Cuando apenas el sol está saliendo me encuentro en la salida del gran edificio, una gran caravana se encuentra ante mis ojos. Una camioneta negra bastante grande y algo me dice que hasta blindada es la que usaremos como transporte, así como varios carros más en los que guardaespaldas irán con nosotros. Mi pequeña maleta se ve insignificante enfrente de todo el equipaje que van subiendo, Zen aparece de repente con un gran vestido color azul que hace juego con sus ojos zafiros, su cabello ha sido levantado en una coleta alta y se mueve de un lado a otro.

— ¿Estás listo? — Pregunta, tiene una gran sonrisa en el rostro.

—Creo que sí — le respondo. Volteo a ver hacia el edificio, será la última vez que vea a la Academia St.Vladimir y eso de alguna forma me pone nostálgico.

Ha sido mi hogar por años, a pesar de no tener tantos amigos estoy acostumbrado a ver a todos mis compañeros en las mañanas. Además tiene algo ese viejo lugar que me tranquiliza, suspiro, estoy a punto de darme la vuelta cuando la puerta se abre, de ella salen dos cabelleras castañas.

—Llegamos a tiempo — dice Baekhyun bajando las escaleras a lado de Luhan que sonríe. Me acerco un poco más a ellos.

—Estaba a punto de irme — confieso negando con la cabeza en desaprobación.

—Perdona pero ya sabes que no soy bueno para levantarme temprano — se excusa mi amigo. Apenas el sol sale dando los primeros rayos y él luce cansado con el cabello alborotado, al parecer no se dio cuenta de ello porque si no habría hecho algo.

—No se preocupen — les digo cruzándome de brazos. Veo a Luhan que parece estar tranquilo, tiene una ligera sonrisa, supongo que puedo considerarlo como a un amigo también.

—Supongo que debemos ser rápidos — Baekhyun mira hacia atrás de mí donde hay varios guardaespaldas esperando que salgamos ya, volteo un poco para ver a Zen.

—Despídete con tranquilidad — dice de repente — adiós chicos, fue un placer conocerles — inclina un poco la cabeza y los chicos hacen una reverencia. A veces olvido que es una princesa. Los tres vemos como se va hacia la camioneta negra y se sube para esperarme ahí.

—Parece que ya se llevan mejor — murmura Baekhyun de repente con una sonrisa divertida. Suspiré.

—Puede ser — rasqué mi nuca ligeramente y ellos me observaron con atención.

—Oh no, parece que alguien se ha dejado vencer — molestó Baek, Luhan seguía sonriendo de una manera tímida aunque sus ojos mostraban diversión.

—No — sentencio con la mirada fija y seriedad. Rápidamente ellos asienten y borran la sonrisa.

—Extrañaré ese lado tan...Satansoo que tienes — agrega Baek comenzando a reírse luego de ver como yo hago los mismo.

—Yo también...les extrañaré — ambos se conmueven por mis palabras y me abrazan —. Bueno, bueno, creo que debo irme — me separo de ellos, no me gusta que me abracen tanto.

—Claro, cuídate mucho — dice Luhan, yo asiento ante sus palabras.

—No olvides intentar comunicarte conmigo — pide Baekhyun por último.

—No lo olvido — me di la vuelta para ir hacia la camioneta, antes de subir veo a mis amigos por última vez — adiós — agitó mi mano un poco.

Ellos corresponden el gesto con cierta tristeza reflejada en sus ojos. Suspiro y pongo toda mi atención a como el automóvil avanza, la mano de Zen se posa sobre la mía.

—Lo siento — susurra.

Frunzo el ceño sin comprender muy bien sus palabras pero luego caigo en cuenta que lo dice por mis amigos.

—No tienes que disculparte, no hay porqué hacerlo de hecho — gira su cabeza hacia la ventana, recarga su mentón en su mano, parece ocuparse en lo que hay afuera.

—Eres muy hermético — murmura.

Posiblemente lo sea. Cuando volteo a ver a la Academia St. Vladimir desaparecer me doy cuenta del significado de las palabras de Zen. Me ha alejado de mi único hogar y amigos para llevarme a un lugar desconocido. Exhalo un poco, no es como que no lo hubiera pensado pero...no imaginé que fuera a suceder tan rápido. Es así como termino apretando su mano y enlazo nuestros dedos.

***

El viaje hacia el aeropuerto es largo, bastante de hecho. La academia está alejada de la ciudad, entonces por eso cuesta llegar, cuando al fin entramos a la ciudad me fascino mirando de un lado a otro, pocas veces había venido y de manera breve. Me llama la atención muchas cosas, veo anuncio de diferentes tipos en todos lados, en especial de cierto cantante llamado Chanyeol que ha empezado su carrera como cantante y compositor. No necesito verle mucho en un cartel para darme cuenta que también es un vampiro.

Zen por su parte está distraída con un libro, me fijo en lo que lee y me comienzo a reír al ver el título. Me tapo la boca para no ser grosero, ella sale de su trance y me ve algo perdida de la situación.

— ¿Sucede algo Kyunggie? — niego con la cabeza por su pregunta. Sin embargo no parece querer darse por vencida — dime de qué te has reído — suplica, se acerca a mí con cautela haciendo que su cabello se mueva. Señalo el libro, lo mira sin comprender mucho hasta que un brillo de comprensión aparece en sus ojos —. Irónico pero me gusta, es realmente curioso como los humanos describen a los vampiros

'Dracula' está grabado en la tapa de ese grueso libro, me lo tiende por un momento y hojeo algunas partes. Está en ruso.

—Hace tiempo intenté leer otros libros de vampiros pero me ha parecido realmente denigrante algunas tramas — empieza a relatarme.

Una charla sobre libros ocupa nuestro tiempo durante varios minutos hasta que llegamos al aeropuerto. Los guardaespaldas se la viven ejecutando un plan perfecto de seguridad, algunos se ocupan de nuestras cosas y otros se la viven cerca de nosotros. Las personas nos ven pasar con curiosidad y una que otra chica humana saca su celular para grabarnos pensando que somos artistas. Nos conducen hacia una sala que tiene por leyenda: vuelos privados.

Como me imagino, llegamos a una sala de espera alejada de los demás y varios aviones privados se encuentran detrás del vidrio, en la pista esperando su partida. Zen parece de lo más tranquila leyendo su libro, sentada en cómodo sillón de la sala de espera parece mucho más joven de lo que es.

—Tienes 16 años, ¿verdad? — pregunto de repente, alza la vista.

—Sí, un año menor que tú — parece algo molesta, tal vez porque no recordé con exactitud su edad.

Regresa a su libro bastante entretenida mientras mueve sus pies ligeramente. Me siento a observar a los guardias de seguridad, casi no le hablan a Zen y rara vez hacen contacto visual, es tan extraño todo eso. De una sala sale un hombre vestido con un traje de piloto, pasa su vista hacia a mí y Zen, nos ve por unos segundos que me parecen sospechosos. Me fijo en su cabello negro que se asoma, sus ojos rasgados que parecen los de un hámster y luego un rostro algo redondo. Se acomoda el uniforme y se va hacia lo que creo es a un avión, volteo a ver a Zen si notó algo pero sigue igual.

Le resto importancia a ello y mejor sigo esperando a que nos conduzcan al avión. Minutos después sucede, los guardias se ponen en una hilera sin decir algo y Zen cierra el libro de un golpe, se levanta y pide mi mano.

—Es hora de irnos — declara. Tomo su mano con cierto recelo pero termino aceptando y ella me jala hacia sí con fuerza.

Salimos a la pista y el pequeño avión ya está esperando, subimos las escaleras mientras varios hombres vestidos de negro siguen haciendo varias cosas. Somos los primeros en subir, nos llevan hacia unos asientos bastantes lujosos y cómodos, con mesas incluidas, parece otra cosa y no un avión.

—Esperen un momento — dice una azafata. La única mujer que he visto y que le ha hablado a la princesa.

Pasan algunos minutos en los que no viene nadie más. De repente el avión se mueve avisando que ya despegará.

—No han avisado que nos pongamos los cinturones — comenta Zen con el ceño fruncido.

Yo también lo veo extraño, me apuro a ponerme los cinturones porque el avión se mueve con fuerza. Mientras hago eso mi vista se posa en la ventana, ahí abajo yacen varios de los guardaespaldas tirados en el suelo, alguien les ha vencido.

Alguien ha secuestrado el avión.