capitulo 63

En una esquina alejados de todos se podía ver a un Oriol, apoyándose de la pared mientras hablaba por teléfono con cierto e individuo.

—¿Estás seguro que quieres saber eso?—Preguntó la persona al otro lado del teléfono.—¿No eras tú el que me dijo que dejara de hablar estupideces y que su familia era perfecta?

La persona con la que habla Oriol es la misma persona con la cual estuvo textiando en internet no hace mucho, la persona que le hizo cuestionarse si había algún secreto en su familia. También era la única persona en la que pensé cuando se le ocurrió averiguar sobre lo que estába pasando a su alrededor, no quería desconfiar de su familia pero habían tantas cosas que ya no sabía en qué creer.

Oriol está muy abrumado con el repentino divorcio de sus padres cuando se aman más que nadie, era demasiado extraño que su padre que perdidamente enamorado de Rodolfo, pida de la noche a la mañana el divorcio y peor aún, frente a sus hijos.

Eso no era muy propio de Felipe sobre todo; él solo quiere lo mejor para sus hijos y no le gustaría involucrarlos en sus problemas matrimoniales, es eso lo que incrementa la ansiedad y desesperación en Oriol, de encontrar una respuesta a las preguntas que todavía tiene miedo de hacerse en voz alta.

—¿Me vas ayudar o no?—Muerde nerviosamente sus uñas.

‹No debería estar pidiendo ayuda para investigar a mi familia, yo tendría que estar planificando mi grandiosa boda. Viendo que todo vaya bien con los arreglos, las invitaciones. Escogiendo las flores junto a mi mamá y no aquí, teniendo raras sospechas de que me esconden algo. Papá ni siquiera a venido a ver mi mamá por más que se lo peda.

Siempre que le llamo y empiezo hablar de mamá me dice; "estoy ocupado, no puedo ir al hospital, hijo. También deberías de descansar y no seguir desgastado energía cuidando de alguien sano." Esa es la respuesta de mi padre. Ese mismo hombre que no hace mucho le juraba amor eterno a mi mamá, no creía que en verdad estuviera enfermo su esposa.

¿Qué le hizo cambiar entonces? ¿Por qué su voz es tan rota y decepcionada cuando se menciona el nombre de mi mamá? ¡No entiendo nada! Quizas solo me estoy volviendo loco pero no puedo seguir con esta inquietud, y sé que nadie me dirá nada si pregunto por lo que no queda de otra que buscar ayuda por fuera... yo necesito respuestas.›

Oriol estaba tan desesperado por obtener esas respuesta, con eso tenía la esperanza de eliminar la incomodidad en su corazón, alma. Por lo tanto busco la ayuda de ese alguien que no conocía en persona, pero con el cual había estado textiando o jugando en línea en su tiempo libre.

—Te escuchas desesperado, ¿tanto así es la sospecha?—Pregunta.

—Sí, estoy desesperado al punto en que podría volverme loco si no encuentro una respuesta.—Acepto.—Debería estar poniendo todas mis energías en la boda y no en esto.—Bufo.

‹Desde que escuché nuevamente ese nombre de "Mika", no he podido sentirme tranquilo estos últimos tres día atrás. Estuve tentado a preguntarle a mi mamá, pero me contuve, presentí que no me diría nada sobre todo al recodar ese vagabundo del estacionamiento.

Ese recuerdo de ese drogadicto llamo a mi mamá por ese mismo nombre "Mika" resuena una y otra vez en mi cabeza al igual que la expresión nerviosa de mi mamá. Y es por eso que no estaré tranquilo hasta que está inquietud y absurdas sospechas sean descartadas por completo.

Porque estoy seguro que es imposible que mamá tenga alguna clase de pasado extraño, no lo puedo creer capaz de ser una mala persona. Él es una persona excepcional sin hijos abandonados, ¿verdad? ¿Mucho menos casado anteriormente, verdad? Eso no puede ser cierto, ¿verdad?› Oriol sigue intentando decirse asimismo que todo es una confusión, que lo que hacen sobre la investigación es solo para limpiar el nombre de Rodolfo por si en dado caso alguien trata de ensuciarlo

Y es que hizo de todo para no pensar en ello, olvidarse de eso y solo enfocarse en cuidar a Rodolfo. Pero, llegó un punto en que no pudo mas y eso le quitaba el sueño sobre todo; la extraña conversación que tuve con Hayden.

Es ha esa conversación que no quería prestarle atención, pensando que los problemas familiares de Hayden no era de su importancia, pero así lo haya querido olvidar no pudo, el nombre de Mika seguía muy presente en su cabeza al igual que el desprecio en la voz y mirada de Hayden al hablar de la persona; que le dio la vida y luego lo abandono, eso es lo primordial que Oriol quería descartar. Que su mamá no tiene nada que ver con Hayden, que Rodolfo no es la misma persona que Hayden aborrece y que sobre todo no es un ser despiadado como para abandonar a su propio hijo sin remordimiento.

—Bien, te voy ayudar y espero que estés preparado para lo que leerás.—Advierte de ante mano.—Pueda que tu mundo perfecto se caiga a pedazos frente a tus ojos.—Añade.—De ante mano te aseguro que mi información es cien por ciento verídica, si después de leer eso sigues creyendo que es mentira allá tú.—Concluye.

—¿De qué estás hablando?—Tiene un leve presentimiento.—¿Por qué hablas como si supieras todo lo que sucede en mi entorno?—Oriol está dudando de las intenciones de esa persona.

—Como no saber todo lo que pasa en el mundo si mi trabajo es eso mismo, investigar.—Confesó.—Solo nunca imaginé que con quién estuve chateando sería nada menos que Oriol Nolan.—Eran mentiras desde un principio supo que estaba comunicándose con Oriol.

Desde un principio sus intenciones no han sido del todo buenas, lo que quería era esto mismo meterle dudas a Oriol. Abrirles lo ojos y ver desde primera fila como el caballero destroza a la reina que se supone que debería de proteger en este caso; amar y admirar profundamente por ser bondadosa.

—¿Cuáles son tus intenciones?—No debí de hablar con esta persona, ¿qué pasa si después me quiere chantajearme para no revelar nada a la prensa.

Fuí demasiado impulsivo con mi toma de decisiones, la desesperación e incertidumbre no me permitió pensar correctamente y terminé metiéndome en la boca del lobo.

—No te preocupes, no soy una persona que vende a sus clientes y tú eres uno de esos cliente. Ya pagaste una generosa cantidad de dinero por esa información, por lo tanto, tus problemas familiares me dejaron de importar como dejaron de tener valor para mí.—Tranquilizó al Omega.—La persona que te llevará la información no tardará en llegar, va vestido de guardia de seguridad...

—¡¿Tán rápido?!—¿Cuanto tiempo me lleva investigando? ¿Son confiables sus palabras? ¿Información?... algo no anda bien aquí.—¿Quién eres?—Siempre pensé que solo era un hacker encerrado en su habitación, divirtiéndose únicamente jugando videojuegos pero no era así, ¿quién y como es que tiene acceso a tanta información?

—Me llaman de tantas maneras pero principalmente me conocen como; "maestro Bloody Rose" a tus servicios buen cliente y suerte por lo que estás por enfrentar.—Sonrió perverso pero sin crear nigún tipo de sonido, no podía permitir que lo escuché.—.Adiós.

—¡Espera...!—Ya había colgado.—¿Qué fue eso?—Estaba confundido.

¿Qué encontraría cómo para darme esa sutil advertencia? O, es posible que solo fue una distracción para huir con mi dinero. No fue cantidad pequeña, solo espero que mi padre y hermano no se den cuenta que gaste esa suma de dinero.

—¿Y sí fui estafado?—Vuelve a preguntarse con preocupación.—En línea hay personas confiables como estafadores que alardean de sus habilidades...pero, esa persona sabía muchas cosas...

—¿Joven Oriol?

—¿Sí?—Sus músculos se tensaron al ver ese guardia de seguridad usando lentes oscuros.

—Me parece que esto es suyo, por favor, tome.—Hace una leve reverencia.—Me despido.

—¡Esperé!—Quiso perseguirlo pero ese guardia ya había desaparecido, eso puso muy indeciso al Omega.

Oriol apoya nuevamente su espalda en la pared, mirando esa carpeta indeciso si debería o no leer el contenido dentro de esas gruesas hojas de papel. Dejó de darle tantas vueltas, dejando salir un suspiro antes de abrir esa carpeta.

—Es obvio que todo será como siempre lo he sabido, sin ningún secreto...

Calló al instante y su sonrisa se borró tras leer las primeras palabras, viendo las fotografías de un antes y después de que Rodolfo se diera "pequeños retoques." Entré más leí más grande se volvía el nudo en su garganta.

"Mika ahora Rodolfo estudió en un colegio no tan prestigioso, pero lo suficiente para interactuar con unas cuantas figuras importantes, estába enamorado de cierto joven maestro de tercera generación, pero era un amor no correspondido por los que terminó emparejado con su segunda opción, Frederick.

Se casaron luego de graduarse de la universidad, teniendo un hijo un año después de haberse casado al cual llamaron Hayden." Con su mano temblorosa sostiene la foto de ese pequeño de cuatro años.

—¡H-Hayden...este es Hayden!—Tartamudeo y su mirada ardió con aquellas ganas de llorar, la decepción le está pegando fuerte como el pedestal donde estaba Rodolfo, rompiéndose.—!N-No!

Cerro la carpeta de golpe, deslizándose por medio de la pared hasta que sus caderas tocaron el suelo, sin entender que demonios era lo que estaba leyendo.

.—...¡N-No puede ser posible! ¡¡Me niego aceptar que mi mamá es esa clase de persona!!... Él no sería capaz de abandonar a su hijo.

Había tanta incredulidad en su mirada ante toda las pruebas sostenidas en sus manos, aún así no quería que eso fuera verdad cerrando sus ojos una y otra porque creía que era una pesadilla y como tal tenía que despertar de esa forma volvería a la realidad donde su mamá es una persona amable, intachable sin nigún secreto bien guardado.

—¡Esto no puede ser verdad!—Exclamó con aquel nudo en su garganta, ahogándose en decepcionado. Sintiendo un desgarre violento en su muy traicionado corazón.

No hay traición y decepción mas dolorosa, agonizante que la de una madre engañando, mintiendo por tanto tiempo sin nigún remordimiento peor aún, que no se tentó el corazón al instante en que trató acabar con Hayden sabiendo que era su propio hijo.

—¡Y-Yo no puedo ser su hermano!—No quería algo como eso.—¡Hayden no puede ser mi hermano mayor!—Esparce   todo los papeles en el suelo.—Me niego aceptarlo...eso es imposible.

El ardo en sus ojos dio inicio a una llovía de incrédulas lágrimas, recordado lo que hablo con Hayden ese día en las escaleras del hospital.

‹Hayden ni siquiera está enterado de algo como esto, que la persona que lo dió a luz se encuentra así de secar de él. Que a esa persona que tanto desprecia y seguramente quiere ver muerto es nada menos que mi mamá...¡Mi mamá es tambien su mamá! ¡¿Qué clase de maldita broma de mal gusto estás?

¿Acaso alguien se están burlando de mí o qué? La persona que más mal me cae y odio por quererme quitar a Maxi, resultó ser nada menos que mi hermano, ¡mi hermano y mi madre lo sabía! Sabiendo eso estuvo de mi lado mientras empujaba al vacío a su otro hijo y sin siquiera mostrar ninguna emoción.

¡¿Quién demonios es en realidad mi mamá?! ¿En qué debo de creer en está información donde lo pinta como un monstruo o en la versión que yo conozco y con el cual he vivido desde siempre?› Sus sollozos eran verdaderamente agonizantes, sentía que su pecho está siendo atravesado por cuchillas.

—Tengo que ir hablar con mamá.—Se levanta del suelo.—Quiero ver su cara cuando le haga las preguntas, ver sus expresiones.

Las piernas de Oriol no pudieron mantenerse en pie y solo se dieron ante los temblores, cayendo otra vez sobre el piso procediendo a impactar sus puños contra el duró suelo hasta que sus nudillos sangraron.

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