Campos Creciendo,

Al día siguiente que Camus partió con Skdy, Odín llamó a sus dos consejeros y Sobrino Milo quien tenía una visión entre los jóvenes y le ayudaba a entender, en el consejo muchos esperaban el nombramiento de Milo como el tercer conserje.

Muy temprano Loki, Degel y Milo estaban en la misma habitación donde habían discutido Sobre la boda y permiso de cortejamiento de Skdy.

Ahora le quedaba de Lía la más chica de sus tres hijas.

-Caballeros, les eh convocado para discutir otro tema a mi parecer es complicado pero no tanto como el de Skdy y Camus.

-Diga su Majestad ¿en qué podemos ayudarle? -Loki.

-Protección para Lia, oh más bien no sé si para aquellos que le intenten hacer algo.

-Es comprensible señor. -Degel. -Necesito, Guardaespaldas capaces y con fuerte voluntad para mantener su protección.

Esta tarde quiero aquí mismo a los que crean que son capaces para esa misión y lo digo para ti también Milo que propongas alguien.
-Sí, su Majestad.
En la tarde poco después de la cena que tuvo el rey con Lía le envió a su suite, en su sala ya se encontraban los consejeros con cuatro soldados.
Odín ingreso y fue directo a su trono y detenidamente los observo y Milo inicio.

-Su Majestad, aquí están los guerreros que pensamos que son capaces en su enmienda. -El rey asintió en silencio y Degel fue presentándolo. -Su maestra Aquí está Andrea Ygrasil fuerte hábil, Afrodita D' Ross astuto paciente, Sigfried Duque de Alfa y Kanon De Géminis Conde de Midgar

Los cuatro hombres se miraron con discreción y respeto, no sabían del todo de que se trataba el llamado ante el rey, pero deducían que podría ser serio.
Caballeros, Guerreros, les hecho llamar para encomendar una tarea no fácil, una tarea para que puedan explotar y pulir sus habilidades, no es para que se confíen, más bien yo diría siempre atentos.

Andreas y los demás se pusieron en alerta a la espera de lo que se avecinaba.
Kanon tomó la palabra con tono de profundo respeto.

-Mi rey, ¿en qué podemos servirle?
-Protección a la princesa Lía, para aclarar no hemos recibido amenazas oh similares, la causa es básicamente su osadía y naturaleza en meterse en problema.
Andreas sonrió un tanto divertido, el ser niñero de una princesa no lo esperaba, sin embargo tal vez podría sacar provecho de la misión.

-Señor, con el debido respeto, ¿podría aclararnos porque nos llamó? Si fuera sólo para ser guardia personal de la princesa, una carta habría sido suficiente, ¿cuál es su verdadera intención?

Siegfried estaba tenso, si era para un posible matrimonio, él no tenía ganas de participar, la princesa era bonita, pero no tenía ganas de comprometerse con ella.
Odín sonrió ante ese comentario.
-Se los dejaré en claro a los cuatro Lía es una princesa desvergonzada, con conocimientos y ágil lengua, Ella desea saber más sobre la muerte de su hermano. -Dicho esto el grupo se tensó.
-Espero que comprendan es delicado este tema y no sólo por mi también por todo el pueblo Escandinavo.

Temiendo involucrarse demás, Siegfried dio su opinión.

- ¿Se refiere entonces a que debemos educar correctamente a la princesa?

Afrodita no pudo quedarse en silencio por más tiempo.

-Señor, ¿qué clase de método va a implementar con ella? Es sólo una niña que no se sabe comportar.

Siegfried lo fulminó.

-No creo que debamos tratarla con tanta suavidad, es una princesa y es un signo viviente de dignidad para el pueblo, si ella no se comporta a la altura, nuestra nación parecerá manchada.
Odín asintió sonrió. -Así es guerreros la princesa fue afectada por a ver sido criada fuera de su tierra natal, es impredecible que ella se entere como fue la muerte de mi hijo.

Caballeros... Quien logre cuidar de ella, y obvias entender sacar de su mente esa idea alocada de investigar y exponer al culpable, le otorgare un nuevo título y claro está la mano en matrimonio.

-Interesante pregunta, Kanon. Las condiciones están puestas las reglas es que la princesa mantenga su virtud intacta hasta la noche de bodas. De ustedes sabrán si desean que ella lo sepa este trato.

-Inmediatamente Milo intervino. -Guerreros consideró importante mencionar que ella jamás aceptara ser parte del trato, por lo que sugiero que no se entere el que será una valkiria.

Los cuatro se miraron entre si y aceptaron mantener en secreto el cortejo hacia la princesa. Afrodita pensó que esa sería una tarea bastante sencilla, pues las damas lo adoraban y la princesa no sería la excepción.
Andreas ya estaba ideando como poder atacar a la princesa sin darle tiempo para intentar escapar, se le daba muy bien el crear trampas.

Kanon estaba decidido a tenerla, ya que con ese matrimonio su hermano Saga sería tratado con respeto pese a su estigma de ser un hijo ilegítimo.
Siegfried no se casaría por nada del mundo con esa mimada, si bien estaba dispuesto a reformarla, no a convertirla en su esposa.
- ¿Su Majestad? -Si Te escucho.

-Ante todo doy gracias por a verme considerado a esta misión, sé que usted es un hombre y rey de Razón y quiero mencionar que are mi trabajo pero no deseo un matrimonio con la princesa, sé que un matrimonio con ella mejorará a mi familia, pero deseo otra... -Lo sé Siegfried, tú quieres a otra mujer, considera lo por un hecho mi permiso para cortejar a Lady Hilda.

Andreas sonrió, un contendiente menos y tenía más oportunidades para lograr su objetivo.

-Señor, creo conveniente el acceso al itinerario de la princesa, así sabremos con certeza donde se encuentra y sus movimientos.

Afrodita era inteligente y comprendió que podría ganarse la simpatía del rey logrando frenar los intentos de Lía por buscar información.

-Tendrán todo lo que pidan para su protección, solo deseo resultados prontamente.

Kanon optó por atacar directamente.

-Yo pido su permiso para vigilarla diariamente. Por lo que me mantendría cerca de ella y en palacio o donde sea que fuere.

Andreas y Afrodita pensaron que Kanon se les había adelantado en eso, pero lo dejaron pasar, al final ellos también tenían sus propios métodos de seducción.

Mientras tanto en Grecia a Skdy paso los días muy rápido por fin era miércoles por la tarde tenía que preparar y colocar los encargos de su madre llevaba una bolsa con comida tailandesa había preferido comer algo diferente pero el restaurante o más bien una serie de restaurantes extranjeros le quedaba de paso, se sentó a comer ella leía molesta el periódico en la sección de sociales aparecía Camus visitando uno de los museos de Atenas se sentía hastiada mas cuando el reportero hacia hincapié sobre el compromiso con Skdy y le cuestionaba su acompañamiento en esa foto.

Inconsciente clavo el tenedor de metal a la foto de Camus, y salió directo a vomitar echando la culpa al exceso de condimentos intento olvidar lo sucedido y entro a dar un baño y preparo se puso una falda tipo gitano con unas sandalias con tacón semi alto y una blusa con transparencia negra en parte del pecho y brazos, solo coloco una diademas para mantener su cabello fuera de su rostro. Un poco de maquillaje habitual y un suéter enseguida, tomo un bolso y metió los aceites que su madre había encargado y se dispuso salir y tomar su auto.

Después de veinte minutos se estaciono enfrente de una casa donde ella y sus hermanas habían crecido bajo pensativa, discutiendo como le diría a su madre su situación y como le había ido en Noruega, sinceramente le gustaba el Valhalla pero no para llegar al punto de vivir allí, le encantaba el frio que la mantenía activa y no el calor de Grecia que a veces le sofocaba y hacía sentir mal.

Al entrar no toco dejo en la mesita de la puerta la bolsa, sintió encoger su estómago al escuchar las risas de su madre acompañada de... sí. De, él quedando parada en el corredor que le llevaba a la sala donde estaba su madre platicando quedo paralizada decidiendo si era mejor irse oh quedarse odiaba la situación en la que se encontraba con él y ahora parecía que su madre le estaba traicionando.

-Señorita Skdy que bueno que ha llegado. -Bufo al ver a Helena la señora que ya era parte de la familia, su madre le había llevado con ella esa mujer le era fiel hasta al tuétano a Freya. Skdy puso los ojos en blanco al ver que había sido expuesta, Helena comprendió que había cometido un error y en voz baja dijo.

-Los siento señorita. -Ya, Ya olvídalo. -Skdy dijo molesta, siguió adentro como si no pasara nada y saludo a su madre. -Hola madre. -Skdy abrazo y beso la mejilla mientras veía sonrojada y alegre a Freya.

-Veo, que te diviertes. -Es que querida, el Príncipe Camus... -Por favor Freya nada de Príncipe solo Camus. -Bueno Camus me ah contado como le ha ido en estos pocos días en Grecia y al pareces se la ha pasado estupendo. -No tanto, como quisiera.

-Genial, mantente así. -Skdy comprendió lo que quería decir sarcástica. -Amph... Ma ya está la cena tengo que regresar pronto. -Skdy ¿A caso tienes una cita? -Algo así. -Skdy mintió entre más pronto saliera de ese lugar era mejor. -Bien pasemos al comedor, Camus ya verás por qué esta cena le gusta tanto desde niña. -Gustaba... -Skdy dijo ironica como si Camus tuviera la peste.

- ¡Skdy ya basta compórtate! Camus es mi invitado. -Que bien, yo igual soy tu invitada, gracias a Dios yo ya no vivo aquí. -Skdy, no debes de pelear con tu madre por mi culpa por favor. -Tú Principito de pacotilla no me hables, no me interesa cruzar palabra alguna.

-Disculpen la cena esta puesta. -Helena apareció como un mediador, todos se callaron y se dirigieron a la mesa, tomaron asiento y Freya inicio. -Por favor Camus toma todo lo que quieras. -Camus asintió en silencio. Skdy pensaba que era lo que pasaba por su mente pero enfoco su vista en la comida y volvió a recordar lo que había pasado no hace mucho en su casa. -Skdy deja de ser insensata, y caprichosa come.

-Eh...yo... -Hizo un gesto más que evidente de asco. Y Freya llamo a Helena. -Helena por favor. -Si señora. -Trae un vaso con hielo y esas galletas que traje por la mañana. Helena con su paso lento se sorprendió al ver que Skdy salía corriendo al baño más próximo. -Niña Skdy... ¿Qué le pasa? -Helena trae lo que te pedí.

Camus...Confirmado. -Freya se levantó y fue detrás de su hija. Cuando ella llego Skdy ya estaba bajando la cadena al desagüe. - ¿Estas bien? -Maldita comida tailandesa. -Recrimino en voz alta. -Sí, creo que ya saque lo que había comido, estaba un poco de mas condimentada. -Hay cariño, si sabes que nunca te ha hecho bien esa comida, ven vamos te daré algo para eso. -No, pero Cam...

-Olvídalo imagina que solo es un holograma no le tomes en cuenta, aunque es un chico muy mono, y alegre en verdad tienes un gusto sublime. - ¡Madre...! -YA, ya olvídalo vamos. Una vez de regreso en el asiento de Skdy había hielos y galletas. - ¿Y esto? -Cómelo te ara bien.

-Indico Freya Skdy confió en su madre y poco a poco fue disminuyendo el asco. Freya pudo notar que tanto Skdy y Camus se lanzaban miradas para alguien que no conociera a Skdy podría darle temor pero ella conocía a su hija detrás de esa mirada fría había algo más.

Con Camus era un joven totalmente coqueto y le encantaba como se perdía al ver a su hija. -Es verdad comprendo porque le encanta.

-Deberías de comer la parte que le corresponde a Skdy no creo que se los coma. -Camus miro a Skdy quien mantenía el codo derecho recargado en la mesa y sostenía su mandíbula con la mano. Mastico el hielo que tenía en su boca. -Da igual no me lo comeré es asqueroso. -Tomo otro hielo y lo llevo a su boca. -Camus sonrió al verla comer hielo, había deducido que cada vez que tomaba un tono rosado le atacaban los ascos.

En cuanto termino de comer las galletas y los hielos Camus y Freya su cena. -Me tengo que ir, no es necesario que se levanten. -Skdy se despidió de su madre. -Yo te acompaño. -No es necesario. -Creo que sí. -Camus dijo al momento que cruzaban la puerta.

Skdy distraída tomo la bolsa que había llevado el tacto de Camus en su espalda le había causado nerviosismo.

-Skdy tenemos que hablar. -Pero no hay nada, de qué hablar. -Skdy no nos hagamos los tontos sabes porque estoy aquí y no me iré hasta que confirmes el embarazo. -Sabes que no... -Si lo sé, no te casaras conmigo. -Me alegra saber que lo has entendido. -Me tengo que ir. -Skdy ve con cuidado.

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