Capítulo 33
Capítulo 33:
Las rosas son rojas, las violetas azules...
28 de junio
1:20 pm
-Entonces, en un mes serán oficialmente una pareja de exesposos-soltó Derek, viendo a Eve y a Calvin con diversión -. ¿Podríamos hacer algo como una bienvenida de solteros? Seria una buena escusa para ir de fiesta.
-¿Necesitamos escusa para ir de fiesta? -cuestionó Calvin, alzando una ceja.
-Bueno, tengo tres hijos, mis salidas se han reducido mucho estos años y ustedes son testigos de ello -él se encogío de hombros -. Pero ya, en serio. Me provoca celebrar por ustedes porque en serio se ven felices. No los había visto así en mucho tiempo.
-Gracias, joyita -sonrío Eve -. No necesitamos una fiesta, el que estes feliz por nosotros ya significa mucho.
-Este es el único divorcio que me ha hecho feliz. Siento que estoy recuperando a mis mejores amigos.
Y Eve y Calvin sentían que se estaban recuperando entre ellos. Se sentían más a gusto estando juntos, sin la incomódidad que los había caracterizado esos últimos meses. Reían como antes, hablaban como lo habían hecho hacía años. No sentían lo que sintieron al conocerse, pero estaban forjando de nuevo una amistad que perdieron por descuido. Estaban volviendo a ser ellos.
Así que Derek solo podía pensar: estos dos son tan extraños que hasta el divorcio les sienta bien.
Pues sí, era extraño, pero lo extraño era normal en todos ellos. Ahora, solo faltaba que el resto de su numerosa familia supiera de la noticia oficial de su separación. Estarían igual de felices que Derek, o eso esperaban. Quien les preocupaba un poco era cierta personita pelirroja a la que le dolería la noticia.
-¡Hola! -una Padme apurada y angustiada entró a la oficina de golpe. No miró muy bien a los acompañantes de Calvin, ella solo comenzó a observar el lugar con prisa -. Cal, ¿me prestas un bolígrafo? ¡Dios, tengo tantas cosas que hacer! Necesito firmar unos papeles y regresar al C.A antes de que Ean enloquezca otra vez e intente suspender el proyecto del album.
-Hola, chispitas Everton -la saludó Derek con diversión -. No sabía que eras capaz de hablar a la velocidad de la luz.
-Se pone así cuando está estresada -señaló Calvin, rodando sus ojos con diversión.
-¡¿Y cómo quieres que no esté estresada?! Me levanté para encontrarme con el desastre del video de Caleb ¡Tenia como quinientas llamadas perdidas de los directores del C.A, de las cuales cuatrocientas eran del molesto de Ean! Tuve que pelear con él para que dejara en paz a los Carlton y que nos permitiera continuar con el álbum ¡Y gracias a Dios Lilian y Dalia estaban de mi lado! Creo que Ean les tiene miedo y haría lo que sea contad de no enojarlas, incluso tragarse su puto orgullo.
》Oh, y además, mi hermano esta actuando como un dolor de culo, igual que siempre que se molesta ¡Estuvo a punto de golpear a alguien! ¡¿Quien se cree?! ¡¿El maldito Yakee Chan que puede dar golpes de karate sin ver?!
Soltó un resoplido, molesta por todo lo que estaba ocurriendo esa mañana. Derek abrió mucho sus ojos ante la impresión, no creyó posible que alguien fuera capaz de hablar tan rápido. A Pad le decían chispitas por su actitud chispeante y enérgica, pero cuando estaba molesta esa chispa se transformaba en energía de alto voltaje. Era como un rayo, capaz de electrocutar a cualquiera.
-¡Y luego tuve que venir a buscar un contrato que olvidé firmar! Pero eso es tu culpa, Calvin Milestone ¿Por qué me sigues poniendo a cargo de las firmas con los patrocinantes si sabes que siempre olvido los contratos? Es más, ¡ni siquiera encuentro mi bolígrafo! ¡Préstame uno!
-Bueno, pero primero cálmate -soltó Calvin, poniéndose de pie para caminar hacia ella. A pesar de la gravedad de los dilemas de Padme, él parecía mirarla con diversión -. Te pongo a cargo de los patrocinantes porque ellos siempre parecen amarte.
-Mentiroso -ella entrecerró sus ojos hacia él.
-No miento -carcajeó él -. Te adoran. Además, confío en ti para ese trabajo mucho más que en cualquier otra persona.
-Pues, empieza a revisar tus niveles de confianza porque están bien mal si confías en la que siempre pierde los contratos ¡Y los bolígrafos!
-No los pierdes, solo eres despistada y desordenada. Tardas en recordar en donde los dejaste, pero siempre los recuperas -él le sonrió de lado -. Por cierto, encontré tu bolígrafo.
Él llevó su mano hasta el lado izquierdo del rostro de ella, llegándo hasta su oreja para tomar algo que Padme no parecía recordar. El cabello rubio cenizo, que en la punta se tornaba rosado, que sostenía el boligrafo cayó hasta llegar hasta su hombro. Ella abrió su boca en una perfecta "o", logrando que Calvin soltara una carcajada.
-¡¿Cuándo puse eso ahí?! -exclamó ella, tomando el bolígrafo con impresión.
-Probablemente mientras buscabas el contrato -Cal se encogió de hombros -, que de seguro estaba en tu escritorio pero lo buscaste en cualquier otro lado, menos ahí.
-Bueno, ya me estás asustando. Deja de decir exactamente lo que hice, Cal, o empezaré a creer que me espias.
Él volvió a reír y regresó a su puesto mientras Padme se apoyaba en el escritorio para firmar el contrato. Mientras tanto, Eve los observaba con una sonrisa en sus labios ¿Cómo no había notado antes esa conexión entre ellos dos antes? Cal parecía radiante cuando Pad aparecía, sonreía de una forma que ella conocía muy bien. Ella volteó a ver a Derek, para comprobar si alguien notaba lo que ella estaba notando. Sin embargo, encontró a su mejor amigo muy enfocado en su teléfono como para ver cualquier otra cosa.
Rodó los ojos ante la falta de atención de su amigo. Tendría que ponerlo al día luego, al igual que a Dann.
-Lo siento, soy una pésima amiga que no les preguntó como les fue con la abogada -dijo Pad, refiriéndose a Eve y a Cal -. ¿Qué tal les fue?
-Estuvo bien -respondió Eve -. El divorcio se hará oficial a mediados del siguiente mes. Mientras tanto, solucionaremos algunos temas legales.
-La abogada es increible en su trabajo, nos ayudó mucho en todo este proceso -aseguró Calvin, sentándose de nuevo -. Es la misma que ayudó a Derek y Lilian en su intento fallido de divorcio.
-Sh, no lo menciones -lo calló Derek, levantando su mirada del teléfono para observar a Calvin con los ojos entrecerrados -. Quedamos en que ese año sería un tabú del que no hablaríamos jamás.
-Yo todavía no entiendo que les ocurrió esa vez -dijo Padme, recordando como hace un año una de sus parejas favoritas pasó por el mismo proceso que sus amigos, pero con ellos fue un drama tedioso y doloroso de aceptar -. Cuenta el chisme completo, Derek ¿Qué fue lo que les pasó a Lili y a ti?
-¡Es que ni yo lo sé, chispitas! -exclamó él -. Solo sé que fue horrible. Saber que podia perder a Lilian me estaba destruyendo, y quizá fue falla mia dejar que llegaramos al punto de pensar en divorcio. Debí dejar mi orgullo de lado antes y solucionar las cosas lo más rápido, pero no fue así.
》¿Qué puedo decir? Para Lili y para mi ese proceso fue una pesadilla. Hubo gritos, peleas y, sobre todo, mucho dolor. Todavía nos amabamos, aún lo hacemos, así que no nos costó ver que estabamos cometiendo un error. Parece que a algunos nos sienta terrible el divorcio, mientras que a otros, como a estos dos, les queda demasiado bien.
-Ya lo creo -dijo Padme, viendo a sus amigos. Ignorando por completo el latido extra en su corazón que aparecía al ver a Calvin, se enfocó solamente en su felicidad. Estaba contenta por verlos a él y a Eve tan felices -. Se ven radiantes, extrañaba verlos así.
-Aparentemente, todos lo hacían -sonrió Cal.
-¿Y qué dijo Cris cuando se lo dijeron?
Entonces, Calvin bajó la mirada, Eve suspiró y Padme supo que sus amigos todavía no encontraban el valor para confesarle a Cris que su familia estaría a punto de cambiar. No importaba que tan bien estuvieran llevando el divorcio, o que no tenían problemas en compartir la custodia de su hija, el simple hecho de separarase como pareja era un cambio que ninguno de los dos sabia como comunicarselo a Cristal. Estaban estirando el tiempo, esperando el momento perfecto...
¿Pero acaso existe tal cosa? ¿Existe el instante perfecto?
-Tienen que decírselo -habló Pad -. No pueden seguir fingiendo que están bien frente a ella ¿O es que acaso piensan decirle después del divorcio? ¿Van a dejar que su hija se duerma un día creyendo que sus padres se aman y que despierte al siguiente enterándose de que ya no están casados?
-No, por supuesto que no -dijo Eve, soltándo otro suspiro -. Solo no es fácil dar esa noticia...
-No, no lo es. Pero Cris ya no es una niñita, ella debe entenderlos y ustedes deben dejar de tratarla como si fuera una bebé. Tiene quince años, ya sabe como funciona la vida y que los matrimonios a veces no funcionan.
-Chispitas tiene razón -concordó Derek -. Confío en que críaron lo suficientemente bien a Cris como para que ella lo tome con madurez, pero deben decírselo y ser totalmente honestos. Sigo lidiando con malas decisiones que tomé cuando casi me divorcio, la forma en la que Drew se enteró no fue la correcta y saben que él lo recuerda todo...No cometan el mismo error que yo y no arruinen un recuerdo de su hija. Cris tiene la capacidad de olvidar, pero asuntos como estos simplemente no se borran de la memoria.
-Solo ármense de valor y suelten la verdad. Eso los liberará y, además, se lo deben a Cristal -habló Padme, quien miró su reloj de mano al momento -. Bien, debo volver al C.A para asegurarme de que Lilian no haya asesinado a Ean...Aunque, si lo hubiera hecho, no me molestaria.
-Yo te acompaño, chispitas. Si mi esposa asesinó a alguien, más vale que yo esté ahí -se levantó de la silla y le sonrío -. Además, debo buscar a Lavanda antes de que Dalia intente comprarla con dulces otra vez. Comienza a asustarme, creo que me robará a mi hija un día de estos.
-No le des ideas, puede hacerlo -soltó Calvin, con una media sonrisa en sus labios -. Suerte en el C.A, nos vemos.
-Te llamaré cuando tenga listo todo lo del patrocinio -señaló Pad -. Y le dije a tu secretaria que moviera tu reunión de las 1:30pm a las 3 pm. Eve, asegurate de sacar el culo de tu futuro ex esposo de esta oficina y empujalo a comer. El muy terco a veces se encierra aqui y no hay quien lo saquen.
-A la orden, general Padme -rio Eve -. Nos vemos luego, amiga.
-¡Claro! Ahora, vámonos, Derek.
-Con gusto, chispitas.
-En tu auto, ¿verdad? Porque yo no tengo ¿Puedes creer que aún no compro uno? No sé que me pasa...Oye, hablando de tus hijos, creo que yo también me los robaría. Son adorables ¡Oh! ¡Y me robaría a los mellizos de Cloe! Solo que ellos son muy hiperactivos...Creo que la mejor opción es robarme a Easton y a Tyler, pero ambos son muy buenos y siento que los corromperia...
-¡Dios! ¡En serio no te callas!
Derek soltó una carcajada tras exclamar aquello y le abrió la puerta a Padme para salir junto a ella, aún escuchándola parlotear. No era como si le molestara, el físico también era conocido por hablar hasta el cansancio. Ese día descubrieron que eran un par que, cuando se juntaban, podían causarle escalofríos al silencio.
Suponiendo que el silencio tenga escalofríos.
Calvin, por su parte, observó por largos segundos el lugar por el que Padme se había marchado, sin darse cuenta que el parlotear imparable de la rubia había instalado una sonrisa en sus labios. Eve se dio cuenta de esa expresión, conocía esa mirada demasiado bien; y pensar que una vez se la dedicó a ella...Ahora las cosas eran diferentes, estaba en una perspectiva distinta.
Sentía que estaba viendo a Calvin enamorarse de nuevo y, ahora que era una simple espectadora, podía entender lo que tanto le dijeron otros años atrás: Cal no sabía disimular lo que sentía, sus ojos lo delataban y lo llamaban bobo enamorado.
Ladeó su cabeza hasta interponerse entre su mirada y la puerta, fue entonces cuando él volvió a la realidad. Lo vio sacudir su cabeza para concentrarse, cosa que la hizo reír. El amor no se mide por edades y creía que su joyita aún tenía tiempo para intentarlo de nuevo.
-Lo siento -se disculpó él, por haber estado ausente en sus pensamientos -. Me distraje.
-Lo noté -rio ella. Luego, mordió su labio inferior y lo observó con diversión -. Veo que Pad y tú hacen un gran equipo...
-Son muchos años trabajando juntos -él sonrío ante el recuerdo de todos esos años -. Creo que nos complementamos en el área laboral.
-¿Solo en el área laboral?
-Bueno, también ayuda el hecho de que es una de mis amigas más cercanas.
-Muy cercana, quizá más de lo que imaginas.
-¿Por qué lo dices?
-Pad también es muy bonita, ¿no te parece?
-Lo es...
-Mi mejor amiga es hermosa, no entiendo como sigue soltera.
-¿A dónde quieres llegar con...?
-Necesita a un hombre que sea diferente a todos los idiotas que la han lastimado en el pasado. Ya sabes, alguien bueno y dulce que la conozca a la perfección. Me han dicho que los pelirrojos a veces encajan con esa descripción...
-Bien, ya sé a donde quieres llegar con esto.
Calvin soltó una carjada un tanto nerviosa, lo que hizo sonreír aún más a Eve. Ella apoyó sus codos en el escritorio, luego su cabeza en sus manos, y le dedicó una amplia sonrisa.
-Creo que le gustas -soltó ella -, y creo que ella te gusta a ti.
-Eve, no he pensado en Padme como algo más que una compañera y amiga -respondió él, cruzándo sus brazos sobre el escritorio -. No sé si lo recuerdas, pero soy un hombre casado.
-Eres un hombre casi divorciado -la corrigió ella -. Cuya futura ex esposa le da pase libre para que enamore a su mejor amiga.
-¿Necesitaba tu permiso para hacer eso?
-¿Por qué preguntas? ¿Acaso lo harás? -ella subió y bajó sus cejas con picardía, consiguiendo que Calvin riera de nuevo.
-Sabes lo mucho que aprecio que quieras verme feliz con alguien más, Eve. Quizá en algún momento lo sea, pero ahora estoy más enfocado en nuestro divorcio ¿Qué te parece si primero decidimos cómo le dirémos esto a Cristal, firmamos los papeles, y luego vuelves a intentar conseguirme novia?
-Tienes razón, tienes razón -suspiró ella -. Cris va primero que cualquier otra cosa en el mundo.
-Y por eso hay que hacer esto bien -aseguró él, tomándo la mano de su aún esposa -. Que tú y yo ya no nos amemos de la forma en la que lo hacíamos cuando ella nació, no significa que la amemos menos ahora.
-¡Por supuesto que no! Es nuestra bebé, Cal. Siempre lo será.
-Entonces, digámosle la verdad a nuestra hija.
-¿Pero cómo?
Ahí estaba lo difícil, lo que debían solucionar e incluso practicar. Pasarían horas intentanso descifrar como se lo dirían a su hija, pero tu y yo sabemos que los planes no siempre resultan como esperamos...
A veces, las verdades salen a la luz en los momentos menos esperados.
...
1:45 pm
Si te dijera que Silene estaba molesta, me quedaría corto ante sus verdaderos sentimientos. El vídeo de Caleb le estaba trayendo problemas. Desde periodistas persiguiendola, hasta sus redes sociales explotando por involucrarla con el incidente de su novio. Veía a su reputación mancharse, todo lo que había construido se desmoronaba frente a sus ojos...
¿Quién iba a pensar que Caleb seria quien lo arruinaría todo?
Detuvo su auto en el estacionamiento de la sede de las Industrias Milestone. Se permitió suspirar al notar que los guardaespaldas habían alejado a los molestos paparazzis que la perseguían. Tenía que pensar en como arreglar todo eso, como recuperar su reputación, pero lo cierto es que en ese momento no podía pensar con mucha claridad. Estaba debil, muy agotada, aunque comenzaba a acostumbrarse.
Afectar sus niveles de insulina comenzaba a transformarse en una necesidad, un hábito que la calmaba y le permitía tener el control sobre algo en sí misma. Claro que tenía el efecto secundario de marearla en ocaciones, o de restarle fuerzas, pero era otro de los tantos precios que debía pagar por conseguir pequeñas porciones de perfección.
Bajó del auto, ordenándose reunir las fuerzas para verse normal. Prefirió pensar en sus niveles de insulina antes que en el desastre de Caleb, así que los números de las calorías que se ahorraba comenzaban a aparecer en su subconsciente, distrayéndola, mientras caminaba por las instalaciones. Llegó al ascensor, su teléfono vibró en un mensaje. Cometió el error de leerlo:
》Caleb: Tenemos que hablar.
Ella rodó sus ojos y guardó el teléfono en su bolsillo una vez más. No quería hablar con él ¡No quería ni verlo! Podía aguantar el hecho de que no la amara, aunque le doliera saber que una vez más estaba siendo echada a un lado. Lo que no podía aguantar era que sus acciones la afectaran de la forma en la que lo estaban haciendo. No podía permitir que Caleb le robara su perfección.
-¡Espera! ¡Espera! -escuchó una voz conocida mucho antes de que las puertas del ascensor se cerraran. Entonces, Silvana apareció y sostuvo las puertas, impidiendo que el elevador subiera. Silene solo pudo observarla con sorpresa.
Silvana soltó una sonrisa agotada. Después de todo, tuvo que correr para alcanzar el elevador. Ella se enderezó y continuó sosteniendo las puertas, fue entonces cuando se dio cuenta de la persona dentro del ascensor era Silene, pues sus ojos azules, pálidos pero brillantes, se fijaron en los de ella. Su sonrisa se extendió.
-Oh, hola, princesa -dijo Sil con amabilidad -. Gracias por sostener el elevador ¡No sabes cuanto odio esperar por estas cosas!
Silene asintió con la cabeza, decidió obviar el hecho de que en realidad no detuvo el elevador. Silvana lo estaba haciendo por su cuenta.
-¡Sil! -entonces, escuchó la voz másculina de Cameron acercarse hacia ellas. También llegó corriendo, hasta detenerse frente a su esposa -. ¡Dios! ¡No corras así!
-Te dije que podía alcanzar el elevador -soltó ella, adentrándose en la caja metálica junto a él.
Entonces, Silene percibió la mezcla de los perfumes de ambos: la colonia masculina de Cameron junto con la fragancia costosa de Silvana. Normalmente no le prestaría tanta atención, pero fue entonces que se dió cuenta de que ella olvidó colocarse su perfume de rosas.
Estaba demasiado distraida para su gusto.
-Hola, Silene -la saludó Cameron, mientras marcaba el piso al que iban; el mismo que el de ella -. Gusto en verte.
-Hola, Cameron -respondió ella. Su teléfono seguía vibrando en el bolsillo, le molestaba pensar que podría tratarse de Caleb.
Y le molestaría aún más si alguno de los dos traía el tema del video de su novio en ese momento. Lo esperó, e incluso se preparó para cabrearse aún más, pero Cameron y Silvana parecían tener cosas más importantes que conversar.
-No puedes correr así, Sil -repitió él, mientras Silvana sacaba su labial del bolso para arreglarse -. ¿Has visto tus tacones? ¡Son tan altos que podrías caerte! Tienes que tener cuidado.
-Desde hace días me estás tratando como una muñequita de porcelana, Cam -soltó ella, rodándo los ojos. Luego, lo observó con diversión -. Llevo corriendo en tacones desde que tengo memoria, así que tu tranquilo
-Pero me preocupo. No quiero que te lastimes, o que te caigas, o que...
-Mhm, hola Cam sobreprotector, habías tardado en aparecer -soltó ella, terminando de pintar sus labios de un rosado muy sútil. Miró a Silene y le sonrío con diversión -. Princesa, te presento a Cam sobreprotector, el alterego de mi esposo relajado y dulce. Este Cam suele ser un dolor de culo todo preocupón, pero sigue siendo tierno.
-No me da risa, Silvana -bufó Cameron, cruzándose de brazos.
-A mi sí, mi amor. Eres como dos personas completamente diferentes, te transformas ¿Ya entiendes por qué Cloe te llama Hulk?
Él soltó un resoplido que hizo reír a Silvana. Si algo odiaba Silene, era que los ascensores de ese lugar fueran tan lentos. Ya no sabía que le molestaba más, si la música tediosa de fondo, o tener que escuchar una conversación que en realidad no le interesaba. Además, odiaba el hecho de que Sil y Cam se vieran tan felices, incluso cuando se estaban molestando entre ellos. Eso solo le recordaba que quería extrangular a Caleb y que en realidad su relación perfecta se estaba cayendo poco a poco.
Los muros de su torre se derrumbaban.
Escuchaba a Silvana hablarle a Cameron, a este bufar por lo bajo mientras ella reía. Eso solo hacia que su furia aumentara. Fue entonces cuando sucumbió ante las vibraciones de su teléfono y lo tomó, dispuesta a ignorar otro mensaje de Caleb. Sin embargo, encontró el nombre de otra persona en la pantalla. Sonrío sin siquiera notarlo, sin darse cuenta de que esa era la reacción automática que él provocaba. Abrió el mensaje y eso la hizo sonreír aún más:
》Adam: Las rosas son rojas...
Las violetas son azules...
Yo en serio no sé rimar...
¿Vienes conmigo a almorzar?
Ella soltó una carcajada sin importarle que eso llamara la atención de sus otros acompañantes en el elevador. Adam era peculiar, no se cansaba de pensarlo desde que le dedicó una canción y probablemente jamás se cansaría de hacerlo. Llevó un mechón de su cabello dorado hasta detrás de su oreja y mordió su labio antes de contestar.
Es que ella ni siquiera se daba cuenta de las mil reacciones que unas simples palabras provocaban.
¿Y se puede saber por qué el poema, Shakespeare?《
》Adam: Las princesas aman los poemas de amor, ¿no?
¿Y eso fue un poema de amor?《
》Adam: Fue un poema de comida...La comida es amor.
Entonces, Silene soltó otra carcajada, una incluso más fuerte. Olvidó la cancionsita molesta, las calorías que había perdido, el pequeño mareo, e incluso se olvidó de Cameron y Silvana. Por instantes, solo pensó en los mensajes de Adam y fue como tenerlo frente a ella, bromeando y riendose de sus propios chistes.
》Adam: Ahora, responde.
Aquí voy...《
》Adam: Espero...
El mar es azul,
Igual el cielo,
Espero que quieras comer sushi
Porque eso es lo que yo quiero《
Esperó unos segundos y la respuesta no tardó en llegar.
》Adam: ¡Mierda! Eres buena poeta.
Soy buena en muchas cosas, Blake《
》Adam: Eso no te lo niego, princesa.
》Adam: Pero esta bien, sushi será ¿Nos vemos en media hora?
Hecho. Practica tus poemas《
》Adam: Lo intentaré, pero tendrás que ser mi inspiración...
Ella negó con la cabeza y volvió a reír. Ya ni siquiera se acordaba del mensaje de Caleb, ese que no había abierto. Es más, ni siquiera podía acordarse del todo de él. Pensó en Adam cantando y bailando su canción el día anterior y se rio de sus propios recuerdos. Al menos podía recurrir a él cuando estaba decaída y, aunque no lo decía en voz alta, estaba agradecida de tenerlo a su lado...de que podía olvidar que su perfección se estaba cayendo siempre que estaba con ese hombre tan imperfecto.
-Princesa...-Silvana la llamó, y fue entonces cuando levantó la mirada para darse cuenta de que las puertas del elevador estaban abiertas y sus acompañantes ya estaban fuera -. ¿Te bajas aquí, o vuelves abajo? Este es el último piso asi que...
-Oh, si, si. Me bajo aquí -dijo ella, regresándo a la realidad. Bajó del elevador y comenzó a caminar junto a Cam y Sil. Fue entonces cuando se le ocurrió que también iban a ver a Calvin -. Lo siento, estaba distraida.
-Aja, ya lo vimos -aseguró Sil, con cierta diversión en su rostro -. Caleb si que sabe hacerte reír.
-No me menciones a Caleb. No quiero ni escuchar su nombre.
-Oh, emm...lo siento. Creí que hablabas con él porque estabas toda sonrojada. Veo que me equivoqué.
Silene llevó sus manos a sus mejillas sin dejar de caminar, sin duda las sintió más calientes de lo normal ¿Y por qué se había sonrojado tanto? ¿Algo tenía que ver el pensamiento de Adam bailando y haciéndola reír? Sacudió su cabeza y le restó importancia a eso. Él no tenía nada que ver, seguro solo estaba así por el calor de Los Angeles.
Sí, era lo lógico.
Sin embargo, Silvana no pudo dejar de observarla. Había algo extraño en Silene, una sonrisa bobalicona que no había visto antes en los labios de esa chica que era parte de su familia. Entrecerró sus ojos hacia ella, intentando entender que le estaba ocurriendo, que estaba cambiando. Entre tanto intentar descubrir un misterio ajeno, olvidó ver hacia el frente, hacia los pasillos llenos de roperos y gente pasando.
-¡Silvana, cuidado! -Cameron la tomó por la cintura y la apartó de una pared que no había visto en su camino. Sil sacudió su cabeza, notando aquel obstáculo.
-¿Y desde cuando hay una pared ahí? -preguntó, ladeando su cabeza con confusión. Silene también se detuvo, por una razón que ni ella misma supo.
-¿Ves por qué me preocupo? Tienes que tener más cuidado -suspiró Cameron. Por alguna razón, se veía genuinamente asustado -. No quiero que te hagas daño, ni que tu salud empeore, o que...
-Cameron, cariño, que este embarazada no significa que sea de cristal -lo detuvo ella, tomándolo por las mejillas -. Aprecio que te preocupes, e incluso lo entiendo porque soy torpe y lo sabes, pero que te preocupes en exceso terminará por volverte loco. Cálmate, ¿si? Tu bebé y yo estaremos bien.
-Solo quiero que esten bien y a salvo. Con el embarazo de Malory yo...
-Te prometo que este no será igual, empezando por el hecho de que Rachelle y yo somos personas distintas, nuestros embarazos serán diferentes. Relájate, amor. Estamos a salvo.
-¿Estás embarazada? -preguntó Silene, soprendida.
Silvana volteó a observarla y le dedicó una sonrisa amplia. Se veía demasiado feliz.
-Sí, lo estoy -respondió ella -. ¿Ahora entiendes por que apareció el Cam sobreprotector? Lidiaré con esto unos ocho meses...
Cameron soltó un resoplido, Silvana solo carcajeó y dejó un beso en la mejillla de su esposo.
-Bueno, felicidades a los dos -soltó Silene, con una pequeña sonrisa en sus labios.
-Gracias, princesa -respondió Sil por los dos -. Ahora, vamos. Creo que nos dirigimos al mismo lugar, lo mejor es no dejar a Calvin esperando ¿No creen?
Silene asintió lentamente, no le costó notar que la sonrisa en sus propios labios no era tan genuina como le habría gustado. Comenzó a caminar con ellos, pero una idea extraña le vino al momento. Uno de los más grandes sueños de Sile era, en realidad, uno bastante común: quería una familia propia.
Queria ser la madre de dos hijos, ser tan cariñosa como su propia mamá lo había sido. Queria un esposo al que sus bebés amaran con fuerza y que él los amara de vuelta; que jugara con ellos y los hiciera reír. Queria amar a ese hombre, demostrarselo día a día. Queria exactamente lo que perdió y estaba segura de eso...
O lo estuvo hasta que pensó en la idea de un embarazo.
Miró de reojo a Silvana ¿Cuánto faltaría para que ese perfecto cuerpo de modelo cambiara, se hiciera grande y redondo? Sintió un escalofrío, ahora que estaba más delgada que nunca, le daba cierto temor perder lo que había conseguido. Además, ahora su idea de familia perfecta estaba más destruida que nunca. Es decir, ¿quién podría ser el padre de sus hijos? Siempre creyó que Caleb, pero ahora estaba tan dolida que lo dudaba.
Jamás le había dado tanto miedo la idea de una familia propia. Tenía su corazón en la garganta y su estómago cosquilleaba ante los nervios. Se convenció a sí misma de que no había nada que temer, que si estaba nerviosa era porque estaba en un momento duro en su búsqueda de la perfección. En un futuro, volvería a ilusionarse, a querer buscar eso que ella perdió. Entonces, conseguiría a la familia ideal, la haría suya.
Tendría lo que tantas veces vio en sus padres en el pasado, y lo que ahora veía en personas como en Eve y Calvin. Si queria ser como alguien, entonces seria como ellos dos. Ambos tenían lo que siempre deseó, era perfección.
Sin embargo, Silene comenzaba a entender de la forma más dura que la perfección no era lo que ella imaginaba. No importaba que tanto intentara moldearse a sí misma, el mundo siempre parecía cambiar sus planes, destrozar sus ilusiones. Esa vez, bastó abrir una puerta para que una ilusión más se esfumara.
Para que otro muro de su torre se cayera.
-Entonces, ¿cómo se lo decimos? -escuchó a Eve justo cuando Cameron abrió la puerta -: "Hey, Cris. Papi y mami no están juntos, ya no nos amamos".
-Hay que ser más sutiles, Eve -entonces, escuchó a Calvin. Parecía que ninguno de los dos notó la puerta abierta.
-Bueno, Calvin, todo lo que he dicho hasta ahora parece no ser lo suficientemente sutil. La conclusión es, no se puede suavizar un divorcio, ni siquiera el nuestro.
-¿Se van a divorciar?
Cuando esas palabras salieron de su propia boca, Silene se sintió como una pequeña niña, como alguien indefensa a quien le rompían un pedazo de sus espectativas. Eve y Calvin voltearon, ambos sorprendidos y hasta en shock por encontrar esa nueva compañia. La princesa Osbone los observó a ambos, sin querer creer lo que había escuchado.
No toleraba la idea de que otra familia perfecta se estuviera derrumbando.
-Yo...eh...Lo siento, debí tocar -se apresuró a decir Cameron -. No lo hice porque bueno, jamás toco. Fue mi error, perdónenme.
-Em...deberiamos dejarlos solos -dijo Silvana, tras de él -. Sigan con su...
-Respondan -Silvana los calló a ambos y se acercó hasta la pareja de futuros exesposos -. ¿Se van a divorciar?
Eve y Calvin intercambiaron miradas fugaces, esa no fue la manera en la que les habría gustado confesar su divorcio. Dirigieron sus vistas a la mirada café de la chica, esa que se había vuelto increíblemente unida a su hija, la vieron lastimada, confundida e indignada. El primero en suspirar fue Cal, pero Eve lo siguió. A esto me referia con que las verdades salen a la luz de la forma menos esperada.
Ahora, su verdad estaba en un foco capaz de dejarlos ciegos a todos.
-Sí -respondió Calvin -. Eve y yo nos divorciaremos, princesa.
Otro ladrillo cayendo de su torre, otra parte de la perfección derrumbándose ¿Pero qué es lo que estaba ocurriendo? ¿Por qué su vida se estaba alejando cada vez más de lo que siempre buscó? Era como si cada imagen de perfección se estuviera desvaneciendo. Al final, solo quedaría la sombra de una princesa imperfecta a la que nadie querría.
La dejarían sola.
-Pero...¿por qué? -preguntó, sin entender -. Ustedes son Eve y Calvin ¡Son la pareja perfecta! ¡Se aman!
-Ya no más -suspiró Eve, acercándose a Silene. La sostuvo por los hombros y la miró con cierto aire maternal desvordando de sus ojos azules. Ellos eran más que los amigos de su hermano, eran parte de la familia de Silene -. Princesa, Cal y yo hemos pasado años lidiando con un matrimonio sin amor. Nos queremos, pero como amigos. Es por eso que tomamos esta decisión, nos estaba destruyendo fingir algo que no sentimos.
-Pe...Pero...
Pero se veían tan bien...Aunque Adam le había dicho que no se puede sentir con los ojos ¿Entonces qué? ¿Dónde está la perfección? ¡¿Dónde está lo que ella tanto buscaba?! Si las rosas me respondieran, lo sabría.
Pero no responden, y es desesperante. Casi tan desesperante como no poder ayudarla, como no poder sacudirla y pedirle que piense con esa inteligencia tan suya que podría llegar a calmarla, pero Silene solo podía ver como todo se derrumbaba. Se sentía igual que hacía años y deseó que su papá la abrazara, pero ni siquiera podía recordar los abrazos de su papá.
Estaba regresando en el tiempo, clavándose sus propias espinas ¡Y le dolía tanto!
Pero le dolió más pensar en otra persona, en una chica pelirroja en la que veía demasiado potencial. Se vió a sí misma en los ojos de Cristal y le dolió, porque sabía que esa niña sucumbiría ante el dolor tanto como ella lo hizo. Observó a Calvin y a Eve, creyó que ellos harían lo que sea por Cris, pero se equivocó. La iban a dañar, y Cristal aún no tenía espinas para defenderse.
-Le romperán el corazón a Cris -soltó ella, negándo con la cabeza. Estaba decepcionada -. Van a lastimar a su propia hija...
-Silene, no puedes decirle esto a Cris -dijo Calvin, saliendo de su escritorio para colocarse frente a ella -. Nosotros le dirémos, pero ella no puede enterarse por otra persona.
-Ella cree que se aman ¡La están engañando!
-No es nuestra intención -dijo Eve, apenada -. No planeamos que esto ocurriera, no queriamos que nuestra familia cambiara, pero ocurrió. Ahora hay que sobrevivir a esto, afrontar que no seremos los mismos de siempre. Por eso no puedes decirle.
-Esto tenemos que solucionarlo nosotros. Por favor, princesa, guarda silencio.
-La van a romper -aseguró ella, sintiendo sus ojos cristalizarse -. La van a lastimar ¡La están dañando!
-Silene...
-¡Ella no se merece esto! ¡Ella merece una vida perfecta y ustedes la engañan! ¡No es justo, no los merece! Son...son iguales a todos. Iguales a mis padres, a mi hermano, a Caleb...
-Silene, quizá deberías...-Silvana se acercó a ella, pero la apartó.
-¡¿Por qué mierdas fingen ser perfectos cuando no lo son?! ¡La ilusionan y luego rompen su corazón! ¡Son crueles! ¡Cristal no merece esto!
Y, con un nudo en su garganta y el corazón latiendo rápido, salió corriendo de la oficina. Sintió que alguien la perseguía, pero cuando entró en el elevador, las puertas se cerraron mucho antes de que Silvana pudiese entrar y detenerla. Sola, comenzó a soltar lágrimas y a jadear por el cansancio. Vio a Cris tan lastimada como ella y le dolió, le dolió más que cualquier otra cosa en el mundo.
Le dolió pensar que la perfección se le escapaba de las manos a ambas.
Buscó su teléfono con manos temblorosas. Caleb seguía escribiéndole, y seguro que pronto encontraría llamadas de Eve, o de Calvin, rogándole que no dijera palabra alguna. No sabía si diría algo, o no. En ese momento, no quería pensar en ello, solo le dolería muchísmo más. Limpió sus lágrimas y buscó otro contacto. No supo porque necesitó tanto hablar con él, pero sintió cierto alivio al verlo en línea.
Alguien la sostendría.
Las rosas son rojas...
Las violetas azules...
Adam, no quiero almorzar
Quiero un hombro para llorar《
Esperó una respuesta que no tardó en llegar:
》Adam: Las rosas son rojas...
El pasto es verde...
A la mierda el sushi.
Dime donde estás, voy a verte.
Ella soltó una pequeña sonrisa y continuó limpiando sus lágrimas. El elevador llegó al último piso, pero no salió de él al instante. Todo se estaba derrumbando, todo se derrumbaría para Cris ¿Qué haría? ¿Cómo aseguraba la perfección?
No lo sabía, así que mejor sigo pensando en poemas: las rosas siguen siendo rojas, y las violetas azules. Las rosas no me responden, y me asusta lo que harán ciertas espinas...
Lo sé, no rima. Pero no soy poeta, ¿qué quieres que te diga?
Uhhhhh, así que Silene ya sabe que mis joyitas se van a separar. Que...interesante (muajajajaja).
Honestamente, muero porque conozcan la historia de Cameron y Silvana. Haré un esfuerzo por escribirla, pero tengo muchas historias pendientes (corrijo: demasiadas historias pendientes). Pero en fin, ya ven que Cam es muy diferente al chico de Margaritas. Ahora es tierno y dulce, un chico que merece mi Sil.
Y continuando con esta charla de mis personajes...¡Mi Adam va con todo, señoras y señores! Creo que reaparecerá su actitud toda coqueta y me encanta ¿Qué opinan?
En fin, este capítulo tan interesante (muajajajaja otra vez), está dedicado a GreenQueen77 . Espero que te guste, está hecho con mucho cariño al igual que todos los capítulos que me dedico a escribir ¿Qué puedo decir? Estoy amando la historia y aprecio que ustedes sigan leyendola y logrando que mi amor por estos personajes crezca con cada palabra. Gracias por leer❤🌹
Y soy una buena persona que no quiere dejar de hablar con ustedes, así que aquí les traigo adelantos del siguiente:
"-En serio no quiero guardárme más esto, Cal...Menos ahora que Silene lo sabe"
...
"¿Te decepcioné cuando encontraste droga en mi mochila esa vez?"
...
"-Yo siempre cumplo, Sanne."
...
Y eso es todo. Los dejo para que hagan sus teorías conspirativas...
Chaíto, los quiero❤
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