capitulo 55
En las afueras de un restaurante con temática de naturaleza, bajo un árbol sentado en una mesa para dos, yacía un tranquilo Nikita. En su rostro no había expresion, pero sus ojos esmeralda mostraban nerviosos. Ya se había tomado dos cafés descafeinados, a la espera de la persona con la que se iba a reunir.
Nikita había llegado diez minutos antes de lo acordado, no quería ser el último en llegar porque se sentiría mas incómodo de lo que ya está. Ayer ni siquiera había podido dormir con tranquilidad.
‹¿Cómo estará Hayden? No me he comunicado con él, he estado ocupado que ni siquiera me quedó tiempo para comer mis tres comidas. Pero, ¿Maximiliano ya debió de haber leído lo que le entregué? Solo espero que sus problemas se solucionen tan rápido como sea posible.
Hayden la ha pasado muy mal la mayor parte de su vida, no merece seguir perdido en la desesperación o preocupación de que su mas grande amor, no quiera volver verlo a ver luego de lo sucedido.
Es por eso mismo que digo que entregar tu corazón a alguien, es lo mas peligroso que puede existir. Debes de estar preparado para morir en vida, porque puede llegar el día en que esa persona te lo arranca, y lo pisotea hasta terminar en agonía. Bueno, nunca lo experimento y tampoco quiero pasar por eso.›
Nikita suspiro profundamente y en eso que su mirada se encuentra con una igual que la suya, aquéllos ojos esmeraldas de el hombre mayor, temblaron al igual que sus manos al ver a Nikita.
‹¡É-Él si vino a nuestro encuentro! Debí de venir mas rápido, maldigo al tráfico.› Exclamó en su mente, emocionado. Sosteniendo con fuerza el regalo en sus manos.
El señor Nelson en su momento dudo con respecto a poder ver a Nikita, estaba consciente y entendía si al final Nikita no quería reunirse con él. Pero, cuando Hayden le envío un mensaje diciéndole que sí. Que el joven aceptaba verlo en un lugar reservado y lejos del ojo público. El señor Nelson acepto todas las demandas.
No iba a ponerse exigente cuando tampoco lo merecía, diría sí a todo lo que Nikita demandará, dijera, todo con poder hablar y ver a su segundo hijo.
—Hola, ¿como has estado?—Ha creciendo tanto desde la última vez que lo vi, ya no es un niño. Él ya es todo un joven.
El señor Nelson se lamenta y se desprecia por ver sido un cobarde bastardo. Por culpa de sus actos se perdió el crecimiento, niñez y adolescencia de Nikita. Sin poder guardar bellos recuerdos creados cómo padre e hijo.
—Hola.—Ahora que lo ve desde esta cercanía y de frente puedo notar que me parezco un poco a él, pero también se parece a Tadeo.—Estoy bien.
Ahora también entiendo porque Tadeo sospechó rápidamente de que éramos familia, es por el parecido entre él y yo. El profesor Augustus seguramente le pasó lo mismo.
—No te quedes ahí de pie, toma asiento.—Entre mas hablemos todo terminara pronto y me podré ir de aquí.
El señor Nelson se sentó enfrente de Nikita, sin embargo la tensión en el aire se hizo presente y ninguno de los dos sabe cómo iniciar una conversación, o sacar algún tema que los haga romper la tensión.
—Se que ya muy tarde para decirte esto, pero feliz cumpleaños.—Hizo entrega del regalo.
Nikita cumplió 20 años el 8 de enero de este año, es mayor que Hayden por unos cuantos meses. Hayden estará cumpliera 20 años el 3 de diciembre de este año, pese a eso sigue creyéndose mayor que su mejor amigo, tratándolo como un niño.
‹¡Él si recuerda el día que que nací! Creí que solo sabía que yo existía, pero que no estába presente en su mente y vida ya que, tenía dos hijos más a los cuáles cuidar y amar.
No estaba del todo convencido que a él le interesará así me lo dijeran que si, no podía creer del todo lo que decían.› Nikita se sorprendió al escuchar esa sincera felicitación, había melancolía y cariño tanto en la voz como mirada de el señor Nelson.
—Gracias.—Acepto el regalo, sintiendo una pequeña calidez en su pecho.
—Estoy agradecido que no lo hayas rechazado.—Empuña sus manos sobre sus rodillas, debajo de la mesa.—De los veinte regalos este el primero que he podido entregarte, espero que aceptes los otros diecinueve.
Para cada cumpleaños compraba un regalo para él, sin embargo no me atrevía envíalos, no quería agobiar mucho mas a su madre. De por sí él ya se sentía incomodo, agobiado todo por aceptar mi dinero.
Tuve que suplicarle por muchos días para que aceptará mi dinero, no podía dejarlo a él y a Nikita viviendo en alguna casa andrajosa y sin nada que comer. Es lo menos que podía hacer luego de ser un desgraciado.
—¿Comprabas regalos para mis cumpleaños?—Sostiene con fuerza esa caja decorada con papel de regalo.
—Sí, solo que nunca me atreví a enviarlos. Por una parte era mejor que no supieras de mi existencia, tampoco me merecía ser llamado padre o recibir tu cariño luego de lo que hice...Se que una disculpa no solucione nada pero quiero hacerlo, en verdad lamento mucho.
—Tienes razón, una disculpa no va a solucionar nada.—Rechina sus dientes.—Esa disculpa no va curar el corazón de mamá, tampoco va borrar las noches en las que lloraba y el dolor que sentí de amar a un hombre que no fue sincero con él.
Nikita tenía mucho coraje y dolor reprimido en su pecho, era momento de sacarlo, liberarse de ese inmenso peso en sus hombros. Poder pasar la página.
—¡Sabes cómo se sintió cuando supo que iba a tener un hijo de un hombre casado!—Golpeo la mesa.—Él no lo dice pero se sentía sucio, desagradable ante el hecho que durmió con alguien casado y con hijos, no podía ver su cara en el espejo sin sentirse avergonzado. Nadie lo sabía pero al salir a la calle se sentía juzgado...¡Fueron momentos difíciles y llenos de ansiedad para él!
De solo imaginarme el dolor y la desesperación en mamá, mi corazón duele y mi estómago se retuerce, provocado unas ganas de vomitar.
—Lo puedo imaginar.—Bajo su mirada, no tenía como refutar las palabras de su hijo.—Estuve mal, si. No voy a excusarme pero no miento cuando digo que sí me llegue a enamorar de él, me vi en una encrucijada porque también amo a mi esposa...y al final fue tu madre quien se fue sin decir adiós.
—Escucharte me hace sentir enojado, nauseabundo y provoca unas ganas de golpearte...
—¡Hazlo, me lo merezco!—Si eso le hace sentir mejor estoy dispuesto a recibir tantos golpes sean posibles, me lo merezco.
—No voy hacer eso.
Ganas no me faltan pero mi mamá no me educó de esa manera, también estoy seguro que no le gustaría que le falte al respeto a este señor, después de todo sigue siendo mi padre.
—Acepte está reunión porque fue un pedido de mi mejor amigo, también porque quería escuchar lo que tenías por decir.
—Gracias por aceptar, sé que no lo merezco pero en verdad siempre he querido convivir contigo...te quiero, no habido un momento en que no te vea como mi hijo. Quería acercarme a ti pero de me fue impedido, y lo entiendo.
—Lo sé.
—¿Qué?
—Lo he sabido todo el tiempo, también que me has estado protegiendo desde que nací.—Antes de conocer a Hayden, solía ir a jugar en el parque no muy lejos de la casa.
Fue entonces que me di cuenta que habían personas protegiendo mi entorno, al principio creí que era secuestradores pero unos días después uno de ellos me lo confesó, que eran enviados por este señor pero que era un secreto.
Quedé confundido porque se suponía que no tenía padre, sin embargo uní las piezas de todo y me dí cuenta del porque mi mamá, lloraba todas las noches en su habitación, maldiciendo mientras derramaba lágrimas.
—Te retiraste cuando mi mejor amigo, te advierto que te mantuvieras alejado de mí y de todos los que me rodeaba.
—Ya entendió, era imposible que no lo supieras.—Sonrió con tristeza.—No voy a pedirte perdón en este instante, sin embargo déjame que me lo gane. Darme la oportunidad de demostrarte que en serio daría todo por ti al igual que por mis otros dos hijos, me importan por igual...
—¿Estás seguro de eso?—No le creía.—¿En serio te importamos por igual?—Sonríe con burlas.—Es poco problable algo como eso, a ellos los has visto crecer, decirte papá. Convivido con ellos desde siempre, eso hace la diferencia entre tus dos hijos y yo...
—¡También eres mi hijo!—Exclama.—Si, tienes razón en que no he estado presente en tu vida como me hubiese gustado, pero digo la verdad cuando expreso que los quiero por igual a los tres...mi esposa también lo sabe.
—¡¿Qué?!
Nikita no sabía que la esposa de su padre, sabía de su existencia y ni su madre sabía eso tampoco. Después de todo el señor Nelson tenía mucho dinero para ocultar a un hijo ilegítimo.
—¿Su esposa sabe de mí existencia?—Eso fue sorpresivo.
—Sí, ella siempre lo ha sabido desde un principio. Fue ella quien me aconsejo también en acercarme a ti, que no siguiera siendo un cobarde. Y que le pida perdón a tu madre de rodillas si es necesario.
Mi esposa en su momento tuvo la necesidad de ir a disculparse en mi nombre, explicarle a la mamá de Nikita, que él no se metió con nigún hombre casado ya que en ese momento mi esposa y yo estamos separados. Sin embargo, optó por no ir porque siento que solo causaría mas daño a la persona involucrada.
—Creía que ella no sabía nada, seguramente por eso el profesor Augustus, también me aceptó como su hermano menor porque su madre no me odia.
¿Si ella no fuera así de compresiva que estaría pasando el día de ahora? ¿Seguirán intentado acercarse a mí? Es muy problema que no, y esa señora estaría gastando todo el dinero en sus manos para hacerme la vida imposible a mí y mi madre. Suena cliché pero los clichés no suceden solo en las películas, en la vida real también suele suelen pasar.
Eso me hace sentir molesto por alguna razón, sé que nadie es culpable de esa familia, excepto este hombre enfrente a mí, por no ser sincero con mi mamá, ese fue su único error.
El no hablar con la verdad, nada le costaba decirle "tengo esposa, pero estamos separados y también tengo un hijo." Ya si aún así mi mamá seguía con él, entonces ambos estarían consiste de lo que estarían haciendo, pero no. Este hombre prefiero callar y eso es lo que me hace sentir molesto.
—Ya escuché suficiente.—Se pone de pie.—He cumplido con lo prometido es momento de irme.—Me siento sofocado, solo quiero salir de aquí ahora que ya dije todo lo que tenía que decir.
—Nikita...—Quería detenerlo.—Por favor.—Suplica.
—Lo pensaré.
—¿Qué?
—Pensare en si debo o no darte una oportunidad para que puedas redimir tus errores, de que me demuestres que puedo confiar en ti.
—¡¿De verdad?!—Sus ojos se cristalizan.—¡En serio lo pensaras!—Eso era suficiente por ahora para el señor Nelson.
—Sí, lo dijo en serio.—Camina hacia la salida pero antes de eso de detiene a medio camino.—Gracias por el regalo...puedes entregarme los otros la próxima vez que no veamos.—Dicho eso se retiró, dejando a su padre con una sonrisa pero al mismo tiempo llorando.
Ya estando afuera Nikita intentaba regular su respiración, se había vuelto muy agitada por la sofocación, por esas lágrimas atoradas en su garganta. No quería llorar por algo como esto...
—¿Estás bien?—Lo sostiene del brazo, acercando su rostro muy cerca del de Nikita.
—¿Tú?—Porque de todas las personas tenía que encontrarme con este hombre.—Soltarme, Constantin. Estoy bien.—Quiere alejarse de él, pero en vez de eso es apresado más a los brazos del alfa mayor—¿Qué estás haciendo...?—Cada músculo de su cuerpo se estremecio al sentir los fuertes brazos de Constantin envolviendo su cuerpo.
—Está bien llorar de vez en cuando.—Expresó suavemente.—Tampoco tienes porqué sentirte culpable del sufrimiento de los demás, no es tu culpa.
—¡Quién demonios quiere llorar!—Decia eso pero sus temblorosas manos están temblando mientras, se aferran a la espalda del contrario.
—Nada de esto es tu culpa, y estoy seguro que tu madre no piensa que nacimiento haya sido un error.—Sentí que algo empezó a humedecer mi camisa.—Él se sentirá lastimado si se enterara que su querido hijo, piensa de esa manera.
—Solo cállate.—¿Por qué tengo que mostrarme de está manera enfrente de él? Es tan molesto.
Aun así Nikita dejó salir esas lágrimas mientras Constantin, lo ocultaba en sus brazos para que nadie lo viera. Controlando sus ganas de sostener ese rostro todo lloroso y plantarle un beso sobre eso labios del joven alfa. A la vez confundido por sus pensamientos y acciones.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top