6- Muros

Lo primero que notaron fue que esta ciudad apestaba muy poco en comparación al pueblo del que venían. Había mierda en las calles, pero solo de los caballos que circulaban por ahí. La gran mayoría de los edificios que habían ahí eran de dos o tres plantas y las calles eran mucho más amplias. Comenzaron a recorrer las calles sin prisa, dándose el tiempo de admirar cada detalle. Esta ciudad hacía que el pueblo anterior no fueran mas que cuatro casas hundidas en la mierda, todo acá era majestuoso y llamativo. Aún era temprano por la mañana por lo que el calor no era tan intenso y pudieron caminar sin sentirse especialmente sofocados. Cuando hubieron llegado al otro extremo tras atravesar la ciudad se percataron de que había otra puerta y esta parecía desembocar en el mar. Había un puerto y varias embarcaciones preciosas flotando cerca y los chicos no pudieron evitar mirar con la boca abierta todo eso. Había poca actividad en esos momentos pero varias personas se encontraban descansando cerca de las murallas de la ciudad. Aquello era una especie de fortaleza pero era tan bella que no podían imaginar esas paredes o esas embarcaciones siendo atacadas.

-Acá tiene que haber algo mágico Rodri, esto es demasiado maravilloso - comentó Pascu mientras recorrían el perímetro de la ciudad guiándose por los muros para regresar al punto de partida.

-Lo sé, parece sacado del señor de los anillos. Igual no me sorprendería si apareciera un elfo o algo así.

-Me conformaría con ver algún mago.

-¿Cual es el plan ahora? Ya logramos llegar a la ciudad, ¿que deberíamos hacer?

-¿Deberíamos buscar una taberna? La última vez nos fue bien. - Rodri le miró molesto.

-¿Vas a burlarte de mi otra vez?

-Estoy hablando en serio, podríamos escuchar cosas interesantes otra vez. Y en lugar de beber podríamos ver si conseguimos comer algo caliente. - dijo Pascu rápidamente.

-Eso suena bien - respondió no muy convencido.

Caminaron mucho tiempo buscando un local donde pudieran entrar, habían muchas más calles que recorrer en comparación al pueblo que habían abandonado. Finalmente lograron dar con uno que les llamó la atención. Ya desde afuera se veía mucho mas acogedor que la taberna que habían visitado el día anterior. Por dentro era precioso. Era mucho más amplio de lo que parecía, iluminado sutilmente con lámparas de aceite en las paredes, olía a comida y no a orina y ya con eso ganaba mil puntos. Notaron que había un par de chicas rondando las mesas y pensaron que serían un tipo de camareras por lo que se acercaron a una de las mesas a tomar asiento. Pasado un rato nadie les venía a atender por lo que Pascu se puso de pie y fue a hablar con las personas que se encontraban sirviendo tragos y Rodri se quedó sentado mirando a su alrededor con curiosidad.

Pascu logró pedir un plato de comida que resultó ser una especie de estofado. Mientras esperaba se volteó a ver a su amigo y pudo ver como una de las supuestas camareras se acercaba demasiado a él, abrazándolo. Se quedó inmovil sintiendo una horrible punzada de celos. Rodri le daba la espalda por lo que no podía ver su rostro pero le veía gesticular y hablar con la chica, quien afortunadamente no le abrazó por mucho tiempo. Recibió y pagó los platos y se encaminó de regreso hacia donde estaba Rodri y le vio conversando animadamente. Se acercó intentando que no se le notara en la cara lo incómodo que estaba. De pronto sentía deseos de no estar ahí. Se sentó en silencio hasta que la chica se marchó. Rodri le miró muy emocionado mientras tomaba su plato de comida.

-Pascu, esa señorita me dijo un par de cosas interesantes.

-No me interesa.

-¿Por qué? ¿Qué te pasa? -Rodri lo miró confundido.

-Si quieres espero afuera a que termines de ligar con ella.

-¿Qué?

-¿No te das cuenta? Esa "señorita" solo quiere llevarte a la cama y quitarte las pocas monedas que nos quedan.

Rodri le miró con la boca abierta sin saber que responder, esas palabras le habían tomado por sorpresa. Pascu empezó a comer su ración sin siquiera saborearla y sin mirar a su compañero.

-¿Qué te pasa ahora?

-Nada, me encanta que las camareras traten de besarte.

-Al menos alguien aquí quiere besarme - replicó Rodri sin pensar, molesto. - ¿Tengo que recordarte cómo me rechazaste ayer? 

Se hizo un silencio largo e incómodo cuando Rodri se dio cuenta de lo que acababa de decir. Pascu siguió comiendo sin verle.

-Cuando te canses de ser un imbécil, me hablas. - Dijo Rodri al fin poniéndose de pie con el rostro encendido. Cogió su plato y se fue a sentar lejos sintiéndose avergonzado de lo que había dicho.

"Maldito idiota" repetía en su cabeza mientras comenzaba a comer con rabia. Él solo quería contarle lo que la chica le había dicho, ¿Por qué Pascu se había puesto así? Ni siquiera se percató de que la chica le hubiera estado coqueteando, pero aunque así fuera ¿Con qué derecho se enfadaba? Rodri no le debía nada, es más, Pascu le había tratado como basura el día anterior y le había rechazado, no tenía nada que reprocharle incluso si él iba y se liaba con medio pueblo.
Tampoco era su culpa si la chica le hablaba a él y no a Pascu, él no había hecho nada para que la chica se acercara a él. Entonces se dio cuenta de que igual y era eso lo que le molestaba a Pascu, que la chica le hubiera preferido a él. 

Se sintió avergonzado por haberle reprochado que hubiera negado besarle el día anterior, como si a Pascu le interesara. Acabó de deprimirse al entender que al otro le daba igual con quien se enrollara, sentía celos sobre la camarera, no sobre él. 

Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas y sacudió la cabeza, se había prometido no llorar por Pascu nuevamente. Intentó evitarlo pero pronto se encontró limpiándose las lágrimas con rabia. Maldito Álvaro, lo había hecho otra vez, en menos de un día le había vuelto a hundir. Terminó de comer rápidamente y se puso de pie buscando a la chica con la que había hablado, decidido a no dejar que esos pensamientos le dominaran otra vez. Tenía algo en mente y se enfocó en ello. El idioma seguía siendo una barrera pero él y la camarera lograron entenderse. La chica le tomó de la mano y le guio a una esquina apartada de la sala.

Pascu ni siquiera levantó la vista cuando Rodri se cambió de mesa. Se sentía irritado por la forma en la que la chica le había abrazado pero Rodri tenía razón. Él le había rechazado varias veces el día anterior, había desperdiciado su oportunidad. No tenía porqué enojarse si coqueteaba con otras personas ni tampoco podía exigirle nada, Rodri era libre de hacer lo que le viniera la gana. Al fin y al cabo él solo era su amigo.

De la nada una idea cruzó su mente.

La forma en la que Rodri había dicho esa frase le había sonado como si estuviera herido por haber sido rechazado. ¿Sería posible? ¿Significaba eso que no era obra del alcohol y Rodri realmente había querido que le besara el día anterior? ¿Acaso lo de la chica lo estaba haciendo por despecho? 

No, no era posible. Aunque eso explicaba muchas cosas, se negó a creerlo. Probablemente Rodri solo estaba molesto porque no le quiso escuchar. Pero... ¿y si realmente quería darle celos? Estaba terminando de comer y perdido en esos pensamientos cuando un sonido irrumpió en su mente y le arrastró de vuelta a la posada. 

Música.

Las conversaciones a su alrededor comenzaron a morir y todos los rostros empezaron a voltearse buscando el origen del sonido, y Pascu hizo lo mismo aunque ya sabía lo que iba a ver, solo había una explicación para el hormigueo que sentía en su piel. Rodri estaba en una esquina sentado frente a un instrumento que recordaba vagamente a un piano aunque su sonido era diferente. Pascu se puso de pie y caminó en su dirección hasta quedar lo más cerca de que pudo sin que llamara la atención, a espaldas de su amigo. 

Rodri se encontraba con los ojos cerrados interpretando una pieza bastante animada que para ellos dos era música clásica pero en aquel lugar debía ser una novedad, ya que al terminar la gente le ovacionó encantada. Pascu vio como el hombre que un rato antes le había servido comida le ofrecía a Rodri una jarra de licor de forma entusiasta que este aceptó pero no probó y algunos comensales se acercaron a entregarle monedas que recibió con una pequeña reverencia y una sonrisa pero sin decir palabra. 

Tras una de estas reverencias, sus ojos se encontraron. Rodri mantuvo la mirada unos instantes hasta que el posadero le preguntó si podía tocar otra vez. Se giró hacia el instrumento nuevamente pero le miró un segundo por sobre el hombro antes de empezar a tocar. Esta vez la pieza que interpretó era mucho más triste y lenta, y para sorpresa de Pascu, comenzó a cantar. 

...You take my hand and pull me next to you, so close to you,
(tomaste mi mano y me acercaste a ti, tan cerca de ti)

I have a feeling, you don't have the words,
(tengo un sentimiento, tú no sabes que decir)

I found one for you, kiss your cheek, say bye, and walk away
(encontré una para ti, besé tu mejilla, me despedí y me alejé

Don't look back cause I am crying... (No mires atrás porque estoy llorando...)

Pascu no pudo evitar pensar que esa parte de la canción parecía dirigida a él y se quedó helado. Era casi como si describiera lo que había sucedido el día anterior en el río, y la voz de Rodri sonaba tan llena de tristeza que los parroquianos conmovidos enmudecieron.

I remember shooting stars, the walk we took that night
(recuerdo las estrellas fugaces, el paseo que dimos esa noche)
I hope your wish came true, cause mine betrayed me
(Espero que tu deseo se haga realidad, porque el mío me traicionó)

You let my hand go, and you fake a smile for me
(dejaste ir mi mano y fingiste una sonrisa para mi)

I have a feeling, you don't know what to do
(tengo un sentimiento y tú no sabes que hacer)

Conocía esa canción. Sabía lo que significaba y sintió que el corazón le dejaba de latir. ¿Estaba alucinando o realmente le estaba cantando a él?

I lost my patience once, so do you punish me now?
(perdí mi paciencia una vez, ¿Y ahora me castigas?)

I always love you, no matter what you do
(siempre te amaré, no importa lo que hagas)

La gente a su alrededor devoraba cada nota que salía del toque de sus manos y en aquel lugar no se escuchó ni un suspiro mientras duró la canción.

"Tallulah, find the words and talk to me, oh"
(Tallulah, encuentra las palabras y háblame, oh...)

Cuando acabó todos los presentes le aplaudieron, un par incluso con lágrimas en los ojos. Rodri no miró a ninguno esta vez, suspiró tras una larga pausa y se giró directamente hacia Pascu, haciéndole una seña para que se acercara.

"Gran final" dijo al público y empezó a tocar una nueva canción sin esperar a que Pascu llegara a su lado. Este se sorprendió al ver que la pieza que estaba interpretando esta vez era muy animada, una de las canciones que ellos mismos habían compuesto para uno de sus videos. Le escuchó empezar a cantar y llegó a su lado justo a tiempo para cantar su parte. El público se animó a acompañar la canción con las palmas aún sin entender lo que el par cantaba. Cuando terminaron, les llovieron monedas. Agradecidos, recogieron todo y antes de que Pascu se diera cuenta Rodri se había alejado del instrumento y le hizo una señal para que le siguiera. Se fueron a sentar a la mesa que habían compartido inicialmente sin cruzar palabra.

-Eso es lo que quería contarte, Álvaro - dijo Rodri después de un rato dejando algunas monedas sobre la mesa intentando no sonar molesto, pero le era difícil. - Le pregunté a la chica como podíamos conseguir dinero y dijo que quizás si tocábamos algo podíamos conseguir propinas.

-Ya veo... Lo siento Rodri, no estaba pensando.- dijo Pascu, infinitamente aliviado de comprobar que había malinterpretado todo y que Rodri no pensaba revolcarse con la camarera.

-Lo sé. Créeme que por un momento pensé en agarrar las monedas y largarme, pero no lo hice sólo porque ayer tú no me abandonaste. - Pascu le miro para ver si bromeaba pero su cara demostraba que hablaba muy en serio. - Te prometo que pensar un poco antes de hablar no te va a matar, deberías probar de vez en cuando.

-Lo tendré en cuenta.

Rodri suspiró cansado antes de hablar.

-¿Te parece tomar esto como que ya estamos a mano? No sigamos haciendo esto más incómodo de lo necesario, ya tengo suficiente con no saber dónde demonios estamos y cómo salir de acá.

-Me parece bien. Es bueno que uno de los dos siga pensando con claridad - respondió Pascu con sinceridad, encogiéndose de hombros. Al menos Rodri mantenía los ojos en la meta y ahora tenían algo de dinero con lo que seguir sobreviviendo. - Admito que necesito que estés conmigo para salir de aquí. Esto del piano no podría haberlo hecho sin ti - añadió en voz baja sin mirarle, fingiendo contar las monedas reunidas.

-Tranquilo, igual no hubiera ido muy lejos sin ti. Recuerda que yo soy tu ayudante, soy tu Sam. -dijo con una sonrisa triste entregándole el primer puñado de monedas que había recibido. Si tan solo Pascu supiera que dejarle sería un castigo para el propio Rodri no se preocuparía. - Espero que no volvamos a discutir.

-Y menos por una chica - aceptó con una sonrisa.

-Las chicas acá parecen ser demasiado cariñosas, debo reconocerlo - dijo Rodri justo cuando otra de las chicas les vino a servir un trago de cortesía y se inclinaba sobre Pascu provocativamente. - No te preocupes, alguien va a querer ligar contigo, no necesitas sentirte celoso de mi popularidad.

-¿Tú crees?- dijo distraído. - Hace ya un buen tiempo que perseguir chicas dejó de ser lo mío.

-Puedo ganar monedas para que te vayas con alguna si hace falta.- dijo con sarcasmo.

- Tranquilo, puedo resistir. - Pascu se rió fingiendo que Rodri había adivinado sus pensamientos. -Por cierto, ¿Y esa canción? Es muy bonita - quiso saber. No dejaba de pensar que le intentaba decir algo con ella.

-Cuando volvamos a casa la buscas - le cortó el tema rápidamente. - Aunque te advierto que no te servirá para ligar.

Pascu fingió una sonrisa, no era eso lo que le preocupaba en lo absoluto. Un pensamiento se había implantado en su mente y no quería irse, arañaba las paredes de su mente intentando ser el centro de su atención. Tomó un trago de su jarra para intentar distraerse, entendiendo como se había sentido Rodri el día anterior, pero acabó escupiéndolo de inmediato.

-Dios!! ¡Como sabe a culo esto! - dijo poniendo cara de asco.

Rodri riendo apartó un poco su propia jarra, no caería en la tentación del alcohol esta vez.

Siguieron conversando un poco y el ambiente se fue relajando, Rodri agradecía que el otro evitara hablar del tema nuevamente hasta que se percató de que Pascu se había terminado el contenido de ambos vasos. Antes de que se repitiera la historia del día anterior le agarró del brazo y le llevó a hablar con el posadero. Este les confirmó encantado que el instrumento estaría ahí disponible siempre que Rodri quisiera tocar y que la única condición para hacerlo era consumir algo en el local. Aquella gente debía ser muy cariñosa porque incluso el posadero parecía estar coqueteando con Rodri, o al menos a los ojos posesivos de Pascu así le parecía. Para cambiar el tema, preguntó si habían habitaciones disponibles y rentaron una hasta el otro día, felices de no tener que dormir a la intemperie otra vez. 

Como apenas pasaba medio día, decidieron salir a recorrer la ciudad una vez más y volver antes del atardecer. Ahí Rodri tocaría nuevamente algo para conseguir algunas monedas y luego subirían a dormir. Se entretuvieron imaginando como sería la habitación. Habían decidido compartir cuarto ya que no se sentían cómodos al estar solos toda una noche en aquel lugar desconocido. Se sentaron en una de las calles simplemente a ver como vivía esa gente, la ropa que usaba, como hablaban. De momento todavía podían actuar como si fueran extranjeros, y en cierto modo lo eran, pero poco a poco iban a empezar a llamar la atención y querían aprender rápido las costumbres del lugar. Rodri estaba en silenciosa vigilancia muy concentrado en intentar distinguir bien a las personas que rondaban por ahí, sin dejar de maravillarse por lo pintoresco que era todo. Se sentía como un extra en una película épica.

Pascu por su lado intentaba disfrutar pero tenía un pensamiento que hacia ruido de fondo en su cabeza y no le dejaba concentrarse. La idea de que Rodri realmente hubiera querido ser besado por él no quería dejar su mente. Si eso fuera verdad, el haberle rechazado y lanzado al río el día anterior debió romperle el corazón, normal que le hubiera estado evitando y que se enojara con él. Pero no, eso era absurdo, o eso quería creer. La verdad es que le daba miedo pensar que fuera así y que ahora Rodri le odiara.

Podía estar seguro de una cosa, la idea de que él le besara no le había molestado a Rodri porque no había intentado resistir en lo más mínimo cuando estuvo a punto de hacerlo. Basándose en eso, decidió que lo mejor que podía hacer era intentar enmendar el daño y esforzarse para que Rodri se fijara en él de esa manera pero estando sobrio. Con algo de suerte, podría llegar a hacer que olvidara que le había rechazado de forma tan bruta y abrirse paso a su corazón. Y con mucha, mucha suerte, llegaría a tener otra oportunidad de llegar a sus labios.

"¿Acabo de proponerme enamorar a mi mejor amigo?" se dijo a si mismo al cabo de un rato. Le miró de reojo y se ruborizó. Llevaba años contemplándole como un amor imposible y sentía extraño pensar en pasar a la fase de conquista sin saber si a Rodri le gustaba realmente pero sí, se había decidido. Se rió nervioso ante su propia seguridad, igual y los dos vasos que se había bebido le estaba afectando, pero en ese momento dejó de importarle.

Rodri nunca supo porque su amigo se reía. En su mente, él había tomado sus propias decisiones, igual de firmes pero en una dirección opuesta. Había vuelto a confirmar sus deseos de olvidar lo que sentía por Pascu, y así tuviera que morir en el intento, se arrancaría esos sentimientos dolorosos de su corazón.

Ambos con una decisión tomada se sintieron mejor y pudieron volver a hablar con normalidad bromeando y riendo mientras caminaban de regreso a la posada.

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Disclaimer:

-Probablemente a nadie le guste la canción, pude elegir otra pero esta me encanta así que se queda.

-A partir de acá, las cosas van a perder toda lógica. Si ya no la tenía en el primer capítulo, desde acá es aún más fantástico todo. Los personajes actuarán raro tal vez, pero es lo que hay.

Gracias por leer ❤️

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