Sol Brillando

En la tarde siguiente cuando Skdy regreso encontró a su madre en la cocina preparándole una cena ligera que pudiera tolerar, a veces Freya como buena madre acudía.

-Hola cariño que bueno que has llegado ve a darte un baño ponte fresca y ven a comer algo.

-Sí, enseguida regreso.

-Para cuando Skdy regreso encontró a su madre sentada junto a la mesa de la cocina hablando por celular solo alcanzando escuchar. -Lo intentare, te dejo.

- ¿Con quién hablas? -Con tu padre, está muy preocupado. -Ya veo ¿entonces te lo ha dicho? -Si el me llama y me ha contado ciertas cosas de ti y tus hermanas. -Si hablas o no con él es cosa suya.

-Gracias, cariño. -Dijo su madre con sarcasmo. Skdy decidió ignorarlo.

-De modo que papá te llamó y te contó...

-Cómo pasaste la noche de la Víspera del Solsticio de Verano, cómo experimentaste los síntomas Nyfada a la noche siguiente y la oferta de Camus de matrimonio, además de tu rechazo. Tu padre dijo que Camsu había decidido pasar unas semanas en Atenas para ver si había alguna manera de hacerte cambiar de opinión.

- ¿Y tú quieres que eso ocurra? ¿Verdad? Quieres que me haga cambiar de opinión, por eso lo has invitado a que se quede contigo, en la casa donde me crié, para mostrarle tu apoyo. Estás verdaderamente convencida de que debo casarme con él.

-Freya fue a agarrarle la mano a su hija. -Ay, Skdy... - Pero Skdy se retiró enfadada y se sentó en la silla en frente de su madre. - ¿Te parece que debería casarme con él? Con un hombre a quien apenas conozco y con quien no tengo nada en común, un hombre que ha estado casi con cada mujer del Valhalla.

-Freya no dijo nada, durante un momento las dos permanecieron en silencio, madre e hija.

-Ah, Skdy, me gusta mucho. Y es de buena familia. Y si le das una oportunidad, tal vez te des cuenta de que tenéis más en común de lo que tú piensas. Además, su manera de mirarte hace que me recuerde cosas hermosas. -Skdy se inclinó también hacia delante y le habló en voz amenazante.

-Camus es un playboy... Coquetear para él es como respirar. Lo hace sin pensar. Mira a todas las mujeres como si cada una fuera especial.

-No es cierto. Me apostaría lo que fuera a que no es así. -Dijo Freya. - ¿Por qué estás tratando de convencerme?

-Sí, es cierto. Quiero que le des una oportunidad a Camus. -Tengo novio, ¿recuerdas?

-Cariño. Alberichs es un hombre encantador eh inteligente, pero si fuera tan importante para ti, dudo que hubieras pasado esa noche con Camus.

-Te hablare directa como siempre lo hemos hecho. -Skdy asintió permitiéndole la palabra, te cases o no te cases con él, si existe una posibilidad de un embarazo, no tuvieron protección sé que lo niegas, no piensas como nosotros, yo era como tú la primera vez cuando me embarace de Valder, el caso que tienes tú el derecho, pero se realista ¿y si, lo estás? ¿No crees que el como padre tiene derecho en conocer a su hijo? Serás capaz de prohibirle las visitas.

En mi opinión si llegara mi nieto en esta situación creo que sería frustrante que el niño vea como sus padres no se conocen ni por el bien de él. Intenta convivir un poco con ese... Pleyboy... -Freya susurro. -No creo que sea tan malo salir acompañada a cenar o algún lugar con ese chico tan atento y guapo. -Y... por que no sales tú, con él y después me dices.

- ¡Skdy! Por lo cielos, ¿Cómo quieres que te lo diga? - ¿Qué es eso? ¿Qué quieres decirme? -Cariño. -Suspiro. -Quiero que salgas con un hombre de verdad.

- ¿Qué? No te entiendo. -Cariño, no lo tomes mal pero... hasta ahora has salido con chicos que no tienen voluntad, sales con chicos con los que si les dices salta con el pie izquierdo y de vueltas de carro, lo hacen sin quejarse, ninguno de ellos tuvo el valor de llevarte a la cama. -Sé que no debo de meterme en tu vida sexual, tú riges tu, mandas en ti. Pero creo que ya es hora que veas la vida diferente. No es malo que aflojes ese cinturón de castidad. -Skdy respiro profundo intentando entender lo que quería decir su madre.

-Bueno cariño me voy te espero mañana en la casa, y espero que pienses lo que te dije.

-Skdy, vio salir a su madre y empezó a comer, mientras comía rondo cada palabra dicha por Freya pasaron dos horas pensando lo mismo hasta que sonó el timbre despertando de su monologo interno y allí se dio cuenta que aún seguía el periódico clavado con el tenedor fue al intercomunicador.

-Sí, ¿Quién es? -Hola, nena soy Alberich. -Sí, pasa. -Skdy sintió helar su sangre sabía que tenía que hablar con el respecto al tema. Apretó el botón que permitía abrir desde arriba la puerta principal y no bajar.

Ella lo espero en la orilla junto las escaleras y lo vio subir llevaba una mochila en el hombro y este la saludo con un beso en la boca, al besarlo Skdy lo había notado, no había sentido nada. - ¿Pasa algo? -Alberich cuestiono. -No, nada eh... me das otro beso. -Claro, Cariño los que quieras. -Skdy intento mejorar el beso terminando en abrir los ojos, y molesta.

-Pasa, pasa dime ¿Cómo te ha ido? -Bastante bien, no me quejo he tenido mucho trabajo, hoy que pude salir temprano y caminaba cerca me dije por que esperar en verte hasta mañana. -Toma asiento ¿quieres? vino mi madre y lo preparo. -No, no solo un poco de agua. -Skdy recogió sus cubiertos y entrego el vaso mientras ella iniciaba a comer hielo.

-Y... ¿Eso? ¿Por qué comes hielos? -Skdy fingió y miro el hielo en mano. -No, solo que tengo mucho calor. -Yo que creía que es una manía de los que viven en el Valhalla. -No te hagas tú has vivido más tiempo en Noruega que yo. - ¿Y bien cuéntame cómo te fue? -Fue interesante...

-Skdy empezó a contar la mayoría detalladamente de los sucesos omitiendo lo sucedido después del sequito con Sophy. Se sentía nerviosa no podía imaginar cómo actuaria si le confesara pero en ese instante noto que Alberich clavo la vista al periódico particularmente adornado con el tenedor.

- ¿Skdy es verdad? ¿Te casaras con él? -Eh... yo... no es nada, son cosas de los periodistas por vender. -Skdy estas nerviosa tu no dudas ¿Qué pasa? -Mi padre me ordeno casarme con él, porque... -Skdy ¿Por qué? -Skdy se levantó a cerrar una de las ventanas, que al fondo se podía ver la Acrópolis. En segundos ella sintió la presencia de Alberich detrás de ella. -Skdy, dime lo que ocultas. -Me acosté con él. -Skdy sentía que todo estaba pasando en su contra un fuerte golpe en su rostro. Para ser precisa en su mejilla izquierda sintió un golpe muy fuerte. En reacción ella lo fulmino con la mirada.

-Alberich toma tus cosas y vete, no vuelvas acercarte. -Claro, que lo are princesa de las Lobas.

-Vete oh ahora mismo le hablare a la policía.

-No te creo que seas capaz.

-Entonces ve esto. -Skdy tomo rápidamente su celular pero este lanzo lejos desbaratándolo.

-Acabas de firmar tu pena de muerte Alberich no lo repetiré vete.

-Allí el oji verde se dio cuanta lo que había hecho había golpeado alguien de la realeza, tomo su mochila y salió del lugar inmediatamente dejando en claro que había salido azotando la puerta.

Skdy molesta tomo las llaves y corrió a cerrar la puerta y cerro la cerradura. Aun la adrenalina dio dos vueltas en el comedor y corrió a su celular allí aun con las manos temblorosas armo su celular suplicando en que prendiera ella marco a la única que le quedaba confianza quien no le intentaba manipular. Lia.

Espero que sonara y hasta la cuarta vez contesto. - ¿Lia? -La peli rosa supo que había pasado algo su voz le delataba.

- ¿Que paso? -Alberich... el muy maldito me dio una bofetada. -Ese maldito deja que regrese y lo descuartizare. No...espera tengo algo mejor y ¿tu como estas? ¿Dónde estás?

-En mi departamento se acaba de ir, se asustó cuando le dije que había firmado su sentencia.

-Jaja ya lo creo. Tranquila respira ya pasara quiero que te tomes una foto en donde fue el golpe, en cuanto regrese yo me encargo. -Skdy se levantó de la silla aun sentía que le temblaban las rodillas respiro profundo y fue al baño donde se miró por el espejo y pudo ver la evidencia el golpe tan fuerte había hecho que un pequeño hilo de sangre corriera.

-Skdy ¿Skdy estas allí? -Lia llamo por el celular. - ¿Dime que pasa? -Lia me saco sangre. -Ese es un poco hombre. Tranquila Skdy no olvides la foto cúrate esa herida ya sabrás como para que no se inflame. -Si. Y Lia... por favor no le digas a nadie. -Tranquila, no se lo diré. Mejor apresúrate hacer algo con eso oh no podrás salir mañana a la calle.

Allí concluyo la llamada enseguida se dispuso a limpiar la poca sangre y coloco hielo, aun molesta ella tomo un té para tranquilizar pero no funciono durante toda la noche no pego los parpados, en la mañana se levantó para preparar eh ir al trabajo y oh sorpresa su mejilla estaba completamente inflamada.

Ella sabía que así no podía salir y por frustración soltó lágrimas y no le quedo de otra reportarse con resfriado aprovecharía el cómo sonaba su voz. Era lo menos que quería hacer mentir a donde ella trabajaría en ese verano.

-Si, diga.

- ¿Tatsumi? Soy Skdy pásame a la doctora Saori. -Suenas fatal te pego un resfriado.

-Sí, creo me afecto el cambio de clima.

-Enseguida te comunico con ella.

- ¿Si, diga?

-Doctora soy Nyfada.

-Sí, Dime.

-Doctora me apena decirle, pero no podre acudir el día de hoy y posiblemente en unos días.

-Si. Me comento Tatsumi que tu voz suena a resfrió.

-Doctora, no solo es eso.

-Tranquila descansa, ¿tienes medicamento en casa?

-Si. Bien entonces te quiero aquí la próxima semana tres días de reposo no te serán mala idea.

-Gracias.

Skdy no le quedo de otra más que volver a poner más hielo y tomas unas pastillas para desinflamar y dolor.

Mientras tanto en la casa de Freya Camus y su anfitriona desayunaban, la rubia le contaba algún, anécdota gracioso de Skdy y Camus recibió un mensaje de un número desconocido. -Qué extraño no conozco este número y corresponde de aquí.

-Camus mostro la pantalla y Freya lo identifico inmediato. -Es de Lia, ese número. -Una vez conocido el remitente Camus leyó. -No te alejes de mi hermana. - ¿No te alejes de mi hermana? -Ya, vez hasta Lia está a tu favor, yo que tu la visito en su trabajo. - ¿Cree que sea prudente? -Camus pregunto curioso.

Un poco más tarde a la hora que Freya le informo que era su desayuno de Skdy el acudió pero antes Freya le sugirió que le comprara no cualquier flor para Camus le fue sorpresa saber cuál flor ella prefería ya que en Noruega se daba bien ya que soportaba el frio clima.

Al llegar a la secretaria pregunto por Skdy y esta le negó saber su paradero por lo que envio a otra sala donde allí si sabían algo. -Buen, día ¿Dónde puedo localizar a Nyfada Skdy? -Lo siento hoy no vino a trabaja llamo temprano para informar que tenía un fuerte resfriado.

-Gracias. -Camus salió de la clínica directo a su casa nunca había estado allí pero la explicación detallada de Freya le fue fácil llegar. Una vez afuera del departamento toco el timbre una, dos, tres veces Skdy sentada en la mesa de su cocina no se movía no quería abrir la puerta no temía que fuera Alberich el debería estar en la joyería. De pronto escucho por la ventana gritos llamar.

-Skdy sé que estas allí adentro ábreme. -Sintió que su corazón empezó a latir más rápido y duro. Volvió escuchar la voz de Camus desde la calle. -Skdy no te ocultes fui a tu trabajo y me dijeron que estás en tu casa. -Skdy tomo el intercomunicador y mandando dijo.

-No te voy abrir mejor vete. -Skdy sé que, estas enferma si no me abres llamare a Freya para que venga. - ¡No...! -Enserio Skdy ábreme esta puerta. -Skdy cerró los ojos sabía que se arrepentiría y oprimió el botón y bajo abrir la cerradura.

-Sube y cierra la puerta. -En ese momento Camus sintió su voz un poco distinta la siguió y escaneo detenidamente el departamento y comprendía a cada detalle porque deseaba vivir en ese lugar. - ¿Quieres un Café oh un té? -Un café por favor. -Camus sin percatarse aun de ella observo las tres ventanas que le daban al horizonte a la Acrópolis. -Es muy bello este lugar, es excelente y la localización en algunos pasos encuentras todo lo que quieres.

Fui a verte a tu trabajo pero me dijeron que estabas resfriada. -Aja. -Camus escucho de la cocina que preparaba el café en una cafetera. Se acercó a ella mientras disimuladamente escondía el golpe debajo de su cabello azabache. -Skdy te traje esta flor. -No, tenías haberla traído, pero gracias. Ella giro al momento de reprimir una lágrima.

Camus la estudio por unos minutos mientras colocaba la flor en un florero hasta que se dio cuenta que ocultaba, ella entrego el café y Camus se acercó, con mucho cuidado retiro el cabello rebelando lo que ocultaba.

- ¿Cómo te lo hiciste? -No es nada, ya va pasar. -Skdy por favor dímelo. -Skdy bajo la vista. -Fue Alberich se puso celoso de ti.

-Ese muy maldito, lo voy a matar. ¿Qué más te hizo? -Nada creyó que iba dañar mi orgullo con su lengua viperina.

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