🥀05🥀

El silencio quedó gobernando la cocina y los ojos de ellos quedaron en la nota que Jake aún sostenía.

––¿R.J? ––pronunció Ruby––. ¿Quién podría ser R.J?

––No tengo idea ––contestó Alice––. Volveré a la comisaría y le pediré a Julián si puede traeme algunos archivos sobre algunos criminales investigados. Tal vez pueda encontrar a este tal R.J

––Buena idea.

––En cuánto sepa algo, te avisaré ––dijo la pelirroja dirigiéndose a la puerta. Sus pasos se detuvieron, volteando a ver al pelinegro––. Si le haces algo a mi mejor amiga, te voy a buscar y te voy a matar. ¿Entendiste? ––amenazó, a lo que Jake sonrió.

Ruby rodó los ojos, y Alice abandonó la casa de ella. Jake cerró la ventana, dejando la nota en la mesa. Ella agarró la hoja y observó las letras, no conocía a nadie con esas iniciales. Ningún familiar, ningún amigo. El pelinegro giró para verla, quitándole el papel.

––¡Oye!

––¿Cuál es el plan? ¿Conoces a alguien con esas iniciales? ––interrogó él.

––A nadie ––respondió Ruby, suspirando pesadamente––. Comienzo a creer que no estamos llegando a ningún lado.

––No hay que perder la fe. En algún momento se va a revelar e intentará salir de su escondite. Por ahora, solo hace lo que un típico asesino haría, amenazar.

––Bueno, mientras se mantenga solo en amenazas.

––¿Qué harás mañana?

––Mañana iré a casa de mis padres. Tal vez pueda encontrar algo en la habitación de Emily, su celular quizás ––dijo, cruzándose de brazos––. Solo espero que mi papá no lo haya tirado o regalado. Aunque lo dudo mucho.

––¿Estás segura de eso?

––Sí, demasiado segura. Mientras tanto, necesito que te mantengas al margen de todo lo que pase mientras no estoy. Riverton es un pueblo tranquilo pero tiene sus sorpresas. Mis padres viven en las afueras de Riverton, casi llegando a Crestfield.

––No conozco Crestfield pero suena lejos, ¿no te parece?

––Más o menos ––Ruby suspiró––. Ese es el plan.

––Bueno, pues, a sus órdenes Sherlock Holmes.

°§ 🥀§°

Mientras que el sol iluminaba la carretera vacía, un nuevo día comenzaba. Ruby estaba de regreso a su casa después de estar tres días con sus padres porque la convencieron de quedarse. Por supuesto que no fue lo mismo que antes, ella lo notó. Sus padres siempre había sido más afectuosos con Emily que con ella. Y aunque ya estaba acostumbrada al "rechazo" de sus padres, no le impedía ir a visitarlos. Sobre todo a su mamá.

Llevaba algunas cajas en los asientos de atrás, logró recuperar cosas de ella y fotos con Emily. Sin mencionar que también había conseguido el celular, el problema era la clave de acceso. Había intentado cumpleaños, el de Emily, el de ella, el de sus padres, pero nada.

A su lado, su cámara la acompañaba dando suaves rebotes por algunos baches en el camino.
La radio estaba encendida en un volúmen bajo mientras reproducían las noticias, el clima, y el aumento de inflación.

Pero, su viaje fue interrumpido cuando vio dos ambulancias y una patrulla de policía en frente. Un grupo de personas estaban reunidos y también reporteros con su equipo de trabajo.

Ruby estacionó el auto a un costado de la carretera, y bajó del vehículo tomando su cámara. Se acercó hacia el gentío donde finalmente pudo ver lo que sucedida: un accidente.

Un auto estaba volcado con las llantas pinchadas y el humo salía por el capó. Los vidrios de las ventanillas y el parabrisas estaban hechos pedazos mientras que los paramédicos sacaban el cuerpo de un hombre y una mujer. Podía escuchar como la reportera daba la noticia de lo que había ocurrido viendo que más autos se acercaban para ver lo que sucedía.

Ruby, preparó su cámara y fotografió la escena. No dejó pasar nada por alto, pero lo más impresionante fue encontrar en el parabrisas una rosa.

––Estuvo aquí... ––murmuró, acercándose para tomar la rosa.

Pero su ademán fue detenido por un oficial que le tocó el hombre.

––Disculpe, señorita, no puede estar aquí. Le voy a pedir que se retire y deje de tomar fotografías, esta es una escena de crimen. No un cumpleaños.

––Sé perfectamente que esto no es un cumpleaños. Pero de verdad necesito tomar fotos de esto, es importante para mí investigación.

––Jovencita, soy policía, usted es solamente una adolescente que debería estar en la escuela. Así que si no se retira voy a tener que arrestarla.

––¿Solo por tomar fotografías? ¿Y qué me dice de la demás gente que está aquí? ––reprochó, colgando la cámara a su cuello––, las personas sacarán fotos y las subirán a Instagram, Facebook o incluso a YouTube. ¿Y a mí me llevará presa solo por tomar fotos que no publicaré? No me parece justo.

––Será mejor que se vaya antes de que pierda la paciencia. Este es un lugar peligroso.

Sin querer discutir más, Ruby le hizo caso al oficial marchándose. Regresó a su auto, con la cámara aún colgada a su cuello, y se sentó apretado el volante con fuerza. Sus ojos se fueron hacia la radio donde comenzaba a mencionar el accidente frente a ella.

“––En la carretera Williams Brownie, un accidente automovilístico surgió repentinamente donde una pareja regresaba a Riverton después de pasar un fin de semana en Crestfield. Aún no se sabe qué fue lo que provocó el accidente, pero la policía investiga el caso.”

––Jake, Jake, Jake ––murmuró Ruby, haciendo arrancar el auto––. Espero que tengas una buena explicación para esto.

°§ 🥀§°

El viaje de regreso a su casa fue largo, prácticamente había salido de la ciudad. Bajó las cajas del auto y las llevó al ático. Bajando las escaleras para ir a su habitación y poder imprimir las fotografías que había tomado, recogió su cabello en un rodete. Sus mechones rebeldes caían alrededor de su rostro pero no era problema.

Encendió su laptop, comenzando a imprimir las fotografías. Mientras esperaba que la fotocopiadora hiciera su trabajo, ella se encargó de limpiar su cámara.

Un viento frío entró por la ventana lo que la hizo desconcentrarse. Dejó la cámara sobre el escritorio, acercándose a la ventana para cerrarla, pero no esperó que Jake apareciera de la nada.

––¡Buh!

––¡¿Qué haces?! ––gritó espantada, retrocediendo––. Casi me da un infarto.

Jake se rió, entrando a la habitación.

––Lo siento, Sherlock Holmes. No era mi intención asustarte ––dijo él, sonriendo––. ¿Conseguiste lo que querías?

––Sí, el celular de Emily se está cargando ––dijo ella, volviendo al escritorio. Las fotos ya estaban listas así que las tomó, y luego lo miró––. Hay algo que necesito saber.

––Dime, estoy a tu servicio.

––¿Me explicas esto? ––Ruby estiró su mano, y le mostró la foto del auto volcado, el cuerpo del hombre y la mujer, y también la foto con la rosa––. ¿Y bien?

Jake observó las fotos un momento, para luego mirarla a ella, y sonreír.

––Sí, yo lo hice ––dijo, como si fuera lo más normal del mundo––. ¿Algún problema?

––¿Por qué lo hiciste?

––Facil, teníamos un trato. Ellos no cumplieron su parte, así que debía enseñarles que conmigo no se juega.

––¿Era necesario el accidente?

––Ellos se lo buscaron ––contestó, ahora serio acercándose al rostro de ella––. Nadie, me toma el pelo a mi, Ruby.

Sus rostros estaban tan cerca, que podía sentir la respiración de Jake sobre su cara. La estaba amenazando, eso era obvio. Pero no tenía miedo, estaba totalmente segura de que él jamás podría hacerle algo. Estaba demasiado segura de ello.

Ruby dio un paso hacia atrás, dejando las fotos en el escritorio. Escuchó que alguien tocaba la puerta, así que miró a Jake. 

––Si tú estás aquí, ¿quién está allá?

––Averigüémoslo.

Ambos salieron de la habitación, bajando las escaleras con precaución. Ruby caminó hasta la puerta, abriéndola para encontrarse con nada más ni nada menos que Alice, y extrañamente a Steven también.

––¿Me explican que hacen aquí?

––Viene porque encontré a alguien que podría llevar las iniciales R y J. Además, me encontré a este estúpido de camino aquí ––contestó Alice, levantando un folder amarillo.

––Estaba de camino aquí porque quería hablar con... ––Steven se quedó callado, mirando a Jake desconcertado.

El pelinegro le clavó la mirada directamente a los ojos, y el rubio miró a Ruby.

––¿Y este?

––Ah si. Steven, Jake. Jake, Steven ––dijo Ruby, presentándolos.

––Con que Jake, ¿eh? ¿Qué eres de Ruby?

––Un amigo ––contestó ella.

––¿Hace cuánto se conocen?

––El tiempo que conozca a Jake no te importa en absoluto ––dijo Ruby, abriendo más la puerta––. Vamos a hablar sobre este tal R.J

Alice entró sin problemas, Steven tardó un momento en dar el primer paso para entrar, ya que estaba concentrado en Jake. Sin embargo, el pelinegro lo ignoró.

Los cuatro finalmente fueron a la sala, donde se sentaron alrededor de la mesa. La pelirroja le entregó el folder a Ruby, y ella lo abrió.

––"Rojas Jules" ––leyó––. Jamás oí de ese nombre.

––Entonces va a decepcionarte saber que está muerto ––declaró Alice.

––¿Cómo que muerto?

––Hace años hubo un derrumbe en uno de los hospitales de Riverton. Este hombre era un enfermero que regresó al interior del hospital para ayudar a una de las doctoras a salir. Pero fue demasiado tarde para él.

––Demonios.

––A ver, ¿cómo fue que se conocieron? ––dijo Steven, aún mirando a Jake con desconfianza.

––Steven, tenemos algo más importante de lo que hablar. No me hagas perder la paciencia ––amenazó Ruby, volviendo a la información del hombre––. Entonces, si este hombre ya está muerto, ¿quién es R.J?

––Intenté buscar más información, pero solo encontré esa ––contestó Alice.

––De alguna forma me es familiar ––mencionó, Steven mirando a Jake, a lo que Ruby perdió la paciencia.

––Es porque es un asesino ––confesó Ruby, dejando el folder sobre la mesa––, y si no te callas va a matarte. ¿Verdad Jake?

––¿Puedo? Porque puedo hacerlo ahora.

––Nos quitarás un peso de encima ––dijo Alice, acercando el folder hacia ella.

Jake sonrió, y Steven abrió la boca estupefacto.

––¡¿Cómo que un asesino?! ––exclamó el rubio, impactado––. ¡¿De verdad confías en él?!

––¡Sí! Ahora cállate.

––¡Alice, dile algo! ––pidió Steven, pero la pelirroja negó.

––Confío más en él que en tí ––comentó Alice.

––¡Están locas las dos!

––¿Lo mato? ––preguntó Jake, con cierta burla en su voz.

––No, déjalo. Podría servir ––contestó Ruby––. Dejando ese tema de lado. Encontré el celular de Emily. Pero tiene contraseña, y no la sé.

––¿Alguna fecha de cumpleaños? ––sugirió Alice.

––Lo intenté, pero nada. Lo mejor sería que lo enviemos a alguien que pueda desbloquearlo.

––Yo conozco a alguien ––dijo Steven, tratando de olvidar el tema del asesino que tenía en frente––. Se llama Keyler. El tipo es bueno en lo que hace, bloqueé mil veces mi celular y lo dejó como nuevo. Su local abre a las nueve, podemos ir mañana. Si quieren, y si sigo vivo.

Jake sonrió de lado, haciendo que un escalofrío recorriera la espalda del rubio.

Ruby lo pensó un momento, y luego asintió.

––Muy bien, mañana iremos con Keyler. Seguro encontraremos algo que nos ayude en el teléfono de Emily. Por ahora, hay que mantenernos alertas, de lo contrario, el asesino tendría más oportunidad de ganar.

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