🥀32🥀

A la mañana siguiente, Ruby despertó sola. Jake no estaba a su lado y eso la sorprendió. Por un momento temia que se hubiera ido de la casa en la que estaban y que no volviera a verlo en todo el día. Así que se levantó, bostezando y frotando sus ojos. Saliendo de la habitación se encontró con el pasillo, aunque seguía adormilada caminó por el pasillo buscando alguna otra habitación donde encontrar a Jake o a Roger por lo menos.

Llegó a la habitación donde había despertado el día anterior, viendo a Ethan sentado en uno de los sillones sosteniendo una taza de café y un periódico con la otra mano. Él se giró hacia ella, sonriéndole.

––¿Dormiste bien, Ruby?

––Si... eso creo ––contestó, mirando el lugar mientras recogía su cabello en una coleta––. ¿Sabes dónde está Jake?

––Lo vi salir con Roger ––dijo, volviendo su mirada al periódico––. Tal vez lo encuentres en el patio.

––Gracias.

Salió de la casa, frunciendo ligeramente cuando el sol dio contra sus ojos. Pudo ver a Jake y a Roger hablando dándole la espalda. Ella se acercó a pasos lentos, haciendo que ambos voltearan a verla. Roger inclinó su cabeza en lo que parecía ser un saludo, y Jake le sonrió.

––¿Dormiste bien, Ruby? ––preguntó Jake, metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.

––Si... ––asintió ella––. Buenos días, Roger.

––Buenos días, señorita Anderson.

––Solo dime Ruby ––sonrió, mirando ahora a Jake––. Creí que te habías ido.

––Iba a hacerlo, pero Roger me mostró algo que quiero que veas.

––¿Ahora?

––Si.

––Am, okey. Solo déjame ir a arreglarme un poco, aún estoy amanecida.

Jake se rió, asintiendo. Ella regresó a la casa siendo seguida por Roger, quien la guío hasta el baño. Finalmente después de unos cuantos minutos, Ruby volvió a salir ahora más despierta y preparada. Jake le hizo un gesto con la cabeza y ella lo siguió. Roger se quedó en la entrada mirándolos con una sonrisa mientras que salía Ethan colocándose al lado de Roger. Ruby suspiró, concentrándose solo en seguir a Jake.

El pelinegro se había mantenido en silencio desde que comenzaron la caminata, pero Ruby lo miraba con algo de curiosidad. Era como si estuviera actuando como si nada hubiera pasado. Pero de alguna forma, eso la dejó tranquila. Sabía perfectamente que él era fuerte, y que seguía adelante a pesar de todo lo que había pasado. Aún no podía dejar de pensar en que su abuelo había sido Michael todo este tiempo, lo había visto asesinar y peor aún, la había intentado matar a ella.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio a Jake detenerse. Él se giró hacia ella, sonriéndole contento, ella frunció el ceño, desconcertada ante su expresión.

––Esto es lo que quería mostrarte.

Él tomó su mano, haciendo que diera unos pasos más adelante de él. Y cuando miró, sus ojos se abrieron sorprendidos y sus labios se separaron atónitos.

Una campo repleto de rosas rojas se encontraba frente a sus ojos. Los pétalos reluciendo al compás de la luz del sol y el viento moviendo su tallo con lentitud. No había palabras para describir esa belleza frente a ella. Jake apoyó sus manos en los hombros de ella, haciendo que siguiera avanzando. Obedeció, mientras que él la guiaba hasta estar rodeada de las rosas que rozaban sus manos.

––Es... no tengo palabras...

––¿Recuerdas cuando te conté que mi padre le plantó todo un campo de rosas a mi madre?

––Es bellísimo, Jake.

––Es todo tuyo.

Ruby se giró, atónita al escucharlo. Jake le sonrió, y ella se quedó con las palabras en la boca.

––¿M-mio? Jake... eso fue lo que tu padre le regaló a tu mamá, yo... yo no puedo tenerlo.

––Pero yo si ––Jake tomó el rostro de ella en sus manos, acercándose más a ella––. Yo quiero que sea tuyo.

Estaba loco, ¿cómo podía darle todo un campo de rosas? ¿Qué era lo que Jake...?

––¿Por qué? ––preguntó, tomando las manos de él, alejándose un poco––. Quiero decir, ¿por qué yo? De todas las chicas que hay en el mundo, ¿yo?

––Exacto. De todas las chicas en el mundo, ¿por qué tú no? ––susurró, dando otro paso hacia ella––. Yo... tú eres la única chica para mí en el mundo.

°§ 🥀§°

En Riverton, las cosas no estaba yendo tan bien. Steven intentó llamar a Keyler y Alice a Ruby, pero ninguno contestaba. La pelirroja suspiró, guardando el celular de mala manera mientras comenzaba a alejarse molesta. Steven frunció el ceño, siguiéndola.

––Alice, ¿a dónde vas?


––Al bosque, es el único y último maldito lugar al que Ruby o Keyler irían.

Steven la siguió, sabiendo que, ––aunque Alice fuera policía–– no podía dejarla ir al bosque sola.
Sin embargo, la pelirroja estaba tan molesta, que la preocupación y la ira la controlaron sin ponerle atención al rubio que la seguía. Los pasos de ella eran rápido y Steven tuvo que trata de seguirla pero a una distancia considerable para que ella no volteara de la nada y le diera una buena paliza, (por alguna razón)

Alice se introdujo al bosque ignorando a todos los policías que rondaban por ahí. Steven, aunque más precavido, decidió ponerle fin a la tensión que se acumulaba mientras avanzaban.

––Alice, espera un momento. No puedes ir a buscar a Ruby sin saber dónde está ––intentó decir, pero Alice ni siquiera lo estaba escuchando––. A lo mejor su celular se quedó sin batería.

––¿Y qué me dices de Keyler? ––reprochó enojada––. ¿Su celular también se quedó sin batería?

––Alice, por favor.

––¡No! ––se giró hacia él, enojada apuntándole con el dedo––. ¡Mi mejor amiga está desaparecida, y Keyler no contesta las llamadas! ¡¿Crees que este es un momento para mantener la calma?!

––¡¿Crees que yo tampoco estoy preocupado?! ––gritó, avanzando hacia ella para hacerle frente––. ¡Siempre estás tratando de mostrar que eres fuerte cuando en realidad te mueres de miedo! ¡Nunca admites que necesitas ayuda y por eso siempre estás metida en problemas!

––¡Soy policía, yo jamás me meto en problemas! ¡Y perdón por estar preocupada por querer encontrar a Ruby, al menos estoy haciendo algo que tú no haces!

––¡Oh, por favor! ¡Siempre tienes que hablar así conmigo, sé que me odias pero no es necesario que siempre tengas que estar recriminando todo lo que hago mal y alejarme!

––¡Yo no te alejo, tú eres el que se aleja solito y no es capaz de admitir sus sentimientos!

Steven la miró, apretando sus manos sintiendo el corazón en la garganta.

––¿Y qué quieres que admita? ––dijo, ahora en voz baja––. ¿Qué pienso en tí todo el tiempo? ¿Qué me da miedo saber que puedo arruinar todo contigo como lo hice con Ruby? ¿Qué cada vez que te veo siento que quiero estar a tu lado pero también lejos sabiendo que podría fallarte? ¿Eso quieres que admita?

Alice lo miró, desconcertada y sorprendida a la vez por la confesión de él. Su corazón latía con rapidez mientras se sentía nerviosa.

––Steven, cómo... ¿Cómo puedes arruinar algo que ni siquiera a empezado?

Él la miró, con el corazón latiendole con fuerza, y un horrible impulso que no podia controlar. Alice dio un paso hacia él, esperando su respuesta.

––Steven contesta, ¿cómo puedes arruinarlo?

––Así.

Él tomó el rostro de ella, y la besó. Alice abrió sus ojos, atónita por aquel beso, sintiendo sus mejillas arder. Cerró sus ojos sintiendo como Steven la tomaba de la cintura acercándola más a él. Ella sujetó el rostro de él, con el corazón latiendole a mil por hora. Al separarse, Steven y Alice se miraron tratando de procesar lo que había pasado entre ellos. De repente, un crujido los hizo tensarse, de entre los árboles, Keyler salió casando con finas gotas de sudor. Al verlos, frunció el ceño con una ligera sonrisa burlona. Alice soltó a Steven rápidamente, sin saber que decir exactamente.

––Keyler, ¿dónde demonios estuviste? ––preguntó finalmente Alice, aún nerviosa.

––¿Acaso ustedes...? ––contestó el moreno, señalandolos con una sonrisa pícara.

––¿Qué haces aquí en el bosque? ––intervino Steven.

Keyler puso su expresión seria, para después sonreír falsamente.

––Oh, estaba paseando por el bosque, pensando en comprar una casita por aquí, ¡busco a Ruby y a Jake! ¡¿Tú qué crees que hago aquí?!

Alice y Steven se miraron, incómodos por la situación. Keyler suspiró, llevando sus manos a su cintura.

––Vamos, ya tuve suficiente con el bosque. Veremos si Ruby está en su casa.

––Fuimos antes de venir al bosque, pero no está y tampoco contesta las llamadas ––contestó Steven.

––Hm, mi teléfono se quedó sin batería, por si me llamaron no lo sé ––dijo Keyler, haciendo que Steven le sonriera a Alice––. ¿Algo más que podamos hacer?

––Vayamos a casa de Ruby otra vez, a lo mejor ya debe estar ahí, o no sé. Encontraremos dónde está ––finalizó Alice, siendo seguida por los dos.

°§ 🥀§°

Ruby estaba sentada en el suelo junto a la puerta de entrada. Sostenía la fotografía de su mamá con el bebé mientras la veía con tristeza. Jake estaba con Roger en la cocina, y ella seguía pensando en las palabras del pelinegro.

Suspiró, dejando caer sus manos a los lados de su cuerpo. Unos pasos se oyeron detrás de ella, y Ethan se sentó a su lado.

––¿Estás bien? ––preguntó, y ella asintió.

––No pensé que todo lo que había vivido no fuera como yo imaginaba ––dijo, mostrándole la foto––. Quiero decir, míralo. Era tan pequeño y aún así siento como si lo hubiera conocido de toda la vida. Esta casa, es como si hubiera estado aquí mil veces pero sigue siendo un recuerdo bloqueado. Y tú... ––suspiró–– ni siquiera puedo asimilar que eres mi padre.

––Te entiendo ––contestó, mirando hacia el patio frente a ellos––. No tienes porque considerarme tu padre, digo, ya ni siquiera soy parte de tu vida. Y realmente lamento que hayas tenido que vivir toda tu vida viendo a tu madre sufrir por culpa mía. Pero ver en lo que te has convertido ahora... me hace sentir orgulloso.

Ella asintió, doblando la fotografía mientras la tocaba con sus dedos.

––Si de alguna forma... ––murmuró Ethan––. Yo pudiera ser parte de tu vida otra vez... ¿Me darías esa oportunidad?

Ruby respiró hondo, dejando salir el aire con lentitud.

––Quiero que seas parte de mi vida ––respondió Ruby, mirándolo––. Pero después de esto. Porque si voy a comenzar de nuevo, voy a comenzar bien.

Ethan sonrió, asintiendo.

––Será como tú quieras, hija.

––Gracias... papá.

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