfrazaban y tenían las medidas necesarias, podrían disfrutar de lo que quedaba de su cumpleaños.

-- Será mi regalo de cumpleaños para Yuu-chan --sonrió y siguió tomando de su vaso con agua, aunque con una expresión de desagrado, posiblemente era porque había comenzado a acostumbrarse al sabor de la sangre de Yuu--.

-- Me agrada. Entonces no bailes demasiado para que tus piernas aguanten las carreras que vamos a hechar --sonrió y comió de su curry--.

Después de comer, llegó la hora del baile, que Yuuichiro debía abrir con su madre, pero ella ya no estaba. Así que caminó hasta su amigo rubio, quien conversaba tranquilo con su consejero, Yoichi.

Sin embargo algo interrumpió su caminar. Una mano enguantada evitó que toque la mano del rubio, sujetando lo fuertemente. Shinoa había colado su mano cuando intentó agarrar la de Mika, el rubio al verlos solo le sonrió, aunque un poco triste y con una expresión de cansancio.

-- Un placer volver a verlo, Príncipe Yuuichiro --habló, con una suave sonrisa. Caminando de su mano hasta la pista de baile-- Veo que disfrutas tu cumpleaños --.

Mentira. Lo estaba odiando.

-- Hm... Sí, se puede decir que no me desagrada --suspiró tomando de la cintura a Shinoa, la música comenzó y empezaron a bailar--.

-- ¿Ehh? ¿Por qué no te veo feliz? Estás bailando con la princesa más linda de todas --habló, un poco burlona, sin borrar esa sonrisa suya--.

Yuu dio una vuelta a Shinoa, para poder ver con claridad a Mikaela, sin embargo no lo vio, la mayoría de personas ya habían comenzado a bailar también.

-- ¿Buscas a alguien en específico? --rió mirándolo, haciendo una expresión de picardía-- Mooh, yo pensé que llegaba a tiempo, pero al parecer me han quitado el puesto --.

-- N-no es... --murmuró viendo por todo el vestíbulo, buscando a Mikaela--.

-- Oh, pero estas buscando a una persona. ¿No es que es alguien especial para ti? ¿Alguien que te guste?

-- Nunca me he enamorado --susurró, mirando al suelo, sin dejar de bailar-- ni he sentido algo romántico por alguien --declaró. Shinoa le miró sorprendida y tomó su mano, caminando un poco lejos de la pista de baile--.

-- Príncipe Yuuichiro --habló un poco sorprendida-- ¿Es eso cierto? --.

-- Hm... Sí --por primera vez sonrió-- hay personas a quien quiero, pero no alguien a quien amo --declaró mirando a las personas bailando-- nunca me demostraron amor... Solo Shinya, él siempre me demostró lo mas cercano a un amor paternal. ¿Tú sabes del amor romántico? --.

-- Sí, lo sé --ella murmuró y le sonrió-- yo me enamoré de este Príncipe... Charlábamos poco, pero eran muy buenos nuestros momentos juntos, mi corazón se aceleraba cuando estaba con él, y me sentía muy feliz de tan solo tenerlo cerca --sonrió-- cuando te enamoras de alguien te sientes como la persona más feliz del mundo. Todos los momentos con esa persona son gratos --sonrió, mirando a las personas bailando--.

-- ¿Puedo saber de quién te enamoraste? --Me miró, curioso--.

-- Mikaela Tepes --respondió, mirandolo un momento y después viendo a las personas que bailaban--.

Yuu notó que Shinoa no había estado viviendo a las personas bailando. Veía a Mikaela, quien bailaba con un chico de cabello morado, un tanto más alto que él. Frunció en ceño, viendo como el chico hablaba y Mika sonreía, sus bonitos colmillos se veían a lo lejos.

[...]

-- ¿Me concedes este baile, Principito? --Mika escucho una voz familiar, que le hizo voltear a ver a quien le extendía la mano--.

Oh mierda.

Era Lacus Welt. Casi su mayor pretendiente, había estado detrás de él durante muchos años, y casi siempre en reuniones de gran magnitud se la pasaba cerca de Mika. Krul y Ferid pensaban que él y Lacus iban a casarse, o a ser novios como mínimo. Pero no, el vampiro nunca pudo cautivar el corazón del rubio.

-- Lacus --Mika hizo una suave sonrisa, se encontraba nervioso. El chico molestoso con el cabello que parecía haber sido cortado por un niño de seis años desapareció, traía el cabello arreglado y su rostro ya no tenía quemaduras-- Ha pasado un tiempo --sonrió, mirandolo y tomando su mano--.

Si Yuu podía bailar con Shinoa ¿Por qué él no podía hacerlo con Lacus? Admitía que se había vuelto más apuesto, y en cuanto pisaron la pista muchas personas comenzaron a murmurar, puesto que ambos se movían con elegancia y firmeza, llamando la atención de quienes antes veían a Yuuichiro con Shinoa.

-- ¿Te gusta mi nuevo estilo, Principito? --Lacus habló, con un tono tranquilo, daldole una vuelta y tomando nuevamente su cintura-- Te veo un poco distraído --.

-- Admito que te ves bien Lacus --sonrió, mirando al vampiro. Lacus era el hijo de un Duque de Sanguinem, Mika siempre se preguntó si él sería el destinado o la pareja de Lacus, ya que el vampiro llevaba años cortejandolo--.

-- Ya veo, ya veo. ¿Ahora sí tienes una respuesta a si es que quieres ser mi novio? --preguntó, con una sonrisa coqueta en los labios. El rubio se sonrojó y desvió su mirada--.

-- La tengo, Lacus. Ahora estoy seguro de mi decisión --le sonrió, un poco tímido-- Encontré a mi destinado --habló, Lacus solo ensanchó su sonrisa, Mika suspiró y miró a Yuuichiro-- Es un príncipe que conozco de hace poco, pero realmente logró cautivar mi corazón. Lo siento, Lacus --.

La expresión de Lacus era una verdadera obra de arte. La expresión de un corazón roto.

-- Sí... Olvide que los vampiros como yo no tienen un destinado --habló, dejando de bailar--.

Mika miró un poco triste a Lacus, él había sido concebido por dos personas que jamás conocieron a su destinado, o su amor verdadero. Fue un matrimonio forzado, ambos jamás se amaron, y debido a la presión de las familias, tuvieron un hijo. Que era lo único que los tenía unidos.

Sin embargo Lacus siempre tuvo una buena vida. Aunque claro, todos los vampiros concebidos sin amor, serán incapaces de sentir a su destinado, Mika al igual que muchos vampiros nació debido a que sus padres se amaban.

A una Vampiresa como Akane, o un vampiro como Lacus.

-- N-nee, sigues teniendo chances de encontrar a alguien especial para ti Lacus, solo debes esperar --Habló Mika, persiguiendo a Lacus quien se fue hasta los jardines del palacio-- Después de más de cien años, conocí a mi destinado, tú puedes aún conocer a alguien que te ame en verdad --animó, un poco triste--.

-- Mientes. Estas diciendo eso para que deje de cortejarte, porque tú nunca te has dispuesto a darme una oportunidad --.

-- Lacus yo... --guardó silencio, era cierto que Lacus no le gustaba, y que agradecía su lazo con Yuu, ya que no debería pensar en él como pretendiente-- A mí no me interesa si no me crees --habló, mirandolo serio. Alejándose de él. Sin embargo algo impidió que se vaya, Lacus había tomado de su brazo--.

-- Eso, ése es el Mika que me gusta --sonrió y lo pegó a su cuerpo. El rubio solo lo separó, algo disgustado por la cercanía-- Y no perderé la esperanza de estar contigo --.

-- Lacus, ya basta. No me gustas, ya estoy enamorado de alguien, y tú ya debes hacer lo mismo, por favor, a los noventa y tres no quise ser tu esposo, mucho menos quiero ser tu novio a los ciento diecisiete. ¡Eres un tonto! --le gritó y se fue, bastante irritado. Bueno, Lacus era el mismo de siempre, ¿Cómo se lo quitaba de encima? Debía de pensarlo bien--.

Sin embargo unos bonitos ojos verdes llamaron su atención, destellaban el brillo de siempre, que hacía que su corazón comience a latir como el de un humano normal. Pero claro que sucedía en su mente, por más alterado que esté, su corazón seguía estático, pero no se salvaron sus mejillas rojas, y sus manos sudorosas.

-- Yuu-chan --saludó, abrazandose al nombrado, este le correspondió, acariciando su cabello con ternura-- ¿Bailamos? --le sonrió y tomó su mano. Yuu asintió y caminó con el rubio hasta la pista de baile--.

Esta vez Yuu tenía sus manos en la cintura del rubio, mientras él con las manos abrazaba su cuello. Se movían algo torpes, Yuu solía moverse más rápido que Mika, quien aún era un novato en el baile y sólo hacía movimientos lentos.

-- ¿Quien era el chico de antes? --hizo un puchero, mirando al rubio, este solo suspiró, mañana todos estarian rumoreando de un romance suyo con Welt--.

-- Es Lacus Welt. Se puede decir que es un pretendiente, está enamorado de mí y quiere hacerme su novio --rió, un poco aburrido de la situación--.

-- ¿Lo aceptaste? --le miró, sus ojitos verdes en vez de relucir alegría y cariño ahora se mostraban demasiado serenos--.

Mika hizo una sonrisita traviesa.

-- Yuu-chan está celoso de Lacus --rió, burlándose un poco del azabache, quien de pronto dejó de ser moreno para ser totalmente rojo, su carita y sus manitos estaban rojas--.

-- No es cierto. No estoy celoso. De todas formas te hice una pregunta --se quejó, mirando severamente al rubio-- sólo... Ese vampiro no me da buena espina --.

-- A mí no me gusta Lacus --sonrió mirándolo, cerrando un poco los ojos mientras se acercaba más el rostro del azabache-- Puede ser un poco terco al no aceptar un no como respuesta, pero es un buen chico--.

-- Hmp --Yuu miró al suelo, sosteniendo la cintura del rubio y abrazandolo un poco más. Mika rió y aprovecho la distancia para darle un cariñoso beso esquimal--.

-- Tendré cuidado con él ¿Sí? No te preocupes --.

Lastimosamente ambos estaban tan encerrados en su burbuja que no notaban a múltiples cámaras inmortalizando el momento. Claro que lo pasaron por alto, era un invento que había salido hacia solo unos años, y toda la alta sociedad consideraba mejor tener pinturas a que cámaras y fotografías.

Bueno, quien diría que las primeras fotografías en causar revuelo serían las de Mikaela y Yuuichiro, bailando en la fiesta de cumpleaños de este, abrazados, tomados de la mano y dandose besitos esquimales.

Todos pensaban que se habían perdido de alguna noticia, ¿Por qué Mikaela (el ya conocido como una conquista terriblemente difícil, además de ser un chico sumamente frío) se encontraba tan cariñoso con Yuuichiro? ¿Acaso los habían comprometido?

Krul se encontraba enternecida mirando a su pequeño bailando con su destinado, y a este aceptandolo.

Guren se encontraba a unos metros de ella, con una expresión tranquila, le gustaba que Yuu disfrute de sus últimas horas como humano.

Mientras Yuu... Se sentía tan tranquilo con Mika, adoraba tener a alguien como él a su lado.

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Buenas.

Bien, este capítulo debería estar subido en la misma semana que el anterior, en compensación a un capítulo tan feo xd

En los primeros capítulos Ferid mencionó que pensaba que Mika se había enamorado de Lacus. Así que decidí que era un buen momento para añadirlo B)

Se acerca el momento 0v0

Gracias por leer <3

Mei_Chan_02

DianeRogersTanz

Y a @Melow616

Regresamos con las dedicaciones. Oshioshi.

Me suena a que tendré que poner a unas 4 o 5 personas en las siguientes, para compensar que en como 3 capítulos no dedique nada xd

Gracias por leer.

× Mei-chan