❦Rosas para Souda❦

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Souda ha liberado un suspiro. Es dulce y suave, casi inaudible pero que aún así ha recorrido toda la habitación, llenándola fugazmente de ruido, rompiendo el silencio y llamando la atención de Tanaka, quien lleva la cuenta de aquello que se escapa de los labios de su pareja, quien evita su mirada y la posa, embelesado, en aquel arrebol que habita de forma efímera en el cielo de la tarde.

— ¿Pasa algo, Souda? — le pregunta, curioso ante la actitud lejana del chico, quien suele ser siempre risueño y parlanchín la mayor parte del día.

— ¿Sabes que fecha es hoy, Gundam?

— 14 de febrero. — responde, lacónico.

— Exacto, hoy es San Valentín. — informa, posando de pronto su mirada cálida en el cuerpo de Tanaka, y aunque este permanece impávido ante el aura oscura que empieza a brotar de su pareja, sabe que aquello traerá un problema.

Pero a Tanaka le gusta divertirse cuando Souda se enoja, así que está bien.

— ¿Y?responde, divertido ante la mueca que se ha pintado en la cara de su pareja.

— ¿Y? ¿¡Y!? ¿Es que no tienes ni una pizca de romance en tu cuerpo? ¿Dónde están mis bombones, mis cartas y mi serenata? — exclama, con el ceño fruncido y un movimiento exagerado de manos que hace reír al contrario.

— Souda, sabes lo que pienso de eso... No necesito darte nada de regalos para demostrarte mi amor. — explica con meliflua calma, abrazando al chico por detrás y hundiendo su rostro suavemente por su hombro.

— ¡No! Yo siempre te doy cosas bonitas en esta fecha y tú... Tú eres un tacaño. — se queja. Claro que sabía que Tanaka lo amaba, se lo demostraba cada día, pero recibir un lindo detalle de su novio por San Valentín sería algo que atesoraría perpetuamente.

— Hey, no seas así, Souda... — habla, tratando de llamar su atención, sin embargo todo es en vano y el chico lo ignora. Eso no le agrada a Tanaka. — Pero bueno, si quisiera darte un regalo ¿Qué quisieras? — interroga. Kazuichi sonríe por lo bajo ante ello, al fin lo había conseguido.

— Bueno... Nunca pensé en eso, pero quiero algo especial. — responde, dejando aún más confundido al chico de cabellos oscuros, ¿Qué conseguiría con solo saber aquello?

— ¿Algo especial? — interroga, aún perplejo, pero Souda no se da cuenta de ello, al contrario, tiene aquella mirada soñadora y brillante cual luna perlada posada en aguas de cristal.

— ¡Sí! — afirma sonriente, causando que Tanaka ría con sorna, tomando el rostro de su pareja.

— Algo especial... ¿Es que acaso quieres más que un simple regalo, Souda? susurra, causando que el nombrado abra sus ojos ampliamente y su rostro se coloree de dulce carmín, sin embargo, no caería en sus encantos. Esta vez no.

— ¿Pe-Pero qué dices? Eres idiota. reprocha, frunciendo el ceño y quitando abruptamente las manos del chico de su colorado rostro, lo que ocasiona que Gundam ría bajito debido a su adorable y violento actuar. Souda, al escuchar su risa, da pasos firmes hacia su habitación, siendo perseguido por Tanaka, sin embargo, antes de que este pueda entrar, el chico de orbes coloridos cierra la puerta con fuerza y se posa en esta, evitando que su pareja entrara.

— Vamos, Souda, no te pongas así. — se queja con diversión el muchacho, tocando la puerta y tratando de ahogar sus risas.

— No te abriré la maldita puerta hasta que llegues con un presente de San Valentín, ¡Yo siempre tengo uno para ti! Eres un tacaño, Gundam.

— ¿Otra vez me dices tacaño? Venga, Souda, abre la puerta.

— No.

— Anda... Cariño.

— Púdrete, Sonia-san no me trataría así.

— Eso fue un golpe bajo, Kazuichi Souda, pero no te preocupes que ahora vengo.advierte, antes de coger todo lo que necesitaba para salir de su hogar en búsqueda de algo especial para su testaruda pareja.

— Já, como si me creyera tu mentira, Gundam... — susurra con molestia, suspirando para así, después de un momento, abrir la puerta al no oír ruido alguno — ¿Gundam? — lo llama, extrañado al no verlo por allí, ¿Es que al fin le iba a dar algún regalo? Eso debe ser, si Tanaka no estaba, aquello significaba que sus palabras habían dado efecto, y que su reservada pareja fue en búsqueda de su presente de San Valentín, y aunque sabe muy bien del amor que Gundam siente por él, recibir algo de él es lo que siempre había deseado.

Souda sonríe, contento al conseguir lo que deseaba, al fin y al cabo, él era el que mandaba en la relación.

— ¡Oh, un joven enamorado! ¿Qué detalle floral desea?ha exclamado alegre la señorita que atiende en aquella pequeña florería, haciendo respingar a Tanaka ni bien ingresar, no obstante, el chico trata de mantener compostura.

— Buenas tardes.pronuncia con suavidad, no tenía tiempo que perder, necesitaba regresar rápido a casa para ver la carita sorprendida de Souda, por lo que sus pasos suenan por todo el local, sincrónicos y ansiosos. Estaba completamente seguro de que las flores le tendrían más que encantado, al fin y al cabo, Kazuichi era tan bonito como una flor.

— ¿Desea las rosas rojas? — escucha de pronto, y extrañado se gira hacia la voz de la mujer. — Estas significan amor y pasión, ideales para una pareja.informa contenta.

— Ok, gracias.se limita a soltar, confundido por la presencia tan animosa que aquella mujer desprende. Sin embargo, esta continúa con su labor, y le sigue, trayendo consigo más ramos de colores.

— ¡Oh! Y las rosas blancas simbolizan la pureza, la bella inocencia de un amor, detalle hermoso para el matrimonio.

— Vale.Gundam anhela en lo más profundo de su corazón, que la mujer le deje concentrarse. Pero no.

— ¡La rosas rosas! Esto es algo suave, es de dulzura y amistad. Muy bonitas.

— Ya.

— ¡Las alegres naranjas! Estas reflejan la alegría, felicidad, es un color positivo.

— Señorita, yo no le pedí...

— Las azules susurran armonía, aunque a veces son tomadas como un color triste... Pero en rosas refleja paz.

— Ajá ¿Usted es sorda?murmura, hastiado de ser interrumpido siempre.

— Las rosas o flores verdes simbolizan la esperanza, ideal para relaciones nacientes... ¡Y casi se me olvida! Las amarillas...

— No no, la amarillas no, me recuerdan a una princesita muy...

— Las rosas amarillas también son de inocencia y cariño. — alega sonriente la mujer, causando que en la frente de Tanaka haya una vena de adorno, la fémina al ver esto calla, extrañada por su actuar.

— ¿Cuál pedirá para su novia, joven? Seguro y es muy bonita. interroga, causando que Gundam libere un suspiro de gratitud hacia la nada, aunque aquello de "novia" le había alterado un poco.

— La rosas son para mi novio. — sincera, aburrido y pintando el rostro de la mujer de sorpresa.

— Oh... Entiendo entiendo ¡Felicitaciones, joven!

— Sí, lo sé, soy afortunado, así que por favor, sólo deme las rosas rojas y no hable más. — admite, cansado pero feliz de finalizar aquella travesía.

— ¡Entendido, joven!

El cielo se había teñido suavemente de colores fríos, mientras la brisa nocturna acariciaba su rostro lentamente y Souda andaba allí, tranquilo y tarareando junto al balcón. Estaba ansioso, era la primera vez que recibía algo por San Valentín y que sea de Gundam lo volvía tan especial, que su rostro sin querer yacía pintado de rosa primavera.

El chico libera un suspiro de sus labios, así como antes, solo que esta vez andaba tan perdido en sus pensamientos, que no sintió el tintineo de las llaves y el abrir de la puerta.

— ¿Suspirando otra vez, Souda? — aquella voz tan repentina hace de cuerpo brincar, asustado, así que gira velozmente para toparse con su pareja y un enorme ramo de flores en sus brazos.

— T-Tú... — tartamudea, incrédulo ante la bonita imagen que se ha pintado frente a sus ojos.

— ¡Feliz San Valentín, Souda! — exclama alegre Tanaka, acercándose risueño y depositando las flores de bonito carmín en los brazos ajenos. El nombrado sonríe y sin dudarlo, antes de que Gundam diga alguna tontería, atrapa sus labios con los suyos, en un beso fugaz pero dulce, ocasionando que al separarse Tanaka sonría.

Ese era el Souda que quería, sonriente.

— ¡Rosas! Mira que por un momento temía a que me dieses una serpiente de regalo. — bromea, causando que el de cabellos oscuros sonría y envuelva la cintura del chico con sus brazos.

— ¿Ves que no soy tacaño? — murmura, sacándole una risa sonora al portador de rosas rojas.

— Bueno, pues después de súplicas y súplicas y súplicas y súplicas... Creo que en el fondo, no lo eres, no tanto.

Tanaka esta vez suspira, es suave y cálido, de tal forma que su aliento choca con la piel de Kazuichi, quien feliz, deposita sus labios en la mejilla de su pareja, tomándolo desprevenido.

— ¡Estaré emocionado por el regalo del próximo año! Más te vale no olvidarlo. — exclama feliz, y allí iba Souda otra vez, aprovechándose de su amor... Pero Gundam estaría más que encantado si aquello le hacía sonreír.

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Especialmente escrito para mi bella _mxncherri_, Jovito bonita, aunque sé que te prometí de regalo una SoudaxSonia, este te lo quiero dedicar en otra fecha muy pero muy especial. ;//w//;🌼

Por el momento, acepta este humilde y cursi Soudam, espero que te haya gustado, hermosa, porque lo hice con mucho cariño para ti. ଘ(੭ˊᵕˋ)੭* ੈ✩‧

Te quiero mucho, preciosa.🌼

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