capitulo 64

Frente a la puerta yacía Oriol e indeciso de entrar o no a la habitación, siente que no tiene la fuerza para dudar de las palabras de Rodolfo. Teme en creer en la primera excusa que suelte el omega mayor, Oriol es débil ante los mimos y mirada dulce de Rodolfo.

‹Sería ir mejor con mi padre y hermano con ellos debería de hablar primero, si siguen sin venir a visitar a mi mamá pese a que les informe que está mal la tensión, quiere decir que ellos ya están enterados de todo esto si es así entonces porque siguen guardando secretos. Estoy empezando a odiar los secretos, no son nada bueno si solo sirven para ocultar cosas que entre mas guardes mas dolerá cuando por fin te llegues a enterar.›

Ha estado mordiéndose el labio inferior desde hace un buen que le está pasando factura, se encuentra muy morado con sangre corta al igual que un hematoma recién hecho.

—Solo entremos y escuchemos sus verdades o hipocresía envuelta en excusas.

El estruendo de la puerta al ser empujada bruscamente asustó a Rodolfo, atragantandosé con la comida que estuvo a punto de asfixiarlo pero que logró pasar rápidamente por su garganta, quedando un leve ardor.

—¿Oriol?—Bebe toda el agua en ese vaso que sostiene.

Creí que de había ido a casa le dije que fuera a descansar, que está pequeña situación no sería un impedimento para su gran día; por ello debe de estár descanso sin ojeras en su bello rostro...

—¿Qué le pasó a tu labio?—Preguntó con un muy evidente enojó.

‹¿Quién fue el maldito que se atrevio a ponerle una mano encima? Fue alguien del hospital porque si es así entonces tendré que darle una lección, despedirlo y luego hacer que coma su propio excremento. Nadie lastima a mi precioso bebé y queda impune.

También me estoy cansado de esperar en estás cuatro paredes, ¿Cuando piensa venir mi esposo por mí? Al principio me creí que hablaba en serio sobre el divorcio pero tras pensarlo bien medí cuenta que eso no podría ser posible. Somos destinados, estamos entrelazados con la mordida en mi nuca, nunca no separaremos. Por que si hablará en serio desde hace tres días ya hubiera venido a visitarme el abogado de él.›

Mas no sabía que si el abogado todavía no llega con los papeles de divorcio es por una muy importante razón, se encuentra analizando y buscado cualquier cosa que le ayude de las pruebas obtenidas para que Rodolfo no tenga ni la mas mínima oportunidad en apelar u obtener un centavo de la familia Nola, incluso Felipe tenía pensado en lograr obtener la autorización de eliminar su marca en la nuca de Rodolfo.

—Ah, esto.—Se toca los labios.—No es nada solo me mordí mientras comía.—Nunca me hubiera imaginado que detrás de esa sonrisa y mirada amorosa se esconde algo inhumano, ¿en serio mi mamá y Mika son la misma persona?

—No mientas.—No le creyó.—¿Quién te lo hizo? Solo dime y me iré hacer cargo de quién sea que te lastimó.

—¿Si digo que fue Hayden también irás a darle su merecido?—Sus manos se volvieron un puño.—¿Qué le harás si digo que fue Hayden el que me hizo esto?—Dime que no le harás nada, por favor.—¿Le pegaras?

—¡Es obvio que le haría pagar con creces a ese maldito si se atrevio a tal cosa.—Eso fue un puñal atravesando el corazón de Oriol.—No te preocupes por ese bastador, pronto lo eliminaré por completo de nuestras vidas.—Añade otro puñal al pecho del joven Omega.

‹Habla con tanto desprecio y odio de alguien que nació de él, ¿como puede decir eso sin siquiera tocarse el corazón? Lo peor de todo que en la información decía que Hayden había sido traído con amor, ¡¿cuál maldito amor es ese?! ¡¡Uno donde solo es tirado peor que que basura; esa clase de amor!!

Solo hasta ahora comprendo porque odiaba a la gente con dinero, si de verdad fue novio de máximo en ese entonces quiere decir que se dejaron por eso mismo. Hayden no añora dinero el desprecia eso porque su madre lo abandono por detrás del oro.› Las uñas unas se iban encarnado en su piel.

—No te preocupes mi bebé, Hayden no va arruinar tu boda con Maximiliano de eso me encargo yo. Pronto será tu boda no puedes quedar mal en las fotos por eso ve a descansar, una boda es algo único todas las fotos tienen que quedar preciosas.

—¿Boda?—Murmuro bajito.

Ya ni siquiera puedo creer en que esa boda se haya concretado porque Maxi este enamorado de mí, ¿cabe la posibilidad que mi mamá haya encontrado alguna debilidad de Maxi? Si es así entonces él se estará casando obligado, ¿como debería de sentirme al respecto? ¿Feliz por qué me casare con quién me gusta o desagradable por qué es una mera obligación por parte de la otra persona?

Ya basta de engañarme a mismo... nunca tuve oportunidad con Maxi, así como nunca tuve la oportunidad de ganarle a Hayden y quizás ese es mi karma, uno obtiene lo que cosecha.

He estado viviendo en la felicidad y rodeado de lujos desde que tengo memoria, no había nada que no pudiera tener mientras Hayden... él todo lo que tiene ha sido en base a sus esfuerzos y el cariño de sus abuelos.

Yo disfrutaba de amor de mi mamá mientras Hayden sufría su ausencia hasta el punto en que ya no lo vio como tal, sino que simplemente como la horrible cosa que lo tuvo solo para abandonarlo años después.

—...Mamá.—Guardo silencio por unos segundos, tomando el valor para preguntar y escuchar la respuesta una que podría dejarlo con el corazón en el suelo.

‹Estoy a tiempo de ignorar todo esto, dejar mis sospechas como simples sospechas y está información como algo no verídico. "Seguía en la negación y con miedo." Si hago eso entonces todo seguiría igual, ¿verdad? Mi familia seguirá siendo unidad como siempre, mi padre no se divorciara de mi mamá... todos seguiremos siendo feliz, pero...¿qué hay de Hayden?

Odió aceptarlo y también lo odio a él pero de todos aquí es el que mas a sufrido, mientras mi mamá me llenaba de amor, regalos, ¿que pasaba con Hayden? Le tocaba trabajar para comer, buscando la manera de sobrevivir cuando tan solo era un niño. Quizás solo quizás si mi mamá lo hubiera traído consigo cuando se casó con mi papá, nosotros dos seríamos buenos hermanos.

Sin embargo eso es imposible el día de ahora y todo porque nuestra madre fue egoísta, insensible que no le importó nada mas que solo su comodidad. Aún sabiendo que éramos hermanos, mi mamá prefirió seguir alentado mi desprecio por Hayden en vez de detenerme. ¿Por qué? ¿Acaso no le dolió al tenerlo?›

Oriol quería gritar, tirar cosas, golpear algún objeto lo suficientemente duro pero se contuvo, no podía dejarle saber por lo que está pasando a Rodolfo. Primero tenía que sacarle unas cuantas verdades antes de reclamarle.

—¿Oriol?—Deja la bandeja con la comida a un lado de buró.—Mi niño ven aquí.—Palmea la cama.

‹Ya sospechaba que Felipe no vendría, quizás por eso se siente mal mi pequeño porque su padre no quiso venir. No entiendo porque de está comportado de esa forma, si es solo por no decirle sobre la boda de Oriol entonces es un exagerado. No puede perderme el divorcio solo por algo así, me está castigo por nada.

No es justo que me ignoro y mucho conteste mis llamadas, me sigo quedando aquí para hacerle saber que me encuentro mal pero él sigue sin venir? ¿Por qué sigue siendo testarudo? Yo sé que solo me está imponiendo la ley de hielo pero me estoy empezando a preocupar.› Muerde sus uñas al aceptar que algo no anda bien.

Tanta es la ansiada apoderándose de su cuerpo que no puedo controlar sus dientes, mordiendo sus uñas y en cuestión de segundos lástima su cutícula.

—¿Felipe no quiso venir haberme?—Si el no viene entonces tendré que ir con él.

Solo para verlo asustado le diré que "sí" que acepto el divorcio, sin embargo que me quedaré con la custodia de nuestros hijos, nunca dejaré a Oriol el es mi mayor orgullo, tesoro.

Felipe al escuchar tal declaración de mi parte se quedará sin color en su rostro, es algo que no se esperaría y ver que voy en serio con mi decisión el correrá abrazarme, me pedirá perdón por tratarme de esa manera, pero me haré el enojado para que me entregué unos activos más; será mi recompensa por hacerme pasar por estás penurias.

—Ya no insistas.—Baja su mirada.— Dejemos que se le pase el coraje, solo entonces podremos hablar.

De Felipe lo entiendo, ¿pero que hay de Scott? Él debería de estar feliz por su hermanito, estar aquí cuidando de mi junto a Oriol sin embargo no ha venido ni una tan sola vez, me envía mensajes preguntando por mi salud eso sí. Solo que eso no es propio de él.

Scott me ama como su verdadera madre y haría por mí cualquier cosa, ¿entonces por qué no ha mostrado su cara estos últimos días. Esto cada vez más se va tornando raro, nada se siente bien, ¿lo saben todo sobre mi pasado? No, eso es imposible cuando procure borrar mi vida como Mika, y aunque Hayden ande rondando nunca sabrá que soy la persona que lo dió a luz, solo era un niño en ese entonces.› Seguía creyendo que su pasado está lejos de alcanzarlo.

—¿No te dolió?—Preguntó.

—¿Qué?—No entiende del todo.—Claro que me duele que tu padre me haya dicho eso, pero lo entiendo.

—Eso no.—Las uñas encarnada en la palma de sus manos lo están haciendo sangrar.—¿No te dolió abandonar a tu hijo de solo 4-5 años?

—¿Q-Qué?—Su rostro se torció y los latidos de su corazón enloquecen pero de ansiedad.

‹¿Escuché mal, verdad? Sí, estoy seguro que escuché mal el estar en este lugar ya me está haciendo mal. Tengo que hablar con los doctores que quiero el alta?› Rodolfo trata de ignorar la pregunta de su hijo, pero no puede darse cuenta que sus manos están temblando y que su corazón podría detenerse por el terror de que su hijo haya descubierto la verdad.

—¿Oriol de qué estás hablando?—Busca retomar la compostura sin embargo no lo está logrando del todo, esa sonrisa en sus labios no se puede volver una completa, se encuentra rígida.—¿Es alguna historia que estaras dramatizando en la universidad?

—Si es así como quieres llamarle a tu pasado siendo Mika, que así sea. Una obra de la universidad, una donde eres el protagonista mas vil y despreciable que haya conocido.

—¡Oriol, eso es..!

—¡Me vas a decir que estoy loco y que no es verdad!—Le tira toda la información.—¡¡Esto también es un maldita calumnia!!—Vocifera, sosteniéndo su adolorido pecho.

—¿D-De dónde sacaste esto?—Tartamudea, sintiendo que si pecho está siendo arrancado lentamente al ver la expresión agonizante en su querido hijo.

‹¡Esto no puede ser verdad! Mi pequeño no pudo haber leído esta clase de información, ¿verdad? Es imposible, ¡Imposible!›

Se baja de la cama para tratar de tranquilizar a Oriol, sin embargo el joven omega lo evita. Rodolfo vio su mundo caer en pequeños pedazos muy lentamente, sintiendo como las lianas de espinas se van enrrollando y penetrando sus pantorrillas ante el desprecio de su hijo.

—¡¿Como pudiste ser tan desalmado?!—Preguntó con decepción.—Era solo un niño...¡Un niño que lleva tu sangre!—Patea la pared.—¿Por qué lo dejaste? ¿Por qué fuiste tan cruel?—Soltó una risita burlona.

Oriol se puso a pensar que si hubiera nacido antes entonces sería él ese niño abandonado, sería él quién haya pasado por todo lo que pasó Hayden, dándose cuenta que para Rodolfo ya sea Oriol o Hayden hubiera recibido su amor, todo dependía de su nacimiento y en este caso el joven de ojos rojizos fue el que vino primero al mundo.

—Bebé...

—¡No me llames así!—Gritó.—¡Te prohibido que me vuelvas a llamar de esa manera!...yo no soy tu pequeño bebé.—Sollozó.

—Oriol, déjame explicarte.—Sus ojos no paraban de llorar, queriendo abrazar a su hijo pero lo seguía evitando lo que provoca una horrible asfixia.

—¡Qué me vas a explicar!—El nudo en su garganta se ha vuelto sofocante.—¡¿Me dieras que son mentiras con una expresión tan hipócrita como la que tienes ahora?! Apuesto que si yo hubiese nacido antes de Hayden, el día de ahora yo sería el que fue abandonado, ¿verdad?

—¡Eso jamás!

—¿Como lo sabes? ¿No fuiste tú el que abandono a Hayden? ¡¿No eres tú quién está tratando de matarlo aún sabiendo que es tu hijo?!—Grito fuertemente.—¡Responde!

—¿Fue ese bastardo el que te contó toda esa mentiras, verdad? Sí, debió ser él. Estoy seguro que busco alguna información falsa para que discutamos.

—¡Ya batas, él ni siquiera tiene idea que la persona que lo dió a luz es la misma que quiere matarlo?—Vio con gran decepción a Rodolfo.—Sigues negado todo cuan desvergonzada piensas ser...¡Ya ni siquiera creo sea especial para ti..!

—¡No es así!—Lo toma de los brazos.—Eres mi mundo entero, mi adorable hijo al cual amo con todo mi ser... créeme por favor.—Suplicó con el corazón en la mano.—No te dejes de engañar por cosas como esas...

—¡Todavía tienes el descaro de seguir negándolo!—Empujo fuertemente a Rodolfo.—Eres de lo peor un ser tan despreciable.—Duras palabras salieron de su boca.—En verdad me das asco...me siento tan sucio.—Rodolfo escupió su corazón al escuchar tales palabras, viendo como ya afuera es mutilado y desechado.

—Oriol...

—No te atrevas a tocarme.—Las lágrimas empañan sus enrojecidos ojos.—¿Con qué amenazantes a Maxi?—Lo be directamente a los ojos sin sentirse conmovido por la mirada agonizante de Rodolfo.

—Hijo, por favor, escúchame primero.—Suplica, cayendo de rodillas.—Permite explicarte, no puedes hacerme esto.

—¿Qué yo no puedo hacerte esto?—Dejo salir una risa incrédula.—Entre más te escucho más te desconozco y me doy cuenta que nunca te he conocido.—Otra vez evitó que se aferre a sus piernas.—¡Tú como te atreviste hacer tal cosa vil y cruel lo siguientes haciendo aún después, teniendo la intención de acabar con tu hijo! ¡¡Tú hijo!!—Gritó con dolor.

—Oriol, no llores, por favor.—Siento que mis entrañas están siendo cortadas, como si tragara pedazos de vidrios rotos en vez de saliva.—Hijo...

—¡Solo dime con que amenazaste a Maxi!—Su silencio lo dice todo ya no tiene caso que siga preguntándole nada más.

Eso terminó de romper a Oriol sintiéndose de lo peor, engañado una vez más si es que no desde siempre por la persona en la que más confiaba, amaba, su mamá.

—Ni si quiera puedo seguir viendo tu cara sin que me produzca repulsion.—Rodolfo se quedó sin aliento.—Me siento tan decepcionado y me odio a mismo al igual que me tengo asco, por no darme cuenta del mal que estaba haciendo al querer imponer cosas sobre otros.

—¡Mi niño nada de eso es tu culpa!—Solloza.—Mi Oriol, por favor...por favor no me mires así, duele.

—¡Sólo aléjate de mí!—Camina hacia la puerta.—¡No quiero volver a verte, no me hables!—Salió corriendo.

—¡Oriol!—Fue detrás de él.

Rodolfo no podía permitir que su hijo se fuera en ese estado, tenía que retenerlo y hablar porque sabía que si se iba no tendría otra oportunidad para hablar.

—¡Te dije que no quiero verte!—Sale del hospital.

—Hijo, ¡espera por favor!—Sigue yendo detrás de él.

—No voy a perdonarte, no quiero ni pienso seguir viviendo en mismo techo que tú...

—¡Oriol!—Grita y solloza en busca que su hijo lo escuché.

Mientras lo seguía se tropezó y cayó al suelo rompiéndose las rodillas, sin embargo Oriol ni siquiera miro hacia atrás y solo subió al auto rumbo a su hogar, queriendo ver a su padre, hermano mayor. Necesita mucho de un brazo proveniente de sus brazos.

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