Capitulo 4: El Nacimiento de la esperanza
Actualidad.
Casey: Después de aquello, la resistencia fue creciendo de más miembros, incluso hubieron varios sectores donde las resistencia empezaron a expandirse en nombre del Maestro Leonardo
April: ¿Y todo lo lideraba solo Leo?
Casey: Sí, desde esos tiempos ya era algo cotidiano lo que vivíamos. La resistencia se quedó en medio de la batalla mientras que a los supervivientes los sacaban para enviarlos a otros rincones del mundo, se expandió tanto la invasión que el nombre del Maestro Leonardo y su familia ya era conocido en todo el globo
Splinter: Parece que los veían sin duda alguna como la esperanza de la supervivencia, que duro
Casey: Muchos conocidos suyos sobrevivieron, otros lamentablemente no, hubieron bajas en el transcurso del tiempo, yo no pude a conocer a muchos de los miembros de la resistencia, cuando nací, ya ellos habían caído en batalla
Splinter: Y dime Casey ¿Cómo fue cuando las tortugas te vieron por primera vez? Supongo que fue durante ese tiempo en el que Cassandra se alejo ¿No?
Casey: Sí. El contacto lo teníamos por radio y mi madre les dio la noticia, muchos se alegraron aunque también se asustaron, ya saben, no era el mejor tiempo en esa época, pero muchos de los sobrevivientes que Vivian fuera de la ciudad querían tener sus vidas de regreso y trataban de llevarla como podían. La mayoría logró aquello gracias a las tortugas
Cassandra: Debió ser muy difícil para ti y esa versión mía
Casey: Lo fue. Mi madre tenía la idea de quedarse en los refugios lejos de la ciudad pero lamentablemente los Krangs expandieron las zonas y destruyo ese lugar. Apenas tenía unos meses cuando eso ocurrió así que ella regreso a la guarida
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10 años después de la invasión.
Habian pasado muchas cosas durante el periodo en que las tortugas seguían convatiendo para resistir la invasión Krang. Varios grupos se expandieron, la invasión era mundial, muchos tenían que comunicarse a la antigua por radios para saber como se encontraban en diversas partes del mundo.
En la guarida, el grupo de Rapha, Leo, Donnie y Mikey, ya con sus 27, 26 y 25 años cumplidos, respectivamente, estaban revisando unos mapas y fotografías que cubrían las paredes de aquella sala de reuniones planeando unos objetivos mientras discutían.
Leo: No lo se, desplegar el grupo a un lugar que no conocen... -Dijo pensativo
Donnie: Enviar al grupo humano a la zona en ruinas de lo que queda de la ciudad oculta es peligrosa
Rapha: Pero no tenemos de otra, el grupo mutante y yokai esta en otras misiones, el único que queda disponible cerca es el humano
Mikey: Hay que pensarlo mejor. No podemos arriesgarlo
Leo: ¿Que hay de Gran Mama? ¿Esta en condiciones? Ella quizás pueda guiarlos
Rapha: Si logras convencerla, sabes que ella no hace mucho caso en ese sentido y solo te escucha a ti
Mikey: Supongo que tienes que decírselo tu directamente hermano
Leo: Que fastidio-Soltó un pesado suspiro mientras rascaba su cabeza
April: ¡Chicos! ¡Chicos!-Entro contenta a la sala de reuniones
Donnie: ¿Y esa felicidad?
April: ¡Es Cassandra! ¡Ya regreso! ¡Y adivinen a quien trajo para que lo conozcamos!
Ya todos estaban esperando la llegada de Cassandra, sabían que regresaría a la guarida luego de los problemas que tuvo en la ciudad donde estaba viviendo con su familia, fue duro para ella, así que con los brazos abierto le pidieron volver para que estuviera a salvo. Leo había olvidado las diferencias que tuvo en el pasado, quería apoyarla luego de lo sucedido, aunque no podía evitar sentir algo de ansiedad al saber que volvería a ver a su compañera que trato mal en el pasado.
Todos salieron de la habitación y al ir a la sala, la vieron hablando junto con Splinter y Draxum.
Splinter: Muchacho, rápido venga-Dijo emocionado
Cassandra mostraba una rara vulnerabilidad al sostener algo en sus brazos, pero no era solo "algo" era un pequeño bebé. Los ojos de todos se fijan en ella y, luego, en el pequeño Casey. El silencio inunda la habitación mientras todos observan con sorpresa y ternura.
Leo: ¿Es... es él?
Cassandra: Sí. Les presento a Casey muchachos
Los ojos de las Tortugas brillan con sorpresa y emoción. Incluso Draxum, que normalmente estas cosas no le afectan, parecia un poco conmovido.
Draxum: Es impresionante ¿No?
Mikey: Es... tan pequeño. Hola Casey, hola
Rapha: Él es... un recordatorio de que aún hay esperanza, ¿verdad?
Cassandra: Es difícil verlo de esa manera... A veces, me pregunto si tiene algún futuro en este mundo. Pero lo he mantenido con vida... y eso tiene que significar algo, ¿no?
Leo: Cassandra...
Donnie: Dinos ¿No le a pasado nada grave en el trayecto? Alguna anomalía con los Krangs o recibido...
April: No empieces a inspeccionar al bebé Donnie
Donnie: Solo trato de saber si esta bien...
Cassandra: Es más fuerte de lo que parece. A veces, es como si supiera que tiene que sobrevivir. Como si... estuviera adaptándose más rápido que yo.
Mikey: ¡¿Puedo cargarlo?! ¡¿Puedo?!-Dijo bastante emocionado
Cassandra: No lo se, Casey ¿Quieres que él te cargue?
Mikey se acerca cautelosamente, pero Casey, sin dudar, le da una sonrisa tímida y Mikey no puede evitar sonreír también.
Mikey: ¡Me sonrió! ¡Significa que le caigo bien!
Leo: A quién no hermanito
Splinter: Un niño en tiempos de guerra... Es un símbolo de la vida que sigue, de la esperanza que se niega a morir
Leo: Somos sobrevivientes, somos ninjas, y nuestra mejor arma no es la espada, es la esperanza. Bienvenidos a casa, Cassandra y Casey
Cassandra: He vuelto chicos...
A medida que los años pasaban, el pequeño Casey crecía rodeado de amor y protección en la guarida de las Tortugas Ninja. Desde muy temprana edad, comenzó a aprender artes marciales y habilidades de combate bajo la tutela de las Tortugas, quienes se convirtieron en sus mentores y figuras paternas.
Sin embargo, entre todas las Tortugas, había una a la que admiraba especialmente, su maestro, Leonardo. Desde que era un niño, Casey había sentido una conexión especial con Leo, inspirado por su valentía, liderazgo y sabiduría. Cada movimiento elegante y cada lección impartida por Leo lo llenaban de asombro y admiración.
15 años Después de la invasión.
Leo y Donni se encontraban en el laboratorio mientras revisaban los monitores, habían interferencia y ambos estaban tratando de analizar lo que había salido mal.
Leo: Llevas 3 horas tratando de solucionarlo, dejalo ya
Donnie: Es la única comunicación por satelite que tenemos actualmente, si la dejo sin más, perderemos recursos
Leo: Lo se, pero mírate primero ¿Hace cuanto no duermes?
Donnie: Solo necesito algo para mantenerme despierto... -Llevo su mano a su cabeza-Extraño tanto el café...
En eso se escucho el ruido de algo cayendo detrás de ellos. Mirando detrás, vieron al pequeño Casey quien los estaba escuchando y mirando con intriga.
Leo: Hey pequeño ¿Que haces?-Le dijo con una sonrisa mientras se acercaba a él
Casey: ¿Por que el maestro Donatello no duerme?-Dijo algo preocupado
Leo: Porque es un necio
Donnie: Te escuche-Dijo molesto
Leo: ¿Quieres que duerma también?
Casey: Sí, se ve cansado
Leo: ¿Le harás caso a Casey, Donnie?
Donnie: No me manipules con un niño de 5 años-Rasco sus ojos con evidente cansancio
Luego Leo cargo a Casey en brazos y lo llevo con Donnie para que lo viera.
Leo: Miralo, no vas a decirle que no a esta carita ¿o si?
Casey: Ve a descansar maestro
Donnie: Son de lo peor...
Gracias a la llegada de Casey, los días pesados como esos se volvían amenos, la alegría volvía a surgir luego de lo terrible que fueron las misiones, a pesar de haber un terreno peligroso en la superficie, abajo en la guarida se encontraba la paz junto a ese pequeño.
17 años Después de la Invasión.
En una de las zonas de entrenamiento dentro de la guarida, Leo estaba entrenando junto con Casey como suelen hacerlo habitualmente.
El espacio estaba lleno de objetos que podrían usarse para entrenar, desde bastones hasta maniquíes de entrenamiento.
Leo: Empezaremos la postura básica. Antes de enfrentarte a cualquier enemigo, necesitas saber cómo mantener el equilibrio. Si no te mantienes firme, perderás cualquier batalla, no importa cuán grande o pequeño sea el oponente-Dijo con seriedad en su tono
Casey asintió con la cabeza para luego imitar los movimientos de Leo con mucho cuidado, pero aún tiene dificultad para lograr la postura perfecta.
Casey: Como tú, maestro. Yo quiero ser como tú, el líder...
Leo: El equilibrio no se trata solo de ser el líder Casey-Dijo soltando una leve risa-Un líder también sabe cuándo escuchar a su equipo. Tienes que ganarte el respeto de los demás, no solo con habilidades, sino también con confianza y paciencia
Luego se colocó en la postura correcta mirando a Casey
Leo: Vamos, hazlo conmigo. Mira cómo mantengo mi postura...
Casey lo observa atentamente bastante dispuesto a entenderlo, copiando cada uno de sus movimientos con esfuerzo. El pequeño se balancea un poco, pero al final logra equilibrarse. Se ve orgulloso de sí mismo, y eso hace que Leo sonría suavemente.
Casey: ¡Lo viste! ¡Lo logre! ¡No me caí en todo ese momento!
Leo: Bien hecho, lo lograste bastante rapido-Le dijo con una gran sonrisa
Casey: Es porque yo también quiero ser fuerte como tú. Quiero proteger a todos
En eso, la sonrisa de Leo se desvaneció por unos instantes.
Casey: ¿Maestro?
Leo: ¿Eh? No, no, nada-Hablo sonriendo nervioso para luego ver Casey, se toma un momento para observarlo sintiendo algo de amargura con lo que dijo-Proteger no siempre significa ser el más fuerte o el más rápido... También significa ser el primero en levantarse cuando todo está en contra. Solo tienes que seguir aprendiendo a controlar lo que hay dentro de ti
Casey: ¿Controlar lo que hay dentro de mí?
Leo: Tus emociones, como el miedo, la ira... todos esos sentimientos que te empujan hacia adelante o te detienen. Como un líder, debes aprender a usarlos sin dejar que te controlen-Le señalo con el dedo justo en su corazón
Casey: Descuida maestro, no me controlara nadie
Leo: Me alegro escuchar eso...
En ese tiempo, Leo le atormentaba todavía lo que habia sucedido con respecto a la llegada de los Krangs, no había ni un solo día en el que se culpaba de todo.
A sus 33 años, lo seguía carcomiendo como si hubiera sucedido ayer. Aquello que paso, Leo se dio cuenta de que la llegada de la nave Krangs había sido su culpa y con todo lo vivido, la sombra de eso lo sigue y no a podido decírselo a nadie, el miedo de aquello aun lo siente, aunque sabe que debe decirlo, el miedo a la culpa era inevitable.
Casey (Narrador):
A medida que iba creciendo, me esforzaba por emular al Maestro Leonardo, aprendía de las técnicas de todos mis maestros, pero no negare que me encantaba pasar mas tiempo con él por las enseñanzas que me dejaba. Casi no tenía tanto tiempo para pasar con el maestro Donattello, así que él construyó para mi un regalo para cuando estuviera listo para las batallas.
Dedique horas interminables al entrenamiento y perfeccionando mis habilidades marciales.
Las cosas continuaron como siempre, las misiones de rescate, la supervivencia, los momentos de calma en la guarida, parecía que el caos era interminable.
Casey se limitaba a seguir entrenando en la guarida, absorbido por el constante flujo de prácticas y lecciones impartidas por las Tortugas y su madre.
En los momentos de descanso, Cassandra le contaba a Cassey historias del pasado, antes de que su planeta fuera invadido por los Krangs. Le hablaba de tiempos más tranquilos, cuando la ciudad estaba llena de vida y esperanza, antes de que la sombra de la guerra lo envolviera todo en oscuridad.
A través de las historias de su madre, Casey aprendía sobre el valor y la resistencia de aquellos que habían luchado antes que ellos, y encontraba inspiración para seguir adelante incluso en los momentos más oscuros, tal y como Leo le contó uno vez. Aunque su corazón ardía por unirse a la lucha, sabía que su momento llegaría, y se preparaba con determinación y coraje para enfrentar el desafío que se avecinaba.
20 años Después de la Invasión.
El grupo estaba a mitad de una nueva misión, se habían enfocado en deshacerse de los grupos de los Krangs que estaban avanzando a las zonas seguras de la ciudad donde aun no habían invadido.
Leo se encontraba en una zona junto con Draxum mientras que Rapha estaba en otra yendo solo.
En la base, Donnie los guiaba, encontrándose preocupado de que esta vez iban sin tantos refuerzos. La cosa había empeorado que tenían poco apoyo.
Rapha en ese momento peleaba con un solo Krang, pero durante la lucha, fue emboscado, habían otras dos maquinas krang que surgieron de la tierra que empezaron a atacarlo sin piedad. Esta vez luchaba con maquinas contaminadas por la fuerza de los Krangs, así que no se cansaban nunca.
La lucha era un completo caos y se intensificaba tanto que la resistencia de Rapha se agotaba de a poco.
Casey (Narrador):
En ese día, casi no lo recuerdo muy bien, tenía 10 años. Me dijeron que me quedara en la guarida. Me quede con el Maestro Splinter hasta que el grupo regresara, no sabía qué estaba ocurriendo arriba.
Rapha: ¡Donnie! ¡No puedo solo! ¡Me rodean!-Grito desde su comunicador
Donnie: Trata de alejarte a la zona sur, le enviare una alerta a Leo para que trata de ir a ayudarte-Le dijo apresurado
Pero justo cuando Rapha cambio su dirección para hacer lo que le dijo, hace un mal movimiento y un golpe inesperado lo deja vulnerable. Fue justo en la cabeza y debido a eso su comunicador queda despedazado, Donnie pierde su señal alarmándolo.
El Krang con el que luchaba a principio, fue justo por él al verlo mas debil, y en un descuido, Raphael recibe un golpe directo en el costado lanzándolo contra unos escombros.
Por otro lado, Donnie le llamo a Leo y a Draxum avisando lo sucedido.
Draxum: Parece que se retiran
Leo: Pero no hicimos gran cosa, solo había un Krang, se supone...
Donnie: ¡Leo! ¡¿Me escuchas?!-Le llamo alarmado
Leo: Te escucho ¿Que sucede?-Dijo angustiado
Donnie: Perdí la señal de Rapha, no responde
Leo: ¡¿Que?!
Rápidamente trato de comunicarse con Rapha pero el intento era inútil. Con el corazón a mil, salio corriendo a la ubicación de Rapha.
Pero justo cuando se encuentra en la zona donde debería de estar, solo ve a un grupo de Krangs y varias de sus maquinas rodeando una pila de escombros, con intensiones de atacar a algo, no había duda, tenían a su hermano ahí rodeado.
Enojado, tomo ambas espadas y bajo en medio de los Krangs para darles pelea de frente. Afortunadamente, Draxum llegó con él y lucharon juntos para deshacerse de la enorme cantidad que había. Se suponía que solo habría un Krangs en esta zona pero al ver la cantidad, se dieron cuenta, emboscaron a Rapha.
Cuando parecía que todo se había calmado y varios de los Krangs se retiraron, Leo y Draxum se dispusieron a excabar bajo los escombros para buscar a Rapha, lo que Leo vio, lo dejo casi con el corazón paralizado.
Leo ¡Rapha! ¡Hermano!-Le dijo al momento de retirar los últimos escombros que cubrían su rostro
Rapha: ¿Leo? ¿Cuando llegaste...?-Le dijo con voz ronca mientras tosía
No estaba nada bien, solo podía ver su cara antes de retirar el resto de escombros, pero el estaba mal herido y su cara lucía pálida.
Leo: ¡Aguanta! ¡Te sacaremos de aquí!
Con la ayuda de Draxum, pudieron quitar mas rápido todos los escombros, pero cuando quitaron las piedras donde se supone que debería estar su brazo derecho, no estaba nada, solo un enorme charco de sangre.
Leo: No...
Draxum: Muchacho...
Rapha: No... se preocupen, solo... es un rasguño... -Dijo con una sonrisa débil
Pero a pesar de sus palabras, Rapha sabe que la situación es grave
Leo: No... ¡¡Donnie!!-Le grito por el comunicador- ¡¡Rápido!! ¡¡Rapha está herido!! ¡¡Necesito asistencia médica ya!!
En poco tiempo, Rapha termino inconsciente por haber perdido una gran cantidad de sangre, y al rato lograron regresarlo a la guarida para atenderlo con urgencia.
Ese día, Leo sintió que todo se le derrumbo encima, Rapha casi moría, sentía que pronto se desmayaría.
Afortunadamente, sobrevivió pero el daño ya estaba hecho, con los días pasando para que Rapha se recuperara, Donni, con su genio técnico, trabajaba diligentemente para fabricar una prótesis que pudiera reemplazar el brazo perdido de Rapha.
Cuando Rapha finalmente obtuvo su nuevo brazo, él de a poco pudo sentirlo como si otra vez lo tuviera de vuelta, como si nunca perdío el brazo.
Rapha: Es increíble, dolió bastante pero de verdad lo siento ahí, que raro
Donnie: No hay de qué-Dijo orgulloso
Mikey: Se ve mas genial que tu viejo brazo-Bromeo para animarlo
Rapha: Jaja, que divertido... -Dijo con sarcasmo
Entre los tres lo tomaban a broma para calmar el ambiente y funcionaba pero notaron que Leo lucía bastante afectado.
Rapha: Vamos Leo, ya paso, estoy bien
Leo: De verdad siento esto
Rapha: No es tu culpa
Mikey: Tiene razón, lograste salvarlo a tiempo, derrotaste a esos Krangs y logramos evitar que expandieran la ruta de invasión
Donnie: Aunque la pasamos un poco mal, todo resulto bien
Con el nudo en la garganta, Leo trato de procesar sus palabras, lucía asustado, casi ansioso. Miro a sus hermanos y hablo con dificultad.
Leo: Chicos... yo... jamás se los dije... Pero esto es mi culpa
Donnie: Que no lo es, deja de culparte por el brazo de Rapha
Leo: ¡No!-Grito asustado sorprendiendo a sus hermanos-Esto... todo..., la invasión, los krangs... es mi culpa, todo... -Su voz se cortó mientras apretaba sus puños
Rapha: De... ¿De que hablas?
Leo: Pudimos haber prevenido todo esto si no fuera por mi estúpida actitud egocéntrica...
Casey (Narrador):
El Maestro Leonardo me contó como se sintió cuando finalmente les confeso lo que tenía atormentándolo. Estaba tan mal, dijo que sentía como si estaba balanceándose en una cuerda floja, por mas que las palabras de sus hermanos quisieran calmarlo, eso solo lo empujaban cada vez mas, no quería sentirse de esa manera pero el dolo era tan fuerte que hasta el ultimo día de su vida se sintió así...
Donnie: No, espera Leo, tu jamás lo hubieras imaginado, nosotros tampoco
Leo: Debí actuar mejor, fui tan estupido actuando así... -Llevo su mano a su cabeza sintiéndose muy frustrado-Si no hubiera estado ahí, hubieran detenido todo esto. Y ahora casi mueres por mi culpa Rapha, toda la gente que a muerto es mi culpa, yo...
Rapha: ¡Leo!
Con rabia, sujeto ambos brazos de Leo para verlo directamente a los ojos, él estaba llorando, parecía que se estaba guardando ese miedo y sí que era así, se lo guardo durante 20 años.
Rapha: Escúchame bien, No es tu culpa ¿De acuerdo?
Leo: Claro que lo es, yo...
Rapha: ¡No lo es! No sabíamos que era esa cosa de madera, no sabíamos nada, ni siquiera Hypno y Waren sabían qué robaban, no lo sabíamos, esto no es culpa de nadie
Leo: Pero...
Donnie: Si lo hubiéramos sabido, las cosas hubieran sido diferentes Leo, pero nadie sabia nada
Mikey: Has protegido a muchos, has salvado vidas, eso es lo importante, nadie podía predecir lo que sucedería, si hubiera una manera de impedirlo, lo haría, pero las cosas no siempre son como uno lo espera
Rapha: No pienses así Leo, además ¿Que pensara de Casey si te ve así?
Leo: ¿Eh?
Rapha: Eres su mentor, eres como un padre para ese niño, deberías mantenerte firme y darle el ejemplo ¿No crees?
Leo: Chicos... De verdad lo siento...
Aunque le dijeran esas palabras, la culpa de Leo nunca se fue, cada perdida la sentía tan personal, sentía que cada vida la perdía por su culpa.
Pero, a pesar del dolor y la adversidad, se mentían unidos, se apoyaban entre sí hasta el final, encontrando fuerza y consuelo en el amor y el apoyo mutuo. Y mientras la ciudad continuaba siendo asediada por los Krangs, sabían que debían permanecer unidos.
Pero un día...
Tras años de valiente resistencia contra los Krangs, un evento trágico sacudió profundamente la vida de las Tortugas.
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