Capitulo 33


Narrador

El ambiente estaba tenso, y la incesante lluvia sumado a la humedad y el olor a cadáver que comenzaba a emerger del difunto no eran de mucha ayuda. Esta vez todos los presentes estaban sorprendidos, incluyendo al conde Grey, quien durante los últimos sucesos solo se mostró indiferente.

Grimbsy: Es como si estuviéramos atrapados en una pesadilla...

El pobre hombre tumbado boca abajo sobre la gran alfombra se veía deplorable, incluso aún sin una herida externa como la del mayordomo o tan inesperada como la de Lord Siemens.

Arthur: ¡Tiene un par de heridas en el cuello que parecen ser piquetes! -llamó la atención de todos- Tal vez le fue inyectado con una aguja algún tipo de veneno.

Todos, o al menos la mayoría, escuchaban con atención las palabras del hombre castaño, quien quizá podría tener razón sobre lo ocurrido, o tal vez su imaginación no se estaba desarrollando del todo.

Lau: El conde duerme en una habitación formidable -la seriedad del momento se extinguió un minuto a la par que el hombre chino revisaba sin decoro las pertenencias del anfitrión, haciendo del suelo un desastre de ropa tirada- ¡Oh! Aún tienes el traje que te obsequié, ¿lo has usado? -preguntó mientras sostenía un peculiar atuendo chino extremadamente corto y revelador, cosa que la peli-(c/c) no pudo pasar por alto.

—¿Lo has usado, Ciel? -negó con obviedad- ¿Podrías usarlo? -ahora el rostro del niño estaba tan rojo de vergüenza que podría competir con el color de un tomate fresco- olvídalo.

Volviendo al centro de la alcoba, el único doctor presente revisaba el cuerpo evitando pasar por alto algún detalle sin importar lo mínimo que fuese; llegando incluso, a la teoría de un vampiro en la mansión, y aunque no es del todo imposible, ambos pertenecientes a la mansión Phantomhive suponían que podría haber algo no tan grande detrás de esto.

Woodley: ¿Insinúas que fue asesinado por un vampiro? ¡Qué tontería! -alterado- ¡Estamos en pleno siglo XIX esas patrañas ocultistas no tienen cabida en tiempos ilustrados!

—Señor Woodley, no importa que tanto avance la ilustración, el ocultismo es algo que seguirá existiendo hasta el fin de los tiempos-sonrió dejándolo confundido.

Pov. (t/n)

Una cosa pasó a otra, y ahora nos encontrábamos en el salón bebiendo té como si nada hubiese pasado antes. Yo estaba sentada a en uno de los sofás grandes donde cabían máximo cuatro personas sin estar apretados; a mi izquierda la señorita Ran-Mao, y del otro lado el conde Grey, quien no le daba tregua a los bocadillos en la mesa.

Sucedió un intercambio de notas, asegurando que el primero en morir fue Lord Siemens, quien murió a la 1:10 de la madrugada de hoy, siendo Ciel el único sin una coartada; Michaelis fue el segundo en ser encontrado, pero no había rastro de su hora de muerte; finalmente Patrick Phelps murió a las 2:38 a.m. según el reloj roto en la habitación de Ciel.

Arthur: En está ocasión el conde y yo tenemos una coartada, ya que estuvimos encadenados a la cama hasta la mañana.

Ciel: Tras ser encadenados el doctor y yo nos acostamos enseguida, a las 2 de la madrugada. Poco antes Sebastian dijo que había llevado al señor Phelps a mi habitación -explicó- Y el señor Phelps murió cerca de media hora después.

Lau: Entonces, ¿quién fue el último en ver al mayordomo? -entró a la conversación. Los sirvientes fueron quienes vieron a Michaelis por última vez antes de morir a las 2:50 a.m., gracias a esto ahora podemos saber quién fue el último en 'morir'.

Arthur: Si Sebastian fue el último en morir, eso complica todo. Porque solo dos personas podían cerrar la habitación del conde: El señor Phelps, quien dormía dentro, y el mayordomo, quien portaba la llave. Eso haría a Sebastian el principal sospechoso, pero.... El también fue asesinado.

Ciel: Nadie podría haberlos matado a los tres, aún con Sebastian como aliado.

Arthur: ¡Eso es! -ganó miradas confundidas de varios mientras dibujaba algo en una de las hojas que había en la mesa- Hagamos una tabla. El paradigma completo -alzó el papel dejándonos ver una tabla con el nombre de los difuntos, su hora de muerte, nuestros nombres y signos como marca de si existe o no una coartada sólida- El único posible asesino de Lord Siemens a la 1:10 a.m. es el conde Phantomhive. El único que pudo haber asesinado al señor Phelps a las 2:38 a.m. era Sebastian. Y a Sebastian pudo haberlo matado cualquiera a las 2:50 a.m., excluyéndonos al conde y a mí -dió una detallada explicación- En conclusión... Incluso con Sebastian como aliado, ¡una sola persona no habría podido cometer todos los asesinatos!

Woodley: ¡Entonces los culpables son aquellos que vinieron en parejas! -señaló con rapidez.

Grimsby: ¿Estás bromeando? ¿Además de estar atrapado aquí, quieren tratarme como a un criminal?- se levantó de su asiento siendo sujetado por la cintura por su rubia amante.

Arthur: ¡Por favor, cálmense todos! Es simplista la tesis de los asesinatos en pareja -pobre hombre, los nervios lo carcomían.

Woodley: ¡No pienso permanecer ni un minuto más en este lugar!

Ciel: ¿Y a donde piensa ir? Viendo la situación prefiero que se abstenga de hacer los que quiera -aconsejó, o más bien ordenó sutilmente, al hombre. Cosa que solo empeoró su humor, yendo ahora directamente contra el del parche.

Woodley: ¡¿"Hacer lo que quiera"?! ¡Tú no puedes decir eso! -se calló por un momento recuperando el aire perdido al gritar- ¡Todo esto es obra tuya!

Ciel: No tengo idea de lo que usted afirma. Será mejor que se calme y se siente, por favor.

Woodley: ¡Desde un principio nos reuniste a todos para eliminarnos! ¡Perro guardián de la Reina! -ahí fue donde decidí interferir.

—Señor Woodley, está muy alterado. Beba una taza de té, podría ayudarle a calmarse -aconsejé bebiendo de mi propia taza. Por su parte, me fulminó con la mirada acercándose amenazante hacia mi.

Woodley: ¡Usted también sabe algo de esto! -me señaló- Ademas de la manera en que habló del ocultismo, no es común para una mujer ver tres cadáveres y no estar ni un poco asustada.

—¿Qué está insinuando? -esta vez me puse de pie enfrentándolo- ¿Que soy yo la culpable solo porque no estoy asustada? Para su información, he visto más cadáveres de los que usted podrá ver en toda su vida -mi voz sonaba fuerte e intimidante, pero aún así conservaba la cortesía y elegancia.
Furioso levantó la mano queriendo golpear mi rostro, 'pobre ingenuo, cree poder competir contra el demonio'. Un jadeo de sorpresa abandonó la boca de algunos cuando atrapé la muñeca del millonario estrafalario en el aire deteniendo su intención de golpearme- No se atreva a tocarme, señor Woodley -Este solo se soltó de mi agarre aún más furioso. Siendo el pobre doctor Arthur el nuevo receptor de su malestar.

Arthur: ¡Señor Woodley, por favor cálmese! ¡No puede irse, tenemos que permanecer todos juntos para evitar problemas! -intentando acercársele.

Woodley: ¡Un vulgar doctor no puede darme órdenes! -dicho esto, su puño se estrelló contra la mejilla derecha del pobre hombre quien salió proyectado impactándose contra la mesa. Preocupada de las lesiones que podría tener el hombre, me acerqué a él con rapidez.

— ¿Se encuentra bien? -lo ayudé a sentarse mientras él sostenía su costado derecho y yo ponía un pañuelo sobre la herida en su rostro.
El agresivo hombre aún parecía tener la intención de seguir golpeando a alguien, mirándonos furioso e intentando recuperar el aire. Gracias a esto, Ciel por fin subió su autoridad sobre Woodley.

Ciel: Woodley. Primero le alzas la mano a (t/n), después golpeas a mi invitado. Te pedí que te sentaras. Así que siéntate -Su mirada estaba ensombrecida, se veía molesto pero no perdía su distinguida elegancia digna de un conde. Su mirada estaba principalmente clavada en Woodley, y pasaba de vez en cuando a nosotros, ensombreciéndose aún más.

Woodley: ¡No te atrevas a darme órdeneeees! -intentó impactar su puño ahora contra Ciel. Sabía que no tenía de qué preocuparme, los sirvientes no dejarían que dañaran a su joven amo.

Y vaya que tenía razón.

El hombre fue inmediatamente derribado por el señor Tanaka, arrancando jadeos de sorpresa de la mayoría de invitados.

Tanaka: Le ruego me disculpe señor Woodley. Pero no permitiremos que ningún visitante le levante la mano al joven amo. Sin importar quién sea, los sirvientes no le mostraremos piedad.

Una vez liberado y habiendo aceptado seguir indicaciones, el excéntrico hombre volvió a sentarse, esta vez un poco más alejado del resto de invitados.

—Al menos podemos estar seguros de que el doctor no es culpable -hablé mientras limpiaba con mi pañuelo el fino hilo de sangre que aún se escapaba por el costado de su boca- Opino que es el más adecuado para dictar nuestro siguiente movimiento -esta vez mirando al resto, a lo que todos asintieron en total afirmación.

Cuando por fin todo volvió a la calma, o al menos que el ambiente se aligeró, y que todos volvieron a sus lugares, estando yo ahora de pie a un lado de Ciel, con la mesa arreglada y el té servido de nuevo, continuamos con la investigación y recaudación de notas.

Arthur: Aún hay un detalle crucial sin resolver: el paradero de de la llave de la habitación del conde. Sebastian era el único que tenía la llave de la habitación para poder matar al señor Phelps. Pero si la llave cayó en manos de otra persona, todo se complicará.

Ciel: Es decir, aquel que tenga la llave de Sebastian entre sus posesiones es el culpable, ¿correcto? -consiguió la respuesta afirmativa del contrario.

Con esto discutido, Ciel, el doctor Arthur, Charles Grey, Bard y Finny se dirigieron al sótano a revisar el cuerpo de Michaelis buscando la llave. Yo habría ido, pero Ciel me pidió que me quedara con el resto de invitados.

Para ser honesta, lo único que podía imaginar ahora era la situación que enfrentaba el demonio moribundo, riendo en mis pensamientos.

En todo el tiempo que no estuvieron los otros todo estuvo en silencio que ocasionalmente se rompía con unas cuantas bromas del señor Lau, o alguna pequeña conversación que yo intercambiaba con el señor Grimsby y la señorita Irene o con May-Rin.
Al cabo de un poco más de media hora después volvimos a reunirnos, momento en el que se nos fue explicado que se deben revisar las habitaciones y los equipajes. Así es como ahora estábamos 'revisando' el equipaje de la señorita Irene, sin haber encontrado nada que fuese sospechoso; para luego seguir con mi habitación.

May-Rin revisaba los cajones de los muebles, la rubia miraba mi armario, y la muchacha asiática miraba bajo la cama y el pequeño baúl cerca de esta. De igual manera, no se encontró nada.

Sin tener el éxito esperado las cuatro volvimos al salón, siendo la rubia la única que temblaba ocasionalmente del miedo.

Arthur: -suspiró- La llave no aparece por ningún lado.

—Tal vez la ocultó en otro lado.

Lau: El culpable pudo haberla arrojado por la ventana. Un objeto tan pequeño resultaría imposible de encontrar bajo esta tormenta.

Bajo esta suposición los tres sirvientes salieron corriendo a buscar la llave bajo, bueno en realidad dos de ellos fueron a buscarla, el otro fue a detenerlos. Segundos después, Tanaka también fue tras ellos a paso tranquilo.

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¿Cómo pasó esto?

Hace un momento hablaban sobre la posibilidad de un "actor extra que no debería existir", teoría propuesta por el hombre que fumaba aparentemente opio. Propuesta que fue rechazada en un principio, pero ahora...

Bard/Finny: ¡Joven amo! ¡Capturamos a un sujeto sospechoso! -entraron al salón gritando, mientras sujetaban a un desconocido- ¡Vamos, entra ya! -esta vez solo la voz del rubio más alto se escuchó, dándole paso al recién llegado.

Grey: Un mo.... ¿En verdad existe? ¿En donde se escondía?

Ciel: Tu eres.... -susurró casi inaudible.

'No puede ser' -pensé intentando seguir en mi labor de no reír.

Todos estaban en shock, jamás habían imaginado a ese "actor extra", pero ahora estaba frente a ellos. Ciel y yo nos veíamos entre nosotros notablemente confundidos y luego volvíamos la vista al recién llegado.
Lau siendo el único que aparentemente sabía qué estaba pasando se acercaba dejando de fundar a paso lento hacia el desconocido.

Lau: ¡Vaya! Nuestro "actor extra" vino aquí por su propio pie. Yo también estoy sorprendido..... ¿Y bien?¿Quién es usted? -¿es enserio?

x: ¿Mi nombre? -Oh no.

'Momento de pánico. Ciel piensa algo rápido'

Ciel: Ha pasado tiempo... Jeremy -intentó no verse nervioso- Este hombre es el reverendo Jeremy Rathbone. Es el capellán de la iglesia de mis tierras. Un hombre de buena reputación.

—¿Un clérigo? -antes los oídos de todos sonaba como una voz confundida, solo esos dos que me conocían más de lo que me gustaría admitir, sabían que estaba burlándome de ellos.

Su coartada era más que perfecta, la lechuza que Michaelis le había pedido a May-rin que liberara, la nota que esta traía atada a la pata, y un boleto de la ópera "La Dama Del Lago" con la fecha de ayer 'Marzo 12 de 1889', en el teatro Lyceum de Londres. Me atrevería a decir que es impresionante, pero yo también podría hacerlo.

Sin prestar mucha atención al resumen que le daban al "reverendo", me fijé en el clima a través de la ventana. La tormenta seguía insistiendo en quedarse e inundar todo a su paso, pero aún así ese maldito demonio se las arreglaba para observarme desde abajo sin importarle el agua que caí del cielo. Una gran gabardina lo cubría casi por completo, dejando ver solo su turbia sonrisa. Un segundo después alzó su mano enguantada mostrando un objeto mediano que brillaba bajo las gotas de lluvia, haciendo destellar el oro y las gemas verdes.

Mi tiara...

¿No se cansa de jugar conmigo?

Ni siquiera sé que tanto tiempo duré frente a la ventana, pero cuando reaccioné, él ya se había ido. Así como tampoco noté cuando Ciel se acercó a mi.

Ciel: (t/n), ¿estás bien? -posó su mano sobre mi hombro- ¿Qué ocurre?

—Estoy bien. Es solo que, la lluvia me pone nostálgica -traté de sonreír, cosa que no logré con mucho éxito. Aún así no volvió a preguntar, solo me dio la mano y me llevó al sofá grande a un lado suyo.

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Hey✨
¿Qué tal su día?
El mío ha ido bien, nada de que quejarme. Sin embargo, por alguna razón hoy no he encontrado las palabras adecuadas para escribir el capítulo. Pido disculpas si no ha sido tan bueno.

GRACIAS POR LOS 45K
💕L@S AMO💕

Disculpen las faltas de ortografía👀

Sin más por el momento....

Se despide~

🔥Haruka Black🔥

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