No te preocupes Gustavo, descansa por unos días. Cuando despierte ya no habrá nadie que te agobie para que pagues las deudas que tienes por pagar. Yo me encargaré de eso, pero esperó que no te reuses a ir a terapia y ser recluido en una institución que te ayudará dejar la adicción al juego y a las compras.

Al despertar también podrás escuchar una disculpa de mi parte, por verte echado sin darte una oportunidad de defenderte. Casi te pierdo por mi arrebatado, ¿como podría ver la cara de nuestro padres si hubieses muerto? Les prometí que te iba a proteger siempre, sin embargo no he estado cumpliendo esa promesa al parecer.

—Esposo.—Sostiene la mano del contrario.—Ve a descansar, me quedaré cuidado de él.—Sugiere, en su rostro se ve la preocupación y dolencia por ver a su cuñado en ese estado.

—Bien.—Besa la coronilla de Rodolfo.—Solo iré por un poco de ropa, me quedaré cuidado de él hasta que despierte.

Ya solucione todos los asuntos importantes en la empresa, de lo demás se hará cargo mi asistente. Solo me llamará si necesita de mi presencia para sustos urgentes.

—Ve con cuidado, me llamas cuando estés en casa.

—De acuerdo.—Sale de la habitación de hospital.

Felipe estaba por subir al ascensor cuando se encontró con Glen Nelson, el nombrado vení con una canasta de frutas y ramo de flores que significan recuperarte pronto.

—¿Cómo está?

Este accidente sigue siendo un tema candente en las redes sociales y medios de comunicación, todo Indica que la familia Nolan no ha podido controlar eso.

—Fuera de peligro pero en coma temporal.

El maestro Nelson es el segundo en venir a visitar a mi hermano menor, el primero fue el señor White. Solo que no quedó mucho tiempo, solo dejo unas cuantas flores. Verifico el estado de Gustavo y luego se fue.

—Lo lamento mucho.—Lleva su mano hasta el hombro de Felipe.—Lo bueno que está fuera de peligro y despertará, eso es lo que importa.

—Sí, en eso tiene razón.

—Bien, no te quito más tu tiempo veo que vas de salida. Iré a verle y dejar esto.—Muestra la canasta de fruta y las flores—Para que coman aunque sea fruta mientras lo cuidan.—Expresó.—¿No hay nadie en la habitación?

—Mi esposa se quedó allí con él...—Calla por unos segundos.—Maestro Nelson, lo que le diré puede que lo ofenda pero podría recomendarme a alguien confiable del bajo mundo.

Nunca tuve la necesidad de tratar o tener negocios ilegales con las organizaciones clandestinas del bajo mundo, me era e innecesario involucrarme con personas así. Sin embargo para saber a qué organización pertenece la persona a la que le debe Gustavo, tengo que pedirle esa información a los mejores y estoy seguro que el maestro Nelson me puede ayudar.

El accidente de mi hermano podría ser una advertencia por no pagar lo que debe, es por eso mismo que tengo que pagar antes de que esos usureros venga por mis hijos o esposa.

—No estoy ofendido.—Busco su celular.—¿Haz escuchado sobre el maestro Bloody Rose?

—Sí.—Quién no este enterado de él tendría que estar viviendo debajo de una roca.

Se dice que es alguien que tiene ojos por todos lados, hasta la persona mas común podría ser alguien trabajando para él. Algunos también creen que solo es un mito para infundir miedo o desviar la atención y así poder realizar otras cosas sin que él gobierno o la policía se enteré. Sin embargo, siempre e pensado que es una figura real y no un invento.

—Tengo el contacto de una de las personas que trabaja para él, ¿quieres llamarle y pedirle lo que sea que estés buscando?

—Por favor.—También saco su celular y así poder anotar el número.—Gracias.

—Eso sí, te advierto que su información es cariñosa.—Frota su dedo índice y pulgar, gesto que significa dinero.—Sin embargo te entregan información detallada de lo que pides y hasta lo que no sabes.

—Comprendó.—No importa cuánto cueste solo quiero hacerles pagar a los culpables si el accidente no fue un accidente.—Nos vemos después.—Subió al ascensor.—Nuevamente gracias

Ni bien se había cerrado las puertas cuando el viejo Nelson, realizó una llamada esperando que el destinatario levantará el celular. Tenía que pasarle está información que creía muy importante.

—¿Sí?—Su voz sonaba tan vivas que tomo por sorpresa al maestro Nelson, no esperaba escuchar una voz como esa.

—Hola, soy yo...

—Ya se quién eres.—Corto la charle e innecesaria.

No sé porque tendría que presentarse cuando ya sabe el alcance de mi poder, ¿cómo no voy a tener todos los números telefónicos de las personas importantes de cualquier ciudad o país? Si no pudiera hacer algo como eso mi título de Bloody Rose, sería solo un adorno.

—Ya veo.—No debería sorprenderme que tenga mi número privado.—Le tengo noticias...

—¿Si es sobre el accidente de Gustavo? Ya lo sé.—Volvió interrumpir al maestro Nelson.—Ahórrate la saliva.

—No se trata sobre él.—Aclaro antes de que Hayden terminara cortando la llamada.—Es sobre Felipe Nolan.—Tampoco estoy sorprendido que ya sepa eso, estoy seguro que fue él el responsable de impedir que eso fuera un secreto.—Él por fin me pidió su número de contacto, al parecer sospecha que ese accidente fue e intencional.

—Esas son muy buenas noticias y como regaló por tu arduo esfuerzo te voy a conceder hablar con Nikita.—Si él así lo quiere, pero no sé lo voy a decir.—Sigue metiendo sutilmente desconfianza o dudas en Felipe, con respecto a su familia que no es tan perfecta.—Quiero ver cómo reacciona cuando sepa que clase de joyita es su amado esposa.

Será todo un magnífico espectáculo, sobre todo ver cómo sus amados hijos lo rechazan. Ese día estaré en primera fila con palomitas en mano, deleitándome con su desesperación.

No habrá nada mas doloroso para alguien como Mika, [Rodolfo] que el rechazó y las expresiones de odió, decepción, repugnancia, de su familia. De esas personas por las cuales estaría dispuesto a todo, esas mismas personas serán las estacas que penetraran su corazón y lo harán sangrar de dolor.

No es necesario que me ensucie las manos cuando puedo usar esas bellas piezas, principalmente Oriol. Le di la oportunidad de ser salvado y vivir una vida tranquila, sin embargo sigue empeñado en querer algo que no le pertenece, por ver a mi alfa como una simple cosa que puede tener solo porque es hijo de mami.

—Así lo hare.—Sonríe.—¿Cuando puedo ver a Nikita?

—Mas tardar pasado mañana.—Si es que acepta.—Te enviaré la respuesta definitiva mañana por la tarde.—Finalizo la llamada.

‹Ese malnacido hizo justo lo que creí que haría, él no podía permitir que Gustavo le dijera nada a Felipe, por lo que optó por acabar con la vida de su cuñado. Justo como lo hizo con sus suegros hace años atrás, cuando se enteraron de todo y lo confrontaron. Eso fue muy estúpido de su parte, en vez de hacer eso debieron de mostrarle las pruebas a su hijo.

Solo que Mika no se esperaba que Gustavo sobreviviera, no podía permitir que ese maldito se sintiera aliviado, no. Es por eso que anteriormente antes de entrar en celo les ordené a los chicos que vigilarán a Gustavo.

En realidad no me importaba si perdía esa pieza, [merecía eso y más por codiciar a mi alfa] ya había dado los resultados que quería, pero aunque ya estaba sacrificada la volví a poner en el tablero, porque podría seguirme siendo útil. Llegué a la conclusión que una pieza dañada podía volver el juego más divertido.›

Una sonrisa espeluznante adorno sus sensuales labios, daba miedo pero al mismo tiempo te parecía el ser más hermoso pese a su maldad y sadismo.

Si ya estaba feliz por los gloriosos haciendo el amor con su alfa, ahora se encuentra todavía mas feliz por la información que le dará a Felipe. No le dirá todo de golpe, se lo irá soltando despacio para que vaya dudando de su esposa y con ello el amor que tanto siente se vuelva odio por Rodolfo.

—¿A quién estás pensado torturar?—Preguntó Maximiliano.

Me molesta verlo tan deslumbrante cuando yo, sigo sin sentir ese lugar. No duele tampoco es incómodo pero el ver el brillo y suavidad en la piel de Hayden, me entran unas ganas de romperle la cara. Debería ser yo quién robe su energía y no él robar la mía.

Sin embargo miro su sonrisa y me gusta mucho, me gusta la perversión que se refleja en sus ojos. Siento que tal vez hoy es día que me contará sobre su pasado y del porque terminó volviéndose de está manera.

—A tí.—Sonríe todo pícaro.—Pensaba en a tarte a la cama mientras lamo tu sensual y muy obsceno trasero.—Se pega al cuerpo del alfa y acto seguido sus manos se aferran a esos firmes glúteos.—Al mismo tiempo que mis manos presionan la punta de tu glande para que no te puedas correr.

Su sonrisa se volvió mas radiante al ver el tono carmesí en el rostro de Maximiliano, podía tener una expresión distante pero ese sonrojo en su piel decía mas que mil palabras.

Eso es lo que le encanta a Hayden, amaba que Maximiliano en la cama suele dejar la vergüenza a un lado pero, cuando está con ropa es tan adorable porque con cualquier palabra obscena termina todo tímido.

—Y sí soy yo quién te hace eso.—Sostiene entre sus dedos los largos cabellos azabaches.—Seria todo un hermoso espectáculo.—Coquetamente olió esas hebras azabaches mientras veía fijamente esos ojos rojos temblando de locura, Hayden se emocionó.

Hayden se había quitado la peluca porque su cabello tenía que ser lavado, tenía más de cinco día sin lavarlo [es lo que duro su celo] por lo que este día tenía hacerlo si o si.

Le gustó que Maximiliano le ayudará, la manera en que las manos del alfa masajeaba su cuero cabelludo lo éxito tanto que, en ese mismo instante sentó en su miembro al alfa.

El de ojos celeste no de tuvo sus manos y siguió lavando el cabello del menor, al mismo tiempo que su cuerpo se moviera al ritmo de las caderas de Hayden, extasiado en placer.

—Mi reina.—Adentro sus manos en los pantalones de Maximiliano.—No dudo de tu virilidad.—Lame la barbilla del alfa.—Tampoco me importaría darte mi trasero, soy tuyo.—Sus manos invaden dentro de la ropa interior del alfa.—Sin embargo.—Sonríe pícaro—Esto de aquí—Presiona dulcemente ese pequeño íntimo lugar.—Me dice que prefiere mi miembro golpeado suavemente sus suaves paredes.—Introdujo un dedo.

Se siente mucho más suave, caliente, de lo normal. y sigue sensible y dilatado ya que, no esperaba que mi dedo entrará con tanta facilidad. Solo quería molestarlo un poco pero en vez de estar molesto lo está disfrutando.

—¡Nmhg~!—El alfa se sostiene de los hombros de Hayden, dejado caer su rostro en el cuello del menor.

Hayden se encuentra acariciando la entrada del alfa, tenía un segundo dedo presionaba esa estrechó túnel. Le hacía creer que deslizara un segundo de dedo, pero no lo hacía.

—¡Dejá de jugar, maldición!

—¡¡Nhg!!

Hayden gimio al momento en que las manos de su alfa, sostienen con fuerza su ya emocionado miembro. No está recibiendo caricias gratas, son feroces y muy bruscas. Esa tela de sus pantalones también le ponía las cosas difíciles, sin embargo él seguía sonriendo como loco.

—Mi Reina, si te lo quieres comer solo dimelo, no tienes que ser tan violento por la importancia.—Sonríe coqueto con esa mirada brillante.—¿Lo quieres comer con esto?—Embiste con su dedo el interior de Maximiliano.—O, ¿con tu cálida boca?

—Yo...

—¿Sí?—Su mirada brilla con espectativas.

—¡Yo te voy a romper los dientes!—Lanza un cabezazo.—Respeta a tus mayores.

—¡Ay!—Frota su frente.—Tu craneo es una roca, mi reina.—Duele mas un cabezazo que un puñetazo.

—Te lo mereces.—Arregla su ropa.—Eso te pasa por tentar a tu suerte...¡Hayden!

Maximiliano fue levantado del suelo, siendo sostenido por los fuertes brazos de Hayden, quién en estos momentos están desabrochando con su boca los botones de la camisa de Maximiliano. Quería llegar a esos pezones y así fue, chupó y mordió suavemente. Volviendo a despertar virilidad se su amado alfa.