Albáfica y Shion se encontraban algo nerviosos, era la primera vez que iban a la marcha del orgullo LGBT+ que habría en la ciudad. Ninguno de los dos se había considerado parte de eso hasta que se conocieron y se enamoraron. Ambos vivían en unión libre junto al pequeño hijo de Shion, Mu, el cual ese día que quedaría con Dohko, dado que era muy joven para una caminata tan larga y tanto bullicio.

Albáfica llevaba en la cabeza una colorida pañoleta de arcoiris, mientras que Shion se las había arreglado para conseguir una corbata también colorida. Ambos llevaban una camiseta blanca que tenía grabados "He is mine" portada por Shion y "I'm his" portada por Albáfica. Se veían sumamente tiernos juntos y Son lo simplemente sonrió con aprobación.

—Mis papás se ven geniales ¿Verdad, tío Dohko?— Preguntó el pequeño de hebras moradas.

—Mucho, mucho. — Apoyó el chino.

Shion y Albáfica sintieron antes de salir de casa tomados de la mano. En el camino vieron a varias personas también con banderas de arcoiris, ropas y demás. Aquello les hizo sentir más cómodos y que formaban parte de algo.

Durante el camino decidieron comprar una gran bandera del Orgullo LGBT, con la cual se pusieron como si fuese una manta. En el bus de camino a la marcha, ya que usar el auto no era factible, se habían acurrucado y disfrutaron juntos del viaje. Realmente eran una pareja adorable.

En la gran marcha, la música y los bailes fueron atracciones maravillosas, globos de colores volaban por todos lados. Parejas celebrando su amor alegremente y apoyo de sus familiares. Debían admitir que era encantador y les daba una gran sensación de pertenencia, sin prejuicios o críticas de nadie.

Mientras más se iba avanzando, más gente se unía. Shion cargaba a Albáfica en su espalda de vez en cuando, mientras el hombre de cabellos azules agitaba la bandera alegremente.

—Shion, te amo.— Dijo Albáfica mientras abrazaba a su pareja alegremente y depositaba un beso en su mejilla.

—Y yo te amo a ti. — Dijo Shion mientras tomaba su rostro y besaba sus labios.

Ante esta muestra de afecto las personas que los rodeaban aplaudieron y silbaron ante la escena tan dulce. Fue la primera vez que habían ido, pero era seguro que no sería la última. Estaban ansiando a que Mu creciera un poco más para llevarlo con ellos, aunque sea para darles su apoyo.