capitulo 45

Según fueron bajado las feromonas corrosivas de Hayden para las demás personas, y ya no mostraban ser un peligro. El viejo Nithg abrió la puerta de esa habitación para que la parejita se moviera a una de las habitaciones más cómodas.

A Hayden no le dijeron dos veces y aun con Maximiliano conectó a él subió a las escaleras, lo bueno que nadie vio esa escena porque el viejo Nithg e incluido él salió del lugar. Volvieron entrar cuando ya estuvieron seguros de que no se encontraban en la sala o en los pasillos.

A los empleados les tocó limpiar todo el lugar con máscaras protectoras antigás, solo de esa forma podían limpiar para borrar las feromonas de Hayden esparcidas en el aire.

Para enviar comida y agua entre otras cosas enviaban a Nikita, el era la única persona con mas tolerancia a las feromonas del omega, sin embargo al bajar a la sala venía con una expresión tan pálida que Constantine le toco servirle un poco de agua.

Nikita se encontraba demasiado conmocionado, era su primera vez viendo a dos personas tan fuertes como los su mejor amigo y Maximiliano teniendo relaciones sexuales salvaje que ni los animales en celo lograban tener.

Se puede decir que el pobre quedó un poco traumatizado, pensando en sí en su momento él también se convertirá en una bestia. Lo peor fue que en ese momento su mirada conectó con la de Constantine, recordando que ese día estuvo a punto de poseer al alfa mayor.

—¿En que piensas?—Preguntó Jacinto.

—Sigo perplejo.—Contestó el alfa de ojos violeta, Constantine.—En ningún momento dudé de que el joven Hayden fuera beta.

Ese mismo momento en que termino mi ciclo de calor, me vine para este lugar para llevarme la sorpresa de que Hayden es un omega dominante con metabolismo de un alfa extremadamente dominante. Ahora entiendo del porqué ese temperamento y su buen físico mejor que el de un alfa.

Ese chico guarda tantos secretos como por ejemplo; su relación con el viejo Nithg. ¿Cuando conoció una figura tan importante como lo es ese anciano?

—Veo que tus ojos solo sirven de adorno.—Comento, Nikita.

Él se encuentra con su mirada fija en la laptop sobre la mesa, realizando unas cuantas tareas. También le estaba enviando unas notas al correo de su mejor amigo.

El joven alfa se encuentra muy e irritado, no quería aceptarlo pero se sentía muy molesto por la actitud olvidadiza de Constantine. Eso le hacía sentir como el malo a Nikita, que si no se hubiese controlar en ese instante hubiera tenido relaciones con Constantine, lo cual lo iba terminar dejado como un abusivo.

Sin embargo que el alfa mayor haya olvidado que obtuvo el primer beso y toque de Nikita, es tan malditamente hiriente para el ya nombrado.

—¿Desde cuando empezó a hablarme informal?—Nikita lo ignoro por completo.

Últimamente he estado sintiendo una hostilidad de su parte, ya era hostil y me miraba feo pero estos últimos días eso aumentado. ¿Qué le hice para que me mire de esa forma? Sus ojos esmeraldas gritan "te quiero liquidar" cada vez que nuestras miradas se encuentran.

—Dejen de discutir estoy cansado de escucharlos.—Expresó Jacinto.—Espero y este sea el último dia de que esos dos, se muestren su amor.—Susurró.

Mientras Jacinto deseaba eso, su maestro yacía en estos momentos sobre la cama, con sus piernas enrojecidas con muestras de cariño sobre los hombros de Hayden, gimiendo con su boca semiabierta dejado escapar hilos de plata, sus bonitos labios se encuentra roja e hinchada al igual que sus hipnotizantes ojos celestes.

En mas de una ocasión Maximiliano no logró controlar sus lágrimas, dejándolas salir con vergüenza porque no eran lágrimas de tristeza sino que, eran de estimulo en la forma que Hayden frotaba una y otra vez ese punto dulce [próstata]

Hayden sacudida el cuerpo del alfa a los segundos de verse corrido como una fuente, no le permitía tomar un respiro cuando volvía a taladrar el interior sensible de Maximiliano.

Pese a que sus ojos se encuentra enrojecidos, sigue viéndose deslumbrante, con su mirada entrelazada con la rojiza, al igual que sus manos. Recibiendo todo el amor desbordante de Hayden hacia él.

<¿Cuántos días han pasado? ¿Tres? ¿Cuatro? Ya perdí la cuenta y la hora, todo se volvió borroso apartir de la segunda ronda sentado en el regazo de Hayden. Desde ese instante todo a mi alrededor se volvió completamente nublado por le placer quemando nuestros cuerpos.

Los dos nos volvimos dos animales salvajes, pero Hayden fue quién perdió por completo ante del deseó, poseyó mi cuerpo de tantas maneras que se me es complicado explicar esas extrañas posición en las que colocó mi cuerpo, ¿era mi cuerpo así de flexible para empezar?

Todo de mí se adapta o se complementan con Hayden, mientras él me embiste y muerde, besa toda mi piel justamente como lo sigue haciendo en este instante.

Hayden siguen sin poder apagar esa llama ardiente en su hermoso ser, y yo no pienso detenerlo hasta que se encuentre satisfecho, no es como sí yo no lo estuviera disfrutando. Claro que lo estoy haciendo y mucho. Me pierdo y me enloquece su aroma, sigo inhalado su olor arduamente porque no quiero dejar de olerlo.

Él sigue empujado esa cosa caliente dentro de mí, frotandose en un solo punto, ese lugar que logra hacerme estremecer. Sigue siendo ridículamente emocionante, estimulantes sus embestidas rudas, golpeado mis entrañas.

Él sigue haciéndome gemir al punto en que no me reconozco a mi mismo, ¿cómo es posible que bajó sus brazos o arriba de su cuerpo me vuelva de está forma? Un alfa sin orgullo, sin ese ego, todo eso se pierde en el momento en que sus besos y caricias son dejadas sobre mi piel.

Pese a que todo de mí se siente como una esponja luego de ser exprimida, sigo disfrutando de su mirada hipnotica y muy lasciva. Me gusta cuando me mirá como su mundo, su todo. Es un sentimiento tan extasiante que provoca pequeños espamos no solo en mi corazón.

No cabe la menor duda de que no puedo vivir sin este mocoso indecente, él es todo lo que quiero en mi vida, para toda la eternidad si es posible.

—Hayden.—Sostiene en sus manos el rostro del contrario, acariciando esa piel enrojecida acausa de los besos de Maximiliano y los pequeños mordiscos con los labios del alfa.—¿Puedes entenderme?—Preguntó, tenía que confirmar que por lo menos se encuentra un poco cuerdo.

Maximiliano dejó de estar bajo del menor para poder sentarse en su regazo, aun sin dejar salir de su interior la virilidad del más joven.

—Lo hago.—Contesto con su mirada fija en eso ojos celeste, hipnozado en esa hermosa mirada del contrario.—Siento hacerte pasar por mal momento.—Entrecierra sus ojos, frotando su rostro en las palmas de las manos del alfa.—¿Fue duro?—Preguntó preocupado.

Estoy cuerdo desde hace un buen rato, fue aterrador ver a Max en mis brazos con una expresión tan cansada y todo su cuerpo cubierto por mi muestras de amor. No hay un lugar en su piel que no tenga la marca de mis dientes a si como mi cuerpo arañazos por todos lados especialmente mi espalda.

Max se aferraba con fuerza de mis brazos y espalda cada vez que movía mis caderas hacía adelante, eran movimientos muy brusco y fuertes que si no hacia eso podría salirse de la cama.

Sin embargo tengo leves recuerdos de su expresión agobiada cada vez que lastimaba mi cuerpo con sus uñas, el creía que me estaba dañado pero era todo lo contrario, que hiciera eso me estimulaba mucho sobre todo al momento en que su interior se aferra de mi miembro sin querer soltarlo. O, sus hermosos gemidos y esa expresión lasciva que ponía cada vez que llegábamos al climax.

—Sí.—No iba a mentir.—No siento esa parte.—Se sonrojó un poco.—Sin embargo sigo sin querer soltarte a sí como tú tampoco quieres hacerlo.—Toda su piel se enrojeció todavía mas por la timidez.

Hayden sonrió pícaro acto seguido lamió el cuello de Maximiliano, ahí se encuentra la marca del menor así como en el cuello de Hayden se encontraba la mordida de Maximiliano. Ambos con su consentimiento se habían marcado, dejado saber que cada uno había encontrado la persona con quién pensaban vivir toda la vida.

—De algo estoy seguro y eso es que no me arrepiento de haber venido aquí.—Sigue acariciando el rostro de Hayden.—Somos pareja y como tal tenemos que estar juntos en las buenas y mucho más en las malas. ¿Entiendes?

—Sí.—Ese color rojizo se veía tan brillante.

—Te amo a ti como persona, no por el género o subgénero que posees. Eso sale sobrando.

—¿Qué?

Desde el momento en que escuchó "te amo." Hayden salió de órbita. Mientras su corazón palpitaba de tal manera que en cualquier momento podría causar un terremoto.

—Que nunca me a importado ni me importará si eres omega. Te amo a ti, solamente a ti...¡Hayden!

Su pecho se estruja al ver las lágrimas del Omega dominante, esas gotas de agua son tan cristalinas deslizándose por las mejillas del menor.

—¿Por qué lloras?—No quiero verlo llorar.

—Solo estoy feliz.—Sonríe entre lágrimas.—Desde que tengo me memoria es la primera vez que lloró de felicidad.—Abraza a Maximiliano.—Estoy Feliz de ser correspondido por ti.

Creí que ya no tenía mas agua en mis ojos la cual derramar, mis ojos ya habían quedado resecos luego de llorar tanto en el pasado, tuve que tirar todas esas lágrimas en ese entonces para no tenerlo que hacer en un presente o fuero. Sin embargo, verme aquí llorando como un niño pequeño.

—Soy yo quién debería estar llorando por semejante cosa dentro de mí, ¿no creés?—Bufo.

—Pero bien que te encanta ser embestido por mí, puedo saberlo por la manera en la que gimes y pides que me mueva más rápido con tu mirada toda llorosa, suplicante.—Sonrió pícaro.—Solo mirá tu bonito y muy abultado estómago.—Froto ese lugar.—Estas tan lleno de mí que pareces tener tres meses de embarazo...¡Auch!

El alfa mordió la oreja del Omega al igual que le dejo ir un puñetazo en el pecho, esas palabras de Hayden sonaron muy obscenas para su gusto.

—La próxima vez será tu anormal miembro.—Advirtió.—Lo voy a morder para que quede e insensible...

—Si te lo quieres comer con la boca no es necesario que busques una excusa.—Abofeteo las caderas de Maximiliano.—Solo pídelo y con gusto lo podré en tus lascivos labios, para que lo devores cómo l9 está haciendo tu obsceno y muy caliente trasero...¡Agh!—Su pecho fue atravesado con semejante puñetazo.

Creó que me lo merezco por hablador, sin embargo fue estimulante, [no el golpe] fue la manera en que sus suaves paredes se contraía obscenamente frotado mi miembro, también el deslumbrante sonrojo en la piel de mi amado alfa.

—¿Fuí demasiado rudo?

Se asustó al escuchar la tos fingida de Hayden, este se encuentra con el rostro hacia abajo tratando de ocultar su maqueavelica sonrisa.

—Hayden...

—Te amo.—Interrumpió a Maximiliano.

Hayden levanto ligeramente su radiante rostro, cruzándose con esa mirada celeste que paso de perpleja a rebosar de brillante felicidad.

—Te amo, Maximiliano White.—Besa suavemente los labios del alfa.—Te he amado por tantos años y seguiré haciéndolo por toda la eternidad, lo juro.

Mis emociones y felicidad se desbordó por mis poros de tan sorprendido que estoy, por su sincera y muy determinada confesión no logre controlar mis feromonas. Terminé marcado con ellas y hacerle saber a Hayden cuán loco estoy por él.

Fue vergonzoso el no poder controlarlas, fue como decirle; "mira cuan nervioso puedes llegar a ponerme tus palabras."  Sin embargo desde un principio no he logrado ocultar nada de esos hipnoticos ojos rojizos.

A los ojos de este mocoso indecente e irrespetuoso solo soy una persona tan transparente que, puede ver todo atraves de mí. Y no me molesta, no.

—Te amo mi reina.—Volvió a confesar.

Maximiliano se estremeció al sentir el miembro de Hayden, presionado su interior tan ferozmente y no sabía si se lo estaba e imaginado pero percibió que ese fierro caliente se en grueso mas.

—¡Uhh~!—Esa cosa iba escarbado mucho mas profundo cada vez que Hayden, movía su pelvis de esa forma tan malditamente perversa.

—Te amo tanto.—Confesó su devoto amor por el alfa, una y otra vez hasta que sus cuerpos convulsionan por la llegada del clímax.

Acto seguido sus labios se unieron en un tierno beso, uno dulce y muy inocente para una pareja que es todo menos e inocente, o tal vez sí. Su al rededor y sus acciones podrían ser despiadadas pero sus corazones son puros e inocentes que terminaron volviéndose negro por la dura vida que les tocó vivir, principalmente Hayden.

Hayden es quien mas ha sufrido todo por tener unos padres tan cobardes y ambicioso como lo es Rodolfo, alguien que sigue planeando como deshacerse de su hijo mayor sin importarle que llevé su propia sangre todo para abrir un camino de flores a su querido hijo, Oriol.

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