capitulo 18
Con una mirada perdida en sus pensamientos, frederick siente una ansiedad y necesidad de poder obtener una carta de póker en sus manos. La abstinencia de no poder jugar era peor que cualquier otra adicción, seria más fácil dejar de fumar que apostar.
—¿Qué hago?—Muerde con desesperación sus uñas—¿Le digo la verdad?—Camina de un lado al otro con su mirada desorientada—Pero, si le digo a Hayden, ¿él estará en peligro? Después de todo, Mika es una persona despiadada y mentiroso, se atrevió a tener un hijo sin que nadie lo supiera, hasta ese día comprendí el porqué pido un tiempo para pensar sobre nuestra relación que en ese momento estaba decayendo.
Frederick mira el número que le dejó Hayden, a querido llamarle desde hace un tiempo pero siempre termina arrepintiendose, no sabe si teme por la seguridad de Hayden y por la de Mika.
Mika me lo dejó muy en claro en aquel entonces, luego de tirarme esa enorme cantidad de dinero, como si fuera un vagabundo. Esas frías y despiadadas palabras siguen resonado en mi mente como si fue ayer cuando todo sucedió.
—No te atrevas ha volver a parecer frente a mí, desde hace mucho olvide y enterré mi desagradable pasado contigo.
—¿Qué hay de nuestro pequeño?—Preguntó con dolor e impotencia—Solo es un niño, él te extraña mucho—Aprieta sus puños—Llevarlo contigo, darle una mejor vida de la que yo puedo llegar a darle...por favor—Se arrodilla—Falta poco para que cumpla siete años, ¿no te dolió traerlo al mundo? ¿Por qué cambiaste tanto? ¿Se te olvidó los felices y ansiosos que estábamos cuando nos enteramos que seríamos padres?—Sonríe con tristeza.
Tu eras el más emocionado, no dormias todo por quedarte hablando con él y sintiendo sus movimientos. En ese entonces eramos tan felices, ¿por qué arruinar lo que teníamos? No lo comprendo.
—No fingí amarte, tampoco fingí esa felicidad—Lo ve sin expresión alguna—Te amaba en aquel entonces, pero luego lo conocí a él, fue una extraña coincidencia o ya estaba escrito, no lo sé. Solo bastó verlo un momento para que mi cuerpo reaccionará y esparcirse mis feromonas. Ambos lo comprendimos en ese instante, eramos destinados.
Frederick aprieta con ferocidad sus dientes, escuchar eso fue destrucción pura para su ya lastimando corazón. Él todavía amaba a Mika. Él era el amor de su vida, de quien se había imprimado inconcientemente. Un alfa puede vincularse ya sea de un omega, beta e incluso otro alfa. Pero es algo maligno solo para la persona que se vínculo, no para la otra persona.
No mueres pero tampoco puedes dañar a esa persona. Por más que lo desees no puedes arrancarte esos sentimientos a menos que llegue alguien más y se esmeré por borrar dicho vínculo.
—En su momento intenté rechazar ese lazo, por el bien de nosotros y el de ese niño que solo tenía un año de ver nacido. Pero, al final no puede resistir estar lejos de él y solo quería estar cerca de él....Sobre ese niño.... él crecerá bien junto a tus abuelos, ellos sabrán cuidarlo mejor que nosotros dos.
"¿Qué? Se conocían desde hace años?" Se preguntan con una expresión consternada al mismo tiempo que su mirada se va directamente a ese niño en el coche de bebé.
—Jajajajaja—Sonríe entre lágrimas—Tan irónico. Jurabas que el destino solo era una absurda fantasía en la cual no estabas interesado. Eres un maldito hijo de puta—Se aferra a la tierra bajo sus rodillas—Ni siquiera lo llamas por su nombre, ahora solo es un niño desconocido para ti.—Se levanta del suelo—Siento lastima por ese niño que estas llevado contigo.
Todo tiene sentido del porque te fuistes con la excusa de qué tenías que pensar sobre nuestra relación que de un momento a otro se volvió incómoda, te fuiste a tener a ese niño que al parecer es dos años menor que nuestro hijo.
—Tendrá una madre despreciable, que durmió a la primera con un desconocido aún estado casado y sin remordimiento alguno volvió a la casa de su esposo luego de un tiempo a dormir con el como si nada hubiese pasado, eres peor que una zorra....
El rostro de Frederick fue abofeteado, esté escupió un poco de sangre, había dolió. Mika tenía una mano muy pesada al parecer.
—¿Quién eres tú para insultarme? Solo eres un pedazo de excremento que se sigue aferrado al pasado, un pasado del cuál me avergüenzo mucho. No hay día en el que no piense lo idiota que fui, el casarme contigo y vivir en esa inmunda pobreza.—Se da la medía vuelta, no sin antes decir lo siguente—Te lo advierto, es mejor que no le digas nada de mí a ese niño. Lo dejé de ver cómo algo mío desde el momento en que me fuí sin mirar atrás, para mí es un completo desconocido y si le pasará algo me seguirá dado igual—Subio al auto.
Frederick cubrió su boca para evitar vomitar la sangre que quería salir de sus entrañas, el rechazo de su vínculo lo estaba pasando factura y fue en ese instante que se dio cuenta de dicho vínculo.
—¡Recuerda esto tú también, Mika!—Expresó con ira.—Disfruta tanto como puedas porque algún día, este pasado que tanto desprecias te alcanzará tarde o temprano, y ni todo el dinero de mundo podrá salvarte del karma que estamos por crear.
Aquellas palabras que dije por la inmensa ira que sentía en ese instante, se volvieron reales. Creamos algo peor que el mismísimo karma. Qué a tejido una firme y fina telaraña donde caímos sin posibilidades de salir ilesos.
Mika, el niño que diste por alguien desconocido sin relación alguna contigo. Está apunto de destruir y arrebatarte ese mundo de felicidad en el que haz vivido.
{•••••••}
Consumó cuidado abrí la puerta, no quería ser recibido por una mirada celeste recriminado que volví a llegar tarde. No es tan tarde, faltan cinco para las once de la noche. Tal vez ni él a regresado al departamento, se dice que los empresarios duermen en la oficina por tanto trabajo....
—Llegas tarde, ¿Dónde estabas?—Susurró cerca del oído de Hayden.
—¡Dios!—Hayden en verdad fue sorprendió.
Nunca se espero ni se imagino que Maximiliano, podría estar detrás de la puerta esperando por él, para encontrarlo con la guardia bien baja.
—Todavía es luego—Se quita los zapatos para ponerse unas pantuflas —¿Choco?—Llama al pastor alemán.—¿Sigues despierto?—Lo acaricia—Deberias estar durmiendo en la habitación. Sí, también me alegra verte, te extrañe mucho.—Frota su rostro contra el peludito rostro de Choco.
¿Dónde está Jacinto y Constantine? No los veo por nigún lado, es raro que no anden como polillas alrededor de Maximiliano. No se van a dormir hasta que su jefe lo haga. ¿Entonces por qué está tan silencioso esté lugar?
—¿Dónde crees que vas?—Lo agarra del cuello de la sudadera por la parte de atrás—Te hice una pregunta.—Sonaba molesto.
¿Huele diferente? Alguien que trabaja en bajar cosas, suda mucho y tendría que llegar a casa hecho un desastre hediondo a sudor y a todo tipo de olores apestosos, pero Hayden huele a Shampoo. ¿Se ha bañado? ¿Dónde? ¿Con quién?
La mirada celeste se volvió tan oscura, un desagradable sentimiento pincha su molesto corazón, logrando que la furia se penetre mucho más en sus huesos. Quería saber con quién estuvo Hayden.
—¿Por qué tendría que decirte eso?—Sonrío bajito, él ya estaba inhalado las irritadas feromonas de Maximiliano.
—Te dije que no permitirás que nadie te tocará—Su expresión se va tiñendo más oscura.
¿Está celoso? Eso me hace sentir bien, me da a entender que por lo menos está interesado un poco en mí. De seguro se dio cuenta de que huelo diferente de lo que olía está mañana. Tan adorable con su olfato de perro, está molesto por no saber dónde me bañé y con quién. Fue buena idea el usar ese shampoo escandaloso de la mansión del viejo.
—Mi vida privada no debería importarle, joven maestro. No le pertenezco como para obedecer a sus palabras.
Ese color rojizo ve directamente a ese celeste, el cual se contrajo al tener esa intensa mirada sobre él. Esa mirada le daba una sensación extraña de que podría devorarlo en cualquier momento.
—Mucho menos con quién duerma—Sonrío ampliamente—Si me disculpa, tengo mucho sueño...¡Hu!—Hayden fue acorralado en el pasamanos de las escaleras.
Maximiliano sabía, sabía que Hayden tiene razón, nada de lo que haga allá afuera debería de importarle, desde el principio esa fue también su intención. No relacionarse con Hayden, si no era necesario con respecto a fingir ser “novios”.
Por lo tanto, él no entendía del por qué le enoja la posibilidad de que haya dormido con alguien más ¿Por qué le hierve la sangre el imaginar que sus manos hayan tocado a alguien más que no fuera él? Eso le molesta mucho.
Puedo verlo, esas venas sobresalientes en su frente y cuello indican que su mente se encuentra en un completo caos, con emociones o sentimientos que no comprende y se niega aceptar, adorable.
—Vives en mi departamento, tengo el derecho de saberlo.
Hayden arqueo su ceja con un toque de diversión al escuchar la excusa rebuscada del alfa, quién también lo sabe y tiene un poco de sonrojo tras de sus orejas.
—Si tanto quires saber, te lo diré.
Hayden se movió rápidamente para ser él, quién acorrale a Maximiliano contra las escaleras. Sus manos se sostienen fuertemente de cada lado sin dejar la mínima posibilidad de que Maximiliano, escapé. El agarré es tan fuerte que esas venas en sus brazos se tensa al ejercer presión.
—Ya no me interesa—Lo empuja pero el cuerpo de Hayden, no se mueve ni siquiera un poco.—Si vas a divertirte, usa por lo menos protección y no dejes que te besen, no quiero terminar contagiado de alguna enfermedad....Es más, ni se te ocurra besarme.
¿Qué rayos estoy diciendo? Eso sonó a celos camuflados con dignidad e indignación. ¡Demonios, desde en la mañana no he podido concentrarme por culpa de este mocoso tan molesto, tengo tantas ganas de golpearlo.
—¿Seguro?—Frota su pelvis sobré la de Maximiliano, calentado más y más esa emocionada cosa entré sus piernas—¿Después de arma tanto alboroto solo decides rendirte?.
Desliza sus manos hacia caderas de Maximiliano, estremeciendo al alfa. Ya que, bajó de esa bata solo llevá un apretado boxer, las caricias de Hayden, se sentía mucho más que cuando lleva pantalón.
Hermoso, esa expresión es hermosa. Esa mirada que está viéndome con reproche, es tan maravillosa, tanto que quiero seguír molestándole.
Maximiliano no pesaba dejarse, ya no más. No iba a permitir que Hayden se saliera con la suya. Él también llevo sus manos a las caderas del más joven, apretado desvergonzadamente.
—¿Crees que tu eres el único que puede tocar sin permiso?—Lo ve con una mirada arrogante. Creyendo que eso molestaría a Hayden, pobre ingenuo.
Solo estaba haciendo lo que Hayden estába esperado que hiciera, de esa manera tendría más oportunidades de aprovecharse del alfa, haciéndole creer que se sentirá molesto el ser manoseando, pero la realidad es que le encanta.
No quería hacer esto pero tampoco quería ser el único al que molestan siempre, mi intención era solo poner mis manos, pero se movieron por si solas....Aún bajo ese chadal deportivo, puedo sentir cuan suaves y firmes son sus caderas. Se siente bien tocarlas....¡Que demonios estoy diciendo!
Maximiliano alejó sus manos por la sorpresa que se llevó al tener tales pensamientos. Ese movimiento brusco logró que la bata se abrirá un poco más.
Hayden remojo sus labios y tragó muy grueso al ver esa piel de porcelana, sus ojos brillan peligrosamente al ver esos rosados pezones.
Maximiliano logró sentir a la perfección esas emociones ya que, el miembro de Hayden, se volvió un poco más grande dentro de ese chándal. El alfa tiene una mirada extraña al ver el semejante bulto duro sobre una de las piernas del más joven. Eso le hizo saber que había despertado a una bestia que no debió jamás ser despertada.
—¡¿Ung?!—Maximiliano quería huir pero ya era demasiado tarde.
Un pequeño gemido salió de los sorprendidos labios de Maximiliano. Hayden de un momento a otro había llevado sus labios a los rozados pezones del alfa. Eso fue tan sorpresivo que, el cuerpo de Maximiliano se contrajo al sentir la rasposa y caliente lengua ultrajar sus erectos pezones. Enviado una rara sensación desde la punta de su cabello hasta la punta de sus pies encorvados dedos de sus pies.
—¡¿Qué crees que estás haciendo?!
Maximiliano tira con fuerza del cabello de Hayden, queriendo alejarlo de su cuerpo antes de que se ponga más extraño de lo que ya estaba, pero esté solo siguió succiona con más fuerza el pezón que está destrozado con su boca.
—Mmm~—Joder, ¡¿Desde cuándo soy tán sensible?!—¡Hayden es mejor que pares o me veré en la obligación de...¡¿Aahh?!—Rojo escarlata fue el color que adorno el rostro de Maximiliano.
El alfa no logró notar en qué momento Hayden, lo había despojado de su ropa interior y llevado una de sus manos al erecto y duro miembro.
Caliente, su mano y boca son tan calientes que es una locura. ¿Estoy tan necesitando que me estremezco con el más mínimo toque de este mocoso? o es porque es la primera vez que soy tocado de está manera.
Lindo, quiere ocultarlo pero no podra hacerlo, yo puedo verlo claramente. Sus piernas están temblando y su cuerpo se estremece entre mis brazos, lo está disfrutando tanto como yo, lo hago.
¿Podremos ir de una vez al final o tendré que esperar mas tiempo? Estoy demasiado excitado que quiero meterlo de una sola vez en ese bonito agujero de un color rosa como sus pezones, estoy seguro de ello.
—Mi reina—Susurra al oído.
Hay va de nuevo con ese apodo que lo dice una manera tan dulce y con mucha admiración, ¿Él recuerda la confesión-advertencia que me dijo ese día? ¿Serán la misma persona?
—¿Tus ojos siempre han sido rojizos?—Preguntó entre jadeos.
—No, anteriormente era marrón rojizo. ¿Por qué?
—Curiosidad—¿Por qué le cambió su color?—Ya quitarte antes de que te rompa los labios por ver hecho lo que hicistes...
—Golpearme—Desafio de una forma seductora, mientras pasa sus dedos suavemente por el glande de Maximiliano.
¿Eh? ¡Esta cosa grande y gruesa no haciendo usada! ¡¿Ni siquiera se ha masturbado?! Ese frenillo que indica que es virgen sigue ahí, no ha sido desplegado ¿Por qué me emociona ese hecho? Hay una rara sensación en mi pecho, ¿Es por qué estoy feliz o decepcionado? Decepcionado de no poder matar a las personas que se atrevieron a poner una mano encima sobre mi reina, y feliz porqué seré su primer y único hombre en todo los aspectos.
Hayden logró contener la gran carcajada que quería dejar salir de sus labios. No podía arruinar la atmósfera con una sonrisa escalofriante, que para él, supuestamente era una sonrisa dulce.
—Mng~...¿Que piensas hacer?—Se sobresalto al ver a Hayden, arrodillarse y no precisamente para rezar—¿Hayden?...¡Uhmg~!—Maximiliano abrió en grande sus hermosos ojos celeste al ver la sonrisa pícara en los labios de Hayden.
—Solo disfruta, mi reina—Lame sus labios antes de llevar su boca al erecto miembro del alfa.
Huele bien, ¿Se ha duchado? Esta área también es muy hermosa y sin ningún vello púbico, huele a jabón de olor sofisticado, ¿Se preparó o solo es una coincidencia?
Está cosa a penas cabe en mi boca, sigue siendo un alfa despues de todo, en mi cabida bucal puedo sentir ese palpito y no es precisamente de su corazón. Cada vez paso mi lengua sobre está para de carne, se estremece al igual que se estremece su cuerpo tembloroso.
—Aahh—Maldición...su boca es pequeña y a la vez humedad, una humedad que parece las llamas del mismísimo infierno por lo caliente que se siente al igual que su respiración sobre mi piel.
El alfa maldice por no poder controlar sus escandalosos gemidos que salen se sus labios por más que quiera controlarlos. Su atractivo y explendido rostro se encuentra rojo rojo, por la timidez.
¡Su lengua...su lengua, está lamiendo y envolviendo mi miembro, como si estuviera peleando y saboreando lascivamente un bombón. ¿Que está intentado hacer...?
—¡AGH!
Maximiliano se sostiene del cabello de Hayden, no sabe si es dolor o placer lo que está sintiendo en este preciso momento, solo puede sentir una rara sensación por toda su columna dorsal y la manera en la que la cabeza de su miembro va quedado al descubierto porque Hayden, está haciendo un gran trabajo en deslizar ese frenillo.
—¿Qué...Qué es ésto?—Tartamudo.
Mis piernas flaquen peor que la gelatina, una sensación caliente y a la vez excitante se genera desde mi pelvis hasta la punta de mi glande.
—Nhm~—Mi menté se pone en blanco cada vez que su lengua se roza desde la punta hasta el tronco y en la manera que su manos me tocan....¿Eh?—¿Hayden?—Su mirada se encuentra dilatada y confundida, estába a punto de llegar al clímax pero el más joven, se detuvo abruptamente.
—¿Vamos a la habitación?—Pregunte, sin su permiso no pienso ir más lejos que esto—Dime que sí—Besa los labios de Maximiliano.
El alfa no podía dar una respuesta en su estado actual, su mente es un completo caos. Su mente le dice que diga un rotundo no, pero su corazón y cuerpo le decían lo contrario.
Si digo que sí, eso querría decir que no habrá vuelta atrás y quedaremos en una situación complicada al día siguente. ¿Está relación de mentiras se volverá incómoda? ¿Acaso importa? De todas maneras muy pronto solo seremos dos simples desconocidos, nuevamente.
—Asi grites que me tengan—Levanta en sus brazos a Hayden—No voy a detenerme—Sube la escalera.
—¿Es así?—Jajajajajaja, dice unas palabras tan tiernas. Mi reina es tan adorable—Entra a mi habitación—Veremos quién le grita a quien que se detenga.
Hayden devora los labios de Maximiliano, al mismo tiempo que sus piernas se aferran de la afilada cintura del alfa. Maximiliano había caído completamente en la red de Hayden.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top