Los covers de CSB nunca figuraron en mis playlists preferidas. Sobre todo por el nombre de su banda: "Crazy Sexy Boys". Sujetos más engreídos que esos no ha habido jamás en el mundo entero; con semejante ego no entiendo cómo duraron cuatro años juntos y no se separaron antes.

Justo en su momento cénit.

Pero no todo es tan malo en la vida: debo destacar que alguna vez han tenido alguna letra buena en su repertorio.

Por ejemplo, "La masacre de esta noche (Frágil)" cual suena en mis auriculares a todo volumen mientras ando por los pasillos del instituto a la salida de Historia Antigua.

Nadie va a creerte, nena.

Ya estoy perdido en ti.

No te preocupes si también te pierdes.

Quizás el infierno se esconde aquí.

Está bien que tengas miedo,

Siempre ando tras de ti,

Ojalá entendieras a los muertos,

Nos escondemos para sobrevivir.

Nadie va a creerte nena,

No te preocupes

si también te pierdes por mí.

Perdernos juntos sería una locura,

Pero seré un loco feliz.

—¡JUDE!

Su intento de susto no me inmuta, pero sí me controlo de no darle un codazo en el estómago sólo porque me encuentro con unos enormes ojos azules que bien conozco.

Tiene el cabello rubio desordenado, un collar de cuero negro con tachas que se mueve por debajo de la nuez de Adán, su piel pálida al extremo y un delineado muy muy fino en la parte inferior de los ojos. Viste la camisa del uniforme salida del pantalón marrón chocolate y la corbata algo floja.

—Harry—le saludo, contenta de ver a alguien de confianza en este día tan...

Los días son lo que son, es la gente quien los hace complicados.

Me arrojo a su cuello en un abrazo confortante y entusiasta.

—Me...vas...a...matar...—masculla él, simulando estarse ahogando con mi arranque de cariño.

—No exageres—le digo y me aparto.

Caminamos en dirección a mi casillero, donde me dirigía antes de que me interrumpió.

Harry Landon es mi primo. Hijo del hermano de mi padre y su pareja. La pseudo-novedad acá es que mi primo tiene dos papás. Espero que esto no te sorprenda, parejas homoparentales siempre han existido, con la diferencia que antes tenían que esconderse o mantenerse bajo ciertos rótulos mentirosos, hasta que el marco legal los reconoció pese a que la gente resulte un poco escéptica con estos temas.

—¿Un mal día?—me pregunta.

—Ufff. ¿Tan evidente es?

—Tienes los ojos de "necesito una tonelada de pintura para que no se note que no he dormido anoche" y los auriculares a un volumen ensordecedor. Lo cual no es atípico, pero cuando decides aturdirte por fuera es para silenciar lo que hay por dentro.

—Vocecitas—corroboro.

—Vocecitas. Mierditas de cada uno, ¿verdad?

Sonrío.

Harry entiende de la Mierdería porque es el cuarto integrante de CLASH. Somos Cody, Alex, Harry y yo. Terminada la temporada escolar, saldremos de viaje a una ciudad idónea para nuestra banda: Iconic Valley.

Mi abuela paterna vive ahí con su pareja y algunos familiares cuales no conozco bien.

Iconic, según dicen, es un lugar impregnado de historias de terror, crímenes irresueltos y cuevas nocturnas donde la gente de mala fe acude a beber y escuchar alguna banda de rock que los "entienda" con sus canciones. Y ahí es donde nuestro grupo encaja.

El meollo es que últimamente somos nosotros los que no encajamos en nosotros mismos.

Llegamos a mi casillero y giro la ruedecilla hasta dar con el código para abrir la portezuela de lata.

—Cody ha tenido otra de sus crisis—me anuncia lo que ya sé.

—Dejó la escuela hace menos de un año, sus viejos compañeros se están graduando y eso le hace sentir mal—trato de excusarlo.

—Puede que así sea—. Se encoje de hombros—. Pero sus primeros compañeros, querrás decir ya que, con la cantidad de cursos que repitió, se graduaría en unos dos o tres años, suponiendo que de ahora en más se convierta en un alumno ejemplar.

—No es asunto tuyo ni mío, solo de él—le digo a Harry buscando que su insolencia no se sume a esa estúpida conspiración de "El mundo contra Cody".

En mi intento de abrir la lata del casillero, se traba y la fuerzo, pero aun así me sigue costando.

—Déjame a mí—dice mi primo y se mete hasta despegar la lata de un empujón.

Y un papel cae. Es una hoja doblada justo por el medio.

La recojo y miro su interior: tiene algo escrito.

—Conque una carta romanticona—Harry se carcajea—: Entonces, tienes un admirador secreto y no me habías dicho nada, ¿eh?

—Yo no ando queriendo saber sobre las intimidades que haces con tu noviecita Andy La Zorris.

Cuando leo lo que el papel tiene escrito, una señal de alarma se enciende haciéndome creer que ya sé de qué podría tratarse.

De quién.

El problema es que Harry está a mi lado y ya ha leído lo que dice.

Él se aparta de un golpe en seco y me quita el papel de las manos. Ambos hemos quedado helados.

—¿"Jude, lo siento pero no puedo permitir que arruines tu vida con él; déjame cuidar de ti"...?

—No sigas—le ordeno.

—Fir...

—¡NO SIGAS!

Harry no hace caso:

—Firma... Alex.

JUDE: Terminó.

CODY: Un día de mierda?

JUDE: En efecto.

CODY: Ven a casa.

CODY: Pediremos pizza y veremos alguna serie o compondremos.

JUDE: Es el mejor plan del mundo.

CODY: A tu servicio, nena.

JUDE: Eres un ángel.

JUDE: Ignora eso... Estás solo?

CODY: Sabes que eso no es un problema.

Creo que he pillado a Cody de buenas.

Luego de ver su última respuesta, guardo el móvil con una enorme sonrisa en los labios.

Estoy en la estación de trenes con la mochila al hombro y el uniforme de colegiala demasiado desordenado: hoy más que nunca siento que por fin logro hacer notar una parte de mí que el mundo se obstina por mortificar.

Mejor dicho, mis padres, Alex y una rutina de hipocresía disfrazada de "buena enseñanza" cual acaba de terminar.

El ruido del motor del tren llega antes de que cualquiera lo pueda ver, como de costumbre. Sin embargo, el aturdimiento genera que justo al otro lado de la movilidad, mis sentidos se fijen en un sujeto que me observa. No sé cuánto tiempo lleva mirándome, pero el saco y su sombrero negro hacen que dude inmediatamente de él. Las facciones de su rostro son afiladas; deduzco que tiene unos treinta años, aunque su apariencia de ir medio disfrazado de detective me pone las cosas más difíciles. Una de sus manos está metida en el saco como si aparentase estar a punto de sacar algo amenazador.

El tren llega para obstruirme el campo visual y en respuesta a la señal de alarma en mi cabeza que acaba de encenderse tras captar la sospechosa apariencia del sujeto, opto por subir desde unas puertas más atrás.

Hay mucha gente en el lugar lo cual me sirve para perderme entre el insoportable apiñamiento de personas.

Ser delgada y menuda es una ventaja cuando intentas pasar desapercibida.

Saco finalmente mi móvil una vez que me siento segura y voy tan apretada provoca que ni siquiera deba sostenerme una vez que el metro arranca su marcha.

Tengo un mensaje nuevo.

Se trata de un número desconocido; aún así opto por abrirlo como es la costumbre.

Basta con empezar a leerlo para saber que estoy en peligro:

Mi Ángel es Sangre.

Sangre de Noches Rotas.

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#RosasParaJude

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Hola!! Les comento que pronto pronto habrá novedades de esta historia.

(Estamos en negociaciones porque al parecer, quieren comprarla :3 esto es TOP SECRET)

Estaré compartiendo info en mi instagram: luisavilaok

Les amo.

Gracias por mantener vivos a estos personajes desde el comienzo. Jude y Harry nunca hubiesen existido de no ser por ustedes.

Nos leemos pronto :)

L.

PD: Este chico es Alex: