❄¿Conoces La Historia?❄

Lia al no tener respuesta de su hermana al felicitarla y la información que Afrodita menciono al ver que Camus se había marchado y sabía que regresaría eso le daba mala espina por lo que tuvo que apresurar su investigación sobre su hermano, en la mañana.

Kanon le había dejado todo una torre de libros sobre la historia y mitos de Noruega dejándole a solas esta recordó el nombre de Jotunheim y dejo sus estudios y busco en los periódicos sobre la muerte del príncipe en todos hacían mención que había sido un asesinato no culposo.

En la ciudad de Jotunheim. Por lo que decidió investigar allí mismo como llegar localización ubicación ¿Cuántas horas, aria para llegar al norte casi llegar a Rusia?

Ella sabía que si buscaba en la computadora su padre descubriría su plan por lo que se de tubo a leer todos los periódicos del año en curso así se informó de muchos punto de partida eh intentaba comprender por qué Odín era odiado.

Cuando se dio cuenta ya era hora de la cena y Kanon apareció afortunadamente tenía poco que había retomado los libros.
- ¿Lista Lía? - No, en realidad es demasiado y creo que tardaré unos cuantos días más en conocer un poco.

- deberías descansar, mañana continua, si lo deseas mañana poder ayudarte a estudiar ya no tengo tanto trabajo hoy regreso Saga y Sophy ya no tengo que cuidar su trabajo.

- ¿Entonces qué vas a hacer? -Debo de regresar a mis tierras a mi casa. -No, no puedes tu prometiste ayudarme.

-Es verdad lo había olvidado mañana me encargo mientras tu ve a descansar.
-Lía, disimulo tener sueño por lo que Kanon solo llego hasta la primer guardia y se dirigió sola hasta la suite.

-Señorita tiene visita. -Liftia aviso antes de entrar, ella emocionada por creer que era su hermana entró emocionada.

Pero cuando vio quien era su alegría se opacó. -Vaya no imagine ser aceptado tan fácil, por su parte princesa. -Es extraño tenerte aquí, con una amiga.

-Lía se dirigió Andreas mientras veía a su acompañante, la conocía muy poco pero sabía que ella era la cuarta en mujeres para ser tomada por el siguiente sucesor al trono.

-Lía, siéntate, toma algo no nos veas como el enemigo, solo venimos ayudarte.

-Eris ¿Cómo pueden ayudar? -Lía. -Sabemos que pretendes ir a Jotunheim eh investigar lo que muchos ignoramos.
-Te escucho. -Lia ¿cuándo quieres ir? Nosotros podemos rentar un auto y conseguir identificación falsa por si acaso se den cuenta de tu falta eso ayudará a darte tiempo. -Andreas no soy una asesina. - ver Lía, deja te lo explico al abrir los periodistas en la fecha de la muerte del príncipe te hace ver como una probable villana del estado, el Rey en su momento prohibió el tema. Por lo que en mi opinión si lo eres.

-Ya déjala el plan es ayudarle. Solo Lía dime ¿qué más de eso necesitas?

- Lía suspiro y bien tenía la razón sin ayuda no llegaría nunca además, Kanon se negaría.

- Bien necesitaré esa identificación, dinero para la comida y gasolina.

-Es lo de menos yo me encargo. - Eris afirmó. -Además deberías empezar a disimular oh comentar que iras a correr en la mañana, así nadie se dará cuenta un tiempo y tendrás tiempo. -Esta dicho mañana sal por la puerta de empleados que da al norte allí Eris oh yo estaremos esperando para entregarte un mapa y las llaves del auto. Te dejamos para que descanses, no olvides despertar temprano si es posible te veremos a las 6:00 de la mañana.

-Posterior a esa visita tan peculiar Lia se apresura y preparo un bolso con algunas cosas que pensaba que posiblemente serian de ayuda, afortunadamente para llegar a la puerta del norte que le habían pedido tenía que pasar por debajo de su ventana y esta espero que la guardia encargada pasara y dejaría caer el bolso entre los arbustos.

No tardo en ir a darse un baño y al salir mientras se secaba el cabello Liftia colocaba una ligera cena. - ¿Desea algo más? -Sí, dos trozos de pastel de miel y de limón. -Liftia estaba a punto de tomar el de fresa. -No, no déjalo también lo comeré. -Lia se sentó a comer mientras Liftia servía los trozos deseados. -Liftia, en la mañana iré a correr un poco y de paso iré a desayunar en el pueblo eh iré a la biblioteca después por lo que no me esperen estaré todo el día ocupada.

En la mañana Lia se apresuró a tomar el bolso y rápidamente dirigirse a la puerta donde ya estaba Eris. -Lia, las llaves están puesta a un lado hay una gorra para cubrir tu cabello rosado que te delata, toma adentro de esta cartera hay dinero suficiente para ir y venir tres veces cuídalo. En el asiento del copiloto está el mapa, evita usar el gps oh sabrán tu dirección mantén siempre apagado ese navegador. -Entiendo y Gracias. -Vete o te descubrirán.

-Acto seguido Lia se dispuso a viajar vestidos horas al norte mientras más le alejaba del Valhalla y la Ciudad se llenaba de curiosidad cuatro horas después Lia empezó a sentir los cambios climáticos había olvidado llevar que abrigarse por lo que se detuvo a una tienda mientras cargaba gasolina no quería quedarse si ella. Compro un gorro de lana, una chamarra impermeable sentía que no soportaría el frio por lo que compro dos suéteres ligeros. Para comer ella en la noche había guardado los dos pastelillos y empezó a comer uno con un café caliente.

Durante su camino ella empezó a recibir llamadas de Kanon posiblemente el, ya se había dado cuenta de su falta. Empezó a remorder la conciencia ya que había prometido a Kanon no ir en busca de esa respuesta.

Mientras tanto Kanon junto con Siegfried ya habían interrogado a Liftia esperaron salir de la suite para hablar. - ¿Dónde, crees que este? -No lo sé pero el que hayan estado aquí ese par me da muy mala espina. -Sí, lo mismo digo Eris es capaz de cualquier cosa para quitar sus estorbos para obtener la corona. -Siegfried dijo. -Sabes Lia me conto que Andreas está tramando algo contra Odín. -Es curioso, yo mismo lo creí y lo creo.

Inmediatamente los dos se dirigieron a la sala de seguridad donde revisaron y descubrieron por las cámaras su salida de Lia mientras ambos investigaban el curso de Lia, ingreso el hermano mayor de Kanon eran tan iguales que podrían pasar como gemelos pero lo único que les delataba ella el tono de su cabellera. -Hola ¿Qué hacen? Los veo muy sospechosos. -Estamos investigando, y dimos que haces fuera de este templo como dices llamar. -El Rey me envió, a Cosytos, enviar un nuevo residente.

-Ah... si ¿Qué anima en pena a caído a ese lugar? -Siegfried. -No se lo imaginan, ni nada más, ni menos que al Príncipe Camus, por lo que entendí no cumplió la orden que el Rey mando. ¿Y a quién buscan? -La princesa Lia. -Hay por Dios ¿enserio? Se les perdió. -Saga reía, mientras veía la cara de los dos, enojados. -Quiétense vamos a ver. -Saga miro la imagen donde tenía las placas del auto y rápidamente tecleo en su ordenador descubrió que esta se dirigía al norte. - ¿Ah donde creen que ella se dirige va al norte?

-Hay esa niña no cumple sus promesas, está loca. -Kanon ¿A dónde va? -Exigió saber Siegfried. -Va a Jotunhein. -Hermano mejor ve saliendo ya te lleva una racha de cuatro horas, si no quieres hacerle compañía al príncipe.

-Siegfried vigila a Eris y Andres, sugiero que le informen al rey si ven algo sospechoso y avise que vengo de regreso con esa loca. -Kanon, Hermano... - ¿Qué? -Llévatela con en este tiempo es difícil llegar rápido. -Saga aventó unas llaves, Kanon supo que era de su camioneta, salió apresurado.

Con Lia cuando vio que estaba oscureciendo decidió hospedarse en un hotel de paso dio nombre falso y pago en efectivo, en la mañana ella se apresuró salir poco antes del alba, esto para que no le alcanzara la tormenta pronosticada.

Unas horas más viajo, llego un punto donde no podía ver el camino quedando parada cuando vio un letrero al salir, ella congelándose logro ver que solo quedaba medio kilómetro para llegar a su destino. Por lo que decidió andar a pie, y dejar el auto, y apresurase a conocer la verdad.

Lía estaba preocupada por su hermana, pues se había confirmado que estaba embarazada, conociendo a Skdy, seguiría declinando la propuesta matrimonial del príncipe Camus.

En su opinión, debería aceptar, Camus era un buen tipo y también inteligente, les iría bien como pareja, pero si su hermana no quería eso, entonces la ayudaría a evitarlo.

De momento lo más importante era averiguar al fin que había sucedido con su hermano Valder, tenía que saber la verdad y hacer justicia, no se limitaría por nada del mundo.

Kanon había viajado durante la noche y había entrado y salido del pueblo haciéndose pasar por un turista por lo que pudo tener conocimiento que los de ese pueblo sabían que ella iba en camino, sin duda ellos tenían espías en todo el país, por algo aun no eran derrocados por el Rey.

Kanon sabía que no podía permitir que Lia ingresara era exponer su vida por lo que pudo hacer un trato con un leñador que tenía una cabaña cerca del camino, por lo que se dedicó a vigilar la entrando al pueblo, cuando un coche blanco se interpuso en su camino, con los cristales cromados, no podía ver quien la obstaculizaba.

Se bajó con actitud de pocos amigos y haciendo un esfuerzo por no gritarle, sabia perfectamente quien era, le pidió bajar haciéndole señas, no tenía miedo, si alguien intentara siquiera tocarla, estaría muerto, ya fuera por orden del rey.

Kanon disimulando el que no sabía quién era dijo. -Señor, hágame el favor de quitarse de mi camino. Estoy siendo lo más paciente posible, así que no me haga perder los estribos y muévase.

Lía estaba poniéndose roja de enojo como era posible que el estuviera alli, su enojo iba en aumento. Entonces decidió recurrir a su titilo de princesa para librarse del enojo evidente también de Kanon.

De pronto bajo del automóvil Lia con lentes obscuros y bien vestida, con un traje azul obscuro que contrastaba con una camisa blanca.

En definitiva era Kanon, se dio cuenta Lia al verlo, el conde que últimamente había estado cuidándola, su niñera oficial. Lía sabía que estaba ahí para regañarla, pues se marchó del palacio sin avisar.

-No puedo permitirle el paso, señorita, sabe bien que es muy peligroso viajar sola, aún si es la princesa del país, los bandidos no la respetaran.

Kanon fue hacia ella sin darle tiempo a reaccionar y la tomó en sus brazos y la subió a la camioneta, Lía estaba molesta, rápidamente abrió la puerta del copiloto y comenzó a correr en dirección al pueblo, Kanon bajó y al ver la obstinación de la princesa, la tomó de nuevo en sus brazos y aun cuando ella pataleaba y le gritaba, no la soltó, más bien la llevó arrastras dentro del bosque.

-¿¡Estás loco!? ¡Bájame! Estas excediéndote. Le contaré a mi padre sobre esto.

-Asumiré el castigo, no sin antes hacerle entender a su alteza lo peligroso que puede ser el mundo.

Lía empezó a preocuparse por ella. Estaban yendo demasiado lejos, estaban en pleno bosque. Le fue eterno el camino que le llevaba al no estar acostumbrada caminar entre una tormenta.

Cuando vio una cabaña en un claro. Kanon sin soltarla sacó un juego de llaves y abrió la puerta principal. Lía lo pateó con todas sus fuerzas sin conseguir nada, entonces notó que estaban solos y encerrados. Sintió miedo pero se lo tragó por orgullo.

- ¿Que pretendes?

-Ya se lo dije, le enseñaré a no confiarse del mundo. Y porque me ha hecho pensar en lo peor cuando no la encontraba en el palacio ni sus alrededores.

-No soy un objeto inanimado, soy humana y no puedo simplemente quedarme en una esquina como estatua o colgarme en la pared.

-Debería intentarlo.

Lía lo fulminó con la mirada y él sonrió pero de una manera que le provocó escalofríos. Relájate no podemos salir apenas está por azotar lo fuerte de la tormenta. -No, debo de ir. -Insistió Lia.

Kanon al ver que no lograría nada se acercó a ella deslizó los labios por su mejilla, atrapando su oreja con la lengua. Qué bien sabía. - ¿... como si te estuviese comiendo a ti? Le mordisqueó el lóbulo. - ¿Nada de nada? -Mmmm. -Ladeó la cabeza, dejándole acceder al cuello.

Kanon se rió entre dientes ante su flagrante mentira y deslizó su lengua por toda su oreja. -Vaya. Tendré que practicar._ Sus pestañas aletearon develando unas pupilas dilatadas.

Le besó la comisura de los labios mientras su miembro iba creciendo ante la incipiente necesidad de ponerse encima de ella.

-Me estás poniendo nerviosa. ¡Este es un lugar alguien puede llegar!
-Ay, cariño, si lo que quiero es, lo que quiero ponerte nerviosa hacia ella completamente

-El... La condujo hasta dentro, le quitó el abrigo y la acompañó hasta la cocina. Tenía el estómago encogido de verla tan hundida. Sin saber muy bien qué hacer, le preparó un whisky doble y se lo puso en las manos. Bebe, Lia le dio un trago, hizo un gesto de asco, tosió y miró el vaso como si se hubiese esperado una limonada. Kanon acercó una silla y se sentó frente a ella.
-Explícame lo que ha pasado ¿Qué te enteraste? ¿Quién te ayudo? Tienes todo el tiempo del mundo. No me voy a ir de aquí.

-Lia miraba el suelo fijamente. Levantó la vista. Su voz se quebró, le buscó la mano y se la apretó con fuerza, era un gesto simple de confianza y apego que le despertaba una gran emoción. Kanon le acarició la mano con el pulgar. -Ya conoces la historia...

-Se lo conocía demasiado bien pero no se atrevía a contar hasta saber su versión. Su cuerpo temblaba con cada sollozo mientras apretaba el rostro contra su pecho y las lá grimas cálidas empezaban a mojar su camisa.

Levantó la cabeza y lo miró, con ojos resplandecientes, mejillas húmedas, boca entreabierta. Lia acercó la mano a sus labios y los acarició, mirando
directamente a su boca. -Kanon, por favor. Bésame.

-No estaba para gestos de cortesía. Tras un pequeño suspiro de impaciencia, lo cogió del pelo y empujó su cabeza hacia ella, anclándose en su boca. Kanon se excitó en el mismo instante en que rozó sus labios, pero se quiso contener, dejándole a ella llevar el timón y dibujar el beso, adecuándose a su ritmo. Sus labios eran suaves y cálidos. Lia invadió, su boca y, tras el primer golpe de lengua provocador, él dejó las sutilezas para otra ocasión.

Lia notaba que él estaba a punto de perder el control. Gimió, enterró la mano en su pelo y la agarró con fuerza, respondiendo a las caricias de su lengua con una invasión sin pausa, ningún hombre la había besado así jamás, con esa intensidad, con esa excitación, con ese perfecto equilibrio entre ternura y fiereza.

Los demás nunca se habían preocupado por besarla bien, el intercambio de lenguas habíasido un simple medio para llegar a su objetivo, de pronto escucho un clic y sintió un frio en la muñeca izquierda ella se separó un poco y se dio cuenta que estaba en una cama y esposada.

- ¿Es enserió? -No, permitiré que te maten vales mucho para mí. Mejor resígnate no saldrás de aquí al menos que nos dirijamos de regreso a Castillo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top