capitulo 11
De aquí para allá camina con preocupación el elegante hombre de cabellera azul, sus ojos plateados muestra ansiedad y molestias con la persona que ha lastimado a su pequeño hijo.
—¿Desayuno?—Le pregunta al amas de llaves, una señora bien parecida de cabellos canosos, una mirada dulce de color marrón.
No ha comido nada desde ese incidente en la mansión White, sus emociones están lastimadas. Su mirada se apagó y se encerró en la habitación. Se niega abrirle la puerta a alguien. Todo por culpa de esas dos personas insensibles.
—No, mi señor. Dice que quiere estar solo, no tiene ganas de ver a nadie.
—Entiendo, puedes retirarte.
—Con permiso.
No puedo seguir sentado sin hacer nada, tengo que solucionar este problema. Mi bebé no puede estar triste por culpa de esa persona. Maximiliano nació para estar con Oriol, es su destino y cueste lo que cueste tiene que ser esposo de mi pequeño.
—Ori, abre la puerta cariño. Es mamá, déjame entrar....mi bebé—Limpia las lágrimas de esos preciosos e hinchados ojos.
Me duele, duele verlo tan triste. Sus hermosos ojos están tan e hinchados, ¿cuánto tiempo lleva llorado? Él no tendría porqué estar derramando lágrimas por nadie, las personas deben de derramar lagrimas por mi pequeño tesoro.
—¿Que voy hacer mamá?... Maxi me odia—Solloza—¿Que tiene ese Joven? Yo soy mucho mejor que él, tengo educación, belleza. ¿Entonces por qué? ¿Por odia el hecho de que soy su destino?
Pensar que por un momento expresé que era guapo, lo alabe sin saber que es mi rival en el amor. Puedo entender a Maxi, pero no puedo aceptar esa relación. Maxi debe de ser mío. Ese joven no me lo quitará, ambos lucharemos por él, y yo seré el vencedor. No quiero usar la influencia de mi familia, pero si no me queda de otra, tendré que hacerlo.
—Ya no llores, mamá lo va a solucionar—Besa la coronilla de Oriol—Solo confía en mamá, ¿cuando te he decepcionado?
Así tenga que usar medios ilegales todo por ver feliz a mi hijo, lo haré. Por mi Oriol estoy dispuesto hacer todo de todo por su bella sonrisa.
—Nunca. Confío plenamente en ti, mamá—Levanta su rostro—¿Te vas a deshacer de él como con los demás?
Cada uno de esos vividores solo querían dinero, con solo darles unos cuantos dólares se esfumaron. No eran dignos de siquiera estar cerca de Maxi.
—Sí, no hay nada que el dinero no pueda comprar. Cuando tenga dos manojos de dinero enfrente de él, saldrá huyendo como los demás.
—Te amo mamá—Lo abraza.
Si no acepta el dinero solo tendré que despojarlo de todo lo que más aprecia, comenzado por su beca en la universidad, soy miembro de los fundadores de ese proyecto, puedo mover algunos hilos. La felicidad de mi hijo, está antes que la ética.
No tengo nada contra ese joven, pero jamás debió meterse con la felicidad de mi amado hijo. Así que, espero no me culpe por ser despiadado.
—Mamá—Scott mirá con inquietud a su madre omega masculino—¿Cómo sigue?
—Triste—Suspira pesadamente—Es doloroso verlo así.
—Voy de camino hablar con ese sujeto—Expreso con furia—Él no puede venir de la nada a robar lo que le pertenece a mí hermanito.
Se que Maximiliano no es una posesión, pero Oriol nació para tener todo lo que deseé. Al principio me enojó saber que mi padre se casaría con Rodolfo, odiaba la idea que alguien más ocupará el lugar de mi difunta madre. Pero Rodolfo expreso con aquella dulzura que jamás podría remplazarla, que ella seguía en el corazón de padre y estaba bien. Porque fue una mujer increíble que no merece ser olvidada.
Que no quería que le llamará madre, el no podía ocupar ese lugar tan importante, pero que le diera la oportunidad de conocerlo y llevarse bien aunque sea como un buen amigo.
Con el tiempo lo dejé de ver cómo solo un amigo y le empecé a decir mamá, ese día lloró de felicidad, ese mismo día se enteró que estaba esperando a mi hermanito, fue el doble de felicidad. Desde ese entonces me prometí que, cumpliría todos los deseos de ese pequeñito, más aún si era Omega.
—No lo hagas, eso me toca hacerlo yo. Mejor quedarte por si Oriol quiere algo, ¿si?—Se pone de puntillas para lograr besarle la frente.
—Bien, ten cuidado y regresa con bien.
Rodolfo solo asistió para luego subir a su habitación por algunas cosas antes de ir al trabajo de Hayden. Ya habían descubierto esa información pero dicha información no estaba del todo completa. Alguien más nuevamente saldrá estafado.
{••••••}
Hayden bajaba como si nada unas grandes cajas de un gran tráiler, las venas azules sobresalen en esos torneados brazos. Robado unas cuantas miradas de las personas que pasan cerca del lugar donde están descargando muebles entre otras cosas que van empacadas en cajas para proteger las cosas que son frágiles.
Los compañeros de trabajo tienen la manía de sorprenderse sin importar que no es la primera vez que lo observan haciendo eso. Nikita tampoco se queda atrás, el tiene mucha fuerza, es un alfa dominate después de todo.
—Tengo hambre—Comentan mientras pasa la caja a uno de sus compañeros.
—Niki, ¿en tu estómago hay alguna bestia oh que? Comiste de caminó aquí y todavía tienes hambre. Eres un barril sin fondo.
—Tiene parásitos, eso es lo que pasa—Comenta sarcástico, Hayden—Debe de ser un buen ganado ya que no logra alimentarlos por completo.
—¡Deja de decir esas horribles palabras!—Se estremeció con pavor, de solo pensarlo le causa asco—Y para tu información, ya fui hacerme un chequeo. El médico dijo que es por mi crecimiento, que debo de comer más ya que mi trabajo requiere de mucho esfuerzo.
—Esa es una gran excusa solo para seguir comido peor que un cerdo.—Chasquea su lengua.
—Hayden, no es como si tú fueras diferente a Niki.—Comento una joven de cortos cabellos castaños y una mirada color avellana, ella Paulina, beta.
—Mira quién habla—Bufa—La que se bebe todo un six pack de cervezas sin importar las horas de....—Ella le cubre la boca antes de que lo escuché su supervisor.
Pensado en el diablo y el que se hacía presente. Un hombre de esbelta figura con una altura de 1.84 metros de altura, piel morena y unos ojos color lila que acentúan con su corto cabello negro, los ve con cierta sospechas de que le ocultan algo.
—¿Que están haciendo?—Ve a cada uno de ellos, todos evaden su mirada—Hayden.
—¿Si, señor?—Se aleja de Paulina.
—Alguien te está buscando.
—¿Eh?—Está desconcertado—¿Quién?—Mira con confusión a su supervisor—No recuerdo verle dicho a nadie sobre dónde trabajo, y mis abuelos no están en la ciudad.
—Es un hombre atractivo. Por la ropa y los lentes de Sol que lleva puesto, me atrevo a decir que es adinerado.—Y su forma de hablar es tan demandante que provoca querer darle un puñetazo.
—¿Dijo su nombre?—Se quita los guantes negros.
—Sí. Dice llamarse Rodolfo Nolan—¿Será la esposa de Felipe Nolan? ¿Qué hace buscando a Hayden?—¿Te metiste en problemas? ¡Otra vez!—Lo ve con preocupación—¡El jefe me va a matar!—Tira de su cabello con terror.
El jefe conoce a Hayden desde que era un mocoso de 9 años, no sé cómo se conocieron o del porqué le tiene tanto cariño. Solo se que lo quiere como a su nieto, ha despedido a más de diez trabajadores por faltarle el respeto o mirar feo a Hayden. Este mocoso es su protegido.
Hayden podría ser gerente general de una de las cientos sucursales de electrodomésticos y mueblería de está ciudad o país, pero no quiere hacerlo. ¿No lo entiendo? ¿Le gusta tanto bajar cajas pesadas?
—Manuel, seas dramático—Lo ve con burlas—No estoy en problemas, regresó en un momento.
—Bien.
—¿Hayden?—Nikita lo ve con esos ojos verdes, llenos de preocupación.
—Estoy bien, sigue haciendo tu trabajo o no almorzarás.
—¡No actúes cómo el jefe!—Exclama molesto, la preocupación por su amigo se esfumó.
Vinieron a buscarme mas rápido de lo que creía ¿con que cosas saldrá ahora? ¿Cuales serán sus amenazas? Esto sera muy divertido. Espero no me decepcioné.
—¿Que necesita?
Hayden tomó asiento así sin mas, no esperaría el permiso de Rodolfo. La mirada del ya nombrado se tornó disgustada.
—No me iré por las ramas, ¿dime tu precio?—Saca la billetera—No creas que me creí esa actuación barata de la otra noche.
Es más aburrido de lo que imaginé, esperaba una reacción más emocionante. Que decepción, se fue directo al asunto con esa mirada arrogante.
—Malditos ricos y su manía de solucionarlo todo con dinero. TkS—Chasqueo su lengua con molestia.
—Mocoso, no le hables...¡¡Agh!!
—¡No tienes permitido tocarme!—Sus zafiros se vuelven fríos— ¿Quién te creés que eres? ¿Crees qué ese hombre arrogante podrá salvarte?—Dobla con fuerza bruta los dedos del guardaespaldas de Rodolfo—La próxima vez, escoje bien a tus amos.
Se escuchó un "crack" Hayden había quebrado igual o peor que una ramita seca los dedos de esa persona, ni siquiera podía gritar para no avergonzar a su maestro.
—Debería de buscar a personas más eficientes.—Sonrío.
Rodolfo entendió que Hayden no es una persona simple como las demás personas que, Maximiliano intentó pasar por sus parejas. Pero tampoco lo vio peligro, a sus ojos Hayden solo es un joven que disfruta ser la pareja de Maximiliano. Puede deshacer tanto como quiera porque el alfa solucionará los problemas causados.
Si no estuviera estorbando la felicidad de mi precioso tesoro, me atrevería admirar lo admirable que es este joven. Por salir adelante aún cuando sus padres fallecieron, según la información que compré. Su vida no ha sido color de rosas. Una lástima que se metió en el camino de mi hijo. No me culpe por ser despiadado.
Solo que esa información fue manipulada, no le dieron la correcta. Maximiliano ya había pagado lo suficiente a esa organización para que no soltará nada de los abuelos de Hayden. Por lo cual Rodolfo, piensa que, supuestamente es un huérfano sin familia alguna.
—Qué vulgar. Maximiliano no pudo conseguir alguien con más clase, sofisticado—Ve de pies a cabeza a Hayden—Escogió lo que logró encontrar en la calle...ya dime tu precio.
—Tus insultos son tan simples, hasta causan ternura—Ese color rojizo está empezando a sentirse demasiado aburrido, y eso es peligroso.
—¿Tus padres no te enseñaron a no codiciar lo que no puedes tener? Que seguirás siendo un pobrecito sin importar cuánto escales.—"Disque" tocó un punto sensible para Hayden.—Tu lugar en junto a los de tu clase.
—Jajajajaja.
Sonríe a carcajadas. Su sonrisa podía ser escuchada hasta donde está el camión de carga. Eso les causo escalofríos, ya que conocen muy bien las diferentes sonrisas, y esa no era una sonrisa grata de escuchar.
—Me disculpo—Limpia la esquinas de sus ojos—Es que sus palabras son muy pero muy adorables. Ahora entiendo del porqué su hijo es como es—Su expresión se volvió fría—Tan estúpido con mucha mierda en el cerebro, es un tanto lamentable que haya crecido de esa manera—Niega con su cabeza.
—Siento pena por él, por tener una horrible persona como madre. Es un alivió ser huérfano y un alivió no tener una madre tan mierda como lo es usted.—Sonrío.
—¡A mí hijo no lo insultas...!
—Es mejor que ni se atreva a tocarme o terminará peor que su guardaespaldas—Rodolfo quedo con la mano en el aire, esos ojos fríos no estaban mintiendo.—Si quieres que me aleje de Maximiliano, darme sus acciones del grupo financiero Nolan. Simple ¿Verdad? Por la felicidad de su adorado hijo, ¿estaría dispuesto a eso y a más sino me equivocó?
Rodolfo tembló de molestia al ver cuan codicioso era Hayden, sus acciones son el 30%. El segundo al mando con más autoridad en la empresa, después de su esposo, eso equivalía a perder la mitad del poder de la familia Nolan en la junta directiva.
—Debo de admitir que eres codicioso al pedir eso, ni creas que te daré eso—Lo ve fríamente—No robaras el patrimonio de mis hijos, ni nada que les pertenezca.
Juras y perjura que haría todo por la felicidad de sus hijos, pero al ver las cosas serias no está dispuesto a renunciar al dinero.
"Robar el patrimonio de mis hijos" es una excusa que le funciona bien para esconder su codicia y de que no puede perder el poder en la junta directiva. Y porque también es consciente que, no es seguro que Maximiliano aceptara a Oriol.
—Maximiliano no es una cosa—Se empezó a molestar por alguna razón que el creía desconocida—Que le quedé muy claro una cosa—Se pone de pie—La familia Nolan—Se inclina un poco hacía adelante—Me la pasó por el culo—Susurró.—No, mi culo es demasiado hermoso como para pasarme esa asquerosidad de familia.
—¡No te he dado permiso de irte! ¡¡Vuelve aquí!!—Grito histérico——¿Quieres perder tu trabajo? ¿No pasar el examen de la universidad?—Sonrió fríamente—Piénsalo bien, puedo hacer de tu vida un infierno...
—Adelante—Sonrío sádico—El infierno es mi dulce hogar.—Lo ve fijamente—Veamos si es lo suficientemente fuerte para sobrevivir a las llamas que desatara.
Maldito mocoso, ¿crees que esto se quedará así? Quería arreglarlo por las buenas, pero no me dejas otra opción. Por las malas será.
—¡Andado, inútil!—Estaba muy molesto.
El guardaespaldas solo lo siguió como el perro fiel, que es. Rodolfo creía que estaba exagerando con lo de sus dedos rotos.
—¿Qué quería?—Pregunta Nikita.—¿Te hizo algo? ¿Te amenazó?
—Lo ultimo si lo hizo, dijo que haría mi vida un infierno ¿lo puedes creer?
—Jajaja, pero si tu vida ya lo es. No es necesario poner tanto esfuerzo en eso.—Se burla de las desgracias de su amigo.
—¡Verdad!—Sonríe pero luego pone una expresión sería—Te gusta reírte de mis desgracias ¿verdad?
—No—Cerró la boca—Como creés.
—Ya pueden ir a almorzar—Les hace saber el supervisor, Manuel.—No tarden tanto, ya saben que es solo una hora. ¿Entendiste Nikita?
—Ya lo sé, no es necesario que me lo recuerdes a cada rato—La comida se disfruta, no puedo solo tragar y no degustar de ella.
Nikita y Hayden caminaron unas cuantas cuadras para llegar a un local o mini restaurante dónde de gustarán algún plato de comida de su agrado.
—Quiero un plato de sopa de res, carne guisada, arroz y ensalada de verduras—Nikita ya estaba haciendo su pedido—Una cerveza, la más grande que tenga.
Las personas que escucharon su grave e hermosa y un tanto escandalosa voz, se sorprendieron un poco. Se preguntan; ¿A dónde iba a parar toda esa comida? Ya que su cuerpo es toda una maravillosa escultura.
—Quiero lo mismo—Expresa Hayden—Pero en vez de cerveza, quiero una bebida carbonatada—Los dos fueron a tomar asiento a una mesa que está enfrente de la calle.
—¿No me dirás exactamente lo que te dijo esa persona? ¿Quién era?
—Es la madre de la persona que está obsesionado con Maximiliano, es un omega masculino. Como ya dije anteriormente, quiere que me aleje de Maximiliano.
—¿Entonces ya lo conociste? ¿Por qué no me lo habías dicho?—Lo ve con reproche.
—Te lo iba a contar en estos momentos, don impaciente—Que rápido es este lugar, la comida ya está siendo servida.
—Buen provecho.
—Gracias—Responden al unísono.
—¿Te acuerdas del tipo que quería invitarte a una bebida?
—Si, ese joven maestro que quería ligar conmigo.
—Pues ese tipo es hermano del Omega que persigue a Maximiliano. Se llama Oriol y el hermano, Scott—Agrega un poco de chile en su carne guisada.
—¡De verdad!—Vierte toda su cerveza en el vaso—¡Que coincidencia! Ahora que recuerdo, ¿no era el otro adolescente bonito que estaba junto a él?
—Ese mismo, también es quien te habló en la universidad.
—¡Ese!—¡Vaya! El mundo es tan pequeño.—¿Cuándo lo conociste debió de pensar cosas absurdas.
Hayden narró todo lo sucedió de esa noche, de como le ofrecieron dinero sin importar las miradas o pensamientos de las demás personas presentes. Nikita tenía sus ojos demasiado saltados por el asombró sobre la actitud de esas personas ricas. Él creía que los millonarios tenían más clase.
—Eso es lo que pasó.
—Hubiese sido grandioso presenciar todo en primera fila—Lleva un pedazo de carne a su boca.
Ver todas esas expresiones negras en sus rostros, y en la manera que Hayden, actuaba como un chico enamorado con puras intenciones, pero en realidad es el mismísimo rey de las tinieblas. En el proceso manoseado a ese pobre alfa, porque estoy seguro que lo manoseo. Hayden no perdería una gran oportunidad como esa y ninguna otra que esté por venir.
—Tan chismoso...el que impacto contra tu camioneta fue uno de los perros de Maximiliano. Constantine se llama....
—Cof, cof—Nikita se atragantó. Hayden sonrió ampliamente, se había desquitado unas cuantas.—Te lo mereces—Le quita el vaso de cerveza para que no beba de el.
—¡Maldito!—Como pudo se lo quito y le dió un gran sorbo, eso lo hizo sentir mejor—¡Ese alfa trabaja para tu novio falso!—Susurró.—Si es así de odioso, ese tal Maximiliano es peor.
—Algo así—Una idea brillo en la cabeza de Hayden—¿Quieres venir a mi nuevo hogar y conocer a tu cuñada?—¿Que cara pondrá Maximiliano? Ansío verla, espero que supere mis espectativas.
—Tu estás tramando algo—Conozco esa mirada y sonrisa en sus labios—De igual manera iré.
Maldita curiosidad, soy demasiado curioso, y la curiosidad mato al gato. En cualquier momento moriré por voluntad propia por dejarme vencer por la curiosidad.
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