♡ ¿Amor o amistad? ♡

Era la segunda vez que la molestaba. El rubio no dejaba de tomarle fotos sin su consentimiento, se la pasaba pasando su iPhone por todo su rostro molesto el cual estaba así por no dejarla prestar atención en clases.

—Para Meliodas, la clase esta por terminar. Por favor déjame escuchar lo último —, pero era como si hablará con la pared pues él continuaba sacando fotografías.

El timbre sonó, el maestro tomo sus cosas y salió del salón dejando a una Elizabeth confundida que no entendió la clases gracias a cierto fotógrafo. 

—¡Eres un pervertido, Meliodas! Me voy y borra esas fotos si no quieres atenerte a las consecuencias —la albina salió del salón hecha humos dejando al blondo desconcertado por su repentina desaparición, ¿todo eso por tomarle unas cuantas fotos distraída?

—Meliodas, se que tienes problemas mentales —habló el chico de ojos miel detrás de él. — Pero ¿Cómo le tomas fotos a la chica que te gusta en su misma cara? —, Meliodas volteó a verlo sin ningún rastro de molestia.

—¿Gustarme ella? —carraspeo. —Claro que no King, te estas confundiendo.

—Ajá, entonces ¿por qué otra razón estas tan apegado a ella? —cuestionó mientras se cruzaba de brazos.

Meliodas ni se inmuto.

—Solo hablamos es todo. ¿Acaso que tú nunca antes has amistado con una chica? —pregunto mientras guardaba sus cosas en la  mochila.

—Claro pero yo las trato, no solo les pongo el celular en la cara como un pervertido. Pero tómalo como quieras —colgó su mochila en sus hombros y camino a unos cuantos paso lejos él volteándolo a ver por ultima vez. —¿Y tú primo? ¿Cómo esta?

—Antes que nada King, te pido amablemente que no vuelvas a decir "primo" por favor —, se levantó y camino hasta él. —Mael esta bien; tal vez muerto o en coma, pero mis asuntos familiares no son de tu incumbencia, así que, adiós.

—Vaya familia —murmuró el de cabellos anaranjados mientras veía a Meliodas salir  del salón con pasos paulatinamente apresurados.

—¡Oye, Elaine! 

La chica volteó a verlo con curiosidad al escuchar su nombre. —¿Qué paso, Meliodas? —este se acercó a ella notando la presencia de un chico.

—Buenas tardes. líder de la empresa Demon.

—Eh, sí, buenas tardes a ambos —agitó un poco la cabeza ignorando por completo al acompañante de la rubia. —¿Sabes donde esta Goddess?

—Se acaba de ir —Meliodas respingó. —Tiene que trabajar por la falta de Nadja, además, el viaje con las personas necesitadas es mañana en la noche ¿no tienes que estar alistándote como ella?. Hawk acaba de entregar los horarios —, el rubio bajo sus cejas con inocencia al ser descubierto. —Por las diosas Meliodas, ¿Mael no te dijo nada?

—Para ahí... —sus labios se cerraron al procesar la información. —Me estás diciendo que Mael irá conmigo y Goddess a las montañas...

—Pensé que lo sabías —, nuevamente Meliodas respingó. —Se inscribió un día antes de que las inscripciones terminaran por que supo que Ellie iría. Pero no te preocupes supongo que tú, Mael y Elizabeth son bu-

—Elizabeth es mi estimada amiga... —mordió su mejilla interna al imaginarse como el platinado arruinaría cada momento. —No quiero que ese cara de moco se ponga en medio.

—Meliodas, ¿te das cuenta de lo que dices? —trato de reprimir su risa mientras miraba a Helbram por encima de los hombros para confirmar que él estuviera en la misma condición. —Suenas como si estuvieras celoso.

Meliodas alzó una ceja. —¿Celoso? ¿Qué es eso, se come?

Helbram soltó un suspiró y se cruzó de brazos para mirarlo tratando de verse superior. —Es algo que se desarrolla en un individuo cuando pasa mucho tiempo con alguien y ese alguien se vuelve especial, generalmente los celos aparecen cuando hay algún tercero en esa relación de amistad o noviazgo.

—Oh, ya entiendo... —un suspiró salió de sus mohines. —No ese no es el caso, la verdad gracias por el dato pero aún necesito ver a Elizabeth.

—Meliodas, tú apego a Elizabeth se esta saliendo de tus manos. Mejor ve a casa, alista tus cosas y piensa en todo; mañana tendrás tiempo de ver a Ellie.

Meliodas proceso por un momento las palabras de Elaine; tenía razón, no servía de nada molestarla simplemente por capricho. —Esta bien me iré de una vez a casa, con permiso —, y se fue dejando sola a la pareja confundida por su actitud.

—¿Crees que se haya enojado?

—Hum, no... —contestó el peli verde para luego tomar la mano de la rubia con inocencia. —Esperemos, porqué si no estará de malas mañana —, sonrió anchamente al sentir como la chica enredaba sus dedos con los de él aceptando el contacto. —En fin, ¿quieres escuchar otra anécdota?

—¡Claro que sí!

[*]

Meliodas miro al suelo pensando una vez más en su misteriosa amiga de cabellos albinos. —¿Apego? ja, ni que fuera un niño pequeño —rechistó en lo bajo. —Nuestra amistad es solo para mantener mi imagen, no esta nada de malo que trate de ser amable con ella y si... Solo me molesta ver como mi estúpido primo se acerca a ella —mordió su labio inferior al imaginarlo. 

—Soy mejor que él, no sé porqué Elizabeth tendría que preferirlo a él.

—¡Señor Meliodas! —exclamó Caín, sacándolo de sus pensamientos. —¿Esta bien?

—¡Waaaaa! —chilló con un tono agudo. —¿Qué tanto escuchaste, Caín? —, le preguntó con temor a que adivinara sus sentimientos y creyera que estaba... ¿Celoso?

—No mucho en realidad, llegué hace poco. Lo noto frustrado ¿paso algo? 

—Solo quiero ir a casa.

—¿A casa? —merodeó un poco al ver su actitud extraña . —¿No irá a ver a su amiga? Últimamente me pide que lo lleve al mismo lugar.

—Quería pero... —se detuvo al ver como el mayor le abría la puerta trasera para entrar en el auto. Continuo hablando cuando ambos estaban arriba. —Caín tú, ¿Crees que Mael es mejor que yo?

Caín carraspeó incomodo al escucharlo y dio marcha al auto para contestar su pregunta con más tranquilidad. —Bueno joven Demon, si realmente quiere sinceridad solo puedo decirle que a veces su temperamento es desagradable para los demás, incluso desarrollo hábitos que no concia en usted. Pero también es cierto que el peso de ser heredero cayó en usted sin querer, no soy nadie para juzgarlo lo conozco desde que era un niño. —, Meliodas soltó el tercer respingó del día. —Mael ha tenido muchos logros pero para mi es un honor ser testigo de los suyos. El punto es que... Usted es usted, y Mael es Mael.

Meliodas no pudo evitar mostrar una leve sonrisa hacía su chofér el cual estaba muy ocupado en el camino como para notarlo. —Muchas gracias por tus palabras Caín. Vamos a casa, por favor.

—Como ordene, joven Meliodas.

[🥀]

—¡Por fin llegas rubio! —Meliodas rechinó los dientes al ver a su primo de pie en la puerta. No tenía ganas de pelear. —¡Sabes que casi muero por tú culpa!

—Mira tonto, no me culpes por estar gordo ¿ok? —, Mael soltó un chillido.

—No estoy gordo idiota, ese pastel me infló muchísimo.

—No me importa, solo te diré que dejes de meterte entre mi y Elizabeth —Mael abrió bien los ojos al escucharlo, ¿Qué tenía que ver las chica en su conversación sobre inflamación?

—A diferencia tuya yo si deseo ayudar a los necesitados, no como tú qu-

—¡NO QUIERO VERTE AHÍ! —gritó furioso y lleno de odio, como si llevará años queriendo decirlo. 

—¡DEMONIOS MAEL ESTOY HARTO DE QUE TE METAS EN MIS ASUNTOS. YA LO HICISTE UNA VEZ, ¿NO TE LLENAS CON ESO?!

—M-Meliodas...

El rubio bajo la mirada con rapidez ante las miradas impresionadas de sus empleados, y el mismo Mael. —Solo... Solo déjame en paz.

—P-Pero... Yo no te he hecho nada. Yo solo buscó tu atención, dime ¿Por qué no podemos ser tan unidos como antes? —sus palabras ardían en su garganta, no quería parecer un cobarde, pero su primo estaba comportándose más raro de lo que ya era.

—Para ser sincero Mael, nunca te he tolerado —termino por decir alejándose de los presentes, quienes no dejaban de verse el uno al otro por ambos comportamientos.

Mael bajo la mirada pensativo al escuchar las recientes palabras de su primo, y es que, aún no entendía el porqué de su separación, o peor aún, su molestia al enterarse que iría con él a las montañas.

—Eres una caja de misterios, Meliodas Demon.

[*]

Meliodas se encerró en su habitación, se colocó sus audífonos y se recostó a un costado de su cama. Encendió su celular y selecciono el chat de su mejor amigo. "Ban, ¿podemos hablar a solas?" mientras esperaba la respuesta selecciono de su playlist una canción en especifico que lo hizo cerrar los ojos y hundirse en sus pensamientos al escucharla.

—Todo mi futuro lo truncaste, me lo arrebataron y la única cosa que te pedí fue que no me dejarás solo. Ahora muy en el fondo deseo que tú y papá estén orgullosos de mí —abrazó sus piernas con un ligero temblor al escuchar su propia confesión la cual iba directamente para su madre.

—¿Qué ironía no papá? Me dijiste que me verías crecer... Que verías mis logros —sorbió su nariz al sentir como las lágrimas comenzaban a caer por sus ruborizadas mejillas, esta vez hablaba de su progenitor.

—Siempre repito la misma fase después de cinco malditos años no puedo dejar de hablar contigo, viejo mentiroso —, se dejó caer al suelo cubriendo su rostro con efímero dolor.

Una notificación lo hizo detener su tristeza. 

Su mejor amigo le había respondido: "Es raro que me busques a esta hora, pero estoy libre. Nos vemos en el centro comercial en media hora". 

Meliodas salió de su habitación limpiando cada rastro de debilidad con la manga de su sudadera. Salió por la puerta trasera sin avisar a nadie y camino hasta el centro comercial con las manos en los bolsillos.

[🥀]

—Hey capi, ¿a que se debe esta charla nocturna? —vaciló un poco al verlo llegar a tiempo.

Meliodas quitó la capucha de su rostro al verlo sonreír ladinamente. —No es nada irrelevante, me siento cansado y con ganas de pegarme un tiro.

—¿Tan jodido estas?

—Estoy dejando que mis emociones me dominen de nuevo y tengo miedo —Ban alzó ambas cejas al escucharlo. Él era la única persona que conocía sus sentimientos... O eso pensaba.

 —Elaine me dio la noticia de que el estúpido de Mael irá conmigo y Elizabeth a las montañas y en realidad siento miedo... —soltó un suspiró entre cortado al decirlo. —Miedo a que ella sea opacada por él y me olvide por completo, no quiero que Mael me arrebate lo que llevo planeando hasta ahora.

Ban se quedó atónito ante tal confesión.

—Espera, espera... ¿Me citaste aquí por un problema amoroso?

Meliodas soltó una risita. —Claro que no, ella es mi amiga. Ban volvió a sonreír ladinamente.

—Solo me doy cuenta de que le tienes miedo a que Elizabeth te abandone.

—¿Pero qué demonios dices? —apartó la mirada haciendo obvia su respuesta haciéndolo reír por tal acción. —Solo estoy con ella para recuperar mi imagen, sí... Solo hago y actúo que soy su amigo.

—Joder capi —bufoneó un poco con él haciéndolo apretar las cejas. —Estas confundiendo la amistad, tu estancia con ella te afecta el cerebro.

—Ajá, y tu me hablaras de eso.

—Por algo cargo con el anillo todavía...—mostró su dedo anular con una sonrisa ladina y cantora. Meliodas solo suspiro. —Joder, Meliodas Demon con problemas de amor y de una manera que me recuerda a Liz.

—Para tu carro amigo, no puedes comparar a Liz con Elizabeth.

—Pues ya lo hice...—Ban lo abrazó por los hombros vacilando. —Y ya quiero saber como te irá con ese par.

◁◁ ¿Amor o amistad? ▶▶

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Wasaaaap, un nuevo capítulo y nuevas emociones también ¿será que Meliodas está comenzando a sentir algo por Elizabeth? Bueno, sigamos conectados a esta historia para saberlo.🤸‍♂️❤  

Todos los sábados, actualización de "Rosas Y Espinas"

Una disculpa por cualquier falta de ortografía ✨

"Gracias a ti lector que te diste la oportunidad de leer mi historia" ❤️⚠️

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