🥀34🥀

Habían salido completamente de la ciudad, pasando también el bosque. Ruby detuvo el auto, ayudando a Jake a bajar mientras avanzaban hacia una casa en medio de la nada.
El pelinegro frunció el ceño, girando ligeramente la cabeza hacia ella.

––¿Dónde estamos? ––preguntó en un susurro débil.

Pero Ruby no le contestó, estando frente a la puerta tocó el timbre esperando que los atendieran.
Escuchó pasos en el interior hasta que la puerta se abrió, mostrando al peligris viéndolos sorprendido.

––Ruby ––murmuró Josh, ahora viendo a Jake con la mano llena de la sangre sobre su costado––. ¿Pero qué...?

––Necesito tu ayuda ––pidió, viendo a Josh hacerse a un lado, dejándolos pasar.

Ella entró con Jake, dejándolo que se sentara en un sillón doble aún presionando la herida. Josh entró a la sala donde ellos estaban, viendo a Jake con algo de curiosidad.

––Lamento haber venido sin avisar, es que... no sabía que más hacer y...

––Hey, está bien ––Josh le sonrió, tocando el hombro de ella––. ¿Qué le pasó?

––Fue un disparo ––respondió, mirando a Jake, y luego a Josh otra vez––. ¿Puedes ayudarlo?

––Tuviste suerte, hace unas horas trajeron un equipo médico ––contestó, arremangando su camisa hasta los codos––. No tengo anestesia pero puedo quitar la bala y cerrar la herida, así que voy a necesitar tu ayuda.

Ella asintió, y Josh se acercó a Jake viendo la venda alrededor de su cintura.

––Hiciste bien al hacer presión directa sobre la herida, detuviste el sangrado ––dijo Josh, chasqueando la lengua––. En la cocina está el equipo médico, ¿puedes traerlo?

Ruby fue rápidamente hacía la cocina, trayendo una caja algo grande, dejándola junto a Josh. El peligris fue a la cocina rápidamente, lavando sus manos hasta ponerse guantes de látex. Se puso frente a Jake otra vez, pidiéndole que levantara un poco su camiseta para poder curarlo. El pelinegro levantó un poco la camisa, sintiendo los dedos fríos de Josh sobre su piel.

––¿Seguro que puedes hacerlo, Josh? ––preguntó Ruby dudosa.

––Por supuesto, no por algo me gradué de doctor ––contestó él, agarrando unas pinzas esterilizadas––. Pero voy a admitir que él es mi primer paciente, se suponía que empezaría el trabajo hace una semana y no sé qué ocurrió en el hospital.

Ruby lo miró, preocupada.

––¿Seguro que sabes lo que haces? Porque no quiero que se muera.

Josh le lanzó una mirada seria.

––Necesito tus manos, Ruby ––pidió, ignorando lo que ella había dicho––. De acuerdo, eh...

––Jake ––murmuró el pelinegro.

––Muy bien, Jake. Esto te va a doler y posiblemente después de esto te vas a desmayar ––avisó, viendo la expresión aterrada de Ruby––. Necesito que muerdas algo. Ruby, ¿tienes algo que pueda servir?

Ella negó, entonces Josh agarró unas tijeras cortando el borde del pedazo de tela sin sangre que Jake había tenido puesto hace unos minutos.
Lo dobló bien, dándoselo a Jake, quien se lo puso entre los dientes, viendo a Josh agarrar nuevamente las pinzas.

––Ruby, dale la mano.

Ruby tomó la mano de Jake, sintiéndola temblorosa y fría. Josh respiró hondo, metiendo las pinzas mientras trataba de sacar la bala. Jake presionó su mano con fuerza, cerrando los ojos y gruñendo ante el dolor que le provocaba sentir las pinzas tocando la herida. El corazón de Ruby se aceleró sin aviso, rogando en su interior que todo saliera bien. La frente de Josh comenzó a perlear sudando, pero teniendo la seguridad de que sabía lo que hacía. Jake por otro lado, sentía que estaba en la peor tortura de su vida.

––¡La tengo! ––exclamó Josh, dejando la bala en el suelo mientras que, rápidamente, tomaba unas vendas limpias apoyándolas con fuerza sobre la herida––. Ruby, presiona aquí. Tengo que prepara la aguja para saturar.

Ella se acercó, presionando las vendas sintiendo la sangre traspasar la tela en su mano. Jake soltó la mano de ella, quitándose la tela de la boca, respirando pesadamente mientras sus ojos hacían el intento de no cerrarse.

––Jake, mírame. No te duermas.

Él asintió, lentamente. Y Josh volvió con una aguja enhebrada, pero antes de comenzar a saturar. El peligris tomó un frasco de desinfectante y lo vertió sobre la herida, haciendo que Jake lanzara un grito ahogado.

––¡Demonios...! ¡Hijo de...!

Josh miró a Ruby, y ella lo miró también. Jake respiró con dificultad, dejando que Josh siguiera con su trabajo.

––Dame espacio.

Ella se alejó, viendo su mano con la sangre de Jake. Sacudió la cabeza, mirando ahora como Josh saturaba la herida como todo un profesional. La rapidez pero el cuidado que tenía era increíblemente impresionante. Finalmente, después de unos segundos, Josh vendó la herida nuevamente dejando a Jake tranquilo. El pelinegro suspiró, apoyando su cabeza contra el espaldar del sillón, cerrando lo ojos aliviado pero sintiéndose débil.

––Hay que dejar que descanse ––dijo Josh, guardando las cosas y quitándose los guantes––. Tiene agallas, yo me hubiera desmayado de tan solo ver las pinzas.

Ruby sonrió ligeramente, un poco más aliviada. Ayudó a Josh guardando las cosas, y luego fueron a la cocina a lavarse las manos.
Se quedaron en silencio, sin decir ni una sola palabra. Josh limpiaba lo que habían usado, y Ruby trataba de quitar la sangre de sus manos. El agua se volvía roja y eso la asustaba. Estaba claro que por culpa de ella Jake casi moría, y eso parecía estar atormentándola. Sus manos temblaban ligeramente mientras la sangre se iba con el agua.

Josh la notó nerviosa y asustada, así que decidió hablar.

––¿Por qué no lo llevaste a un hospital? ––preguntó, y Ruby salió de sus pensamientos.

––No quería que lo llevara ––contestó en un murmuro––, podría ser peligroso para él.

––¿En qué sentido?

––En que es un asesino y la policía lo está buscando.

Josh abrió los ojos, mirándola estupefacto ante lo que ella había dicho. Ella sonrió, secando sus manos con una toalla que estaba ahí.

––Si, ahora eres cómplice de nosotros.

––No, a ver... ––dijo Josh, asimilando las palabras de ella––. ¿Es un asesino?

––Si.

––¿Eres novia de un asesino?

––Si, ¡¿qué?! ¡No! ––contestó, mirándolo con ceño fruncido––. Él no es mi... No...

––¿O sea que no eres su novia?

––No.

––¿Pero te gusta?

––... ¿No?

Josh levantó una ceja, cruzando los brazos. Ella negó, y él sonrió.

––Lo tomaré como un Sí.

––¡Que no! ––exclamó, ahora pensando––. Pero... ¿No tendría nada de malo, o si?

––Nah, gustos son gustos ––dijo apoyándose contra el lavadero––. ¿Por qué no se lo dices?

––Porque me da miedo.

––¿Miedo? ¿De qué? ¿Que te diga que no? ¿Que te rechace?

––Tal vez.

––Si no se lo dices, ¿cómo sabrás que en realidad él podría rechazarte?

––Porque... lo presiento ––Ruby cruzó sus brazos, y lo miró––. ¿Y si de verdad me rechaza?

––¿Y si le gustas?

Ella lo miró, y él levantó las cejas sonriéndole.

Bueno, Josh podría tener un punto. Quizás, y solo quizás, ella podría gustarle a Jake. O no. Su interior estaba hecho un remolino de emociones, luchando contra el valor y la cobardía.

––Solo dile lo que sientes antes de que sea tarde ––Josh palmeó el hombro de ella suavemente, susurrándole––. La persona correcta es aquella que no se ha alejado de nosotros.

Ella se quedó en la cocina, viendo que él se llevaba la caja con las cosas de medicina.
Ruby regresó a la sala, viendo a Jake despertar. Se sentó junto a él, tomando su mano. Él giró hacia ella, sonriéndole ligeramente.

––¿Te sientes bien? ––preguntó ella, tocando el rostro de él con suavidad. Él asintió, y Ruby pudo ver cada uno de los lastimados en su rostro. Uno en la frente, otro en la mejillas, uno cerca del ojo, y uno en el labio––. Cuánto lo siento, Jake. Sino hubiera sido por mi... nada de esto hubiera pasado, y tú estarías bien.

––No tienes porque disculparte, Ruby.

––Claro que si, solo mírate.

––No puedo verme, Ruby ––él sonrió, viendo que ella sonreía casi resignada––. Lo único que puedo ver ahora, es una chica hermosa frente a mí.

Ruby negó, mirando cada uno de sus lastimados.

––¿Me perdonas?

––Si tanto insistes, si.

Ella sonrió, acariciando la mejilla de él. Se acercó, y besó suave el lastimado en la frente de Jake, otro beso en el lastimado de la mejilla, y luego otro en el lastimado cerca del ojo. Ruby lo miró, hasta ver el lastimado en el labio de él.
Las palabras de Josh volvieron a su mente como un destello:"solo dile lo que sientes antes de que sea tarde. La persona correcta es aquella que no se ha alejado de nosotros". ¿Pero y si en ese momento las palabras no servían?

La mano de Jake tocando su mejilla la hizo mirarlo a los ojos. Él le sonríe, como si le estuviera dando el permiso que ella ni siquiera había pedido, pero que quería.

Sonrió, acercándose a él hasta besarlo. Sus labios se unieron en un toque suave y confiado, saber que Jake le correspondió fue la respuesta de que él también sentía lo mismo que ella. El dedo de Jake acarició su mejillas, acercándola hacia él. Ruby tomó su rostro en sus manos, dejándose llevar por el momento. Sus corazones latían al unisono con la calidez y la intimidad del momento.

Cuando sus labios se separaron, él dejó escapar una pequeña y suave risa, uniendo su frente con la de ella.

––Te amo, Sherlock Holmes.

Ella se rió, besando la frente de él.

––Te amo, querido Watson.

Josh carraspeó su garganta, mirándolos con una sonrisa cómplice.––Veo que Jake ya está mejor.

Ella se rió, y Jake le mostró el dedo de corazón haciendo que Josh se riera.

––Muy bien, equipo dinámico ––dijo Josh, cruzándose de brazos––. ¿Se quedan?

––Yo no ––contestó Ruby––. Tengo que terminar lo que he empezado.

––Ten mucho cuidado ––murmuró Jake.

––¿Ten cuidado? ––repitió ella con una sonrisa––. ¿No vas a detenerme y decir que es peligroso?

––Ya te he detenido demasiado ––sonrió––. Es momento de dejar que tomes las riendas y cumplas tu meta.

Ella le dio un beso, levantándose del sillón.

––¿Jake puede quedarse contigo, Josh? ––preguntó, viendo como ambos intercambian miradas.

––Mientras no me mate, está todo bien.

––Lo pensaré ––contestó Jake, sus ojos en expresión seria y una ligera sonrisa en sus labios.

––Jake, necesito a Josh vivo ––bromeó Ruby, agarrando las llaves del auto––. Volveré pronto. Es hora de terminar con esto.

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