Capitulo 41
Narrador
Al despertar y ver una habitación que no era la suya, se confundió. Además estaba el hecho de que parecía haber alguien más en la misma cama que ella; la confusión se volvió pánico; pánicos que creció aun más al ver una mata de cabello azul y orejas con zarcillos. Salió de la cómoda y enorme cama de un solo salto sin despertar al otro. Caminó en círculos sobre su propio eje mientras se sostenía la cabeza. Y es que seamos honestos, ¿quien no entraría en pánico cuando duerme con alguien que ya aceptó que es su 'crush'? Exacto, todos.
Después de un rato en las mismas, escuchó las sábanas moverse y a Ciel dando vueltas en la cama. El ligero calor cubrió sus mejillas y una sonrisa acaramelada apareció en su rostro, haciéndola sentir estúpida.
Una idea cruzó por su mente, ¿qué tal sorprender a Ciel con el desayuno? A demás, si lo hace dejaría en ridículo a Michaelis, es premio doble.
Decidida a sorprender a su 'crush' bajó hasta la cocina, y puso manos a la obra. Estaba segura que nadie la molestaría, apenas eran las 7:30 a.m., había tiempo suficiente antes de que Ciel despertase.
Claramente había perdido la práctica al cocinar, pero no sería algo difícil de arreglar. Además, ser mitad demonio por fin tendría sus privilegios. Mientras cocía los huevos, tostaba el pan; y mientras cortaba la fruta, preparaba el té. Sin embargo, cuando comenzó a llevar los platos a la mesa del comedor, un fuerte dolor se instaló en su estómago y subió hasta su pecho. Tan fuerte que parecía querer arrancarle el corazón. Como pudo se las arregló para no derramar o tirar el plato que llevaba en las manos.
Al final, la vista que le ofrecía el sencillo pero basto banquete la dejó satisfecha. Ahora lo único que faltaba, era arreglarse ella misma. Recibir a su enamorado con el rostro cubierto de harina y mermelada no sería exactamente bueno.
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Justo a las 8:00 a.m. las persianas de la habitación se abrieron permitiéndole al sol entrar. Boca abajo entre el revoltijo de sabanas, Ciel palpaba a su izquierda buscando algo, sin lograr encontrarlo. Se sentó en su lugar mirando fijamente el lugar vacío a su lado.
Sebastian: ¿Está buscando algo, joven amo? -preguntó buscando entre la ropa del conde.
Ciel: ¿Has visto a (t/n)?
Sebastian: Ella debe estar en su habitación, o tal vez en el jardín -tomó uno de los trajes, uno verde para ser exactos.
Una vez arreglado y habiendo tomado la primera taza de té del día, amo y mayordomo caminaron uno detrás del otro hasta el comedor.
Sebastian: Tome asiento, joven amo -se adelantó abriendo la puerta para el menor- Prepararé el desayu... -se interrumpió a sí mismo. Ambos sorprendidos al ver lo que estaba frente a ellos: Un pequeño banquete estilo campestre con tostadas, huevo, panecillos y mermelada de frutas; la fina vajilla ordenada con cuidado y delicadeza; y por supuesto, la mujer de vestido amarillo parada frente al ventanal del comedor.
(t/n) volteó hacia ellos al sentir su presencia. El amarillo de su vestido parecía brillar bajo el cálido sol. Las flores tejidas de color vino hacían ver no tan pálida su piel, dejando ver sus rosados pómulos con más claridad.
—Siéntate -sonrió. El niño confundido acató lo dicho.
Ciel: ¿Qué es todo esto? -se acomodó en la mesa.
—Yo... me di cuenta de que en realidad nunca te agradecí por ayudarme en el caso y por permitirme quedarme en tu mansión -sirvió el té para él. A (t/n) le parecía divertido el color melocotón en sus mejillas de adolescente.
Sebastian: ¿Hiciste todo tu sola?
—Creo que eso es obvio -restó importancia. Ya tendría tiempo para burlarse de la pérdida del demonio.
Una vez estando sentada, no dejó de ver a su acompañante. No iba a mentir, estaba nerviosa y apunto de retractarse y tirar todo por la ventana.
-'¿Y si no le gusta?', '¿cocí de más el huevo?', 'Tal vez las tostadas se quemaron un poco' -pensó.
Pero al ver la cara de satisfacción en el Phantomhive y el ligero brillo en sus azules orbes, soltó a sus adentros un suspiro de alivio. Al fin podía comer en paz.
El dolor de antes aún persistía, pero no era tan asfixiante como la primera vez. Sin embargo, cada vez que algo caía a su estómago, este daba la sensación de hacerse nudo y rechazar la comida o la bebida. Fuera de eso, el resto del desayuno fue de lo más normal. Había un silencio cómodo y extrañamente cálido.
La puerta principal se abrió de repente cuando entró una emocionada Lizzy, seguida de su doncella. La rubia se lanzó contra Ciel abrazándolo y besándolo en la mejilla; si no fuera por mayordomo de negro, ambos habrían caído al suelo. Cálidamente, (t/n) invitó a Elizabeth a tomar asiento a su lado y disfrutar de la comida que originalmente era para solo para ellos dos, claro que, omitió lo último. Durante la charla con la prometida de su platónico, mencionó por accidente el baile de disfraces que Alois Trancy ofrecería esa misma noche, por lo que, la rubia y su doncella se anotaron a ir. Así que se fueron tan rápido como llegaron.
En camino al despacho del conde, solo (t/n) y Ciel caminaban uno al lado del otro. Sebastian tenía labores pendientes que ya no podían ser retrasados, por lo que sólo ellos dos estarían juntos por ahora.
Ciel: Ahora que Lizzy también vendrá al baile, puede que las cosas se compliquen un poco -habló una vez entrando a su oficina siendo seguido por la peli-(c/c).
—Lamento haberlo mencionado, fue un accidente -todo había ido tan bien en la mañana, que la sola idea de que Ciel estuviera molesto con ella le preocupaba.
Ciel: Sé que fue un accidente, no te preocupes -habló más calmado en su silla detrás del escritorio.
— Y bien, ¿está todo listo para esta noche?
Ciel: Se supone que si. En realidad, esta noche no debería de suceder nada, solo averiguaremos lo que podamos. Actuar tan precipitadamente podría ser perjudicial.
— De acuerdo -tomó asiento en el sofá de la oficina- Y bien, ¿cuál será tu disfraz? -preguntó un poco emocionada.
Ciel: Aún no lo sé.
— El baile es esta noche. Creí que eso también ya estaba resuelto -tal vez avergonzado, el menor se negó a verla a la cara- ¿Qué tal si te ayudo a escoger algo?
La curiosidad brotó en su mirada, a pesar de haber querido ocultarlo. ¿Pasar la tarde con (t/n) ayudandole a buscar un traje? Diablos, ¿dónde tenía que firmar?
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Un gran baúl de madera y finos acabados con pequeñas incrustaciones de esmeraldas redondas cubriendo toda la orilla de la base y la tapa, que contenía sin fin de disfracez tanto alegres como lúgubres.
Dos adolescentes sentados en la cama del menor revisaban con cautela cada uno de ellos. Descartando los que eran demasiado alegres, o los que enseñaban un poco de más, o los que simplemente no eran el estilo del conde.
Ciel: No creo que haya alguno que me guste, o que al menos pueda usar.
— Si sigues siendo tan pesimista te obligaré a ponerte el vestido que el señor Lau te obsequió -se levantó de la cama con rapidez, para luego darle la espalda y fingir pensar en algo- Mejor aún, ahora que lo pienso, no tuve la oportunidad de verte con ese lindo vestido rosa. De solo pensar que ese viz-tonto te puso la mano encima me molesta -bromeó a medias, pues si bien lo decía como broma para molestar a Ciel, realmente si le molestaba que un hombre tan vulgar como Aleister Chamber le haya puesto una mano encima a su conde.
Para cuando se dio cuenta, Ciel ya estaba a su derecha tomando delicadamente su mano.
Ciel: No hay de qué preocuparse -habló tranquilamente a la par que sonreía un poco.
¿Desde cuando su voz inspiraba tanta tranquilidad?
¿Desde cuándo sonreía tanto?
Sus pensamientos no la dejaban volver a la realidad, imaginaba cada una de las cálidas sonrisas que el adolescente le había regalado antes y las que podía regalarle en un futuro probablemente lejano. Comparaba la reciente sonrisa con aquella que le daba a los asistentes del circo 'Arca de Noé', la diferencia era que cuando lo hacía con ella, sus ojos tenían un pequeño brillo casi imperceptible pero hermoso.
Ciel: (t/n), ¿estás bien?
La mano que se movía frente a sus (c/o) ojos y la, ahora, juguetona elevación de sus labios le hacía saber que se había perdido en su mente por bastante tiempo.
— Lo lamento. Estoy bien.
Mirándose mutuamente por solo unos segundos, tal vez buscaban saber qué pasaba en la mente del otro, o tal vez intentando decirle algo al otro, algo que sabían que sería complicado dado a sus circunstancias.
El de ojos azules fue el primero en 'romper el hielo'
Ciel: (t/n), tu.....
Los toques a la puerta interrumpen una vez más su íntimo momento juntos. Ambos frustrados por la interrupción permitieron al acceso a quien fuera que estaba del otro lado. La mata de cabello plateado y piel ligeramente escamada se asomó por la puerta.
Snake: Black nos dijo que estabas aquí, Rose..... Dice Oscar -susurró.
— Oh, ¿ya es hora?
El reloj marcando las 12:00 de la tarde confirmaba su propia pregunta. Un poco cabizbaja se volvió hacia Ciel disculpándose en silencio con sólo un ligero asentimiento de cabeza. Y tal como todos los días, (t/n) tomó del brazo a Snake llevándolo hasta la biblioteca a otra sesión de estudio.
Pov. Ciel
Su silueta desapareció en cuanto cruzó la puerta de mi habitación, llevándose consigo el ondulamiento de su (c/c) cabello, y el revoloteo de los olanes del tierno amarillo en su vestido. Dejándome solo en los confines de mi habitación.
Sebastian: Joven amo, que tierno color rosado tienen sus mejillas -burló.
Sobresaltándome por la voz a mis espaldas me giré hacia el hombre detrás mía.
Ciel: ¿Qué haces aquí? Se supone que tienes trabajo -reproché.
Sebastian: Solo viene a asegurarme que todo estuviera bien, joven amo.
Ciel: Solo déjeme en paz -agité la mano alejándolo de mi espacio, sentándome de nuevo en el borde de mi cama junto al baúl.
Tal y como llegó, se fue dejándome pensar tranquilamente. Si de algo estaba seguro es que (t/n) hizo algo lindo por mi, y yo necesito regresarle el gesto. Tal vez algo como comprarle un regalo o invitarla a un lado. Sin embargo, el tema del compromiso limita mismovimientos. Si me arriesgo a salir con ella en público, y el rumor de que salgo con alguien se esparce, la tía /// me asesinará. A demás, quiero a Lizzy, después de todo ella es mi prima, naturalmente tengo afecto por ella, pero no en la misma magnitud en la que..... Amo a (t/n).
No sé si fue una estupidez como "amor a primera vista", o fue después de conocerla y ver sus ojos iluminados al hablar de su familia; o después de tener momentos cálidos y sonrisas sinceras. Después de haberla visto fuera de control en la mansión Kelvin, y el impulso de haberla sujetado tan cerca de mí con posesión y pasión. Mi preocupación cuando menciona al acosador o la melodía que se atora en sus memorias y la asfixia.
No sé si lo que me gusta es su actitud, tal vez su excéntrica belleza infernal, o la calidez que transmite a pesar de no estar del todo viva. Hay algo en sí que la hace interesante ante mis ojos y que provoca el revoloteo de mi corazón cuando sonríe, incluso mi molestia cuando sé que alguien más ha intentado tocarla.
Miré el único traje que había quedado en el baúl. Tal vez no esté tal mal usarlo...
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Pov. (t/n)
En el silencio de la biblioteca Snake escribía sus ejercicios de ese día, mientras yo no prestaba atención a nada más que mis pensamientos.
Muchos años habían pasado desde la última vez que me enamoré. Si alguien me hubiera recordado lo agotador que es pensar en otra persona, habría hecho lo imposible por no volver a caer en el sentimiento. Pero si el destino le estaba permitiendo estar del lado del enamoramiento, entonces lo aprovecharía; aunque, claro había una barrera que atravesar antes de llegar a su destino: él está comprometido.
Finalmente, Snake terminó su trabajo mostrándome su avance. Felicité su gran esfuerzo con una pequeña palmada en la cabeza y un besito para Oscar, quien era el único que acompañaba al chico esta vez. La simpática serpiente se enredó en mi cuello tan pronto me acerqué, asiéndome cosquillas con su lengua cascabeliante, algo parecido a un beso. Nos despedimos organizando las cosas de estudio cuando las campanadas de las 3:00 ya casi daban, lo que indicaba la hora de la merienda.
Horas después, un Ciel pasivo y tranquilo llamó a la puerta de mi alcoba, sostenía entre sus manos una pequeña caja de color plata y un pequeño moño azul adornándola. El pesado peso de la plata y su contenido desconocido cayó ahora sobre las palmas de mis manos pálidas.
— ¿Qué es esto? -curiosa.
Ciel: Es para ti -explicó- Ábrelo -ordenó.
Curiosa giré el pequeño picaporte del baúl, encontrando dentro una almohadilla roja y aterciopelada que sostenía encima un hermoso y delicado dije en forma de trébol de tres hojas.
Asombrada lo miré esperando alguna explicación, a causa del repentino obsequio.
Ciel: Fue un regalo que mi padre mandó a hacer para mi madre. Por desgracia, jamás pudo dárselo a causa de sus repentinas muertes -miró el cofre antes de fijar en mí su mirada- Quiero que lo conserves.
— P-pero....
¿Conservarlo? Es algo tan fino y delicado, ¿cómo sería yo capaz de cuidar de algo tan especial?
Ciel: Nada de 'pero', quiero que tú lo tengas. Supongo que de alguna manera atraerá la buena suerte. Esta noche necesitaremos mucha.
— En ese caso, me aseguraré de cuidar de el -hiba a cerrar el cofre cuando Ciel me lo arrebató de las manos, sacándo el dije de su interior y colocándo el cofresito en el estante cercano a la puerta.
Ciel: Volteate.
Sin decir nada, me giré moviendo mi cabello a un lado permitiéndole pasar sus manos y la joya alrededor de mi cuello. Sintiendo el frío roce de sus manos y la plata en mi piel. Y el calor aumentando en mis mejillas. De algún modo, la situación me hace sentir débil y vulnerable, como si de por algún motivo mi interior temiera que mi enamoramiento sea utilizado en mi contra.
Mientras una boba sonrisa cubre mi rostro, no sé si mi mente me juega una mala pasada o de verdad puedo ilusionarme con él.
¿Por qué el amor es tan complicado?
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Hey~♡
¿Cuánto tiempo sin actualizar? Lo siento tanto, acabo de salir de exámenes y tengo tan poco tiempo libre que de verdad ha sido muy difícil escribir. Empecé este capítulo en pequeños pedazos, tal vez un párrafo o dos, y cuando ya casi estaba listo me di cuenta de que wattpad me había borrado el capitulo. Así que hasta ahora pude traerlo. El siguiente capítulo ya se encuentra a la mitad así que es probable que mañana se suba o si no pasado mañana.
Esta vez intenté hacer un pequeño paréntesis en la trama central y poner algo fluff, ya que hay ciertas personas que afirman que no soy buena para los romances y que ni siquiera soy capaz de mantener un noviazgo. Así que me gustaría mucho que por favor me diga si de verdad logré la atmósfera romántica o si de verdad no sirvo para el amor jjjj
Disculpen las faltas de ortografía👀
💫GRACIAS POR LOS 59K💫
💕L@S AMO💕
Sin más por el momento....
Se despide~
🔥Haruka Black🔥
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