🥀20🥀

Ruby corrió hasta su casa antes de ir con Keyler. Al llegar, se sirvió un vaso con agua tratando de relajar los latidos de su corazón. Tenía la respiración acelerada, con su pecho subiendo y bajando. Cuando finalmente toda su respiración se calmó, su cuerpo pareció perder toda su energía.

Estaba agotada, no solo por correr, sino de una forma extraña. Sus manos comenzaron a temblar, mientras que su mirada encontró el frasco de antidepresivos. Agarró una de las pastillas, llevándola a la boca. Sabía que si seguía así podría terminar mal, pero ya había intentado dejar lo antidepresivos, no era nada fácil.

Finalmente, salió de su casa sintiendo sus manos aún temblorosas.
En el camino, seguía pensando en lo que había pasado con Samantha y Laila. Al llegar a la tienda de Keyler, abrió la puerta encontrándoselo sentado con los pies en la mesa de recepción.

––¡Keyler! ––gritó, golpeando la mesa de recepción con sus manos––. No tienes idea de lo que me encontré.

El moreno levantó una ceja, cruzando sus brazos mientras bajaba los pies de la mesa.

––¿Qué pasó?

––¿Conoces a Laila y Samantha?

––No.

––Bueno, ella dos son... ––miró hacia los lados, susurrando–– son lesbianas.

El moreno abrió los ojos, frunciendo ligeramente el ceño.

––¿Y cómo lo sabes? ––interrogó susurrando––. ¿Las viste besarse?

––¿Qué? ¡Por supuesto que no! Samantha se le declaró a Laila ––contestó, apoyando su celular en la mesa––. Por cierto, necesito ayuda con mi celular, ¿sabes hackear?

––Nena, obvio que puedo ––dijo Keyler, con una sonrisa altiva––. Podría hasta hackear la cuenta del presidente.

––Lo que te llevaría a prisión.

––Exactamente, pero no importa. ¿Cuál es el problema en tu celular? ––preguntó, levantando el celular de ella.

––Hace unos días recibí un e-mail de un desconocido, ¿crees poder hackear el mensaje para saber de quién es?

––Puedo, si. Pero tardará un buen rato.

––No es problema, debo hablar con Clover, vendré en un par de minutos.

––De acuerdo.

Ruby se despidió de Keyler, saliendo de la tienda para buscar al detective. Iba a ponerle fin a las cosas de una vez por todas, iba a descubrir por qué su hermana había hablado con él.

Estando ya cerca de la comisaría, vio salir al detective con su mirada seria. Se acercó hasta él lo más rápido que pudo, logrando alcanzarlo.

––Detective Clover, ¿tiene un momento?

––¿Otra vez usted? No, no tengo tiempo. Ahora sí puede ya váyase, tengo cosas mas importantes ahora ––respondió de forma tosca y seca.

Pero Ruby no iba a aceptar eso, por eso soltó sin rodeos lo que venía a decir.

––Usted habló con Emily días antes de que la asesinaran ––dijo ella seriamente––, ella le dijo que la estaban siguiendo pero no lo creyó, ¿por qué?

––Ese no es asunto de usted ––reclamó Clover, molesto por lo que ella estaba diciendo.

––¡Claro que es asunto mío! ––gritó harta––. ¡Apuesto que usted tuvo algo que ver en su muerte, por eso no le creyó!

––¡¿Crees que yo podría asesinar a la persona que más amaba?! ––gritó Clover, dejándola sorprendida.

Sus ojos se abrieron de par en par, y sus labios quedaron entreabiertos, como si las palabras se hubieran quedado atoradas en su garganta. Los ojos de Ruby se quedaron con los del detective, su respiración contenida mientras intentaba descifrar lo que había escuchado.

––¿A qué se refiere con que la amaba? ––preguntó ella finalmente, viendo que la expresión del detective cambiaba a una mas dolida.

––Yo... ––miró por encima de ella, esperando que estuvieran ellos solos, hasta que finalmente habló–– yo estaba enamorado de Emily.

Ruby quedó atónita al oir las palabras del detective. Este suspiró, pasando una mano por su cabello, buscando las palabras correctas de contar su historia.

––Es difícil de contar y largo ––comenzó––. Hace unos años, yo me encontraba saliendo de la comisaría después de un largo día resolviendo el caso del robo en el banco. Fui a la cafetería de Riverton para descansar un rato, y ella me atendió. Tenía tan solo 18 años cuando la conocí. Se veía tan hermosa, con una sonrisa preciosa que me derritió el corazón apenas la ví. Yo tenía apenas 25 años y llevaba mi segundo años como un oficial.

––Pero... usted...

––Si, soy un hombre casado con una hija ––dijo, dejando a Ruby aún más confundida––. Pero hasta es momento no había conocido a Elena ––suspiró, relamiendo sus labios para continuar––. Emily fue quien me habló, ella me dijo que me reconoció por el robo en el banco. Me contó sobre posibles sospechosos de la escena, personas que estuvieron cerca en ese momento, entonces yo le pregunté si le gustaban los casos policiales y me dijo que si.

»Todos los días iba a verla a la cafetería donde hablábamos sobre los casos que nos tocaba atender en el día a día. Ella siempre con su sonrisa hermosa que me alegraba los días. A veces pasaba por la comisaría a reportar sobre sospechoso y más cosas. Y cuando caí en cuenta de que me estaba enamorando de ella, sabía que no podía haber algo entre nosotros.

Ella era una chica con 18 años, yo tenía 25, no iba a arruinarle la vida con mi confesión. Sabía que eso podría ser malo para ella al igual que para mí. Ella se vería afectada de una manera horrible y yo perdería mi trabajo. Así que solo mantuve nuestra relación como una amistad.

Pocos años después conocí a Elena, ella me recordaba tanto a Emily que me enamoré. Me casé y tuve una hija. Si, Emily me llamó diciendo que alguien la perseguía así que le dije que no tenía de qué preocuparse, yo me pasaría por su casa una noche y así fue, pero no había nadie. Entonces supuse que todo había terminado, pero entonces... ella...«

––Ella murió ––terminó por decir Ruby.

––Si ––Clover asintió, agarrando los brazos de ella––. Escúchame Anderson. Cometí un grave error al no creerle a tu hermana, cometí un gran error al no decirle cuánto la amaba. Por eso no voy a cometer el mismo error, por eso te digo que dejes esto en mano de la policía.

––Pero... no puedo ––dijo ella, alejándose de él––, es mi hermana...

––Y lo sé, pero no puedes ponerte en peligro por eso. Por favor ––pidió, mirándola a los ojos––. Mantente lejos de esto.

El oficial la dejó sola mientras él subía a su auto. Ruby miró hacia el suelo, comenzando a caminar de regreso a la tienda de Keyler.
No esperó escuchar algo así, Clover había estado enamorado de su hermana y Emily ni siquiera lo sabía.

¿Sería posible que había algo que ella no sabía detrás de la vida de su hermana? ¿Algún secreto u otra cosa?

Al llegar, vio a Keyler aún con el celular.

––¿Encontraste algo? ––preguntó él, al verla entrar con una expresión decaída.

––No mucho ––mintió, para no tener que contar la larga historia que había escuchado. Suspiró, cambiando su expresión a una sonrisa ligera––. ¿Y tú?

––Tu celular se rebeló ––comentó, sacándole una risa suave ella––. Tardará unos cuantos minutos.

––Esperaré entonces.

––Por cierto, ¿dónde está Jake?

La sonrisa de ella se borró, Ruby pasó su dedo índice por la mesa formando círculos, antes de responder.

––No sé dónde está. Ni siquiera sé si está bien o no.

––De seguro habrá tenido una buena razón para irse de esa manera ––contestó Keyler, tratando de no complicar las cosas––. ¿O qué te parece?

––No lo sé, solo espero que esté bien.

––Si ––se quedaron en silencio, hasta que una idea pasó por la mente de Keyler––. A no ser que... ––soltó un jadeo sorprendido, cubriendo su boca.

––¿Qué? ––preguntó Ruby, mirándolo con el ceño fruncido.

––A no ser que... ––se acercó a ella, y susurró–– tal vez este metido en... las drogas.

––¡¿Qué?! ¡Claro que no! ––dijo ella, alejándose––. ¿De verdad crees que se droga?

––Sería motivo de su desaparición. No sé, piénsalo.

––No, Jake no sería capaz de hacer algo así ––contestó, tratando de convencerse a si misma de que no era cierto, entonces Keyler la miró levantando las cejas––. Al menos creo que...

––No lo sabes ––finalizó él.

Ruby suspiró, mirando su celular. Volteó hacia las vidrieras, viendo a Laila caminar en dirección al bosque. Frunció el ceño, caminando hacia la puerta.

––¿A dónde vas? ––preguntó Keyler, con una ceja levantada, viéndola irse.

––Ya vuelvo ––contestó ella––. Voy a seguir a alguien.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top