+18 capitulo 32
Sobre la cama yacía dos cuerpos desnudos, en una posición que tenía super avergonzado al de ojos celeste cristalizados.
No comprendía en que momento se dejó llevar hasta ese punto, con su sexy trasero sobre la cara del eufórico joven de hermosos ojos rojizos.
Hayden se encuentra en el paraíso, ese tono rojizo tiene un brillo de locura, mirado fijamente ese íntimo lugar que se contrae, por su penetrate mirada.
Mientras tanto, el alfa inconcientemente tragó grueso al ver semejante cosa monstruosa, palpitando frente a sus ojos.
Maximiliano se inclino un poco hacia abajo, quedado su cara enrojecida muy cerca de esa potente armar. Suspiró profundamente antes de sacar su lengua con la cual lamió el glade del menor.
Ese lascivo movimiento provocó estremeciendo en Hayden, logrado que de sus labios saliera un leve pero caliente gemido, terminando por encender todavía más al alfa.
Aunque no lo aceptará en voz alta, a Maximiliano le encanta escuchar gemir a Hayden, es como si ese sonido aparté de ser musica para sus oídos, quemara todo su ser.
—Uhmg~—Caliente, su boca se encuentra muy caliente.—Tengo unas ganas de golpear muy fuerte tu trasero.—Confesó.
Hayden llevó sus manos a la suave piel, apretado con fuerza las caderas de Maximiliano, dejado sus palma marcadas en ese espléndido trasero.
—¡Ni tetreves! (Ni te atrevas)—Advierte con ferocidad.
—No hables con la boca llena—Sonríe pícaro—Eso de muy mala educación, mi reina—Embistió la cabida bucal del alfa.
—¡Mmg~!—Ese movimiento provocó una exploración más profunda, Maximiliano creyó que su garganta, o mandíbula terminaría dañada de alguna.
Eso me asustó un poco, sin embargo la incomodidad paso rápidamente. Y a esta cosa le gusta la forma en que muevo mi lengua y apreso sus bolas con mis manos.
—Sí, así...—¿Cuándo fue que se volvió tan bueno? Esa lengua se arrastra lascivamente, lamiendo justamente dónde se siente bien. No puedo ser el único quién disfrute, es momento de llevar al cielo a mi Max.
Encaje mis dientes en su sexy trasero, me lo estaba pidiendo a gritos y yo, fuí compresivo, tenía que cumplir sus suplicas, al mismo tiempo que realizaría un movimiento arriesgado.
Sin miedo a morir después, me introduje lentamente por ese suave lugar. Ni había pasado un segundo cuando sentí, que mi lengua sería arracada por lo estrechó o se derrite por lo caliente.
Se supone que este lugar no es acto para hacer este tipo de cosas, se considera sucio entre otras cosas. Sin embargo, me encanta la sensación de recibir esa opresión en mi lengua, emocionando a mi duro miembro que está por venirse.
Pero, lo que más me encanta, es lo adorable de mi alfa. Max en serio que lavo de diferente manera su hermoso agujero, tanto así, que huele a jabón con olor a rosas. ¿Acaso esperaba que hiciera algo como esto? "Sonrío desquiciado al igual que su mirada rojiza tiene un raro brillo."
—¡¿Uhg!?
¡¿Que demonios creé que está haciendo?! Quiero decirle que deje de hacer eso, sin embargo el sigue moviendo su pelvis, embistiendo mi garganta. Dejándome completamente sin fuerzas.
—Mngh~
De lo labios de Maximiliano, se escapó un pequeño gemido ahogado. Teniendo más de un solo espamos al sentir esa lengua intrusa deslizarse hacia adentro, moviéndose cual serpiente hambrienta.
—¡Hayden...Aagh!—Sus quejas fueron calladas de una sola embestida, debilitando sus piernas.
Maximiliano no podía creer que estuviera moviendo su trasero sobre la cara de Hayden, deseando más de esa sensación. Al igual que su boca devorado por completo ese rifle largo y muy grueso.
Hayden no lo decepcionó y tampoco lo hizo esperar, con sus manos separado la rojiza piel del alfa, de es manera tenía más espacio de seguir empujado su lengua más profundo. Dándole gracias a cielo, por tener la habilidad de aguantar la respiración por unos cuantos minutos.
Maximiliano tenía amplias ganas de morder el miembro de Hayden, castigarlo por desobediente. Pero, no quería hacerle sentir dolor, por lo que movió tan rápido su boca que logró sentir algo viscoso y caliente llenado su cabida bucal.
Estába por escupir lo que tenía en su boca, cuando en ese preciso momento, Hayden jugo tanto como quisio con su polla y trasero que terminó corriendose y tragándose lo que tenía en la boca.
—¡Tú...maldito loco!—Golpe sin piedad el pecho de Hayden—Te dije que te detuvieras—Ese celeste está en llamas con ganas de seguir golpeando al joven desobediente.
—¿Cuando dijistes eso?—Sonrío descaradamente al mismo tiempo que pone de espaldas, a Maximiliano.—Solo recuerdo escuchar tus fascinates gemidos.—Lame la nuca del alfa, estremeciendo el interior e exterior de Maximiliano.—Y tu trasero frotándose con mi cara, ansioso por ser penetrado por mi lengua.
—¡Ahmg~!
Maximiliano se ruborizó y se estremeció por la invasión de esa lengua lasciva y vulgar, deslizándose en su oído, creado un completo desastre en él.
Los oídos son puntos muy sensible en Maximiliano, y que sean ultrajados cómo lo está haciendo en estos momentos Hayden, es imposible el no gemir y sentir espamos en su trasero.
—Hayden...—Jadea pesadamente.—Hayden...—Susurró deseoso.
Hayden sonrió pícaro al observa como el trasero de su alfa, empezó a elevarse en busca de esa cosa dura y muy caliente. Con las esperanza de que entré rápidamente en su interior.
—¿Lo puedes ver mi querido alfa?
Cariñosamente con sus dedos traza una línea por esa hermosa y temblorosas espalda del mayor, hasta llevar sus dedos a ese ansioso e íntimo lugar deseoso por ser ultrajado.
—Tu cuerpo es más honesto que tu lengua—Muerde los pálidos hombros de Maximiliano, quién terminó contrayendosé todavía más.—¿Dimelo?—Besa la espalda del mayor.—¿Dime qué quieres?—Acaricia las gomitas rosadas que se encuentra muy erectas.
Maximiliano lo piensa y lo piensa en decirle o no sobre lo que quería, encuentra que es muy vergonzoso hablar de manera obscenas.
—Solo dímelo y cumpliré cada uno de tus hermosos caprichos, tu solo pídelo—Gira a Maximiliano, quería ver esos hermosos ojos celeste.—¿Puedo bajarte hasta la luna si es lo que quieres?
Mi corazón no se resistió a sus dulces y sinceras palabras, al igual que esa bella mirada rojiza mirándome con esa admiración, devoción, con la que suele mirarme casi siempre.
—Max, aunque no lo creas, si sigo respirado es por ti.—Sus ojos y labios tiene una sonrisa melancólica.—Tu eres quien me hace sentir vivo, solamente tu le das sentido a mi desastrosa y miserable vida.
Justo como ese día, cuando iba ponerle un fin a mi sofocante vida. Cuando dolía hasta respirar, pero entonces vino a mi esa mirada celeste, viéndome fijamente sin malicia o desagradó. La mirada de ese niño curioso de aquella fría noche, que para mí fue la más calientita que podía existir.
Maximiliano sintió un sentimiento amargó y un nudo en su garganta lo fue sofocado de a poco, le es desagradable ver esa mirada adolorida en esas preciosas gemas rojizas. No quería ver esa tristeza en Hayden, lo odia. Tanto que su corazón duele al verlo así.
—No sabes lo importante que es tu existencia para mí, eres quien me da fuerza pero también quién me debilita.—Suavemente, con sus dedos roza las mejillas de Maximiliano.
"Te amo, te amo con locura" eso es lo quería gritarle en este preciso momento, sin embargo no puedo. No puedo decirlo cuando todavía no le cuento mi historia, del porqué soy el maestro Bloody Rose y al mismo tiempo Hayden King.
—Solo besame sin importar que me este ahogado por falta de aire—Sostiene el rostro de Hayden—Sigue me besado sin importar que mis labios terminé adormecidos.—Separa sus piernas—Solo hazme tuyo una y otra vez—Sus mejillas se tiñe de rojo.
No suelo decir tantas cosas vergonzosas, no soy bueno con las palabras. Siento que terminaré diciendo algo incómodo a lo que en verdad quiero decir. Sin embargo, en este momento quiero, deseo, hacerle saber a Hayden lo enamorado que estoy de él.
—Ya me lo dijiste con palabras, ahora dímelo con tus caricias, dime cuan importante soy para ti, de esa manera me sentiré todavía más apreciado.—Sus miradas siguen entrelazadas cómo lo están sus manos.—Eres y seguirás siendo el único al que le permito follarme.—Su rostro es un tomate andante.
—Te vez tan sexy hablado vulgarmente.—Sonríe ampliamente, como lo hace su mirada de loquito salido del manicomio.—Voy a follarte hasta que la luz de sol entre por la ventana.—Besa apasionadamente los labios de Maximiliano.
El alfa se estremecio y tembló con inquietud, esa mirada rojiza no decía mentiras. Hayden estaba siendo demasiado serio con sus declaraciones, pensaba dejar seco a Maximiliano.
—No es necesario que....Aah~
De una sola estocada, Hayden se abrió paso en mi sensible interior, deslizándose hacía lo profundo. Buscado ese punto que vuelve eufórico, alucinado por todo ese placer recorrido mi ser.
—Me gustas—Besa el cuello y luego baja a los pezones de Maximiliano.—Me gustas tanto mi Max—Mueve sus caderas.—Me gusta la manera en la que tu estrechó interior, aprieta con tanta fuerza mi polla.—Embiste más rápido.
—Uhg...Hayden—Solo podía gritar su nombre, es lo único que salía de mi boca.
El placer que me hace sentir con el mínimo toque de sus labios sobre mi cuerpo, o sus mordidas en mis muslos, u esa cosa monstruosa golpeado ese punto dulce, todo eso no me dejaba pensar en nada a excepción de su nombre, el cual sigue siendo de mi boca.
—¿Sí? mi terrón de azúcar, sigue gritado mi nombre.—Esas filosas caderas se movieron todavía más rápido.
—No...no tan rápido.—Tuve que aferrarme de sus hombros, mi cuerpo estaba siendo más que solo sacudió por sus embestidas, y lo peor o mejor es que me gusta.
Me gusta como su mirada me desea tanto como lo hace su cuerpo, hasta el punto en que mi trasero se aferra a su largo y gruesa cosa sin la intención de dejarlos salir de mi interior.
—¡Umhg~!...Hayden.
Maximiliano se asustó al sentir una rara sensación en lo profundo de su interior, se sentía mucho más caliente de lo normal, y no solo eso. Su cuerpo está por convulsionar de placer por esa repentina descargar electrónica en su cuerpo.
—Solo pierdete en ese placer mi alfa..Uhg~—Se emocionó que le dijera mi alfa, tanto así, que ese estrechó lugar se volvió más estrecho y caliente.—¿Quieres corta mi polla?—Preguntó lascivamente.
—Es raro...—Estoy temblando mucho.—Mi interior se siente tán caliente...—Habla con dificulta por la presión en su estómago.—No te muevas...¡¡Aahmg~!!—"Maldito mocoso desobediente" maldijo con una expresión que te decía que está viendo las estrellas.
—Mi alfa—Embiste con más fuerza.—¡Max!—Exclamó eufórico con una mirada brillante desquiciada, extasiado en placer como lo está Maximiliano.
—Hayden...mi hombre—Expresó al mismo tiempo que se apoderó de los labios de Hayden. Maximiliano ya se había perdido en esas sensaciones que solo el menor podía provocar en él.
La espalda de Maximiliano se volvió un hermoso arco, y el frente una irreal fuente de agua, regado tanto su pecho como el de Hayden. Había culminado su climax.
—¡Mocoso irrespetuoso, desobediente!—Muerde el pecho de Hayden—¿Por qué no escuchas cuando te hablo?—Lo empuja y sube arriba del menor.—¡¿Te estás riendo?!—Muerde el cuello de Hayden.
—Amor—Sonríe pícaro.—¿Si quieres marcar territorio, muerde un poco más arriba?—Abofetea las caderas de Maximiliano.
No se da cuenta que sus mordidas son recompensas para mí. Eso solo me hace querer destrozar su trasero hasta que suplique por piedad.
—¡No me golpees!—Muerde los pezones del más joven.—¿Uh?—Gira su mirada hacia atrás, solo para ver esa cosa monstruosa golpeado su trasero.—Tú...Mnhg~
Hayden embistió ese lugar con sus dedos, provocado muchos espamos. Qué gima sin poder controlar mi boca. Estoy demasiado sensible.
—No quiero...venirme con tus dedos—Suplicó con su voz ronca y respiración entrecortada.
—Está a tu alcance, tomarlo—Me encanta verlo avergonzado, se ve tan malditamente adorable.
—Muérete—No iba a complacerlo.
—¿A dónde crees que vas?—Se arrastras sobre la cama, queriendo alcázar el pie del alfa, antes de que se escape.
—Soltarme—Lo empujó con el pie—Ya no quiero hacerlo contigo.—Está a poco de bajarse de la cama.
—¿Quién dijo que quería ser follado sin importar nada?—Lo estrapa en sus brazos.
—No lo recuerdo, ya lo olvide—Forcejea con Hayden, queriendo escapar de sus brazos.
—...¡¿Uh?!...
—Jajajajajaja.
Una hermosa carcajada salió de sus bellos labios, ambos terminaron cayendo al suelo de alguna manera. Maximiliano encima de Hayden. El más joven tuvo la destreza en proteger a su alfa.
—¿Estás bien?—Lo reviso minuciosamente—¿No duele nada?
—Si duele.
—¿Dónde?—Se asustó.
Con una mirada juguetona y una sonrisa que trata de esconder, Hayden sostiene la mano del alfa, llevándola hasta su entrepierna.
—Aquí—Mi alfa es tan lindo—Duele mucho, quiere estar dentro de ese lugar cálido, que lo montes...Agh—Mierda, eso dolió.
Maximiliano con una sonrisa fría, retorció un poco el miembro de Hayden, "Para que digas que duele de verdad" es lo que decía su sonrisa que no era una sonrisa.
Sin embargo, en menos de un segundo, ya se encontraba montado a Hayden, al mismo tiempo que se deleita con el ese dulce sabor al besar los labios del menor.
Desbordara pasión en el piso y luego irán a al ducha, a tener otra ronda caliente en esas cuatro paredes dónde se puede escuchar los ecos de sus eufóricos gemidos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top