capitulo 8

Los largos cabellos azabaches se mojaban con el rocio de la ducha que caí sobre su cabeza, los hombros pálidos y seductora espalda es cubierta por ese hermoso cabello que está cubierto de Shampoo.

El joven giró la llave para que cayera mucho más agua y quitarse el shampoo, en ese momento el agua movió los cabellos azabaches hacia un lado.

Su espalda quedó completamente descubierta y con ello dejo a la vista el explendido, realista, majestuoso tatuaje sangriento.

A unos centímetros bajo su pálida nuca, se encuentra una media luna carmesí, más abajo de ella se encuentra un lobo azabache con los ojos sangrientos observando la belleza que desprende la luna. En sus ojos se ve un anhelo por querer tocarla, pero su peludo cuerpo está enredado con rosas blancas espinosas que se tiñen de rojo al hacer contacto con la piel del lobo.

Es tan surrealista en la manera que cada una de las diez rosas blancas de apoco se van tiñendo de rojo sangre que pertenece al lobo.

El joven cerro la llave de la regadera, su seductor y varonil cuerpo fue cubierto por una bata roja. Ahí mismo seca su cabello con la secadora, al estar listo lo envuelve en un protector para luego colocarse una película del mismo color pero con un corte degradado. Aún sigue viéndose fenomenal, pero con el cabello largo se ve mucho más atractivo.

Sale de la ducha directo al guardarropa, entré ese momento de ropa de marca organizada en vitrina de vidrio para que no agarré polvo. Buscó un atuendo casual elegante que consciente de una camisa blanca sin ningún patrón de mangas cortas, dejado apreciar su sensual clavícula. El pantalón negro remarca demasiado su estrecha cintura, largas piernas. Las zapatillas también son negras.

De accesorios solo llevá un pequeño arete de una medida luna colgante, en el cuello no quiso ponerse nada. En cambio su muñeca izquierda la adorno con un Rolex de marca rojo.

—Choco, ¿qué tal me veo?—Lentamente da una media vuelta.

—Guaun—Ladro al mismo tiempo que menea la cola emocionado.

—Si, lo sé. Me veo muy bien—Sonrío frente al espejo, si eso se consideraba una sonrisa.

Era más bien la de una persona que estaba tramando algo malvado, pero se veía tan genial, su rostro es toda una obra de arte.

Esto es más que suficiente para ser morir del coraje al padre de Maximiliano, ¿verdad?. No solo a ese anciano, a esa familia Nolan, también.

—Te portas bien, no pelees con el pequeño esponjó de Grumi.

El pastor alemán lo piensa por unos segundos, pero luego sólo mueve su cola y saca la lengua en respuesta a lo que dijo su amo.

—Joven King, ¿ya esta listo?—Pregunta Jacinto—Mi jefe lo está esperando en la sala—Con mucho aburrimiento.

Ha estado esperando al joven King desde hace una hora. ¿Que hace tanto? Es igual que mi hermana a la hora de salir. No, mi hermana se tarda tanto a la hora de vestirse.

—Estaba por salir, calvito.—Cierra la puerta.

Por poco me quedo ciego al ver esa reluciente calvicie, aún me es difícil de comprender el por qué le gusta ese estilo. ¿Creé que se ve más rudo de esa manera?

—Joven King, deje de decirme así.

—No lo digo con mala intención, es de cariño.—Sonríe.

Jacinto parpadeó varias veces para poder fijar su mirada en el rostro de Hayden. Esa sonrisa era muy brillante hasta podía cegarte.

—Por fin apareces—Expresa con molestía.

—Si alguien me hubiese ayudado con la vestimenta, está tardanza no estaría pasando—Llego junto a él.

Este hombre se ve bien con todo, pero en definitiva la ropa casual lo hace lucir mas deslumbrante y sofisticado. ¿Como se sentiría manosear esos anchos hombros? ¿Oh ese tonificado pecho? Esa camisa negra hace sobre salir todos sus atributos.

Con todo el descaro del mundo, Hayden camina al rededor de Maximiliano. Esos ojos rojos se quedan fijos en el firme trasero del alfa. Ese color rojo brilló lascivamente.

—¿Quieres que te saque los ojos?—Esa mirada celeste se tiño de oscuridad.

—No, los necesito para seguir observando ese bonito trasero—Lame sus labios con una sonrisa pícara.

Lo que más me gusta de todo el look, es su peinado. No lo tiene recogido hacia atrás si no qué, recae hacía su frente dándole un toque más rejuvenecedor.

—Si no fuera porque vamos de salida, ya hubiese roto esa boca vulgar—Lo fulmina con la mirada—Y No era necesario el vestir tan formal—Disimuladamente mirá de pies a cabeza al distraído Hayden, este se está despidiendo de ambos animales.

¿Es posible tener un cuerpo así de desarrollado solo cargando camiones de carga de electrodomésticos o muebles entré otras casas? Es algo que sigo sin entender. Desde atrás se ve todavía mejor. Podría pasar como un joven maestro sin problemas.

Al estar de espaldas nadie podía ver la sonrisa juguetona en los labios de Hayden. Él sabía muy bien que lo ojos de Maximiliano, están sobre su cuerpo. Y por eso mismo se inclinó hacia abajo disque para acariciar a Choco.

Su sensual trasero quedó levantado, ese pantalón marco demasiado sus despampanantes caderas. De los labios del alfa salió un suave jadeo, fue más un Susurró de sorpresa.

Maximiliano observó a todos lados esperando ver más de uno mirando a Hayden, para sacarles los ojos. Pero nadie se atrevería hacer eso, sus miradas están en piso desde que los dos, empezaron a coquetear sin saberlo.

—¿Esperamos a alguien más?

—No—Salio del transe—Vamonos—Camina hacía la puerta.

Mírenlo intentando disimular que me estaba viendo muy descaradamente, jajajaja. No soy arrogante ni mucho menos narcisista pero estoy muy seguro que la cosa entré sus piernas se despertó. Esto se está volviendo mucho más divertido.

—¿A dónde vas?—Frunce el ceño.

—Me gustan las escaleras, puedo ejercitarme sin ir al gym.

—Vamos a llegar tarde, solo sube.—Se estaba empezando a enojar más de lo que ya está.

—Soy tan rápido como un ascensor, no te preocupes—Ignoro el pedido y camina hacia a las escaleras.

Las puertas del ascensor se cerraron, el alfa llevá una negra expresión. En estos momentos podía matar a cualquiera con solo esa sanguinaria mirada.

Maximiliano gruñó furioso, la fría aura envía escalofríos a Constantin y a Jacinto. Iban maldiciendo a Hayden por no obedecer a su jefe.

Cuando las puertas se volvieron abrir, Hayden ya estaba ahí esperando por ellos tres, sin ninguna gota de sudor en su rostro. Maximiliano no pudo ocultar su sorpresa.

—Te lo dije.—Esto no es nada, en mi trabajo cuando los ascensores no están en funcionamiento, nos toca subir las cosas por las escaleras y aveces tocaba ir hasta el noveno piso.

¿Cómo logró bajar cinco pisos en un instante y mucho más antes que nosotros? Eso no es posible, es una lastima que las escaleras no tengan cámaras de seguridad, tendré que mandar a poner unas cuantas. No, ¿por qué debería de importarme cómo lo logró? No voy a gastar mis energías en prestarle atención a todo lo que haga este mocoso.

—Di algo—Finge no tener interés en saber cómo bajé.

—Solo darte prisa, no esperes nada más.

—No eres nada divertido—Camina muy cerca de Maximiliano, pero no tan cerca como para rosarse entré sí.

Las personas instintivamente se les quedaban viendo, era imposible ver a otra dirección que no fuese en esa dirección dónde ambos están.

Hayden sonrió ampliamente al ver la expresión de ese guardia de seguridad, que no lo quería dejar entrar hace unos días. Su sonrisa decía; "mírame, soy yo quién está viviendo esa historia cliché que tanto querías vivir."

—¡Whao!—Hayden se quedó sin habla al ver el automóvil deportivo color verde neon.—¡Está preciosura es tuya!

No sé mucho de automóviles pero se muy bien que este pertenece a uno de los cincos automóviles deportivos "S" lanzados en el año 20XX, que ahora están evaluados por más de cien millones de dólares.

En los labios de Maximiliano se formó una pequeña sonrisa, muy pequeña que era imposible de ver en esa poca luz. Por unos segundos el más joven le había parecido lindo. Hayden era como un perro emocionado meneado la cola.

—Si lo rayas te mató—Sus ojos no decían mentiras—Sube primero y antes sacude tus zapatos.

—Si si si—Algún día tendré uno.

Hasta los asientos son tan cómodos, en este lugar podría quedarme dormido sin darme cuenta. Huele tan bien, se nota que a Maximiliano tiene una obsesión por la limpieza. ¿Es por eso que usa guantes a un con este clima?  ¿Sus manos tienen alguna cicatriz que no quiere dejar ver?

—Jefe, lo seguiremos desde atrás—Expresa Constantine.

Maximiliano solo asintió antes de ponerse en marcha, el rugido del motor era algo agradable de escuchar. Hayden se sentía como niño en el la sala de los castigados.

Tenía miedo moverse y terminar dañado algo que no debió tocar. Eso solo incrementaría su estancia en el departamento de Maximiliano u peor aún, terminar encerado y torturado por el alfa que hasta el momento se a comportado muy comprensible.

—¿Cómo es tu padre?—Este silencio es incómodo.

—Es un anciano testarudo—Giro a la izquierda de la avenida tres—Le gusta leer esas historias raras que escriben en la web hoy en día. Para su edad se comporta y tienes gusto de un joven veinteañero—Todo por culpa de ese tipo.

—Que tiene de malo que disfrute de esas cosas? Eso solo demuestra que su alma sigue siendo la del joven que una vez fue. Solo a cambiado su aspecto ya que está envejeciendo, nada más eso.

Estoy dándome cuenta que este tipo por nada se está muriendo en un vaso de agua. Me compadezco del pobre del anciano White que tiene que soportar a su insensible hijo.

—Ese es el problema—Apreta con fuerza el volante—Él no era así, no lo hace porque lo quiera. Todos es para estar informado sobre lo que les gusta a la juventud de hoy en día. Complacer a ese tipo—Rechina sus dientes.

—¿Te lo a dicho o tú solo sacaste esa conclusión?—Arque una ceja.

—Es muy claro para mí, no es necesario preguntarle... Es más, solo Cállate—Ni se por qué demonios estoy hablando sobre esto con un mocoso.

—Bien.—Hizo una seña de cierre.—Amargado—Susurró.

Hombre más temperamental, cambia de humor demasiado rápido como para seguirle el ritmo. No sé si es bipolar o solo es un tipo rarito lidiando con la fase de rebeldía hacia su padre, solo porque no le agrada su nueva madrastra.

El portón de la propiedad privada se abrió dándole el pase libre a Maximiliano, los de seguridad saludaron respetuosamente a su joven maestro.

Hayden vió cuan grande es la propiedad de su falso suegro, a sus ojos fue como entrar a la mansión de un famoso. De esas que muestran en la televisión.

Maximiliano espera ver una reacción como la de hacen un rato cuándo vió el auto deportivo. Pero no, no había tal reacción en esos bellos rubies rojos. Es más, tiene una mirada aburrida.

—Bienvenido joven maestro—Un hombre de mediana edad, abrió la puerta del automóvil—¿Como estuvo su día?

—Bien, Dante.—Abre la puerta del copiloto.—Con cuidado tesoro—Le ofrece su mano.

¡Que demonios! Eso sonó muy espeluznante. Los bellos de mis manos se erizan muy desagradablemente por esa frase horrorosa.

—No me preocupó por mí seguridad cuándo estás junto a mí, porqué se que vas atraparme mucho antes de caer—Mi boca se siente tan desagradable.

Si quiero pagar esa deuda solo debo de seguirle el juego a este sujeto de comportamiento extraño, aunque no me gusta la sensación de tocar curo en vez de su mano desnuda.

Dante se quedó en shock, no creía lo que sus ojos están viendo en estos momento. Su joven maestro le estaba llamando íntimamente a otro ser humano y no solo eso, también le estaba ofreciendo amablemente su mano.

—Joven maestro. ¿Él es?—Pregunta aturdido.

—Mi pareja.

Caminan tomados de la mano hacia el interior de la mansión, dejado más en shock al pobre hombre de cabellera castaña.

—¡Maxi...!—Se congeló mucho antes de correr hacía el alfa.

Hayden estaban enfrente de seis personas que lo veían de pies a cabeza sin comprender por qué razón está sostenido la mano del futuro esposo, yerno y cuñado.

—¿Qué significa ésto Maximiliano?—Pregunta el que quiere ser su suegro, un hombre de complexión atlética, cabello rojizo y unos hermosos ojos azules.

—Sí, Max. ¿Qué demonios significa ésto?—Pregunta el anciano White.

Ese debe de ser su padre, ese anciano está muy bien conservado. Eso va desde su aspecto hasta su cuerpo, se nota que le apuesto muchas ganas en ejercitarse. Es entendible el porqué esa persona junto a él, se a secó a él. Pero, ¿por qué el esposo de anciano White, se parece a los demás?

Esa familia parece fotocopiadora, menos dos de ellos pero de alguna manera son iguales, cabello azul, ojos plateados.... espera, ese tipo me parece conocido, si. Es el mismo de la universidad. ¿Es ese el acosador?

—No es más que claro, no voy a explicar lo obvio—Levanta la mano que sostiene la de Hayden.

—¡Es una broma! ¿Verdad?—Mira directamente a Hayden—¿Cuánto te pago?—Pregunta con odió.—Cuñado, no te cansas de intentar la misma cosa una y otra vez—Suspira—Ya estás grandecito para juzgar a estos juegos.

—¡Tú eres él mismo de ese día en la playa y en la universidad!—Exclamó el más joven todos.—¡¿No lo recuerdas Scott?! Él estaba con ese otro chico de cabello castaño.

—Sí, eres eres el mismo—De cerca es mucho más atractivo—Eso quiere decir que ya sabías sobre nosotros, nos estabas espiando. Sorprendente cuñado, ahora conseguiste a un actor.—Aplaudio, Scott.

Quienes se creen como para perder mi tiempo en ellos dos, yo también estoy los suficiente sorprendido de verlos aquí. Quién lo diría, el mundo están pequeño.

—Está sacado conclusiones muy a la ligera, joven—Baja un poco su rostro temerosa de ver las expresiones de esas personas—No es mi culpa que las coincidencias existan, hasta el día de ahora, ni siquiera sabía quiénes eran—Juega con sus manos—No tengo el tiempo suficiente como para perderlo en cosas triviales—Sonríe con ingenuidad.

—¡No finjas!—Lo toma bruscamente de los hombros—¡Él es mi prometido!—Perdio los estribos.—Aléjate de él.

—¡Soltarlo, Oriol!—A lejo a Hayden del alcance de ese adolescente frenético.

¿Por qué está actuando como un animal asustadizo? ¿Que estará tramando en fingir de esa manera? No va arruinar mis planes ¿verdad?

—¡Mamá!—Corre a los brazos del hombre esbelto de mirada plateada, muy hermoso.

—Maximiliano...

—Max—Hayden interrumpió a esa persona, ve fijamente al alfa junto a él—¿Por qué estás personas me ven de está manera? ¿Por qué te dicen cuñado? ¿Prometido?—En eso ojos rojos se puede ver una profunda confusión—Dijiste que era una cena con tú padre, ¡¿Ya tienes un prometido?!

Maximiliano se sobresalto al ver las lágrimas en ese lamentable rostro, está tremendamente confundido como Para decir una palabra.

Nadie se espera la reacción de Hayden, ni el mismo Maximiliano. El alfa pensó que el más joven se comportaría cómo siempre, altanero. Que pondría en su lugar a esas personas, pero nada de eso sucedido. En cambio el término más que solo confundido.

Todas las miradas estan en la cara de Maximiliano, la preocupación en su rostro es lo suficiente creíble como para entender que, Hayden no era alguien contratado por él. No es igual que las demás personas que intentaron hacerse pasar como sus parejas anteriormente.

—Max—El señor white, mirá con desconcierto a su único hijo—¿A que demonios estás jugando?—Está molestó—¿En verdad es tu pareja?—Su mirada se fue directamente a Hayden, este tiene la mirada hacia el piso. El semblante no era muy bueno, se podía ver la impotencia.

Con mucha dificultad Maximiliano se acercó a Hayden, suspiró profundamente antes de poder tocarlo, aún con los guantes le es difícil.

—Ya dije que sí—Sujeta suavemente por hombros a Hayden—Nada de lo que dicen es verdad—Intenta seguirle el juego al menor lo más que pueda—No tengo ningún prometido—Levanta el rostro de Hayden.

Sus miradas conectaron entré sí, Maximiliano tragó su propia saliva con gran dificultad. La expresión de Hayden están lamentable pero por alguna razón, a él le parecía muy adorable.

—Como quieres que te crea—Se suelta del agarré del alfa—Ya me has mentido un vez, cuando nos conocimos dijistes que eras un asistente de una gran compañía de bienes raíces.—Limpia sus lágrimas—Pero resultó que eras el hijo de un magnate multimillonario de comercio bancario y industriales. Ese el motivo por el cual terminamos hace tres años atrás.

¿De que mierdas está hablando este mocoso? Es demasiado bueno inventado cosas que es difícil seguirle el paso.

—Vuelves nuevamente a mí y me pides perdón por verme mentido en aquél entonces, que no me habías podido olvidar—Quiero reírme—Te perdoné porque el verte otra vez me hizo darme cuenta que aún sentía algo por ti...pero me vuelves a mentir, otra vez. Ya no sé si podré confiar en ti. Si querías humillarme por verte terminando en aquel entonces, lo haz logrado.

Esta actuación sería un buen debut como actor de cine, sus caras lo dicen todo. Hasta Maximiliano no sabe que decir.

—Maxi—Vuelve acercarse a Maximiliano, pero este retrocede hacia atrás.—Todo esto es otra de tus embustes ¿Verdad?—Se niega a creer que en verdad, estos dos tenían algo desde hace años. Mucho antes de que lo conociera.—Somos destinados, pude sentirlo ese día que nos vimos. ¿Por qué no lo entiendes?—Su voz tiembla.

Mi corazón tembló ansiosamente al ver esa fría mirada celeste, mis piernas flaquearon en ese preciso momento dejándome sin habla, sin darme cuenta había entrado en celo.

—Esposo, haz algo—El de cabello azul, le duele ver así, a su pequeño hijo—No quiero verlo en ese estado, es doloso.

—Maximiliano, es momento que termines con esta farsa—Ve a Hayden—Niño, no sé por qué dificultades estás pasando para llegar a este punto, lo cual no me interesa. Maximiliano es el prometido de mi hijo, Oriol. Ese acuerdo ya se llevó acabó con el anciano White. Es mejor que te retires.

—¡Desde cuándo mi opinión es decidida por desconocidos!—Exclamó furioso—¡Nunca dije que sí, que me casaría con ese niño que podría ser mi hermano! Que no lo entienden.

Su rostro es ta tan negro, esa voz hizo temblar a la mayoría a excepción de Hayden, este seguía de pie sin agachar su cabeza como lo hacía Oriol y él que parecía ser su madre que también es un Omega masculino.

Dios, sus feromonas se están saliendo de control. ¿Nadie puede oler ese fuerte aroma que emana de su furioso cuerpo?

—Max...

Max nada padre, no decidas por mí. Papá nunca hubiera hecho esto, él respetaría mi decisión—Fulmina con la mirada al joven de cabello rojizo, junto a su padre.—Y nadie jamás podrá llenar ese lugar, mucho menos un vulgar...

—Plaf.—Sono ruidosamente una a bofetada.

Hayden había recibido la a bofetada que iba dirigida a Maximiliano, volviendo a dejar consternado a todos los presentes, en especial al mismísimo alfa.

—¡Niño! ¿Por qué interfieres? Este no es tu asunto—El anciano se sintió verdaderamente mal, no quería golpear a Hayden.—No pienso...—Las palabras murieron en sus labios al ver la escalofriante mirada de Hayden, gritaba; "Quiero ver correr sangre."

—Como no hacerlo—Sonrío.

¿Vi mal? No, estoy seguro que por unos segundos su mirada quería incrustar algo más que solo un cuchillo, quería despedazarme. ¿Quién esté niño para tener una mirada como esa? 

—Cuando quieres a una persona haces de todo para que no salga lastimado—Frota su mejilla.—No puedo permitir que dañen su hermoso rostro, eso es algo que solo yo, puedo hacer.

—Dante, trae el botiquín—Dije que lo protegería pero verme aquí, ni siquiera pude notar esa bofetada dirigida a mí...espera, ¡Que demonios acaba de decir!

Maximiliano quería darle un escarmiento por soltar tales estupideces, creerían que es masoquista o que dejá que lo golpeen. Al tener esa expresión furiosa les hizo creer a los demás que, en verdad está molesto porque golpearon a Hayden.

—Enseguida.

—¡YA DEJEN DE FINGIR!—Sigue sin creerles una palabra.

No puede ser cierto, Maxi no puede gustar de ese tipo. No es digno de estar de pie junto a un alfa de tan alto calibre como lo es, Maxi. El debe de ser mío, es mi destino. Nacimos para estar juntos.

—Sobrino—El padrastro de Maximiliano, Carson. Se acercó a Oriol—No pierdas los estribos—Susurra—Eso solo le dará ventaja a él.

—¿Cuántos años tienes?—Pregunta amablemente—¿Eres beta o alfa?

—No le respondas—Expreso Maximiliano—No son cercanos como para pedir esa información, tu educación cada día está peor.

—Maximiliano, respetarlo!

—Si me disculpan.

El de cabello azul se acercó a Hayden. Se ve tan pequeño a la par de este. Hayden es nueve centímetros más grande que esa persona.

—Conozco a muchos de tu clase, sin ofender. Pero por más que quieras a Maximiliano, debes de entender que, este lugar no es para ti. Los de tu clase deben de estar con los de tu clase. Rendirte—Saca su cartera—¿Cuánto quieres por irte en silencio y no humillarte más por la culpa de una persona que solo te usa para huir de las responsabilidades.

—¡Esposa!—Su esposo no le agrado lo que su esposa estaba diciendo o haciendo.

—Se que me veo como una horrible persona, pero nuestro pequeño está sufriendo por culpa de él. No puedo verlo así, en ese estado. Si dice que es su destino, es porque lo es.

Hayden vió a esos ojos plateados sin una pieza de emoción, en esos ojos rojos solo había aburrimiento que no paso desapercibido para ese hombre, era como si ya se lo hubiese esperado.

—¿Tu dices que eres su destino?—Mira a Oriol—Lo seas o no, eso no te vuelve su dueño. Él no tiene la responsabilidad de aceptarte solo porque tú te empeñas en creer en esa estupidez. Tienes tanto dinero pero ni siquiera te han podido enseñar la diferencia entre la obligación y el consentimiento... Es por eso que odió a los de su clase, todo lo quieren arreglar con dinero o golpes.

Esta es la vida que quería ese hombre que medió a luz, quería pistear a las personas en vez de ser pisoteado, pero con el constó de dejarme abandonado todo para alcanzar sus sueños de vivir en riqueza. Ansío el momento en verlo y demostrarle que ni siquiera ese dinero lo salvará de lo que le espera.

—Estaba por rendirme con "mi terrón de azúcar" e irme de aquí porqué respirar el mismo aire que ustedes respiran es nauseabundo, es como respirar un hedor a basura podrida. No, hasta la basura es más agradable de oler—Toma el cuello de la camisa de Maximiliano—Pero eso fue desechado, este hombre es mío y seguirá siendo mío—Poso sus labios sobre los de el alfa.

Al principio el beso se sintió como tocar un algodón de azúcar que se va deshaciendo suave y deliciosamente, así es la dulzura que me transmite sus delicados labios. Pero al segundo fue besar una rosa con afiladas espinas. No era desagradable, al contrario eso volvió aún más agradable mi primer beso, un beso que había aguardado...¡Que demonios!

Maximiliano se había dado cuenta que, Hayden robo ese primer beso como si nada, también es quién predomina en estos momento, guía al alfa que es un tanto torpe.

No sé cuánto me va a costar este movimiento, tal vez mañana amanezca colgado en un árbol o en la orilla del mar. Si es así, voy a provocar para no arrepentirme después. Que valga la pena mi futura muerte.

Hayden llevo una de sus manos a la cintura del alfa, atrayendo ese explendido cuerpo más cerca de él, con la otra mano sostiene el rostro de ese desorientado alfa.

Hayden sintió muy bien el estremecimiento proveniente del mayor. No se detuvo analizar esa reacción, no había tiempo para eso. Él siguió robado todo el oxígeno de esos agitados pulmones.

Maximiliano ni siquiera se había dado cuenta en qué momento exacto había cerrado sus ojos o que se había aferrado de Hayden.

Su cerebro dejo de funcionar desde el momento que sus labios fueron capturados por los del menor. Desde ese momento todo se volvió sumamente silencio, sus oídos solo podían escuchar la respiración agitada de Hayden.

—Crack—Dante, dejó caer el botiquín al suelo.

Ver a su joven maestro siendo besado de esa manera fue recibir otra gran shock, ese sonido fue lo suficientemente ruidoso para volver a todos en sí.

—Esto es un sentimiento verdadero no las ilusiones de un destino inexistente—Una se sus manos se aferra a las caderas de Maximiliano.

Maximiliano está contenido su ardiente furia, pero se puede ver las venas azules en su frente, están por estallar del coraje.

—Rendirte con la poca dignidad que a un te queda—Lame sus labios. Eso fue recibir doble de molestia, Hayden lo estaba retando abiertamente—Y usted señor—Mira al de ojos plateados—Lo único dignó es la ropa que lleva puesta. Con lo de más, se sigue quedando muy atrás. Entré usted y yo, yo sigo siendo mejor.

—No te atreves a insultar a mi madre—Scott iba hacia encima de Hayden.

—¡Tu no te atrevas a intentar ponerle una mano encima a mí pareja!.—Ese color celeste brillo fríamente.

—Puedes calmar tus feromonas—Susurró.

—¡Qué!—Exclaman al unísono tanto Maximiliano, como su padre quien estaba mucho más cerca de ellos dos.

¿Por qué me miran de esa manera? ¿Dije algo extraño? Abuelos, me despido. Creo que no voy a durar vivo hasta la fecha acordada.

—¿Que dijistes?—Lo toma bruscamente de los brazos.

—Señor Withe, me está lastimando—Con toda la fuerza de su cuerpo, apretó las manos del anciano para poder soltarse del agarré.

No fue muy fuerte porque el anciano solo sintió un leve dolor, pero le dolió un poco más la mano con la que golpeó la mejilla de Hayden.

—Me disculpó, pero podrías repetir lo de hace un momento.—¿Tiene tanta fuerza?

—Esposo—Se acercó al anciano White, no podía permitir que fuera engatusado por Hayden—¿Que pasa? ¿Por qué reaccionas así?

—Sobre eso...

—Creo que la cena se arruinó por todos estos malentendidos, aparte no tengo apetito y ni quiero cenar con estas personas, eso me causaría estreñimiento—Camina hacia la salida—Buenas noches. Max, ¿Que estás esperando? Vámonos—Hablo como si fuera él, quién manda en la relación.

—Nada, voy detrás de ti—Mira a su padre—Hablamos después, cuida de tu salud.

¿Ese es mí hijo? ¿Cómo puede ser tan obediente? Es como ver a un gran doberman siguiendo a su amo de la manera más obediente posible. ¿Que demonios le hizo ese mocoso a mi hijo?

—Maxi—Oriol corrió tras de Maximiliano.

—¡Oriol!—Scott fue tras de él.

—¿Quién tiene el que no tenga yo?—Vuelve a querer agarrarlo pero el alfa lo esquiva, no se deja tocar—Solo dime y voy a cambiarlo—Solloza.

—Ni volviendo a nacer podrías ser como él. Buscarte alguien de tu misma edad, tienes 17 años, a penas estás empezando a vivir. Deja de estar obsesionado con algo que no existe, no somos destinados, despierta.

¿Que es lo que sucedió allá dentro? Nuestro jefe trae la boca roja y detrás de sus orejas es aún peor. ¿Por qué está tan rojo? ¡Se enfermo!

Jacinto y Constantine analizan de pies a cabeza a su jefe, no pueden descifrar lo que pasa con el alfa. Pero fue entonces cuando vieron los labios de Hayden, al igual que los de Maximiliano, estaban muy rojos.

—Solo permíteme demostrarte que sí puedo....

—¡Ya basta!

Hayden abrazó por la espalda a Maximiliano, eso hizo jadear a la mano derecha e izquierda del alfa, sus ojos están por salirse de sus cuencas.

—Me convertiría en un idiota si permitió que me quiten a mi hombre enfrente de mis ojos—Con sus manos frota el pecho de Maximiliano, tensado al alfa—Joven maestro, hasta yo me estoy sintiendo más avergonzado que tú. Ya no se humille de esa manera. Deja de ser un arrastrado—Le guiña el ojo coquetamente.

Jala del brazo a Maximiliano para que entre al asiento del piloto, le abrocha el cinturón como si fuese un niño. Hayden subió al copiloto, abrochó su cinturón.

—Hey calvito, es momento de irnos—Subio la ventanilla.

Maximiliano iba manejando pero su cerebro aún seguía recuperando la señal, tantas sorpresas en una sola noche hizo que hiciera cortó circuito, no una, si no qué varias veces.

En este momento estaba lo suficiente inmenso en sus pensamientos como para reprender a Hayden. por lo cual el mas joven, estaba muy aliviado porque por está noche, se libró de ser asesinado por el alfa de ojos celeste.








Nota 🤍

Buenos días mi querido/as lectores 🌸 espero que esté fin de semana es o fuera agradable para todo/as 🍂 que tengan un lindo día 🤍 que estén siempre saludables. Gracias por sus comentarios y el apoyo ✨🌺

Tengo dos preguntas.

¿Fue muy largo el capitulo?

¿Lo quieren más cortos para leer más rápido?

Este capitulo contiene casi cinco mil palabras.✨

Att: Yessi.A

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