Wei Wuxian está atormentado por su recién descubierto enamoramiento cuando Jiang Cheng alza la mano y le dice a Huaisang —Pagame—

Wei Wuxian los mira, ve al Nie sacar algo de dinero mientras murmura algo apenas audible y le entrega una bolsa con algo de dinero

—¿Que es eso?— pregunta confundido

Jiang Cheng se ríe —Esto, es lo que me hiciste ganar — le dice Jiang Cheng jalando su mejilla

—Espera por qué.

NIE Huaisang refunfuña antes de bajar del árbol con dificultad —A-Cheng ayúdame — solloza colgado de la rama, el Jiang rueda los ojos pero lo ayuda a bajar

Una vez en el duelo Nie Huaisang mira al Wei —Es la apuesta — dice refunfuñando

—¿Cual apuesta?— Wei Wuxian está confundido

—Para ver cuanto tiempo te dabas cuenta, idiota — se burla Jiang Cheng

—Espera, hicieron una apuesta sobre Lan Zhan y yo— dice indignado —Le diré a Shijie — se queja

Jiang Cheng se ríe —Fue ella quien la empezó, un poca más y abría perdido— se queja mientras lanza la bolsa para volver a pescarla.

Wei Wuxian hace un puchero en una de las lanzadas y se apresura a tomarla —Como te ayude a ganarlo, es justo que también lo gaste — dice riendo para correr fuera de ahí seguido de Jiang Cheng y Nie Huaisang

—Esperarme — decía el Nie siguiéndolos

Un poco alejado de ahí estaba un Lan con un conejo en sus manos, su intención no había sido escuchar, el solo iba alimentar a los conejos.

Siente la opresión en el pecho, sin darse cuenta ha empezado a llorar, saber que no le gusta como pareja a Wei Wuxian es algo que le dolió, pero saber que se acercó a el por una apuesta, el sollozo escapa de su boca, no puede detener las lágrimas, y decide volver a casa antes.

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Habían pasado varios días desde que Wei Wuxian acepto que está enamorado de Lan Zhan, pensó en confesar al siguiente día, su rostro se sonrojo de solo pensarlo.

Pero Lan Zhan no fue a clases, ni el día siguiente, ni a la siguiente.
—¿Se abra enfermado?— pregunta Wei Wuxian a su hermano quien lo mira enojado

—No lo sé.

—¿Pero si se enfermo? — dice

—Wei Wuxian por qué no le llevas los deberes y te das cuenta si se enfermo — sugiere Huaisang

—Huaisang eres un genio — dice tomando su rostro y dando un sonoro beso en su mejilla antes de salir corriendo

La cara de Huaisang se pone roja de vergüenza, mira Jiang Cheng que alza una ceja pero no dice nada.

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XiChen ha intentado de todas las formas posibles no actúar contra los culpables, pero al abrir la puerta de su casa se encuentra con un sonriente Wei Wuxian —¿Está Lan Zhan?— pregunta

El ceño de XiChen se frunce en molestia, su sonrisa se ve forzada —Wangji está indispuesto — dice

La sonrisa de Wei Wuxian se borra, sus ojos muestran preocupación —Es grave.

Lan XiChen ve como la persona comienza a murmurar, XiChen reprime el impulso de rodar los ojos, quiere cerrarle la puerta en la cara, pero sus miles de reglas se lo impiden.

—¿Hermano?

—Lan Zhan, Lan Zhan— Wei Wuxian comienza a gritar

XiChen ve como su hermano se tensa, sus ojos están tristes y apagados, se ve que ha estado llorando.

—Es contagioso — dice XiChen cerrando la puerta en cara del Wei.

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Wei Wuxian se queda ahí de pie viendo la puerta cerrada, no sabe cómo sentirse al respecto.

Muerde su labio antes de soltar un suspiro, no tiene el teléfono de Lan Zhan.

—Dejare los apuntes aqui— grita para dejar sus libretas aún al lado de la puerta —Mejorate pronto — vuelve a gritar y se va con una sensación extraña en su pecho.

Lan Wangji espera que se aleje para abrir la puerta y tomar las libretas, con un cariño que hace enfurecer al mayor.

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Jiang WanYin, va por la calle cerca de la plaza, camina todos los días a las 5 con su cara metida en uno de los libros de matemáticas intentando comprender las formulas del álgebra.

Lan XiChen ha estudiado por varios días a los hermanos Jiang, como para comprender sus dinámicas.

Se para frente al distraído Jiang con un café en mano, no camina simplemente se queda a esperar el inminente choque, su vaso pega en su cuerpo tirando el líquido dentro de el.

—Mierda— masculla el joven y sus ojos azules le miran —Lo siento no estaba prestando atención — se disculpa

Lan XiChen se queda en silencio un momento, aún mirando el rostro del Jiang de cercas, el azul de sus ojos, las pecas en sus mejillas, el ceño se frunce y entonces Lan XiChen reacciona —Ah si fue mi culpa — responde ido, aún sorprendido por lo bonito que es.

Jiang Cheng murmura dos maldiciones más, y comienza a caminar de nuevo, "¿Que tipo tan extraño?" Piensa