[バラの花]

La luz de la mañana filtrándose por la ventana era, normalmente, algo romántico y bonito. Pero el chico acostado en la cama lo odiaba. ¿Qué necesidad tenía el sol de despertarle?

Y para "empeorar" su día, el móvil empezó a sonar a las 10 de la mañana. Y cómo si no fuera poco, era un número desconocido.

- Cómo sea una broma...- empezó a hablarle al aún desconocido sujeto al otro lado de la línea.

- Baja, en cinco minutos estoy en tu puerta. - dijo una voz demasiado conocida, para después colgar.

Changbin dió un saltó, incorporándose. Debía ducharse, vestirse, y comer en cinco minutos antes de que llegara el ahora rubio.

Se duchó rápidamente y se puso su outfit estrella: unos pantalones negros, una sudadera negra, una chaqueta negra, y unas zapatillas negras. No iba a impresionar a nadie, pero esperaba que a Felix no le desagradara.

Últimamente las cosas entre ellos iban muy bien. Hacía ya dos meses que había roto con Hyunjin, y nunca le había ido mejor en la vida. No es que el menor le molestara, pero ahora sentía que su vida estaba completa, gracias al australiano. No supo cuando ni cómo, pero empezó a sentir cosas por él, y la actitud detallista del otro no ayudaba a calmar las mariposas en su estómago.

- ¿Changbin? - tocó varias veces la puerta, hasta que el pelinegro le abrió. Felix siempre se preguntaba, ¿cómo a alguien le podía quedar tan increíble el negro? No lo entendía, pero le gustaba. - Binnie, un desconocido te dejó esto.

El más alto le tendió un ramo de rosas, y éste las recibió algo confuso.

- ¿Quién será?- dijo cerrando la puerta detrás suya.

- Hay... hay una nota - le informó algo nervioso.

Desde el primer momento en el que lo vio en frente a la floristería supo que ese chico tendría algo especial, pero no sé esperaba que terminaría enamorado de él. Y ahora, dos meses después, esperaba que lo suyo empezara a ser oficial. Es decir, se trataban como novios, se cuidaban como novios , se querían como novios, sólo faltaba serlo.

- ¿Un desconocido me está pidiendo ser su novio?- preguntó Changbin, divertido.

- Eso parece - contestó, echándose el pelo hacia atrás mientras evitaba su mirada.

- Tendré que decirle que no. - dijo con un tono triste.

-¿Q-qué?

- A mí ya me gusta alguien, Lix - explicó, acercándose a él. - Ahg, no me hagas decirlo. Esto es muy cursi, pero sí.

El más alto sólo pudo reírse en respuesta a aquello. Esa era una de las razones por las que le gustaba tanto en mayor.

- Te quiero, Binnie.

- Y yo a tí, desconocido.

[バラの花]

Siento que he hecho algo mal en la historia, pero son las 1:26 am y no puedo pensar bien.

Espero que os haya gustado, y buenxs noches/dias/tardes.

Os ama, Jiminssi 🦋