Narrador

—¿por qué no está aquí mi tiara?- Puso su mano en su barbilla intentando recordar dónde la había dejado —Bueno, tal vez la escondí entre mis cosas, no revisé mi árbol después de todo-

Ya no puedo pensar más; alguien estaba tocando la puerta de la habitación. Tomó las bolsas y cajitas, y las metió bajo la cama; es mejor evitar preguntas y dar explicaciones innecesarias.

Se levantó con cuidado, para luego acercarse a la puerta.

Al abrirla, no era más que Sebastian.

Sebastian: (t/n) ¿está todo bien? No has salido de aquí desde que llegaste.

—¿Y a ti desde cuando te importa lo que yo hago? Es muy rara tanta preocupación viniendo de ti.

Sebastian: ¿Por qué sería raro? Creí habértelo dicho.

—Dices demasiadas cosas, pero no muchas que sean de mi interés, así que ¿Qué cosa ya me habías dicho?-Se cruzó de brazos recargándose en el marco de la puerta.

Sebastian: Que me gustas...-seguido, empujó ligeramente a la contraria entrando en la habitación cerrando la puerta detrás de él.

—¿Vas enserio con eso? Por favor vete de mi habitación -Caminó hacia la puerta con la intención de abrirla -'Cielos, este tipo no se cansa de decir estupideces' -Pensó-

Sebastian: -Camina hacia ella- Claro que voy enserio -Solo se había distraído un momento, ahora tenía al demonio mayor abrazándola desde atrás, con su rostro escondido en el cuello femenino.

(t/n) logró alejarse del los brazos del hombre, pero él seguí avanzando a ella hasta quedar separados por un diminutos centímetros.

Sin previo aviso, el pelinegro besó a la demonio más joven en los labios.

No iba a mentir, varias veces Michaelis la había besado, pero siempre era con tacto de lujuria y simple deseo carnal; en cambio, este era tranquilo y despacio, se atrevería a decir que incluso era tierno y amable.

A pesar de no haber mucha incomodidad en el acto, (t/n) intentó alejarse, pero la diferencia entre fuerzas era muy notoria.

De un momento a otro ambos estaban recostados sobre la cama; Sebastian sobre (t/n).

Los innumerables quejidos y los golpes en el pecho que la fémina le proporcionaba al demonio no parecían afectarle en lo más mínimo.

*Toc Toc*
(Una disculpa mi presupuesto no alcanza para efectos especiales de primera)

Ciel: ¿Estas ahí, (t/n)? Necesito que me ayudes con unos archivos.

Pov Ciel

Le dije a (t/n) que fuera al bosque a buscar algún indicio del caso; eso fue en la mañana, ya es más de medio día y aún no sé si ya ha llegado. No he salido de mi oficina, así que no sé si Bard también esté aquí.

No me quedó de otra más que ir yo mismo a su habitación a buscarla.

Al momento de llegar, alcé mi mano para tocar la puerta, pero algo que escuché me impidió seguir

—'Al parecer ya ha llegado' —Pensé.

Esta vez me animé a tocar la puerta.

— ¿Estás ahí, (t/n)? Necesito que me ayudes con unos archivos.

En realidad no necesito su ayuda, puedo hacerlo yo mismo, pero, de verdad necesito tenerla cerca, al menos saber que está bien.

Pero los sonidos de adentro no se detuvieron, se escuchaban con quejidos ahogados, casi como susurros.

Acaso, ¿hay alguien con ella allá adentro?

No, eso sería imposible.

Volví a tocar la puerta, esta vez más fuerte que la vez anterior.

—(t/n) sé que estás ahí. Hablo enserio, necesito tu ayuda.

Narrador

En la habitación las cosas se ponían algo candentes, claro, todo por parte del más alto. La chica por otro lado, intentaba quitárselo de encima.

—'Cielos, su amo está del otro lado de la puerta y él sigue haciendo esto ¿no tiene vergüenza alguna?' —Pensó— Oye, Ciel está afuera, ya deja de hacer esto y vete de aquí ahora -Su susurro parecía más una plegaria que una orden, pues la única respuesta que generó del hombre fue una pequeña risita. Solo se levantó de encima de ella y desapareció.

—Maldito demonio— Maldijo en voz baja mientras se dirigía a la puerta a paso lento, lo de hace un momento la dejó un poco aturdida.

Del otro lado, Ciel estaba preocupado, molesto y un poco triste, eran demasiadas emociones combinadas para alguien tan pequeño. Después de eso podríamos agregar también alegría y curiosidad, la puerta frente a él por fin se estaba abriendo, dejando ver a una peli-(c/c) detrás.

—Lamento haber tardado, había una plaga asquerosa en la habitación, no podía permitir que andara libremente por toda la mansión— Ligera risa nerviosa— ¿Quieres pasar o vamos a tu oficina?

Ciel: Vamos a mi oficina mejor.

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Adivinen el celular de quién está fallando ✌️🙃
Y también mi computadora, así que estoy que me lleva la chingada jaja.

¿Qué tal va su domingo? Espero que mucho mejor que el mío.

Capítulo medio pedorro como mi estado de ánimo. Perdón.

✨GRACIAS POR LOS 31K✨
💕L@S AMO💕

Sin más por el momento...

Se despide~

🔥Haruka Black🔥