Capítulo 45
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¿Creyeron que estaba muerta? PUES NO (*ᴗ͈ˬᴗ͈)ꕤ*.゚
Al menos no completamente :)
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Una danza elegante y perfectamente coordinada se llevaba entre dos demonios. La doncella atacaba sin piedad, intentando destrozar a su oponente con cada golpe; sin embargo, el demonio más viejo solo podía esquivar cada ataque, pues de lo contrario, su amo se encargaría de castigarle.
Sebastian: (t/n), (t/n) -negó divertido- Si te hago daño el joven amo no me dejará probar mi comida.
No obtuvo ni un solo sonido de la boca ajena. Sus labios parecían sellados en una fina línea en su rostro, siendo sus ojos oscurecidos lo único en ella que podía expresar algo. Puro odio.
En un descuido del demonio mayor, la mujer logró golpearlo lo suficientemente fuerte como para hacerlo volar contra unos arbustos espinosos, ganándose unos pocos rasguños. Aprovechándose de la situación, el puño de (t/n) rozó la nariz de Sebastian, sin impactar contra su piel al haberse detenido centímetros antes de tocarlo por completo.
El mayordomo de ojos rojos pensó por un momento que (t/n) había vuelto a la normalidad, pero sus ojos carentes de vida le decían todo lo contrario. Sin embargo, un diminuto destello blanco apareció sobre sus iris (c/o); pero tan rápido como apareció, se fue. La expresión facial de su compañera cambió por completo; incluso se divirtió al ver la nariz fémina moverse de arriba a abajo como la de un conejito.
El agarre que (t/n) tenía en el oscuro cabello de Sebastian se relajó por completo, hasta soltarlo y dejarlo caer completamente al suelo. Y así, de la misma forma en que se había estado comportando todo el rato, (t/n) simplemente se dio la vuelta y corrió hasta perderse entre el follaje de los árboles.
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Alois: ¡Claude!
Un viento ligero y frío pasó a sus espaldas, causándole un fuerte escalofrío y la sensación de miedo que tanto odiaba.
-Mariposilla extraviada-tarareó.
Alois dio la vuelta con rapidez encontrando a (t/n). A diferencia de como la recuerda, esta vez sus ojos eran oscuros, aterradores y fríos. Se asustó al verla tan cerca de sí mismo y, como pudo, dio un paso atrás. Sin darse cuenta, tropezó con una raíz salida de la tierra cayendo sobre su trasero, ensuciando su ropa fina con la tierra suelta.
-¿No te gustaría cumplir tu deseo? -extendió la mano invitándolo a levantarse.
Alois: C-claude ya me ayuda en eso -intentó sonar fuerte, pero el imparable tartamudeo de su voz delataba lo nervioso que estaba.
‐¿Crees que él realmente te ayuda? Te ha mentido todo el tiempo.
Alois palideció.
Alois: ¿Qué tratas de decir?
‐Que todo este tiempo has tenido frente a tu nariz a quien asesinó a tu hermano menor -se agachó a su altura ya que negó su ayuda. Su mano subió tranquilamente hasta posarse sobre el esponjoso y suave cabello rubio del niño -Hannah sabe exactamente lo que pasó, porque ella es quien devoró el alma de tu hermano. Claude lo sabía, y aun así te lo ocultó.
Alois: ¡No! -sujetó su cabeza llorando- El no haría eso, ¡mientes!
‐Lo lamento -su mano resbaló cuidadosamente hasta la mejilla de Alois- Comparto tu dolor, cariño; un demonio también me arrebató a mi familia- su mano libre subió hasta la otra mejilla del niño, para después levantar su cabeza- Es por eso que quiero ayudarte. Si estás dispuesto, puedo llevarte con tu hermano.
Una brisa ligera golpeó ambos cuerpos, haciendo retorcerse solo a uno.
Por fin abrió poco a poco sus bonitos ojos, estos claros como el cielo se ensombrecieron más rápido de lo que el mar se lleva la arena de la playa. Incluso su cuerpo comenzaba por moverse sin conciencia propia. Ya no podía manejarse a sí mismo; simplemente no podía entenderlo. Sus ojos parecían sin vida y sus palabras sonaban frías; aun así, (t/n) se las arreglaba para emanar dulzura. Alois no creyó poder ser capaz de decirlo con exactitud, pero había algo en esa mujer que no importaba qué dijera, te haría ir con ella. Casi como las sirenas de los cuentos de hadas.
Alois: Tu... ¿lo harías?
- Por supuesto que sí.
De entre los oscuros árboles salió un pequeño destello gris, que fue haciéndose cada vez más y más grande. De entre la luz un pequeño infante de no más de ocho años y brillantes ojos marrón apareció sonriendo con toda la alegría del universo, de ser posible. Aun así, a pesar de parecer feliz y emocionado, no avanzaba mucho más a cinco simples pasos.
- ¡Oni-san! - gritó alegre moviendo su pequeña mano de un lado a otro con rapidez.
Alois: ¿Luka? -murmuró más para sí mismo que para ser escuchado.
¿Quería llorar?, sí. ¿Quería abrazar al niño?, daría todo lo que tiene por hacerlo. Una solitaria lágrima fue la primera en caer, antes de permitir el paso de las miles de tiernas gotas saladas que le seguirían el paso, surcando sobre el relieve de las mejillas color melocotón. Alois se puso de pie, aun en el mismo lugar. Todo su cuerpo temblaba; ya no sabía si era por el frío de la noche o alguna otra cosa, pero tampoco deseaba saberlo. Tenía tanto miedo que le recordó a la primera vez que pisó la mansión Trancy como menos que un esclavo. La mujer a su lado lo notó, por lo cual tomó cariñosamente su mano, y caminaron juntos hacia el más pequeño. Alois se sentía como un niño pequeño otra vez.
Con el corazón latiendo a mil y a unos pocos pasos de su hermanito, se debatió si correr hacia él o quedarse donde estaba, pues, aunque estuviera emocionado, no quería dejar la calidez que la mano de (t/n) le transmitía; así que hizo ambas. Sujetó su mano con toda su fuerza, y corrió arrastrándola detrás suyo.
Ya juntos, ambos niños cruzaron la mancha gris, encontrando del otro lado el mismo pueblito en el que solían vivir; dejando atrás a la mujer que los reunió. Pero todo era diferente; el anciano con asma, incluso la señora que tiraba la basura frente a su casa para molestarlos, estaban vivos. Todos ellos. Él también era diferente, su apariencia infantil sobresalió sobre la más adulta. Y por primera vez en toda su vida, recibió las sonrisas de las personas a su alrededor. De alguna manera, parecían felices por ver al recién llegado niño rubio, como si lo hubieran esperado durante mucho tiempo; mucho, mucho tiempo.
La grieta fue cerrándose de a poco; y cuando no fue más que una diminuta perla, ahora azul, se posó sobre la palma derecha de (t/n). El ligero aroma a campanillas azules inundó su sentido del olfato, antes de flotar hasta el cielo nocturno, convirtiéndose en una brillante estrella.
Una extraña calidez recorrió desde la flor más pequeña hasta punta del árbol más alto. Su cabeza dio vueltas de una forma excitante, haciéndola marearse y posteriormente caer al suelo. Miles de hermosas luciérnagas se levantaron con el impacto, formando una imagen digna de John Constable; que, vista desde abajo, no sabría decir cuáles eran luciérnagas y cuáles eran las estrellas. La tensión en su cuerpo también se esfumó y su mente dejó de estar nublada por solo unos cuantos segundos, hasta que sintió de nuevo el olor de Claude; quien se encontraba a unos cuantos metros suyo, medio herido; pero ninguno de gravedad.
Claude: Todo esto ha sido una completa pérdida de tiempo -suspiró- Habrá valido la pena si puedo llevármela de aquí- Al alzar la vista se encontró con (t/n) de pie frente suyo- ¡Oh!, aquí estás, linda -se acercó a ella hasta tomarla por su cintura, casi en un abrazo, y escondió el rostro entre su cuello aspirando su olor, antes de hacer una mueca de desagrado- ¿Permitiste que Michaelis te tocara mientras estaban peleando? -rió- Bueno, no hay nada que no pueda arreglarse bajo las sábanas, ¿verdad?
Al alzar ligeramente la mirada, se encontró con un brillante orbe azul intenso que los miraba atentamente con una mezcla de odio y preocupación; algo que le resultó eternamente excitante al demonio. Ahora que lo pensaba, ¿por qué no llevarse al niño también?, según Claude, no hay nada mejor que la versatilidad. Queriendo obtener más de esas apasionadas expresiones del menor, ajustó el agarre en la mujer, haciéndola inclinar ligeramente hacia atrás y tomó su rostro con delicadeza para plantar un beso todo lo opuesto a su toque. Un beso intenso y apasionado que (t/n) se veía obligada a seguir.
Ciel: (t/n)...
Con una fuerza que ni ella sabe de dónde obtuvo, logró alejarse del beso, aun aprisionada entre los fuertes brazos de Claude. Volteó la mirada logrando ver solo de reojo a Ciel, parado entre dos robles, sin moverse. Su atención volvió a desviarse al ser nuevamente atraída a un nuevo beso apasionado.
Después de un rato, Claude soltó a la pobre joven, haciéndola caer sobre sus rodillas, ensuciando aún más su blanca ropa. Ahora tenía su atención sobre su nueva presa. Tranquilamente caminó hacia él haciendo que este retrocediera; en un intento de correr, el demonio de lentes fue más rápido logrando atrapar su delgado brazo con una sola mano.
La mujer en el suelo, aunque aturdida, logró captar el momento en que Ciel forcejeó con Claude, haciendo que ella recuperara la voluntad de su propio cuerpo. Lentamente su levantó notando lo débiles que se encontraban sus piernas, apenas pudiendo pararse sobre ellas correctamente. Llegó hasta ellos más rápido de lo que esperaba, sujetando el saco del demonio, enfocando su atención en ella.
Claude: (t/n), ¿qué ocurre, linda? -la tomó con un solo brazo apoyándola en su pecho- Cariño, no me digas que estás celosa de él -se burló, antes de susurrarle al oído- Tuve un duro camino para tenerte, así que no te libraras tan fácilmente de mí, cariño. De hecho, tengo mucho que dar para am-
(t/n) empujó a Ciel lejos del otro demonio, y con la poca fuerza que le quedaba, atravesó brutalmente el pecho de Claude. Los largos guantes negros ahora eran de un color vino, asemejándose al marrón. Exactamente cinco fueron las veces que (t/n) metió y sacó su brazo de entre la piel rota en el pecho de Claude. Aun así, el demonio se las arreglaba para seguir arrastrándose como lombriz. Patética y humillada.
Claude: ¡(T/N)!, ¡¿Cómo te atreves a hacerme esto?!, ¡Tú me perteneces! -con un movimiento de mano, la mujer cayó al suelo sin poder respirar debidamente.
Ciel: ¡(T/N)!
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Heeeeey✨️
¿Qué tal han estado en toooodo tiempo?
Porque la verdad, yo no he estado muy bien. Han pasado demasiadas cosas extremadamente agobiantes: volví con mi exnovia, y terminamos en menos de un mes por mis ataques de ansiedad. Realmente fue mi culpa, lo que lo convierte en algo aún peor.
En mayo mi madre casi muere por un derrame cerebral.
Recientemente me enamoré de un chico bastante lindo (que ni me topaba) de un semestre más bajo al mio, todo así lindo con pinta de malandro pero actitud de masita, bien cute. Teníamos una amiga en común, ella nos presentó, y yo bien feliz porque me abrazó. Sabía que no debía ilusionarme porque él estaba destrozado emocionalmente, y no se sentía listo para una relacion, pero ¿Quién no se ilusiona cuando le dicen que no se ilusione? TODOS LO HACEMOS; e inevitablemente mi burbuja de enamoramiento se rompió. Yo lo veo como el karma, ¿saben? Rompí el corazón de mi ex y ahora lo pago, peor aún que no la supero tampoco jajsjjs ayuda.
Lo más reciente a todo son las constantes peleas de mis padres.
Cada día me siento más cansada, cada día siento menos ganas de despertar. Todo el tiempo tengo sueño y ganas de llorar, pero no hay cosa más horrible que llorar en la escuela, así que desahogarme no es una opción.
Pero ps x, life goes on.
Espero que ustedes estén mucho mejor que yo, que hayan estado disfrutando de este año que ya casi acaba. Y pido una enorme disculpa por no actualizar en demasiado tiempo, también pido una disculpa si el capítulo no fue muy bueno, o siquiera aceptable, pero cuando empecé a escribirlo había pensado en un aire más romántico, pero en ese momento no me sentía tan mierda. Prometo hacer de todo para mejorar mi humor y seguir escribiendo lo que les gusta.
Recuerden que los amo y en ningún momento los he olvidado<33
Una última cosa, antes de que lo olvide.. ¡Tenemos cuenta de instagram! Voy a subir dibujitos y será una forma más directa de poder comunicarnos<33
Sin más por el momento....
Se despide~
Haruka-Black
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