Frente al inmenso mar azul yacía Nikita mirando su reflejo en esas cristalinas aguas, en esas precisas esmeraldas se reflejan el movimiento del agua haciendo parecer que hay un hermoso lago verde en sus ojos, algo que le pareció hermoso al alfa mayor, quien no ha podido quitarle los ojos de encima a Nikita.

‹Cuando vine a reaccionar me encontraba en la playa, sintiendo la brisa fresca y ese olor provocado por el agua al humedecer la arena bajo mis pies, me gusta ese olor es casi como oler tierra mojada en los días lluviosos.

Todo es tan silencioso con respecto al ruido de las personas, no hay nadie mas a parte de nosotros dos...no sé cómo hizo Constantine para encontrarme, ¿fue una casualidad? Seguramente no, es poco probable que lo sea. Estoy seguro que fue Hayden, el debió de enviarlo por mí porque tal vez pensó que en mi estado no podría conducir.

No estaba equivocado en eso, no hace mucho me sentía muy sofocado y solo quería respirar aire fresco, alejado de todo ese ruido de la ciudad. Y sin decirle nada Constantin se dió cuenta de lo que quería y me trajo a esta playa sin visitantes.

La próxima vez vendre con mi mamá y Hayden, sería agradable surfear en está playa, las olas son dignas de montarlas y por lo visto no mucho peligro de que golpees con alguna roca. Sera cuando Hayden haya solucionado su situación con Maximiliano, le llamaré en otro rato en en este momento solo quiero disfrutar de este momento.›

Nikita hunde sus dedos en la arena, cerrando sus ojos al mismo tiempo que alzo su rostro y permitió que los rayos del sol abrazará su rostro. Ya era tarde por lo que que no eran tan fuertes, no tardará en ponerse el atardecer.

No sé imagino en nigún momento que estaría por presenciar algo así de grandioso como lo es la tardecer, junto a Constantin. La persona que más le irrita “supuestamente.”

—Gracias por traerme a este lugar, disfruto mucho de la playa.—Sé cuando ser agradecido aunque sus acciones sea por órdenes, no porque lo quisiera.

Él debe de estar ocupado como para estar sirviendo de chofer de un joven, con problemas que involucran a mi padre y su familia. ¿Cómo podré convivir con cada uno sin sentirme incómodo? Con Augustus no es tanto porque ha sido mi profesor y lo puedo seguir tratando de esa manera, pero con Tadeo es diferente a él no lo conozco tanto como Augustus.

—No es nada.—Lleva sus manos tras la espalda.

Es raro verlo actuar de está manera, me agrada mas verlo con su mirada altanera, mirándome como si en cualquier momento me sacará los ojos. O, cuando aprovecha cualquier oportunidad para echarme en cara que dañe a su auto zafiro. Ya está reparado pero sigue dándome sermones por no manejar con mis ojos abiertos.

Siento que últimamente no soy yo mismo, estoy teniendo pensamientos extraños otra vez y justo pasan cuando estoy cerca de Nikita.

—Aunque no era necesario que viniera por mi, debe de estar ocupado y aceptar el “favor” de Hayden.—Levanto ligeramente su rostro.—Eso seguramente a causado retraso en su trabajo...—Ese color verde se contrajo y por poco jadea  al encontrarse con esa brillante mirada violeta.

El reflejo del sol sobre el agua también se refleja en rostro de Constantine, deslumbrando a su alrededor como si tuviera un halo brillante detrás de él.

Nikita quería mirar a otro lado que no fueran esos ojos, pero esa hipnotica mirada es como un poderoso imán, atrayendo todo de él hacia Constantine. Asustado por lo escandaloso que se encuentra su corazón en estos momentos.

—No fue una orden del joven Hayden.—Dio dos pasos hacia adelante, acercándose más cerca de Nikita, sin romper el contacto visual.—Tenia pensado vernir por ti mucho antes de que me lo ordenarán.

De a poco he ido y estoy perdiendo la cabeza por este chico de radiantes esmeraldas, y no sé en qué momento paso. ¿Cuando empecé a buscar con desesperación ese color verde? No puedo permitir ver algo que tenga verde porque inmediatamente viene a mi su mirada. ¿Por qué me está pasando esto? Ni siquiera nos llevamos bien y cada vez que nos vemos terminamos discutiendo.

¿Qué se supone que haga con esto que estoy sintiendo y que no entiendo del todo? En mi corta vida y en el transcurso de los años es la primera que me encuentro en una situación como está. No conozco, no se cómo funcionan los sentimientos románticos, podría estar confundido y no darme cuenta de ello.

No puedo guiarme por nadie mas porque tampoco es que conozca a muchos enamorados y la pareja (Maximiliano y Hayden) que conozco no está muy cuerda que digamos, ese amor es mucho mas complicado de entender.

—¿Por qué?—Ante la sorpresa Nikita percibió un poco de calidez en su corazón.

¿Por qué haría algo como eso? Ni siquiera nos llevamos bien, en cada oportunidad discutimos y aparte el solo recordar que temo mi primer beso y él no se acuerda me dan ganas de lanzarlo a esas aguas heladas del amar.

Por su culpa cada vez que lo veo inmediatamente mi mirada va en busca de de sus labios, es muy molesto y lo peor de todo que hasta en mis sueños aparece esos recuerdos y al despertar me doy cuenta de lo emociono que se encuentra mi entrepierna, es tan malditamente humillante. Ni cuando era un adolescente parezco no me pasaba algo como eso.

—La verdad, ni yo estoy entendiendo ni sé del porque.—Inclina su rostro muy cerca del contrario.

‹¡Demasiado cerca!› Exclamó en su mente pero no hizo nada por alejarse es mas, Nikita contempla la idea de romper la poca distancia entre sus labios y los de Constantine.

—Solo sé que por tu causa no puedo ver nada relacionado con el color verde.

Empuña sus manos y así poder contralor su impulso de acariciar el rostro de Nikita, pasar sus dedos por esos apetitosos labios rojos, semiabiertos.

—¿Ah, por qué es mi culpa?—Tomo eso como excusa de sentirse molesto, de esa manera agarrar con fuerza el cuello de la camisa a Constantin. Dejado caer su frente sobre la del alfa mayor.

¿Qué le pasá a mi corazón? Desde hace ratos que escucho su retumbar, nervioso de que este tipo los llegué a escuchar y tenga una idea equivocada...¿Estará equivocado...?

—Sí, eres culpable de meterte en mi cabeza y no querer salir de ahí.—Confesó.—No puedo ver el color verde de la misma manera porque inmediatamente viene a mí, está mirada esmeralda.—Con sus pulgares frota las esquinas de los ojos de Nikita.—Mirandome como solo tú sueles hacerlo, todo altanero lo cual debería de molestarme pero de alguna manera me parece encantador, ¿debo de estar enfermo, verdad?

‹Mi piel y todo de mí se erizo al instante en que las suaves yemas de sus dedos, acarician con gentileza mis ojos. Acción que perturbo no solo mi corazón sino que también mi estómago donde a surgido un revoloteo. ¿Qué significa?

—Seguramente sí lo estes y no me importa la verdad. Obstante, lo que si me interesa es recuperar algo que me fue robado.

Nikita tenía planeado salir huyendo antes de que entienda lo que está pasado o sintiendo, sin embargo su cerebro y corazón no estaban en sintonía por lo cual sin percatarse de ello terminó por darle la razón a su corazón.

Llevando una de sus manos a la cintura de Constantine, al mismo tiempo que subía su otra mano desde las caderas hasta el cuello del mayor, ahí sus dedos lograron tocar las puntas rubias al instante en que Nikita sostenía al alfa mayor.

—Vuelvo a tomar lo que es mío.—Es justo que me regresé el beso de aquel momento, no lo hago porque quiera besarlo otra vez, no. Solo estoy recuperando lo que él me quito nada mas es eso. Sí.

—¿Qué?—¡Sus labios se está acercado a mis labios!

—Despues de esto estaremos a mano, así que solo cierra tus ojos.—Constantin como un buen chico o por el nerviosos le hizo caso a Nikita.

Constantin se estremeció al sentir la textura de eso labios sobre los suyos, al tenerlos ligeramente abiertos le facilito los movimientos proveniente de los labios de Nikita. No perdido el tiempo y deslizó su traviesa lengua entre la pequeña rendija.

‹Esa corriente eléctrica pasando por mi cuerpo me hizo estremecer sin poder evitarlo y estoy seguro que Nikita se percató de ello, eso ocurrió al instante en que la punta de su lengua se impacto con la mía, sacándome del trance en el que me encontraba tras ser sorprendido de esta manera.

No se porque o quizás estaré enloqueciendo pero este apasionado beso me parece tan familiar, como si ya hubiese sentido la temperatura y textura de estos suaves labios.›

Él tampoco pensaba quedarse con las manos suspendidas en el aire, Constantin llevo sus manos al cuello de Nikita, ya estando ahí se aferró y acerco mas cerca de su cuerpo al joven alfa, para este momento sus cuerpos se estaban más que solo rozandosé.

Poco a poco los dos se fueron agachando hasta que las caderas del ojos violetas, tocó la arena, procediendo a dejar caer su espalda aun con sus manos aferradose del cuello del contrario, como sus labios siendo devorados por Nikita.

El ya mencionado separó con sus rodillas los muslos de Constantin, creando el espacio suficiente donde se hincara de rodillas y de esa manera profundizar mas del beso y el tacto en sus cuerpos.

Solo que nunca nadie se pone a pensar que puede interrumpir algo importante con sus llamadas inesperadas, y es lo que le estaba pasando a Nikki y Constantin en este preciso momento.

—C-Contesta, puede ser importante.—Expresó al mismo tiempo que trata de normalizar su respiración.

—No es importante.—Vuelve a capturar los labios del contrario, llevando una de sus manos bajo de la camisa del alfa mayor.

Nikita al instante sintió el suave temblor en el cuerpo de Constantin, lo cual le pareció lindo por lo que tenía pensado seguir deslizando sus dedos sobre esa erizada piel.

Sin embargo la persona que le estaba llamando no se dió por vencido, le siguió llamando. Ya para este punto, Nikita no podía seguir ignorado esa llamada porque conocía el tono de llamada, sino respondía era muy problema que le llamará a toda persona que conoce a Nikita.

—¡Demonios!—Fui tan estúpido por no ponerlo en silencio.—Hola, profesor.—¿Querrá saber lo que paso en mi reunión con nuestro padre? O, ¿sus preocupaciones de alguna manera está relacionada con Hayden?

—¿Cómo te fue con nuestro padre?—Nikita estaba en lo correcto, su hermano mayor le llamo para preguntar cómo se encuentra luego de ver a su padre.—¿Te fue difícil? Sé que puede ser incómodo y nada fácil pero por favor darle un pequeño oportunidad.

—En este momento no quiero hablar de eso.—Mira esos ojos violetas que no lo han dejado de ver.—En este momento estoy muy ocupado...

—¿Acaso estás consolando a Hayden?—Preguntó queriendo saber mas de algo que desconocía Nikita.

—¿Qué?—De un segundo a otro ya estaba de pie.—¿Qué le pasó a Hayden?

Constantin al principio siento un malestar al ver a Nikita, alejándose de él, sin embargo eso cambió al darse cuenta que hizo eso porque su preocupación estaba relacionada con Hayden. Por lo que Constantin también terminó por levantarse de la arena para pararse detrás de Nikita.

Lo que llevó al joven alfa caer hacía atrás e impactar suavemente su espalda sobre el pecho de Constantin, todo fue tan casual que no hubo nada de incomodidad.

—No lo sabes, Maximiliano se va a casar con el hijo de Rodolfo.—Informó.

—¡Cómo!—Sus ojos brillan feroces.

—Sí, es una noticia que ha explotado como bomba por todo el país...le estuve llamando a Hayden pero no responde.

—Entiendo.—Rechino sus dientes.—Hablamos después, tengo que ir con mi mejor amigo.—Finalizo la llamada.

—Nikita.—Tiene que explicarle las cosas.—No estes molesto, mi jefe seguramente tiene una explicación para lo que está pasando.—¿Por qué no se nos informó nada de eso? ¿En que está pensando mi jefe?—Estoy seguro que él ama al joven Hayden.

—Lo entiendo.

—¿Qué?—Se encuentra confuso.—¿Entiendes que?

—Tu jefe debió de aceptar el “supuesto chantaje” de Rodolfo. Pero, también estoy seguro que en ningún momento le específico con cual sus dos hijos, se casaría.—Estan jugando con su mente y felicidad.

Es obvio que este plan es dirigido por Hayden, aparente estar molesto para hacerlo mas creíble. Pobres diablos todos esos que creen que Hayden es alguien ingenuo, o de que permitiría que su amado sea llevado enfrente de sus narices.