capitulo 13
Este lugar es mucho más llamativo de lo que se muestra allá a fuera. No me quejó de mi casa, pero comparado con este lugar, mi casa no es nada. Hayden debió pensar de la misma manera cuando vino a vivir con un joven maestro como Maximiliano white.
Nikita asombrado por estar en un rascacielos tan sofisticado cómo este, no deja de ver a todos lados admirando cada rincón. Captado las miradas de las personas que salían y entraban. Lo veían como un chico de campo. Después de todo viste un chándal negro, sudaderas blanca y unos tenis blancos. Escondido sus sobresalientes atributos, de igual manera sigue viéndose atractivo.
En su hombro izquierdo lleva una mochila, sus manos llevan una pequeña caja la cual protege muy bien por temor a que se caiga.
—¿Disculpe?—Otra vez un campesino en este lugar—¿A dónde se dirige?—Pregunta amablemente pero con una expresión que, muestra disgusto.
Este es el guardia de seguridad del que habló Hayden, no exagero cuando dijo que tiene una cara prepotente. Me mirá de menos solo por no llevar ropa de marca. Tengo ganas de estrellar este pastel en su cara. Pero no puedo, es el favorito de Hayden. Me mataría si lo desperdicio de esa manera.
—Voy al piso cinco. Mi amigo me está esperando.—No es así, voy a caerle de sorpresa a Hayden. Necesito darle las buenas noticias.
—¿Tiene invitación? ¿Algo que confirmé lo que está diciendo?
—Soy amigo de Hayden King, pronto de White.—Sonrío.
Ahora entiendo todo, tenía que ser alguien de su misma clase. Temo que de un día para otro este lugar se contaminen con tantas personas de bajos recursos invadiendo todo esté lugar.
Nikita busco su celular, se fue directamente a galería en busca de un vídeo. Hayden ya había previsto está situación por lo que, preparó un vídeo.
"Se lo que estás pensando. Te crees mucho, pero tú padre solo es el perro de un alto ejecutivo del grupo XX. En comparación a ti, somos mejores" Con su mano hace una mueca de que le romperá el cuello.
El guardia de seguridad se asustó un poco, Hayden había adivinado lo que pensaba sin siquiera verlo a los ojos. El vio a todos lados y no veía a el joven de ojos rojos.
—Da miedo ¿Verdad?—Aguarda el celular—Te daría mucho más miedo si convivieras con él—Se acerca al guardia—Hayden es el diablo mismo—Sonrío ampliamente.
Para Hayden este ascensor solo debe de ser un adorno, jamás lo usaría. No después de lo que le sucedió estado en uno.
Nikita presionó el piso cinco, las puertas se abrieron casi al instante que las puertas se cerraron. Salió, sigue las instrucciones de Hayden.
¿Por qué tantas cámaras? Eso quiere decir que notaron mi llegada desde que baje del ascensor, este sujeto es muy precavido o paranoico. Bueno, es millonario después de todo. Ni bien había tocado la puerta cuando fue abierta.
—¡Tú!—Exclama con molestia, Constantine.
Nikita frunció el ceño lo más horrible que pudo, su disgusto por ver al dueño de esos ojos violetas, fue tan claro que, Constantine tenía ganas de tomarlo por el cuello y darle una lección por verlo llamado perro apestoso.
Algo que Nikita nunca dijo, pero Constantine creyó las mentiras de Hayden, este solo quería burlarse de él. Nunca esperó que se lo tomara tan a pecho. ¿Oh, si?
—¿Quién le dió permiso de hablarme de tutearme?—Lo ve con desdén—Que sea más viejo que yo, no le da el derecho de hablarme tan casual. Que irrespetuoso—Resopla con desagradó.
Las venas en la frente de Constantine, van explotar en menos de un segundo. Le dijeron viejo tan abiertamente, eso era inaudito.
—¡Mira mocoso!—Lo toma por el cuello de la sudadera—¡Solo nos llevamos unos años, soy tan joven como tú!—Gruñe molesto.
—Esos años son la gran diferencia de que está anciano—Sonrío burlón.—Enojarse solo lo volverá más anciano, anciano.
El rostro de Nikita está muy cerca de Constantine. Este podía ver la forma en la que esos ojos verdes esmeralda, se torna juguetones. Eso le irritó todavía más.
—Vayan a un maldito hotel o a la otra habitación de este mismo lugar, pero dejen de hacer una escena en la puerta de mi casa temporal. Es muy molesto—Frunce el ceño.
Hayden venía bajado las escaleras, subiendo las mangas de la sudadera gris. Lleva algo similar a lo que viste Nikita. Solo que la de él, es de alta costura y su cuerpo resaltaba tan seductoramente.
—Esto es mío—Le quieta el pastel a Nikita.—Puedes pasar, bienvenido.
—¡Ho..Hotel!—Salió del transe—¡De que demonios estás hablando!—Exclamó. Su rostro se tiño de escarlata.
¿Eh? Tiene tal lado tímido, ¿que paso con ese temperamento de perro rabioso de hace unos momentos? Así que, es un alfa con cuerpo masculino pero interior de niño lindo tímido.
—¿Que me está mirando?—Vuelve a poner su expresión fría—No sé emocioné, no es mi tipo. Está demasiado viejo, podría ser mi padre—Froto sus brazos con disgusto de solo imaginarlo.—Hasta ese calvito se ve más joven.
Jacinto se maldijo a sí mismo por salir de la cocina justo en estos momentos, siempre lo toman como objeto de burlas.
—A mi no me menta en sus disputas—Suspira frustrado—Me vuelve a decir así, y me voy a olvidar que es un niño—Advierte. Solo puede aceptar que Hayden, le diga así, aunque no le agrade.
—¿Y crees que tú sí? Quién demonios querría estar con un mocoso que aún se come los mocos—Se veían con odió.
Era como estar viendo a un Bulldog y a un pitbull ladrando ferozmente. Nikita era el pitbull a los ojos de Hayden, no podía ver a su amigo como el más pequeño, después de todo es más grande que, Constantine, por dos centímetros.
Hayden y Jacinto solo ven la discusión desde el sofá, quién sabe de dónde habían sacado palomitas. Querían reírse pero logran evitarlo, no quieren que el show se detenga.
—De igual manera sigo sin usar pastillas para que se me paré—Ve la entrepierna de Constantine—Soy joven, energético—Sonrío orgulloso aunque, es más virgen que un pétalo de una flor—No como otros—Arquea su ceja.—Tome bastante agua, así sus riñones estarán un poco más sanos.
—Jajajajaja—Hayden no puedo controlar más su risa—Ese es mi Niki—Levanta el pulgar.
—Constantine, deja de discutir con un niño—Jacinto niega con su cabeza.
Es la primera vez que veo a Constantine, perder su compostura. Por más irritado que este, no dice lo que piensa a menos que nuestro jefe le pregunté o lo deja hacer lo que quiera.
—Si siguen haciendo tanto escándalo, nuestro jefe no tardará en bajar.
No quiero ver su expresión molesta, solo espero que no recuerde nada de lo que sucedió, del como beso al joven King y este aprovechó hasta la más mínima oportunidad para ultrajarlo. Mi cuerpo todavía tiembla al recordar esa opresión por parte de Hayden King. Tanto así, que me hace dudar que sea un simple mocoso. Algo esconde, pero preguntaré, todavía apreció mi vida.
—No voy hacer regañado por ustedes—Señala a los dos culpables del escándalo.—Sigan discutiendo allá afuera—Apunta la puerta.
—¡Choco!—Nikita se agacha para poder acariciar al pastor alemán—Buen chico, también te extrañé.—Ignora la mirada irritada y asesina de Constantine.
Jacinto se sintió muy molesto al ver esa interacción, después de todo, si ellos intentan acariciarlo, Choco quiere morderlos y dejar solos los huesos de sus manos, hasta para darle de comer batallan por temor a desquiciarlo.
—Niki, ¿Por qué vienes tan temprano?—Se levanta del sofá con el pastel en sus manos—¿Por qué no me avisaste que vendrías?—Camina hacia la cocina.
—No te hagas el idiota—Deja la mochila en el sofá—Bien que sabías que vendría, ¿no era esto lo que esperabas desde un principio?—Le da una mirada altanera al de ojos violetas, sigue a su amigo.
Este maldito mocoso se cree dueño de este lugar, es tan molesto como el joven King. Tienen ese algo que te hacen salir de tus casillas.
—Me invitaste solo para ver el espectáculo. ¿Tan aburrido te encuentras como para divertirte de los problemas ajenos? ¿De mí?—Tomo asiento frente a la isla de la cocina.
—No, como crees. Me lastiman tus palabras—Busca dos pequeños platos para servir pastel—Es hiriente que pienses así de mi, de esa manera—Finge limpiarse las lágrimas.
—¡Por lo menos oculta esa maldita sonrisa!—Ambos se ponen a reír como dos locos.
Jacinto y Constantine no comprenden el comportamiento de esos dos jóvenes. Solo ellos se entienden a su manera extraña.
—Por poco le tiró el pastel al guardia de seguridad, están desagradable como lo comentastes.
—Lo hubieras hecho.
—¡De verdad!
—Si—Levanta su mirada—Y después estarías nadado con pirañas—Sonrío dulcemente, pero sus ojos rojizos, son fríos fríos.
—Solo es un desgraciado pastel...cof, cof....
Hayden tenía tan buena puntería que de un solo intentó, le metió un pedazo de pastel a Nikita, mientras esté estaba hablando.
—Maldito—Sus ojos se volvieron un poco húmedos.
—Ves—Deliza un plato con una rebanada de pastel, hacía su mejor amigo—Es mucho más que un pastel, puede asesinarte.—Sirve dos tazas de café.
—¡Tu eres el lunático, no el pastel!—Bebe un pequeño sorbo de café—Que rico—Vuelve a sorbe otro trago—¡Tiene sabor a vainilla!—Le encanta la vainilla—Lo compraste para mí—Sonríe felizmente—Sabes que te a...mo.
Nikita sintió una terrible aura fría, justo detrás de su espalda. Tenía temor de darse la vuelta y ver a la persona detrás de él. De igual manera tomo valor para ver quién era, sus ojos verdes esmeralda se estremecen al mirar esos ojos celeste, tan fríos, sin expresión, daban miedo.
—¡H-Hola...señor—Tartamudeo un poco.
¡Dios, mi corazón late tan rápido! Este es el aclamado Joven maestro Withe, tiene tanta presencia que me hace sentir tan pequeño. Su mirada es como estar tocado el hielo.
—¿Alguien puede explica lo que está sucediendo aquí?—Su mirada va directo a Hayden.
Está acabado, nuestro jefe odia que invadan su departamento sin su permiso. Nosotros también seremos reprendindos por culpa de joven King.
—No hay nada que explicar—Sigue degustado de su pastel favorito, es de mantequilla de maní y chocolate.—Está más que claro—Observa a Maximiliano, este lleva puesto un conjunto de ropa casual. Su rostro tiene una expresión irritada, "seguro que por la resaca". Pensó Hayden.
Maximiliano rodea la isla de la cocina para poder llegar hasta donde está Hayden, los demás siente terribles nervios de como se desarrollará la situación.
—No estoy bromeando, ¿con que autorización trajistes a una persona a mi departamento?—Fulmina con la mirada a Nikita, mostraba un desagradó absurdo por el pobre joven alfa.
Nikita no entendía del porqué le miraba de esa manera, no le había dicho ni hecho nada para recibir esa hostilidad de su parte.
—Con la mía por supuesto—Ve esos ojos celeste—Niki tenía que venir a recojer el dinero que gastó en reparar su camioneta. Constantine, se lo debe.
—¡¿Qué?!—Exclaman al unísono.
"¿De que demonios estás hablando?" Le pregunta con la mirada. "No dijites que gastaste mucho en repararlo" Responden calmado, mientras Nikita está sudado frío por la mirada de Maximiliano.
—¿No habías arreglado ese asunto ya?
—Ese niño no lo permitió.
—¿Cuánto fue lo gastado?—Extiende su mano en dirección a Constantine, indicado que le alcance la billetera.
—¡No es necesario jefe, es mi asunto! Yo soy quién debe de pagarle.
—No quiero su dinero—Responde firmemente—No lo necesito.—Maldito, le encanta verme en este tipo de aprietos.—Si viene aquí, es únicamente para ver a Hayden, tengo algo que decirle.
Maximiliano se empezó a sentir más molestó por esa declaración de Nikita, no le gusta para nada esas palabras, por lo que, se acercó más cerca de Hayden, sus manos se delizan por los hombros del menor.
¿Que demonios significa esa expresión? Dejo de verme fríamente para darme una mirada arrogante a la vez que muestra su cercanía con Hayden...y el desquiciado de mi mejor amigo, lo está disfrutando. Lo puedo ver en su rostro, lo está disfrutando mucho.
Ahora todo tiene sentido. Mi presencia lo hace sentir amenazado y ni siquiera se da cuenta de ello, que está marcado territorio tan abiertamente. Maximiliano es demasiado puro e ingenuo para ser un alfa, no sabe cuan calculador puede ser la persona junto a él. Hasta estoy sintiendo lastimado por él.
—¿Qué tienes por decirle?—¿Que estoy haciendo? Mi cuerpo solo se movió por si sólo.
—Si. ¿Que tienes por decirme Niki?—Se inclina hacia adelante, evitando el contacto de Maximiliano.
Maximiliano se desconcertó al ver cómo Hayden, está evitado ser tocado por él. Siento un retortijón en su estómago, una sensación extraña y desagradable. De repente ese desagradó fue dirigido a Nikita, inconscientemente lo está culpado de robarle la atención de Hayden.
—¿No has visto tu correo electrónico?—Evita a toda costa ver esa mirada asesina de color celeste—Permítame—Va a la sala por su mochila, al pasar junto a Constantine, lo pasó rozado con su hombro, muy bruscamente.
Constantine se contuvo porqué enfrente está su jefe, pero encontrará la manera darle su buen merecido al que él creía un mocoso impertinente.
—¿Cuál es el misterio?—Maximiliano vuelve a deslizar sus manos por los hombros de Hayden, el cual está muy feliz pero finge que no le importa. En su rostro no se puede ver ninguna expresión.
¿No recuerda nada de lo que pasó ayer? Si lo hiciera, se hubiese levantado solo a matarme, oh me daría esa penetrate mirada celeste que te congela. Pero está actuando de una manera linda, muy linda. Tanto así, que quiero subir a la isla de la cocina y devorarlo a besos mientras mi miembro se frota contra su ardiente cuerpo.
—Mira—Le muestra el correo.
"Tengo el honor de informarle que usted, Nikita Galés. Fue aceptado"
—¡Fuiste aceptado!—Sonríe ampliamente—¡Pasaste, todos esos meses de desveló y frustrantes dónde no podíamos descansar por tanto estudiar, valieron la pena! —Se aleja de Maximiliano. Haciéndolo sentir solitario y mucho más molestó por las sensaciones absurdas que esta sintiendo.
¿Que demonios me pasa? La borrachera de ayer me afectó y es por es que estoy actuando así. ¿Todavía sigo ebrio? Sí, la resaca tampoco está ayudando mucho.
—Felicidades Niki—Lo levanta en sus brazos—¡Felicidades!—Sigue sonriendo.
—De acuerdo, bajarme—Nikita tampoco podía controlar su felicidad.
A los ojos de Constantine y Maximiliano ese par de jóvenes se veían con miradas de dos personas enamoradas. Mas cuando vieron la brillante sonrisa de Nikita, en la forma que se veían, era difícil de no malinterpretar.
Pero, solo ellos dos son quiénes ven cosas dónde no las hay. A los ojos de Jacinto, solo son dos jóvenes felices por ver logrado su objetivo, sueño y Hayden solo estaba mostrado su felicidad por el logró de su mejor amigo.
—¿Por qué no vas a ver tu correo?—Maximiliano alejó a Hayden, este casi tira a Nikita, por la manera brusca en la que lo jaló.
—¿Estás bien?—Constantine logró atrapó a tiempo.
—Sí—Se aleja de él—Gracias—Nikita sabía cuando ser agradecido.
Constantine se quedó viendo sus manos, con ellas había sostenido la cintura de Nikita, se había sorprendido por la estrecha cintura que había bajó de toda esa ropa floja.
—Bajaré en un momento—Corre a su habitación.
Nikita maldijo mentalmente a Hayden por a verlo dejado solo, quería desaparecer de la penetrate mirada de Maximiliano.
—¿Puedo preguntarte algo?—Maximiliano apoya su cintura en la isla de la cocina.
—¿Que cosa?
—¿Sabes todo sobre mi relación con Hayden?
—Lo corrijo, no es una relación. Es un contrato obligatorio.
Eso hizo qué las venas en el cuello de Maximiliano, se sobresalte por irritación, era cierto pero no quería que Nikita, lo este corrigiendo.
—Deberia estar orgulloso—Lo ve a los ojos—Hayden no es una persona que se dejé atrapar fácilmente. Tiene suerte de ser atractivo y joven. Con permiso—Salio casi corriendo a la sala.
—¡Niki, ven a felicitarme!—Grito.
—Felicidades.....—Nikita se quedó con los brazos levantados, detrás de él, se encuentra Maximiliano desprendido un aura aterradora.
—¿No me vas a felicitar?—Mira a Maximiliano.
—Felicidades—Expresa monótono.
—Vamonos—Ya era hora de ir al trabajo—Calvito, puedes comer una rebanada de pastel—Se despide de ambos animales—El resto lo pones en la nevera.
—Con permiso—Sigue a Hayden.
Se comportó como si le dirá igual mi existencia, ¿dónde está el Hayden descarado? Hoy ni siquiera se comportó irritante...¿Dónde está la persona de anoche que me mordió como un perro desobediente?—Después de todo, si recordaba.
Maximiliano estaba reaccionado justo como lo esperaba y quiere Hayden.
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