capitulo 12

Una imponente figura con aires malignos entró por las puertas de una pequeña y poco llamativa tienda de celulares. El personal muy respetuosamente se alineó al verlo entrar. Cada uno de esas diez personas tenía una prenda de ropa o accesorios en sus manos.

—¡Bienvenido maestro!—Cada uno de esos hombres vestidos de traje, le quitan la ropa a su señor, la remplazan con una más sofisticada y accesorios de marca y personalizados.

Camisa blanca de vestir con cuatro botones sueltos, a la cual él, le subió las mangas con mucha sensualidad hasta sus codos. pantalón rojo vino, zapatillas negras.

Su rostro está oculto tras una máscara hecha a mano en forma de pétalos de rosa, lo único que puedes ver es esa fría mirada y una oscura sonrisa pintada en sus sexis labios.

—Aten mi cabello—Ordenó en un tono grave.—Hace mucha calor, tampoco quiero ensuciarlo.

—¡Sí!

Tomó una de las tantas coletas que siempre llevan en sus muñecas, con sumo cuidado y con temor de irritar a su señor. Enrolla ese sedoso cabello azabache en una cola de cabello.

—¿Le molesta algo? ¿Quedó apretada?—Preguntan con preocupación.

—Está bien—Se pone unos guantes negros—Haz mejorado, Joali. Tus manos ya no tiemblan como gelatina.

—Me halaga, maestro—Suspira aliviada.

Entré un montón de hombres varoniles y bien parecidos ella es la tercera de tres mujeres perteneciente al grupo. Fue ayudada por su señor, cuando escapaba de las garras de un secuestrador. Sus cabellos rubios y esa mirada dorada era deslumbrante para los viejos ricos que compraban a esa clase de belleza y al ser Omega, lo volvía todavía más peor.

—¿Ha surgido algún problema?—Agarra el bate qué le fue entregado.

—Todo está yendo bien— Joali, presiona un punto específico en la pared.—Pero ayer recibimos una solicitud a lo que no estamos acostumbrados.

La pared se abrió en dos mostrado un camino a un lugar completamente distinto al lugar dónde había entrado, en medio de todo ese resplandeciente interior, con diferentes salas de tortura y unas escaleras que te lleva a un segundo piso, había un hombre arrodillado, atado de manos y pies.

—Buenas noches, maestro—Saludan respetuosamente, su jefe solo levanta la mano, ellos vuelven a sus posiciones.

—Comprendo—Mira fijamente a ese hombre—¿Que solicitud?

No fue necesario verlo a los ojos, con solo bastaba sentir esa mirada en su cuerpo, sabía de quién se trataba. Solo había una persona que te podía hacer sudar y temblar de miedo con solo mencionar su nombre y sentir su presencia de primera mano.

—Un riñón, quieren que consigamos un riñón.

—¿Un riñón eh?—Se pone en cuclillas enfrente de ese hombre que está sudando frío—¿Para quién es el riñón?—Con sus manos presiona el cuerpo de esa persona, justo donde se encuentra el riñón.

Eso lo hizo temblar de pavor, no era necesario ser inteligente como para no darte cuenta sobre lo que le está dando a entender.

—N-No...por favor no—Tartamudeo con súplicas.—Yo..

—¿Por qué súplicas? ¿tienes miedo?—Su mirada se encuentra confundida —¿Haz hecho algo malo como para pedir disculpas?—Su voz es tan dulce que lo vuelve más sofocante y aterrador.

—¡Por favor...por favor!—Suplica una y otra vez.

—¿Sabes lo que más odio despues de los pedófilos, violadores, Proxenetas?—Deja de estás en cuclillas—¡A los bastardos que quieren pagar sus deudas con sus hijos!

—¡Agh!—Habia recibido un golpe en su hombro, dislocado de una sola vez.

—Se supone que los padres deben de proteger a sus hijos, darles amor para que crezcan bien.

Suelta otro golpe, está vez le quebró una pierna, el hombre solo podía gritar de dolor. Retorcerse peor que un horroroso gusano.

—Si no van hacer buenos padres, no tengan hijos. Por eso existen los condones y pastillas anticonceptivas—Sigue golpeado pero sin dañar ningún órgano interno.—No merecen ser padres, tú no mereces ser padre. ¡Bastardo de mierda!—Sigue golpeado una y otra vez.

Su cuerpo empezó a emanar un aura roja que envuelve al hombre en el piso, siente que esas feromonas son como tela invisibles apretado su cuello, cortándole el aire, esa sensación es mucho más escalofriante y dolorosa que ser golpeado con ese bate de hierro.

Los ojos se han vuelto rojos y su rostro morado por el aire que no puede llegar a su pulmones, de su nariz a empezado a salir sangre como si de una hemorragia nasal se tratara. Se podría decir que esas feromonas era ingerir veneno por la forma en la que te destruye.

Los presentes ya llevaban sus protectores anti-feromonas, sin ellos estarían tosiendo cuál perro atragantado con un hueso en la garganta.

—Sigue con el informe—Le ordena a Joali.

—¡Si!... Es para una niña de tan sólo 15 años, al parecer tuvo un accidente mientras hacia una excursión con su maestros y compañeros de colegio.

Sigo sin acostumbrarme a ver esa reacción cada vez que, alguien percibe las feromonas de mi maestro. Por más leve sea el olor, hace que tú nariz sangre. Es por eso que tuvo que sufrir mucho para poder controlarlas y no dejarlas salir a menos que sea necesario.

—¿Segura que fue un accidente? ¿De quién es hija esa niña? ¿De un político? ¿Empresario?—Le entrega el bate a uno de su personal, se dirige a la mesa por algo que pueda causar más daño. Sigue soltado sus feromonas como si fuera una bengala de rescate.

—Sí, fue una accidente. Envié a uno de nuestros investigadores y resultó que ese día llovió y el suelo se volvió resbaloso. Y no, no es hija de nadie influyente.

—¿Es así? ¿Puede pagar la tarifa.

—Es un hombre de unos 40 años, dueño de un restaurante. Aunque no es uno prestigioso, muchas figuras importantes suelen ir allí, para pasar desapercibido.

—Aja.—Le indica que siga con la información.

—Es padre soltero. Su esposa omega masculino, murió cinco años después de dar a luz. Él a intentado por medios legales obtener la oportunidad en el hospitales, envío la solicitud desde hace seis meses.—Joali mira directamente a su maestro, este está muy pensativo.

Que padre tan amoroso, está dispuesto a todo por salvar la vida de su pequeña hija, sin importar que llevé el pecado de obtener un órgano ilegalmente. Quitándole la oportunidad de vivir bien a otra persona.

—Pero, sigue sin encontrar uno compatible. Desesperado por la información de hace unos días, que a su hija solo le queda un mes de vida si no recibe un nuevo riñón, decidió hacer una solicitud a nosotros.

—Entiendo...abrirle la boca—Demanda, dos de esas personas lo sostiene y el otro le obliga abrir la boca.

—¡No, por favor!—Sus ojos verdes se humedecen del miedo al ver esa sonrisa sádica en los labios del que llevá la máscara—Me..me equivoqué...yo estoy equivocado—Tiembla desesperado—Encontrare la manera de pagar....lo prometo...Maestro Bloo.....Aaaah—Grita de dolor.

No era para menos que grite de dolor, su muela está siendo sacada bruscamente. Lo peor es ver esa sádica y horrible sonrisa en el tal maestro. De lo que parecía una organización, del bajó mundo. Son como gánster pero más sofisticados y con una amplia red de información como negocios legales e ilegales.

—Te lo advertí cuándo hiciste el préstamo, en ese entonces te veías tan seguro de ti mismo—Jalo rudamente la tenaza en su mano.

—¡Aaaaah!—La muela había sido extraída.

La sangre salpicó la camisa del maestro, que hace unos segundos era puramente blanca. La mirada del que llevá la máscara se tornó mucho más sádica.

—Hermoso, jajajaja—Sonríe cuál loco—¡Que hermoso color! ¿Verdad?—Sus ojos brillan peligrosamente.

—Sí, Maestro. Muy hermoso, ese color blanco necesitaba algo de rojo en ella.—Responden al unísono.

—Ya que estoy de buen humor, te daré una opción para pagar tu deuda. ¿Quieres escuchar la oferta?

—S-Si—Jadeo

—Tu riñón. Paga la deuda con uno de tus riñones, es un precio bajo para alguien que debe el doble de lo que vale un órgano.

Sonríe dulcemente, para ese hombre esa sonrisa era estar viendo la sonrisa de un ser más malvado que el mismísimo rey demonio.

—Si no es compatible con el de la pequeña, tendrás que morir.

De todas maneras morirá, jamás podra pagar la deuda y mi etiqueta me impide dejarlo suelto, eso solo traerá problemas para sus hijos los cuáles le temen. Es un bastador que nunca se a preocupado por ellos. Mejor que descanse en vez de que termine vendiendo sus hijos a alguien más.

—¿Qué dices?—Deja de estar agachado—¿Te gusta la idea?...3..2...

—¡Sii!—Exclamó. Sabía que sino decidía antes de que llegara al uno, sus entrañas serían retiradas al rojo vivo. Sin compasión.

—Buen chico—Palmeo la cabeza de ese hombre, estremeciendo todavía más al tembloroso cuerpo.—Llevarlo a la enfermería, dile que le haga las pruebas que le enviará Joali.

—Como ordene—Lo metieron en una bolsa negra para que no manche de sangre el piso cuando salgan de esa sala.

Me siento más relajado después de hacer un poco de ejercicio, mis hombros dejaron de estar tensos después de blandir ese bate de béisbol.

—Dile que su solicitud será aceptada—Suben las escaleras para ir al segundo piso.

Es mucho más elegante que ahí abajo donde torturan personas. El segundo piso es lugar donde irradia sofisticación de una persona nacida en la realeza.

—Solo tendrá que pagar la mitad, la otra mitad será cobrada de diferente manera, como por ejemplo; promover información importante de lo que se hable en ese restaurante—Enciende un puro.

Sentado con las piernas cruzadas en el sofa, parecía un digno gobernante de las tinieblas, y ese humo que salía de su boca lo hacía parecer más atemorizante, sus ojos brillan fríamente con ese color tan rojo como las manchas en su camisa.

—Que dos de mis chicos trabajarán en ese lugar como meseros o limpia pisos.

—Entiendo—Le pasa la tablet—Está es toda la información de la paciente.

Es una adolescente muy bonita, con solo ver su pálido rostro se puede decir que está sufriendo mucho, pero ni así, pierde ese brillo en sus ojos. "Quiere sobrevivir" eso es lo que gritan su mirada.

—¿Cómo va todo con respecto a la subasta?—Apaga la tablet—¿En verdad estarán subastado el zafiro del océano?

Es un zafiro más puro que cualquier que exista, su color azul es como está viendo el mar y el cielo en el mismo instante. Fue encontrado en las profundidades de una cueva en el mar del norte.

Se dice que el anterior dueño que era un duque, lo tiró al mar, porque ahí es donde murió su amado, aquí pensaba dárselo. Con el cual no logró ser feliz, porque era un alfa plebeyo y el duque, también era alfa. Una relación imposible tanto en estatus social, como genero.

Está evaluando en más de trescientos mil millones de dólares, solo unas cuantas personas saben sobré esto, y los de la subasta solo piensan que es un simple zafiro con cierto valor, gente inculta. Sera muy ventajoso comprarlo solo por unos cientos de dólares o menos.

—Sí, uno de nuestros chicos infiltrado en ese lugar, lo confirmo. Es igualita al de la historia que contó el señor Night—Es bueno que minimizamos la información para que sean menos las personas que conozcan su valor.—¿Asistirá?

—Por supuesto, todo lo que deseo y marco debe de ser mío y ese zafiro no es la excepción, me pertenece—Su mirada brilla con codicia al igual que recordó aquellos ojos que lo ven con frialdad....—Quién sabe, tal vez se lo daré a mi futura esposa—Sonrío con picardía.

—¿Ya tienes a alguien en mente, ¿Quién se convertirá en la señora del maestro Bloody Rose?~ (Rosa sangrienta. Y así se llama al organización, también.)—Preguntó un anciano de alta estatura.

Esta mayor, pero su cuerpo sigue fuerte, con musculatura, sin encorvado. Vestía un traje negro liso. Sus mano sostienen un lujoso bastón con cabeza de serpiente. Su cabello negro de apoco se está tiñendo de canas, al llevar un antifaz de rosa rosa, solo deja descubierta parte de su atractivo rostro y esa mirada azul.

—¡Viejo!—Corre a sus brazos como un niño al ver un dulce.

—¿Cuando me dirás abuelo?—Con sus manos acaricia el cabello azabache del maestro Bloody Rose.

—Retirarte.

—Con permiso—Joali salió con los demás y los dos guardaespaldas del señor Night.

—Haz crecido dos centímetros desde la última vez que te ví—Abraza con cariño al más joven—No te pareces en nada al niño que conocí en ese entonces—Lo ve de pies a cabeza—¿Cuánto más creceras?

—Es todo gracias a tus cuidados—Sonríe fríamente—Se te olvida que me hiciste vivir un infierno mientras me entrenabas sin piedad alguna—Toman asiento.

—Tenia que hacerte fuerte, sin debilidades, un cuerpo lo suficientemente resistente a todos los golpes. Quién diría que todo sería mas fácil, cuando te manifestaste. Creía que serías beta por tu estructura. Quién pesaría que la prueba saldría que, eres Omega, pero con las características de un alfa dominate...no, eres mucho mejor que un alfa.

—No quiero hablar sobre eso, estás arruinando el ambiente, viejo.

—Me disculpó...¿Te estás divirtiendo con ese nuevo juego?

—Sí—Vuelve a sonreír—Es muy divertido. Cayo en mis manos justo como lo deseaba—Se levanta del sofa—Viejo, todas las piezas están en el tablero, solo que la reina me está haciendo sentir cosas—Esa mirada rojiza es difícil de descifrar—Me pondría muy furioso si sale dañado.

—Eres el caballero, tienes que proteger su seguridad.

—Aunque es una reina muy fría, y eso me emociona más—Sonríe locamente.

Esa sonrisa muestra por completo su blanca dentadura, pasa su lengua por sus notables colmillos. Esa mirada codiciosa pone super nervioso al anciano Night.

—Ire a quitarme este hedor a sangre, diles que preparen la cena, porque no sé cuándo tenga la oportunidad de venir otra vez, estoy muy ocupado lidiando con mi reina.

Estoy empezando a sentir lastima por esa persona, captó la atención de mi querido nieto, el muy desquiciado. Pero debe de ser una persona lo suficientemente hermosa y digna para llamar la atención de este moscoso.

                                              {••••••}

Esos intensos ojos celestes no dejan de observa la puerta del departamento y el personalidad Rolex en su muñeca izquierda. Muestra cierta impaciencia a la hora de quedarse viendo la puerta.

No hace mucho salió de la ducha, su cuerpo solo lleva una bata azulada que descubre su seductor pecho y al tener sus piernas cruzada se veía mucho más destructiva su belleza.

—Sirveme otro vaso de whisky.

—¿Debería ir a descansar?—Constantine sirvió el séptimo vaso de whisky, su jefe ya había pasado el límite de lo tolerante con respecto al alcohol.

Sin importar que sea un alfa, Maximiliano no es muy bueno tolerado el licor. Saco eso por parte de su papá omega, el solo podía beber seis vasos o copas y terminaba ebrio. Hablado incoherencias.

—No—Sigue mostrándose sereno pero en sus ojos ya se nota la ebriedad.—Ese mocoso me va escuchar....—La puerta se abrió.

Hayden se quedó inmóvil al ver las expresiones de todos, más la de Maximiliano que está por sacarle un ojo o perfora su cuerpo con esa mirada fría y muy pero muy molesta.

—¿Por qué todos siguen despiertos?—Se pone en cuclillas para acariciar a Choco, corrió hacia el desde el momento que lo escucho llegar.

Todavía pregunta del porqué estamos despiertos cuando el acaba de llegar pasadas de las 12 de la mañana. ¿Su trabajo es tan pesado como para terminar de esta hora? ¿Esa era la ropa que usaba cuando salió?

—Les dije que no me esperaran despiertos...¡Ugh!

Hayden fue tomado desprevenido, no sabe en que momento, Maximiliano lo levanto del cuello de la camisa y lo estrello bruscamente contra la puerta del departamento.

Los ojos rojizos muestran confusión pero también cierta diversión al ver la expresión de Maximiliano. No espera ver una visita tan maravillosa como la que tiene enfrente. Rostro sonrojado y una mirada celeste un poco desorientada, pero que seguía mostrado irritación.

—¿Estas ebrio...?—Nuevamente fue tomada con la guardia baja, los labios de Hayden, son devorados por los del alfa.

Hayden no era el único sorprendió de que, Maximiliano tomará la iniciativa. Jacinto y Constantine no podían creer lo que sus ojos estaban viendo.

Las intenciones de Maximiliano eran hacer sentir molesto y supuestamente ultrajado a Hayden. Más no sabe que, ese movimiento solo despertó una emoción indescriptible proveniente del más joven. Entre ellas, la codicia. La codicia es el sentimiento más peligroso despertado en Hayden.

Lo acepto, acepto que esta vez logro atravesar mi guardia, no una, ¡dos veces! No me espera que pudiera actuar de esta manera, pero tampoco puedo dejarlo ganar. Nada saldrá como quiere.

Hayden hizo un movimiento rápido y a los segundos, fue Maximiliano quien estaba siendo acorralado contra la pared. El de ojos rojos apresó ambas manos arriba de la cabeza del alfa. Impidiendo que pudiera usarlas.

Maximiliano podría ser dos o treces centímetros más grande que, Hayden. Pero en fuerza se queda muy atrás, en eso no le podría ganar al de ojos rojizos.

—Hermoso—Habló con sinceridad al ver la expresión en el rostro del alfa, de igual manera lo cubre para que nadie a parte de él, pueda ver esa majestuosidad.

Cabello despeinado, mira perdida por el beso acalorado, pequeños hilos de plata sobre salientes por las esquinas de sus rojos labios y un poco mordidos. Mejillas sonrojadas a causa del whisky y por el roce de su piel contra la de Hayden.

—Entre todas las cosas que en su momento he considerado preciosas, esas cosas a la par de ti, se quedan muy atrás—Con su rodilla separada las piernas de Maximiliano, presiona esa cosa que está empezando a levantase.

—¡Mmm!—Maximiliano se sorprendió por ese sonido. Podría estar ebrio pero sabía muy bien lo que estaba sucediendo.

¿Ese ruido previno de mí? ¡No, no, no puede ser! Las cosas no están saliendo como yo quiero. ¿En qué momento fui yo, el acorralado?

Quisiera hacerte mío en este preciso momento—Susurró en un tono caliente—Hacerte gritar, gemir ruidosamente con esa boca que, solo suele decir palabras, frías y sofisticadas.—Su mano se desliza bajo la bata—Tenerte arriba de mí, mientras te sonrojas y gritas por más.

Maximiliano se asustó al escuchar cierto sonido, era su corazón latiendo de una manera extraña. No podia aparte su mirada de esos ojos rojizos, que lo miran con esa ansia de querer comerlo por completo.

Esa mirada peligrosa le hizo volver a la lucidez. Ese fuerte instinto de alfa, le decía a gritos que se cuidara de ese hambriento joven, llamado; Hayden King.

—Joven King, está rebasado sus....

—¡Largo!—Les dio una mirada extremadamente peligrosa—¿Quién les permitió hablar? Den un paso más y desearan no haber nacido.

Por razones desconocidas, no podían dar un paso más, siente una enorme opresión obligándoles a quedarse ahí, inmóviles.

¿Que es este sentimiento desagradable? ¡Ni siquiera son feromonas! Pero la opresión es están horrible. ¿Como un niño de su edad puede soltar tal intención de matar?

—No tienes permitido hablarles de esa manera a mi personal—Forcejea para librarse del agarre de Hayden, sus manos están empezando a sentirse incomodas.

—Puedo hablarles como se me de la gana—Sonríe.

La pierna de Hayden frota más fuerte ese erecto y formidable miembro. Maximiliano aprieta sus dientes, no quiere soltar otro sonido extraño. Pero esa respiración es muy agitada.

—Soy tu hombre—Su mano se desliza hacía bajo, aún por dentro de la bata.

El alfa se estremeció al sentir el suave roce de esas manos, las cuales se detuvieron a mitad del camino. Hayden, lo está torturado.

—Como tu hombre, debo de corregir a esas desobedientes personas.

El rostro de Maximiliano se volvió rojo, rojo por el coraje. Levanta su pierna para golpear la entrepierna de Hayden, pero este evitó ese golpe con mucha facilidad.

Me estoy arrepintiendo de a verme emborrachado, por culpa de la ebriedad. Este maldito mocoso me está apresado con facilidad.

—En todo casó, yo seria tu hombre.—Corrigió.—Soy el mayor y quien manda en esta falsa relación.

—Jajajajaja.

El celeste de esos ojos se contrajo al ver la sonrisa de Hayden, sin malicia, oscuridad, lascivida. Solo era una sonrisa de lo más genuina que no podrá volver a lograr a ver en mucho tiempo.

Tus adorables palabras solo logran desearte todavía más.

Mañana olvidará esto, y dudo que esos dos quieran recordarle lo que ellos consideran, una "humillación" por lo tanto, ¿Debería acariciar su piel desnuda y ver todo lo que se esconde bajo esa bata?

—Crees que solo por ser alfa, no puedes ir abajo.—Acerca sus labios cerca del oído del alfa—Te haré saber cuán lascivo eres de ahí, abajo—Chupa el lóbulo de la oreja.

Maximiliano sintió que sus piernas flaquearon, jamás imaginó que el lóbulo de su oreja sería un punto sensible que, lo haría reaccionar de forma extraña.

—Vamos averiguar si un alfa también se puede mojar—Sonrío mientras lo levanta en sus brazos, como si nada. Sube las escaleras.

—¡Hayden!—Soltó sus feromonas—¡soltarme! ¡Quieres morir!

—No te muevas o te caerás—Abofeteó las caderas de Maximiliano—Si sueltas tus feromonas, eso solo hace que me caliente más, "terrón de azúcar"—Expresa dulcemente.

Dije que me sueltes—Mordió sin piedad el hombro de Hayden.

—Con que te gusta morder, ¿eh?

—¡Umhg~!

Hayden mordió a bajo del pecho izquierdo del alfa, fue una buena mordida. Ambos se habían dejado una marca.

—No ponga esa maldita cara—Les habla a Jacinto y Constantine—No pienso aprovecharme de un borracho, no es de mi agrado coger sin el consentimiento de la otra persona. Aunque me lo pidiera en este estado, no lo haría.

No querían admitirlo, pero creyeron en las palabras de Hayden, en el tono que lo dijo, era muy serio y sin rastro de burlas.

—Descanse joven maestro—Lo tira a la cama—Espero que mañana no te desquites conmigo, tu empezaste—Todo el cuerpo de Maximiliano fue envuelto como un tamal. Hayden se estaba controlando para no caer en la tentación.

—Te mataré, solo espera.—Empezó a sentir somnolencia.—Eres un maldito mocoso, desobediente, irrespetuoso. Tienes que respetar a los mayores.

Sí, sí. Me disculpo joven maestroViéndolo bien, tiene unas grandes ojeras bajos sus rojos.

Debe de estar trabajando duro para recuperar lo que es suyo. Después de todo, también es humano....Borracho es una persona completamente diferente, quien lo diría.

—Mostrarme más, deja que sea el único quien pueda ver todas tus virtudes y miedos. Descansa....mi reina—Susurra antes de salir de la habitación.

Los ojos celestes se abrieron con asombro. Un recuerdo algo borroso invadió su desorientada mente, no sabía si era un sueño o sin eran solo delirios causados por el alcohol.

—¿Oso?—Susurró antes de caer completamente dormido.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top